Partida Rol por web

Leto hace caso a Dann y se acerca a Anzak.

Bajo la supervisión de éste, Leto comienza a reparar algunos de los desperfectos de la nave. En ese momento se encuentran todos ayudando y Leto está seguro de que conseguirán buenos resultados.

Anzak observa como sus compañeros se ponen manos a la obra para reparar lanave. La situación no era muy buena, pues a parte del tremendo agujero que había en vez de escotilla, les habían alcanzado un par de veces. Con la tormenta de arena que les azotaba desde fuera, era casi imposible trabajar y reparar los disparos, pero había que ver el daño causado.

Con estas Anzak salió de la nave y, con cuidado y unas buenas gafas para cubrirse los ojos, inspeccionó la nave. Una vez hecho el primer análisis de la situación de su Princesa (como él llamaba a Arouse), comenzó con las reparaciones.- Gracias por vuestra ayuda.- les dijo a sus compañeros.- De todas formas, creo que lo de la escotilla no tiene buena pinta... hasta que no encontremos otra o algo parecido con que taparlo.- Comento, mientras trabajaba en la reparación.

La frenética persecución que empezó en la cantina de Mos Eisley y ha acabado en mitad del Mar de Dunas acaba en una tarde y noche de reparaciones a la vez que una tempestad ruge por encima de vosotros; mientras cae la oscuridad en el desierto y la arena encima vuestro reparáis los motores de la nave que han sido dañados por los disparos, realineais el hiperimpulsor (que tenía varias fugas) calibráis los repulsores y dejáis como nuevo el sistema de escudos.

Adicionalmente cubrís todas las entradas por las que podría entrar arena y limpiais de ésta los motores.

Sólo hay un problema, la escotilla está destruida y hace falta metal para repararla, adicionalmente necesitáis metal también para cubrir los terribles agujeros  en el casco y reparar la estructura.

Tenéis miedo de despegar por si las tensiones y la velocidad hacen que la nave se parta.

Moesla os cocina un exquisito guiso que degustáis con alguna bebida refrigerante mientras descansáis de una tarde entera de reparaciones, ya es de noche y la nave va quedandose cubierta de arena gracias a la tormenta.

-¿Interrogamos ahora al sin-cuernos ese o nos vamos a dormir?-

- Mañana la tormenta habrá amainado, podemos descansar hasta entonces. Seguramente los Jawas podrían comerciar con nosotros y vendernos algo de chatarra con la que arreglar el casco. ¿Qué os parece si nos separamos? Algúnos podrían quedarse aqui al cuidado de la nave, interrogando al prisionero, y otros podrían ir a negociar con los Jawas.

Leto estaba serio, no le hacía gracia la situación. Era un mercenario y actuaba como tal. Ahora mismo necesitaban soluciones rápidas, y esa era la primera que se le había ocurrido.

 Tras las persecuciones, los disparos y las reparaciones la escasa constitución propia de los Kel Dor estaba pasando factura a Turuk. Agradeció a todos los dioses por la tormenta, tanto en los que creía como en los que no. Así tendría tiempo de descansar. 

 - Si me necesitáis, estaré... "meditando" -Dice a todos y a ninguno en particular-. Despertadme cuando la tormenta pase; no quiero que nos quedemos aquí mucho tiempo. La tormenta ahora mismo nos protege, sí, pero estoy seguro de que en cuanto pase se nos echarán encima más perseguidores.

Acto seguido, se marcha agradeciendo el guiso a la señorita Moesla. Sabe que los interrogatorios no son su fuerte, así que le deja ese placer a Leto y a Dann, que seguro que lo están deseando.

Farent habia estado dando vueltas por la nave intentando aporvisionar de material a todo aquel que lo necesitara o si encontrara e intentado hazer alguna chapuza por su parte.

Pues la verdad no tengo sueño si a alguin le apeteze jugar una partida de ajedrez o algo yo em apunto .

El Joven granuja parecia animado y aunqe su cuepo le dolia de el estres acumulado su cabeza aun funcionava al mismo ritmo del dia agitado.