Partida Rol por web

Habéis sido llamados a La Gran Logia de Absolom, donde os espera el maestro de conjuros Aram Zey. Llegáis y váis en su busca a los sótanos donde suele moverse con extraños hallazgos y rituales.

Tras encontrarle os dice con gestos de su mano derecha que os acerquéis y que os preparéis, empieza a leer un pergamino que tiene en la mano. Va vestido con ropas ligeras y vaporosas, así como un gran sombrero de ala ancha. Con un fogonazo de luz y una extraña sensación en vuestros estómagos por el súbito movimiento circular, el fresco aire salino de Absolom se transforma de golpe en el húmedo y sofocante calor de la costa Garundi. En pocos segundos vuestro cuerpo empieza a sudar por todos sus poros como el fétido olor del clima local os envuelve como un húmedo manto.

El pergamino en manos de Aram Zey se transforma en polvo, su magia ha expirado. El maestro de conjuros se quita el sombrero y empieza a abanicarse:(con un tono altivo y de sabiondo dice mientra os mira por encima del hombro y con pocas ganas)

- Muy bien pathfinders, bienvenidos al hirviente agujero que es la Expansión Mwangi. Cualquiera de vosotros que se haya molestado en estar al día de las Crónicas sabe que la Sociedad tiene una expedición arqueológica en las montañas Terwa, unas 80 millas al noroeste de nuestra posición.(Hace un silencio corto)

Por supuesto, dudo que más de la mitad de vosotros lea algo más que poesía picante, por lo que os haré un resumen: Los riscos Azlantes no deberían estar en este lugar, no se conocen emplazamientos azlanti en la Expansión Mwangi, pero aquí estamos. Puede ser la prueba mejor conservada de que los azlanti estuvieron como mínimo una vez en estas tierras.(Otro silencio y sonríe de manera altiva entrecerrando los ojos)

Un sirviente de Angazhon, llamado Ruthazek, el rey espalda plateada, también reclama ese lugar. Sus tropas han sitiado nuestra expedición y nuestra gente está muriendo de hambre, de enfermedad, sin munición ni personal, ahí es donde entrís vosotros (dice de manera despectiva).

Zey señala al norte a través de los árboles, donde hay una andrajosa ciudad de pasarelas de madera encima de unas pantanosas aguas rojizas en el delta de un río, edificios de madera se extienden a ambos lados del delta.

Vuestra primera parada es Cala Sangrienta (escupe el nombre como si insultara a alguien), la expedición de los riscos Azlantes necesita suministros, y Cala Sangrienta es el puerto comercial más cercano. Necesitan dos toneladas de víveres y agua potable, cinco cajas de flechas y virotes, ropas limpias para sanar sus heridas.(Hace otro corto silencio)

La Casa Cartahegn es vuestra mejor opción, la Sociedad ha trabajado con ella ocasionalmente. También concertamos hace semanas un pago con un conductor de caravanas llamado Raimondo Scevola. Contactad con él para llevar el cargamento al norte. Por último buscad a un semielfo llamado Senzer en algún lugar de la ciudad, era un alquimista que nos proporcionaba pociones e información para nuestra gente en las tierras altas..., pero hace un mes cortó todo contacto con nosotros. Necesitáis descubrir por qué y reactivar el flujo de pociones. 

(Hace un nuevo silencio y os mira de arriba a bajo y mueve la cabeza en señal de negación) NO os creáis que esto es un simple paseo por el mercado. Cala Sangrienta es un pozo fundado por piratas y dirigido por criminales, basura sin sentido del esfuerzo y sin ningún respeto por el arte arcano y su conocimiento. (un leve silencio) Pero aún hay más..., algo peor..., es un bastión del Consorcio Aspis, el cuál adora por encima de cualquier cosa aprovecharse de los descubrimientos como el realizado en los Riscos Azlantes. 

Manteneos ocultos y no hagáis nada sospechoso que pueda atraer su atención, disfrazaos. Normalmente no me importarían vuestros métodos de patada a la puerta, haced tonterías y moriréis, pero hay algo más que vuestras estúpidas vidas en juego ahora. Si caéis y la expedición de los Riscos no recibe el apoyo, seguramente caerá.

