Partida Rol por web

Maria escucha con atención lo que le dice Santi y aunque no llega a comprender todo a causa de lo que esta haciendo se puede hacer una idea. - Me traje un par de maletas con ropa algun cinturón se que traje y en el dormitorio de mis padres hay algo de ropa aunque no se cuanta. Esta casa la utilizamos en ocasiones, nosotros vivimos en la Moraleja. 

Maria levanta la vista y mira a Santi. - Con respecto a la cuerda... Se queda pensativa. Podríamos hacer algo con las sabanas , cortinas o algo así. Si sirviera hay una larga manguera en la terraza, pero no se si serviría para trepar, aunque por lo menos para atar a la niña y poder subirla sin riesgo a que se rompa si.

Mas tarde con lo que le comenta sobre el hombre de la garita Maria asiente en primer lugar con la cabeza y después le responde. - Si, Mauricio tiene llaves de todos los pisos. Creo que las guarda en algún cajón de su mesa.

– Lo dejo en tus manos lo de la cuerda, la tela que sea mas fuerte. Yo siempre he sido un desastre con la ropa, si no se ni mis tallas…

Me quedo pensando un momento sobre las llaves. – Si logramos sacarlos tendremos mas opciones de reducirlo. Si acaso les decimos que así podemos asegurarnos que nadie se haga con las llaves de este piso y podemos conseguir la comida y cosas útiles de los otros.

– Las armas mejor nos las quedamos para nuestra seguridad. Si tiene muchas para todos.

Le miro la herida y ahora tiene mejor aspecto. Espero que este bien desinfectada. – Cuando acabes de curarte sugiero que lo dejemos todo preparado, cenemos bien y nos acostemos. Pondré la alarma a las seis desayunamos y con las primeras luces bajamos a buscarlos.

Al volverlo a mirarla recuerdo una última cosa. – Te queda muy bien el tipo de ropa que llevabas pero mañana intentando levantar la reja se te podría romper. Yo probaré una que me dijeron que servia para montar a caballo y camello. Marchaba en el primer viaje de mi vida a Egipto.

Maria termina de curarse mientras Santi esta hablando. María se pone en pie y cojeando se acerca al mueble del baño y saca de el una crema antibiótica y cicatrizante, lentamente se la entiende en la zona herida y por ultimo se venda la herida para que esta absorba bien la crema.

Al terminar se apoya en el mueble y mira a Santi. - Yo me encargare de lo de la cuerda no te preocupes. Con respecto a lo del conserje, tienes razón. Será mejor que nos encarguemos de el cuando saquemos al resto.

Maria se gira y coge una toalla de mano, se aproxima a la pila y la humedece con el agua del *grifo. -Si no te importa me voy a limpiar un poco. Si quieres ir preparando la cena, en la nevera que hay bajo la barbacoa de la terraza hay carne. Pensábamos prepararla alli para cenar, pero casi que es mejor que la prepares en la cocina. Maria empieza a limpiarse la sangre que mancho su pierna. -En la cocina podrás encontrar todo lo demás, sal, aceite, pimienta.... lo que tu veas.

Enrojeciendo un poco al indicarme que necesita un poco de privacidad en su propio lavabo. – Si disculpa, ahora salgo. Miraré lo que tienes de comida y la repartiré para cenar, desayunar, dejando una parte para aquellos tres cuando los saquemos.

Al llegar a la puerta añado. – La carne la tendré a punto para cuando salgas ponerla al fuego. Es una cosa que a cada uno nos gusta en un punto distinto.

Turno 15.

Hoy he tenido algunos problemas para postear turno, me pongo ahora...

La noche pasa fría y tranquila, y Rafa, Chuck y Nerea duermen en el fondo del respiradero. Debido al frío os acercáis mientras dormís, y termináis haciendo una piña en una de las esquinas. Descansáis bien a pesar de la incomodidad, ya que os encontráis realmente agotados, y aunque en algún momento os despierta el paso de zombis sobre la rejilla no tenéis que enfrentaros a ningún peligro. La luz del sol os despierta, cegándoos cuando el astro sale entre los edificios de la Castellana. Nerea sigue dormida, y en su sueño os ha dado la mano a los dos, una a cada uno de vosotros. 

