Partida Rol por web

Aunque no acaba de funcionar bien el escáner voy siguiendo sus indicaciones por aquel laberinto de pasillos que ignoramos donde conducen. Están llenos de indicaciones con flechas, mas bien rayos esquemáticos cada vez mas finos, pero lo único que entiendo es ese ideograma. Con las grabaciones de nuestras cámaras después los de análisis empleando sus ordenadores ultraquanticos los pondrán a descifrar el significado sabiendo lo que había detrás de cada puerta si no lo hemos destruido completamente.

Finalmente al cabo de unos minutos nos encontramos otro grupo de alienigenas en un pasillo a unos metros de nosotros.

– Aquí están, alerta. – Digo por el canal de comunicaciones mientras desbloqueo mi rifle de energía.

Por fin - pensó Sheriff- Ya está bien de cagarla una y otra vez.

Comprobó que el extremo doloroso de su cañón de energía apuntaba hacia los cabezones. El gatillo se deslizó suavemente e hizo click. Los cromados tubos de su arma empezaron a girar y a escupir fuego. El olor a alien quemado empezó a inundar el ambiente, y lamentó llevar puesta la armadura que le impedía disfrutarlo. El soporte vital tenía cosas buenas, pero a veces hace que te pierdas las mejores.

Las descargas del cañón de energía del sargento Sheriff son eficientes y letales abatiendo un gran numero de alienigenas. Al abrir fuego con mi rifle de energía sólo logro abatir a dos de ellos ya que los demás han quedado destrozados o se han puesto a cubierto detrás de los cadáveres de sus compañeros.

– Disparemos y avancemos al mismo tiempo que apenas lo hemos hecho en esta batalla.

Propongo por el canal de comunicaciones mientras el rifle comienza el proceso de refrigeración y recarga del iniciador para la siguiente ráfaga.

Rodilla en tierra, Piñeiro soltó varias rafagas a corta distancia. Sin embargo, el fuerte empuje de la avanzadilla barrió a todos los alienigenas en quince metros y solo logró alcanzar a uno que ya estaba muerto.

-Mierda-murmuró activando el circuito refrigerante del AK-4700.

La apretada masa de alienígenas había conseguido disimular su número gracias a la escasa distancia entre ellos pero eso no amilana a los suboficiales que reducen con precisión los efectivos enemigos además de impedir el contraataque.

Cuando finalmente avanzaron, los alienígenas no les esperaban, y lograron pillarles por sorpresa de una vez. Sólo les dio tiempo a girar la cabeza asustados antes de que el terrible cañón de Sheriff barriera la formación como una marea de furiosa electricidad y plasma ionizado, destrozando todo lo que se encontraba en su camino. Akira disparó con su rifle de energía a las primeras filas, pero de poco sirvió, ya que el rayo de Sheriff les barrió también eliminando por completo la vanguardia de las tropas enemigas. Oyó por el comunicador al cabo y se preparó para avanzar aprovechando la conmoción en cuanto le dieran la oportunidad. Buen disparo, sargento, pensó mientras trataba de ver una línea de carga libre entre tantos cuerpos carbonizados. 

Los alienígenas consiguen reagruparse después de las numerosas bajas gracias a que Piñeiro y Filofrío están menos acertados. Como impelidos por un instinto suicida comienzan a disparar en lugar de replegarse a pesar de los muertos y de que el pasillo no permite buscar cobertura.