Sus manos sacan una bolsa que tintinea metálicamente:

- Como os he dicho acordamos un pago para la caravana hace semanas, esto podría cubrir el coste de los suministros que tenéis que comprar (mostrando la bolsa). Si utilizáis vuestros propios recursos y conseguís sobrevivir, la Sociedad intentará reembolsaros lo gastado.(Otro largo silencio)

Una vez hayáis llevado a cabo los tratos, dirigíos al noroeste (muestra una caja de pergaminos y una llave dorada decorada con filigranas y con un hilo de cuero). Proteged esto con vuestras vidas. El propósito de la llave escapa a mis conocimientos, pero el símbolo que lleva grabado se repite en la entrada de la puerta descubierta en los Riscos Azlantes. La caja contiene un mapa de la localización de la excavación. Mi magia asegura la caja, y explotará de forma violenta si se abre a menos de 5 millas de Cala Sangrienta. (Toma aire y abre mucho los ojos)

Preguntad ahora, volveré a Absolom en el momento que crea que seáis capaces de llegar a Cala Sangrienta.

Otra vez sin caballo? Espero poder comprar uno en ese pueblo.

Que influencia tiene ese tal Ruthazek en Cala sangrienta? Tiene algún aliado potencial del que debamos saber algo para no delatarnos fácilmente ni causar problemas? Que tipo de criaturas salvajes hay por la zona y cual sería el mejor método para que no se sientan amenazadas y nos ataquen?

Poco tiempo y pocos detalles, no es nuevo para mí, pero si es capaz de aclararme algo antes de partir, mejor.

Asiento en silencio al oír las preguntas de mi compañero de andanzas. Puesto que la prioridad parece ser una misión de infiltración y contacto, la mejor opción parece ser controlar al máximo posible nuestro entorno para no llamar la atención.
Un poco atrás, apoyado contra una de las paredes, espero que el Maestro en conjuración, se muestre un poco mas explicito.

Mensifo observó su alrededor con atención al salir de salto arcano que les había transportado miles de millas. A pesar de que estaba fascinado, y algo envidioso, del poder que había demostrado el Maestro de Conjuros, su atención se centraba en el paisaje que tenía frente a sus ojos. Nunca había estado en Gorund y estaba deseoso de conocer lo que se encontrarían aunque no delataba este interés y solo mostraban un neutro rostro que analizaba el lugar.

Dandara agitaba sus alas en el callado después del viaje pero, tras observar abriendo un solo párpado que no había amenaza alguna, volvió a asentarse en el cayado, cerró los ojos y se acomodó disgustada esperando que se hiciera de noche cuanto antes para que bajara la temperatura que la agobiaba.

La abierta belicosidad de Aram Zey no recibe respuesta alguna por parte del brujo, mostrando más bien indiferencia ante su relato, ya que sigue observando la Expansión Mwangi, aunque mentalmente toma buena nota de lo que dice, de los nombres, la misión, y del riesgo que parece que conlleva.

Repasa mentalmente lo que recuerda sobre el lugar y sobre su historia, sobre los Azlantis y sobre el consorcio Aspis, sobre la cala Sangrienta y sobre las montañas Terwa. 

... ¡¡¡Vaya puta mierda!!!...

Este fue el rápido y lacónico pensamiento que se formó en la mente del joven pícaro cuando su cuerpo se materializó tras el salto arcano. Casi no tuvo tiempo para contener su indisposición, con lo que tuvo que actuar de forma rápida y dar varios pasos para apartarse y vomitar el desayuno en una esquina. Mientras lo hacía, Aram Zey comenzó a explicar cuál sería el cometido del grupo, al tiempo que su cabello se apelmazaba, y sus ropas se adherían a su piel a causa de la excesiva humedad y calidez del clima de la costa Garundi.

Una vez pudo recomponerse, Vlado ocupó su posició junto a sus compañeros. Tenía un aspecto desmejorado, bastante ceniciento, pues odiaba con todo su ser los viajes dimensionales... ¡¡Cómo acababa de comprobar!!

Luego esperó pacientemente a que el altivo Aram respondiera a las preguntas de Lirianne, para añadir en un inciso...

- La Casa Cartahegn, ¿Es de fiar?... y... En caso de tener contacto "indeseado" con agentes del Consorcio Apis, ¿Cúal debe ser nuestra actitud?- esperó respuesta el joven muchacho con ropas de bufón harapientas.
 

Aspis, bufón...Aspis. Se apresura a correjir a su camarada dando un paso al frente.
El guisarme de Khyron, adornado con extraños flecos bordados en hilo de oro, acompasa sus pasos hundiendose en la humeda tierra negra de Garundi.