(Sigue...)

La oscuridad se ha enseñoreado de todos los túneles, y Lucía se encuentra aplastada contra el banco de piedra, recibiendo golpes, empujones y asquerosos mordiscos y arañazos de poca importancia. Lleva en trance bastante tiempo, sin actuar, y eso acaba pasándole factura; uno de los monstruos termina cogiéndole la cabeza y golpeándola contra la pared que hay tras el banco. Lucía nota cómo sus oídos se apagan, y se sume en la inconsciencia mientras la legión de no muertos la eviscera sin compasión.

(Sigue...)

María y Santi estaban agotados, pero a pesar de todo salen de la terraza y buscan en la casa cualquier cosa que les pueda ser de utilidad. La joven también saca un rato para limpiarse la herida y asearse un poco. Tras la búsqueda, lo que encontráis es lo siguiente.

8 packs de cuchifritos y refrescos.

6 packs de sandwiches y bebidas.

1 manguera resistente.

5 ropas normales y corrientes

2 ropas de motero

Desgraciadamente, las barras de las cortinas son demasiado endebles como para usarlas para levantar la pesada reja que cubre a Rafa, Chuck y Nerea. Aún así podríais usar la manguera para levantarla con la tracción de un coche, o bien buscar una herramienta adecuada en otro piso o en la calle.

Cuando se abre el día os despertáis; habéis estado cómodos y habéis dormido bien, así que María se recupera 1 pupa y os dirigís al respiradero cargando el equipo que queráis. (Apuntadlo en el apartado de equipo; si Santi sigue llevando el hatillo con bolsos chic no podrá llevar la manguera resistente).

(Sigue...)

Tras media hora de luz, Nerea comienza a desperezarse en el interior del respiradero. Chuck y Rafa ya se encuentran más tranquilos, y podrían afrontar otro agradable paseo por los túneles plagados de muertos vivientes. Están observando la trampilla que va a dar a los mismos, cuando un sonido les llama la atención sobre ellos.

El coche en punto muerto ya se ha apagado, así que ambos escuchan unos pasos que se acercan. Y un momento después ven las cabezas de María y de Santi asomar a través de la rejilla.

(Sigue...)

Resumamos.

Por una parte tenemos a Rafa, Chuck y Nerea sin mucho margen de acción, metidos en el respiradero. Pueden bajar hacia los túneles, (si abren la trampilla descubrirán que no hay zombis ahora mismo abajo), o pueden trepar hasta el enrejado, (tirada de Músculo -1), pero no abrirlo.

Por otra tenemos a Santi y a María sobre el enrejado. Tienen que decir qué se han llevado de la casa, pero aunque había algo que puede ayudar a salir del agujero a los tres atrapados abajo, no había nada que pudiera usarse para levantar la reja. Podrían usar un coche, atando la manguera resistente, pero eso haría un ruido de cojones. También pueden intentar buscar algo por el área que pudiera servirles, (tirada de Espíritu).

Todo lo que estaba pasando era superior a ella. Estaba claro que estaba soñando, una pesadilla, no podía ser. Luego llegó la oscuridad y se quedo paralizada de miedo... ojala aquellos seres no la localizaran. 

Al final acabo recibiendo golpes, la habían localizado y estaba perdiendo el conocimiento.

En su oscuridad personal pensó.. podía llegar a esa escalerilla e irse corriendo por el túnel que quedaba mas o menos libre. Una vez liberada podía sacar el móvil y moverse con la luz del modo linterna.

Se estaba sumiendo en la oscuridad..

