Partida Rol por web

Finalmente... y algo cansados, llegáis a una ciudad grande y armoniosa, aunque a vuestros ojos, que venís del Planeta Tierra dónde hay enormes ciudades de verdad, no os parece tan grande. La ciudad estaba metida en la roca, la fazana de las casas estaba fuera de esta... pero habían perforado la piedra para construir los habitajes. Y encima de la montaña, el castillo. Por fin habíais llegado a la Ciudad de Oro.

Enseguida que entrásteis a la ciudad os invadió la sensación de calidez, la gente, todos con colas y orejas de diferentes espécies de animales, hablaban y se reían, chismorreaban y se giraban para miraros, haciendo leves reverencias de cabeza al paso del Anciano que os acompañaba, Zack.

Aunque aun había gente, se notaba que iba oscureciendo... poco a poco, los habitantes se retiraban a sus casas, cerrando las puertas abiertas detrás de sí y las ventanas.

¿Esta es la ciudad de oro? Será que el oro lo tienen dentro de la montaña, por que a mi me parece una ciudad común y corriente. Además de pequeña pero bueno, menos da una piedra. Sigo avanzando junto a Birdman y los demás e ingresamos a la ciudad.

La gente (no voy a decir que es extraña, por que yo estoy igual) parece amable, todos sonrien felices y saludan al gato celoso cuando lo ven pasar. Muchos ya se están guardando en sus casas, al parecer llega la noche...

¿Tendrán miedo de algo?

Wooo ¡Por fin llegamos! Me noto algo cansado... ¿Habeis pensado donde vamos a pasar la noche? Preguntó Daylen a Zack y Kairi.

Qué pronto se recogen las gentes de la Cuidad del Oro, ¿No? Inquirió una vez más curioso, esperando que sus guías no les molestasen tantas preguntas.

- Eso, eso... y además... me está entrando un hambre que me muero... -, digo pensando en pescado y en un buen vaso de leche... Dios...

Mira asombrada la pequeña ciudad..., no era para tanto, pero le parecía de lo mas bonita y acogedora.
Esto..., eeem...
Suspira extrañada.
Si la gente está empezando a recogerse ya, a estas horas, ¿las tiendas no tienen que estar cerrando ya tambien?

El chico hurón, Zack, sonrie amable y saluda a todos aquellos con los que se cruza. Se nota que la gente respeta a los ancianos no solo por lo que son.

Mientras camina, Zack va respondiendo a vuestras preguntas con infinita paciencia y amabilidad.

Pues hoy pasaremos la noche en una de las posadas de la ciudad. Así estaréis descansados para mañana, que será vuestro primer día de este viaje largo y pesado. Sonrie a Haruka cuando pregunta. En efecto. No podremos hacer hoy ya muchas compras, hemos tardado demasiado en llegar, así que las haremos mañana temprano. Y finalmente mira a Daylen, algo más serio.

Sí, bueno... ya os hemos hablado de la existencia de los Nocturnos... La gente normal de este mundo no tiene poderes para poder defenderse de ellos, y aunque los ancianos hayamos hecho una barrera para proteger la ciudad, últimamente esos seres se están volviendo más fuertes y temerários... así que a los primeros indicios de oscuridad, la gente ya se esconde en sus casas.

- ¿Nocturnos...? Interesante, - digo pasándome la mano por los pelillos del bigote. - Dime Zack, estos son a los que nos enfrentamos. Digo, supongo que con las Mokonas desaparecidas, los enemigos estarán ahora campando a sus anchas. -, termino muy serio.

Preocupante sin duda la existencia de tales criaturas, pero... no nos habeis dicho mucho sobre ellos. ¿Qué son exactamente y por qué actuan así los Nocturnos?

Daylen parecía captar la gravedad del asunto y preguntó tan seriamente como Zack le había contestado.

Zack sigue hablando, respondiendo calmadamente vuestras preguntas. Coge aire y recita:

Los nocturnos son criaturas carnívoras que habitan en este mundo desde el momento de su creación. Son seres que deboran cualquier cosa... viva o muerta. Se clasifican en niveles, del 1 al 10, y solo suelen atacar a criaturas de menos nivel que ellos. A más nivel, más capacidad de razonamiento y más poder tienen. Pero las Mokonas las dotaron de pupilas muy sensibles a la luz, condenándolas a vivir por la noche y esconderse de día. Los ancianos podemos defendernos y mantenerlos a raya, pero desde la desaparición de las Mokonas, poco a poco se han ido volviendo más temerários y ya se han descrito varios ataques. Aunque todos ellos han sido a nosotros y al otro grupo. Está claro que la desaparición de las Mokonas les ha venido bien y no les interesa que vuelvan.

Coge aire de nuevo y se gira para miraros. ¿Alguna pregunta más sobre ellos?

- No, gracias. -, le respondo a Zack. - Has sido muy (borde) exacto en tu explicación. -, termino con una sonrisa. - Espero no encontrarme con ninguno de esos seres... -

Niega con la cabeza.
Y sin parar de toquetearse las orejitas de zorro que le habían salido mira, a lo lejos, lo que parecía el castillo...
Mañana seguro que ya estaré despierta en mi camita : 3 - aun no se habia hecho a la idea de que todo aquello era real ._. .