En resumen, para que lo entiendan los lectores de poesia picaresca, vamos a ese asentamiento, Cala Sangrienta ...señala al norte las pocas casas que se alcanzan a ver.
Probamos comprar los viveres a la Casa Cartahegn, o a quien los venda, y los llevamos al noroeste, unas ochenta millas hasta donde se encuentra la expedicion.

Raimondo Scevola puede ayudarnos con el transporte.

Antes de irnos, presionamos a Senzer para que vuelva a vendernos sus pociones.

Solo me surje una duda. Agrega el explorador alzando el rostro y sosteniendo la mirada del hechicero.
Si el plan es disfrazarnos, y no llamar la atencion del Consorcio Aspis, -mira hacia Vlado al pronunciar el nombre-, nos deberian haber dado tiempo de buscar unos disfraces. O acaso planeas que usemos ramas y hojas...Aram? Finaliza al tiempo que tiende la mano hacia la bolsa de monedas.

Tras las palabras del adusto explorador, una cosa quedó clara en la meridiana y en ocasiones simple mente de Vlado, en aquella sala, Aram no era el único que pecaba de altanería y cierta soberbia en sus palabras, y aunque debía reconocer que los planteamientos expuestos por Khyrom no estaban faltos de argumentos sólidos, no pudo reprimir su necesidad de responder...

- Gracias por tu aclaración, mi moreno amigo... je,je,je... a veces las palabras se me traban y se me enredan en la lengua... ¡¡Cosas de bufones!!- sonrió mientras sus ojos adoptaban una mirada estrábica desagradable - En cuanto a pasar desapercibido... Creedme si os digo que poseo buenas dotes en no ser hallado si ese es mi deseo, aunque tal vez una indumentaria más acorde no estaría mal...- apartándose un poco hacia atrás, ante una posible mala reacción del explorador.

El pedante maestro de los conjuros de la Sociedad Pathfinder mira sobre todo a Khyrom cuando intenta tutearle con una incisiva mirada le deja claro que no es quien para llamarle por su nombre, luego se dirige a Lirianne que ha hablado en primer lugar:

- Ruthazek no tiene una influencia demasiado grande en las zonas civilizadas de la Expansión, pero si en lo más profundo de la selva, gobierna desde Usaro en el interior. Nunca ha querido negociar con nosotros o con cualquier ser civilizado. ¿Criaturas salvajes de la zona?¿Estarás de broma pathfinder? Esto es una jungla aquí puede haber de todo, desde cocodrilos a simios gigantes sin contar con pequeñas alimañas mortales como arañas y serpientes. No os pido que deambuléis por la selva como exploradores que sóis...si no que vayáis a ese nido de víboras y consigáis los suministros para nuestra expedición y contactar con el conductor de caravanas al que pagamos para llevar el cargamento hasta ellos.

Veo que el compañero osiriano parece haber estado más atento, recordad (os mira a todos) que  trabajáis para la Sociedad Pathfinder y se requiere vuestra cooperación, cada uno de vosotros tiene sus virtudes y defectos, haced valer las primeras y minimizar las segundas con el apoyo del resto del grupo o moriréis tras ser torturados ahí abajo.

(Luego mirando a Khyrom con los ojos medio entornados dice) Un pathfinder debe estar listo siempre o informarse de a dónde va antes de desplazarse, no había tiempo que perder, no os pido que seáis iguales que los arboles o los animales de la zona, sólo que no llaméis la atención en demasía. Inventad una buena excusa falsa para deambular por las calles de ese cubil de vicio y corrupción, que sea creíble.

(Luego mira a Vlado)Si llegas a encontrarte con ellos y saben que eres un pathfinder, no podrás hacer nada tan sólo rezar por quien sepas para que tu muerte sea rápida. Cuanto menos sepáis menos podréis rebelar si os capturan, por eso todo ha sido tan rápido.

Una vez finalizadas las explicaciones sigue abanicándose con su sombrero y mira hacia el horizonte en dirección contraria a Cala Sangrienta, esperando más preguntas o decisiones.

No es nada, Vlado. Susurra guiñando un ojo al bribon. Solo una broma, ja!

