Partida Rol por web

- Esperadme antes de salir - dijo Leto - tardo un minuto.

Llevaba demasiado tiempo sin la armadura, y tendría que ponérsela para poder salir. Asi que decidió ir a por sus cosas. Si había que combatir contra cualquiera que fuera la cosa que estaba ahi fuera, le iban a necesitar, y eso implicaría tener que vestirse y prepararse bien.

Rapidamente tras oir la advertencia de Turuk voy rapidamente a por mi pistolera que tengo en mi lugar de reposo y me la coloco lo mas rapido posible, volviendo a donde estan todos y preguntando a Turuk con susurros -que has oido exactamente? para a continuacion afirmar -salgamos con cuidado, si nos quedamos sin nave nos quedamos sin sustento y me dirijo con el arma desenfundada a la salida.

-Exactamente... No sabría decirte, Dann. Arena desplazada, algo arrastrándose... -Turuk coge su blaster pesado y hace un gesto a Dann-Pero sea lo que sea, es grande.

Farent y Moesla cubren la entrada (la escotilla, que está cubierta de arena, como el resto de la nave) durante el breve rato que tardáis en prepararos.

Al cabo de unos momentos llega Leto con la armadura ya colocada y estáis ya todos en el borde de la escotilla; al otro lado oís ruidos de muchos pasos y luego de varias palas contra el casco (detrás de una capa de arena de unos centímetros que se ha depositado contra el plástico con el que tapábais el destrozo).

Les hago señas a todos señalando el arma y a la escotilla de que esten atentos a los posibles intrusos, poniendome yo mismo a cubierto y apuntando a la escotilla.

Turuk se coloca a cubierto y se asegura de que su blaster pesado está cargado y preparado para recibir a posibles intrusos hostiles. Estaba claro que aquel señor del crimen no se iba a rendir fácilmente.

Lo que esté ahí fuera no parece muy interesado en abrir el plastico y entrar en vuestra nave.

Siguen los ruidos de desentierre.

Leto agarra su blaster con firmeza. Tiene el brazo derecho levantado hacia la puerta. Está de pie, pero girado, de manera que su cuerpo queda perpendicular al casco de la nave, enseñando poco cuerpo y sobretodo con el arma bien recta. Si hay algo ahi, se asegurará de que lo pague, aunque la verdad es que cuanto más tardan en entrar, menos amenazado se siente. ¿Quienes serán? ¿Serán realmente una amenaza? ¿Quizás son Jawas que piensan que han encontrado chatarra en el desierto?

Los ruidos siguen, ahora empezáis a oir lo que no puede ser otra cosa que un soplete láser cerca de la antena de comunicaciones...

-Creo que es el momento de salir a ver que pasa, probablemente sean jawas intentando desmontar jugosa chatarra en mitad de la nada les digo a todos susurrando -Leto, tu primero, te sigo.

-De acuerdo...-dice el lacónico humano.

Y sin mediar más palabra sale fuera con el bláster por delante.

Moesla pasa como una exalación y sale detrás de Leto girando hacia el otro lado... mientras grita "yo cubro el otro flanco".

En su mano lleva su extraña arma lanzaproyectiles...

-¡Ah! ¡Qué cojones! -Exclama Turuk mientras sigue a su amigo hacia el exterior. Agarra con fuerza su blaster pesado, da una fuerte inspiración a través de su mascarilla de gas y sale.

Y algo inquieto..  Vamos a saco !!

Nada más salir contempláis a unos 50 jawas dedicándose a desenterrar la nave con pequeñas palas.

Unos cuantos de ellos están utilizando un soplete defectuosos para tratar de despegar la antena de comunicaciones.

A pesar de que salis con las armas por delante no os prestan mucha atención...

Uno de los Jawas se os acerca, y chilla en su chirriante lenguaje.

-UTHSOCHI TUPOWI, UPI-UPI MASHASHALI-

-Quizas tengan en alguna parte los repuestos que necesitamos pienso en voz alta viendo que no parecen una amenaza -Leto, les puedes entender?

-¡Malditos Jawas, casi me matáis del susto! -Le digo entre risas a los que tengo más cerca esperando que pudieran comprender el idioma básico de la galaxia- Precisamente con vosotros teníamos que hablar. Nuestra nave está hecha un asco y necesitamos piezas para repararlas. Aquí nuestro técnico -señala a Anzak- se entenderá mejor con vosotros.

-Me temo que mi maestro de escuela era un granjero borracho y de los jawas nos decía que los matásemos nada más verlos, que eran unos malditos ladrones... nunca nos enseñó su idioma-

-Con suerte alguno de ellos hablará básico;-eleva la voz- ¡Enanos apestosos! ¿alguno sabe hablar?-