Zack da un par de palmaditas a la espalda de Sirius, riendo.

Ahora mismo no tenéis porqué preocuparos de ellos. Puedes estar tranquilo. Luego mira a Haruka y sonríe con ternura. Acabarás acostumbrándote a ellas... Comenta, divertido.

Miro a Zack mientras me palmea el hombro... ains... si hasta me va a caer bien este tio...

Parece que vamos a tener unas largas vacaciones fuera de nuestras casas…
-digo observando a mis compañeros, con una sonrisa lúgubre-

Tengo otra pregunta, se supone que nosotros tendremos que abrirnos camino entre estas cosas… para rescatar a sus diosas? o solo estamos aquí para hacer labor social o es una especie de intercambio cultural?. Me encantaría escuchar la historia de sus diosas y de este lugar, para sentirme más en familia.
-suelto una risilla bastante burlona-

Pero supongo que podrás contarnos más cuentos antes de dormir, verdad?...

Bueno ya que estoy en este especie de sueño, supongo que aprovechare en tomarme un viaje de relax...

Picaa...
Me empiezo a rascar la cola, con afán.

No tengo más dudas Zack, muchas gracias por la explicación. Bueno, tal vez una... Reflexionó Daylen. No tenemos que preocuparnos por ellos ahora, pero más adelante sí... ¿verdad?

Aquel lugar, aquel sueño, aquel mundo, o lo que fuera era muy agradable para Daylen, pero por otro lado parecía tener un montón de contras: La misión, los Nocturnos... no todo serían flores mientras estuviesen allí.

Kairi interviene:

Vayamos a donde vayamos, solo nos tendremos que preocupar de noche... pero Zack es un Anciano y se encargará de proteger los lugares donde dormiremos con la barrera protectora anti-nocturnos... así que no os tenéis que preocupar demasiado. Esperemos que no nos encontremos un Nocturno de un nivel muy alto... - baja la mirada, entristiciéndose - Además estoy sin Akira... sin ella mi mágia se reduce a la mitad...

Se gira hacia Rion, y frunce el ceño levemente - ¿Cuántas veces os lo tenemos que decir? ¡Para rescatar a las Mokonas! ¡Podríais escuchar cuando hablamos! Hum...

"Esperemos que no nos encontremos un Nocturno de un nivel muy alto... ", dice Kairi mientras avanzamos hacia una casa para pasar la noche. Eso significa que probablemente tengamos problemas durante la noche. Esta bien que Zack sea poderoso y nos proteja, pero si existen seres mas poderosos que él... pues tendremos que estar preparados. Mientras llevo mi mano a la cintura buscando un arma que ya no está allí, me doy cuenta que aún continúo teniendo algunos instintos de supervivencia humanos y eso me tranquiliza.

- Bueno, yo me estoy muriendo de hambre... ¿Podemos sentarnos a comer y a charlar más tranquilos? -

Antes incluso de que Sirius pudiera terminar la frase... llegáis a la taberna, está bastante llena de gente charlando y gritando, y sobretodo riendo... podéis ver gran cantidad de orejas y colas, incluso cuernos, y alguno con alas... pero estos se mantienen apartados para no incordiar. Beben líquidos de diferentes colores y chocan las jarras entre sí derramando dicho líquido... hay algunos niños que se meten por entre las piernas de la gente, incordiando y molestando, pero nadie les dice nada. Es más, parece que nadie tenga problemas ni preocupaciones... una extraña sensación que os alivia por completo.

Detrás de la barra, hay una chica barriendo el suelo con un kimono muy al estilo japonés: la propietaria del local. Su cabello es azul, y también sus ojos... detrás, en su espalda, tiene unas pequeñas alas plegadas que apenas se ven de color azul turquesa, al igual que su cabello y sus ojos. Cuando os ve, sonríe a Zack y a Kairi... pero no es una sonrisa con total felicidad.

Zack va a charlar con ella, pasa largo rato... mientras, Kairi ya se ha cruzado de brazos y va dando golpes con el pie en el suelo, sin perder de vista a Zack y su interlocutora... e ignorando a la gente que le pregunta y pide cosas. Finalmente, el hurón vuelve.

¡Tiene dos habitaciones libres! - exclama el chico hurón en voz casi gritando para que lo escucháis entre la muchedumbre - ¡Ahora nos sentamos a una de las mesas y pediremos comida y bebida!

El chico señala una mesa libre, con diez sillas alrededor. Al local empieza a sonar música, cantada por una chica pájaro y con los tambores de un chico cabra.

Mira a todas partes, había mucha gente..., estaba apunto de estallar por tanto ruido, osea que decide taparse las orejas con las manos momentaneamente hasta acostumbrarse a ello.

Ve como Zack señala a una mesa vacía, y enseguida se sienta.

Al oir los gritos de Zack, me siento en la mesa, tratando de no sentarme junto a Kairi, no quiero que el chico hurón piense que todavía tengo intenciones de propasarme con su chica...

Cuando me siento, comiezo a agitar las manos para que algún camarero se de cuenta de mi presencia... El hambre es demasiado fuerte como para los modales.