Khyron, presta atencion en silencio a las nuevas explicaciones del arcano, y al darle éste la espalda se apresura a decir.
Solo una cosa mas...Seria util un mapa de los alrededores, o al menos si puedes decirnos que hay cerca. Asi podriamos inventar una mejor mentira...como que estamos buscando viveres para una aventura...hacia el sur este por ejemplo.

Te mira y mueve la cabeza en señal de negación mientras sonríe:

- No dispongo de ese material aquí como "tu agudo sentido de la percepción" puede descubrir...

Algun nombre que pueda darnos...Señor Aram... agrega en voz muy respetuosa...
Alguna torre abandonada, en cualquier direccion? Alguna ruina? Si es hacia el sur, o al este, mucho mejor para nuestra mentira.

Interesante.
Casi a ciegas a servir de carnada en un entorno dominado por los oponentes de la logia.
Se me escapa un suspiro pero ni vario mi posición ni intervengo en la conversación. Al fin y al cabo, me pagan por aceptar trabajos como este.

Te mira pensativo y dice:

- Mmm cerca no hay mucha cosa y no creo que se crean que vási tan lejos como a la Boca de Zura, o a la Mina del Lejano Sur o a las ruinas de Kembe, pero podéis probar.

Mensifo por fin prestaba atención a la conversación. Seguía observando la ciudad que se veía en la distancia pero por el rabillo del ojo seguía la planificación del grupo sobre los siguientes pasos.

Después observó a Dandara que mantenía el equilibrio en el curvado bastón. Recordó cuando la encontró la primera vez. Se había quedado en el bosque dormido y, tarde en la madrugada despertó, pero no se movió, se quedó tumbado mirando las estrellas que se colaban entre los escasos espacios que dejaba el denso follaje del árboles.

De repente la vio, solo cuando la lechuza se lanzó sobre una culebra que había salido de debajo de un hueco de la raíz de un enorme castaño. Dandara había estado ahí un rato y no había sido capaz de detectarla.

- La naturaleza se esconde pintándose de naturaleza.

Fueron sus extrañas y escuetas palabras, pronunciadas al aire, pues seguía mirando la ciudad a la que tenían que llegar.

La idea de camuflarse era buena, solo había que buscar una cuartada adecuada y esta sería una ajustada al lugar, a la misión que tenían que hacer y a ellos mismos. La mejor forma de pasar desapercibidos sería efectivamente "pintarse" de lo que parecen, un grupo de mercenarios.

Precisamente eso...quería saber, bueno, supongo que si nos hacemos pasar por un grupo de mercenarios será lo más creíble.

Ya guardaré yo la llave -dicho eso me la meto en el interior de mi armadura- la caja en la mochila.

Si nadie más tiene dudas, es el momento de partir. Será mejor que nos desee suerte, la necesitaremos. Por cierto Khyron, espero que esta vez no te tenga que obligar a hacerme caso, eso es perjudicial para nuestros intereses.

En cuanto Aram finalizó su descriptivo y lapidario mensaje -cargado de siniestros detalles- Vlado tragó saliva sonoramente y con dificultad, dejando entrever que el comentario, lo había intimidado seriamente. A pesar de ello, cuando Lirianne cogió la llave con determinación, el joven pícaro se acercó y como si hubiera hallado la solución a un complicado problema resolvió...

- Bueno... Yo soy un tunante varisio... Todo el mundo sabe que somos gente nómada y viajera desde los albores del tiempo y que debemos nuestra fe a una deidad como Desna, La Estrella del Camino... Tampoco creo que llame excesivamente la atención a esos señores del "Consurcio Sapis"...- sonrió nuevamente con su mirada estrábica de pánfilo, mirando a sus compañeros.

Esperando alguna nueva pregunta de interés concreto sobre la misión, Aram Zey se gira hacia vosotros y suspira como aburrido:

- ¿No necesiatáis saber nada más? Pues si es así me vuelvo a Absolom, no aguanto más este bochornoso calor y este olor.- con un par de palabra sy gestos el maestro de conjuros desaparece en otra luz como la que os trajo hasta aquí. En su lugar sólo queda el recuerdo del pedante maestro...

Los sonidos de la selva os rodean, así como algún ruído de la humanidad que vive a unos cientos de yardas de dónde estáis.

Yo puedo pasar por mercenario fácilmente, los caballeros de la orden del cocatriz somos precisamente conocidos por nuestro interés en el beneficio personal, no es algo que ocultemos, no se extrañaran si digo simplemente que me han contratado para realizar una escolta.