La mañana llega antes de lo esperado y María se levanta pensando que todo lo sucedido a sido una pesadilla, pero la herida de la pierna le recuerda que todo fue verdad. Lentamente se dirige al baño y tras lavarse la cara y las manos la chica cura de nuevo su herida. -Bueno parece que esto tiene mejor pinta.

​Poco después sale de la habitación con su camisón de seda aun puesto caminando por el pasillo hasta llegar a la habitación de invitados donde esta durmiendo Santi. La chica golpea un par de veces la puerta y la abre. Será mejor nos movamos ya... 

Maria se dirige a la habitación y mira la ropa que trajo en la maleta de mano para ver que se puede poner. Indecisa en que ponerse recordando lo que le hicieron el día anterior a su ropa, de pronto recuerda que en el armario de la entrada tiene el mono de motorista y la chaqueta que le regalo su padre el año pasado. Ese conjunto junto a sus botas haría que fuera mas difícil hincarle el diente, así que sin pensárselo mucho mas se lo pone.

Después la chica busca unos cuantos cinturones como le comento el día anterior Santi. Encuentra dos de su padre y uno de ella y los mete en su bolso por si hiciera falta. Hecho esto va a la cocina, pensando en la niña y decide meter un sandwich de york por si tiene hambre. Esa también seria una buena manera para que permaneciera con la boca callada.

Cuando esta lista se pone una chaqueta, sale a la terraza para coger la manguera y se detiene un segundo a mirar la calle. -Parece que no hay mucho movimiento así que quizá sea bueno salir ahora. 

Al entrar le pasa la manguera a Santi, después va a la cocina y coge un cuchillo de cocina. - Esperemos que no tengamos que utilizarlo.Cuando Santi le dice que esta listo sale junto con el hacia la reja del metro donde están sus otros compañeros del metro.

Rapidamente llegan a la reja y María se asoma. - Estamos de vuelta, disculpar por no haber vuelto antes. Tenemos una manguera para que podáis trepar por ella, solo necesitamos algo para poder levantar la reja Les comenta intentando no levantar demasiado la voz.

​Después la chica busca algo que les pueda servir, quizá alguna señal rota para hacer palanca o el gato de alguna coche o algo por el estilo.

Cuando abre la puerta la saludo ya despierto esperando que se hiciera de día, no recordé que Madrid esta mas al oeste y le tendría que haber preguntado cuando salia el sol.

Me levanto y me aseo un momento en el lavabo antes de comer un par de galletas acompañadas de una pieza de fruta. Antes de abandonar la cocina pongo un buen cuchillo de cocina* en uno de los bolsos del hatillo que me encontré colocándomelo en bandolera por si necesitáramos luchar.

En sentido contrario, con la ayuda de Maria, me coloco la manguera enrollada en sentido contrario para poderla llevar teniendo las manos libres.

Mientras Maria habla con ellos busco algo que nos sirva para levantar la tapa pero sin que les caiga encima. Doy una vuelta sobre mi mismo buscando parasoles de alguna terraza o algún local comercial que pudieran tener alguna cosa que nos sirviera. No creo que hayan por el centro de Madrid todoterrenos equipados con snorkel pero si lo llevan también usan tornos capaces de arrancar a uno de ellos del fango de un rio si se quedan atascados.

Subiría la reja con toda seguridad para los de abajo.

Rafa estaba estumecído, encarcarado, no estaba acostumbrado a dormir sobre la dura superficie del suelo. Pero a parte, le había costado muchísimo conciliar el sueño, cada vez que cerraba los ojos no podía evitar pensar en Yulia y los pequeños, ¿qué era de ellos? Esperaba con todo su ser que estuvieran en el piso, no había motivo alguno para que hubieran salido. Pero estarían preocupados por él, sin duda. Miraba arriba y veía la pesada reja de metal... y la tapa del suelo... no podía evitar senir un intenso temblor al recordar las escenas de ultratumba vividas en los túneles del metro. 

Con las primeras luces del día despiertan a los supervivientes, los tres juntos para intentar encontrar un poco de calor en la fresca noche, y compañía ne este sinsentido, esa locura salida de la peor de las pesadillas.

Se llevó una gran sorpresa al encontrar mirando desde arriba, y entre susurros, a la pareja que los dejara allí tirados la noche anterior. Una oleada de sensaciones invadió a Rafa, pero de ellas, la sensación de alivio fue la que imperó.

-Os habéis tomado vuestro tiempo...- No pudo evitar responder.- Buscad algo para hacer palanca, alguna herramienta, una barra o algo.

Le respondo a Rafa mientras no hago mas que ir mirando a mi alrededor. – Anoche estuvimos buscando alguna cosa hasta que oscureció. Como dudo que pasaran a limpiar las calles los sobrevivientes debieron coger todo lo que sirviera de arma contundente ni bastones de ancianos, patinetes infantiles, muletas… Nada.

– No quise estirar la reja con el vehículo porque al sacarla de sus apoyos habría caído hacía abajo y os habríamos matado directamente o del golpe hacer caer al fondo del túnel con el mismo resultado.

En uno de los vistazos por si veía algo útil o un zombi veo un letrero de Decathlon.

Señalándoselo a Maria. – ¿Sabes si la tienda existe? No vaya a estar cerrada y sólo quede el rotulo. Si no lo han saqueado podremos encontrar algunas cuerdas y bates de béisbol o algo parecido para ir sacando poco a poco la reja.

Maria se encoge de hombros al escuchar lo que les dice Rafa ya que tenia razón en cierto modo. - Estaba oscureciendo y como hablas visto no había luz. ¿Que mas podíamos hacer? Vosotros ahí abajo en cierto modo estabais fuera de peligro y nosotros aquí arriba no, es mas ahora no lo estamos.

Alza de nuevo la cabeza y en ese momento se fija en lo que parece un coche de bomberos. En ese mismo momento Santi comenta lo de la tienda. - Si hay uno aquí cerca, pero no se si será buena idea ir, seguramente mucha gente fue a refugio alli dentro. Vete a saber cuantos de esos seres podemos encontrar ahí dentro.

​La chica toca el hombro de Santi y le señala el coche de bomberos. - Mira como a unos doscientos metros hay un camión de bomberos. Ahí podremos encontrar picas o barras de las que utilizan para apuntalar. ¿Eso serviría? Tienen que ser duras como para aguantar el peso de la reja. María sonríe. Incluso un hacha de esas que utilizan serian útiles para defendernos si fuese necesario.

Me desperté en ese respiradero… al final no conseguí mantenerme despierto, pero por suerte no paso nada peligroso mientras descansamos. Una de mis manos la tenía agarrada la pequeña Nerea mientras ella dormía… no se como sentirme exactamente, supongo que… ¿bien? Los niños nunca han sido lo mío. Después de un par de minutos desperezandose, tenía pensado echar un vistazo al túnel inferior para ver si podíamos atravesarlo hasta que en el enrejado de vieron a Santi y María.

-Vaya… mirad quienes han vuelto…- dije bastante enfadado con ellos; pero bueno, al menos habían vuelto -Podríais haber avisado de que volveriais- acabe diciendo algo resignado. No iba a discutir ahora. -¿Hay un camión de bomberos cerca?- pregunte ante lo que dijo María; nos ayudaría un huevo… pero era peligroso -Si decidís usar ese camión para sacarnos; habría que prepararse bien. Nada más lo cojais eso va ha hacer un ruido de la ostia y a atraer a un montón de zombis- advertí -Creo que sería menos peligroso que nosotros tres pasemos por el túnel de abajo, no creo que siga habiendo tanto zombi ahí- aconseje. -Yo pienso que lo más seguro que podemos hacer es cruzar el túnel hasta la estación mientras que vosotros cogéis recursos del camión- explique -Luego nos reunimos fuera y vamos al Decathlon ¿os parece buen plan?- aclare y pregunte.