Partida Rol por web

Klaus agita su gran hacha en el aire. Un trasgo se dirije hacia el enano Durin mientras otro huye en dirección contraria. Sin pensarlo ni una sola vez sale al encuentro del trasgo. Este al verlo trata de protegerse con el escudo pero Klaus hunde su hacha sobre la cabeza del trasgo como si fuera una manzana.

Tan pronto como veo que el trasgo se aproxima a la esquina de las ruinas para girar, tenso mi arco y apunto. Observo como la flecha sale disparada y impacta en el cuello de la criatura. Puedo ver como cae al suelo hincando las rodillas pero trata de levantarse. Tomo otra flecha y avanzando tres metros disparo.

Derak corre detrás del orco más corpulento. Este huye con un saco y al verse perseguido tira el saco y sale corriendo con la intención de huir por la salida este de la casa en ruinas.

Enghir lanza otra flecha que sale disparada hacia el trasgo indefenso. Pero la flecha sale disparada errando el golpe, la oscuridad dificulta su puntería. Tira el arco y saca su cimitarra.

Maldición. Masculla el criador de caballos.

 Una vez sintiendo como el poder de Helmo baña su cuerpo, el sacerdote saca la espada y se lanza al combate cuerpo a cuerpo, disirigendo su filo contra el trasgoide herido por Herradur. LAmentablemente la debilidad del trasgo hace que este logre esquivar fácilmente el ataque del helmita al perder pie y desequilibrarse... desequilibrando a su vez al asceta al fallar el impacto.

Durin espera preparando el golpe hasta que el trasgo que se dirige hacia él llegue, en cuanto está a alcance de su mortal arma lanza un hábil golpe al costado del trasgo mientras levanta el escudo apra protegerse....si el trasgo sobrevive al golpe lanzado por el enano mientras grita:-¡Derrama tu sangre verde sobre la tierra para pedir perdón por tu existencia! ¡Escoria!.

Derak observa como el trasgo jefe masculla una orden a su subordinado que se arroja con fiereza contra el enano Durin. Acto seguido éste sale huyendo hacia la arcada de las ruinas. Sin pensarlo dos veces se lanza a su persecución. Sin problemas algunos le da alcance en el umbral. Ëste se gira y suelta el saco para sacar su cimitarra y plantarle cara.

La noche ha llegado y las estrellas iluminan tímidamente el firmamento. El grupo liderado por el paladín de Tempus noe está solo, otras tres personas han irrumpido en el campo de batalla, salpicado de sangre corrompida de trasgo. Las criaturas, mitad hobgoblin mitad osgo, han caido. Tan sólo un ejemplar de gran tamaño permanece intacto. Lleva un saco de cuero en la mano y se dirije dirección este hasta el camino que da acceso a las ruina

Cargo contra el jefe osgo al grito de :- ¡Por los cuernos del casco de Moradín!

 Ataco al osgo 5 que se encuentra levantandose con mucho esfuerzo del suelo, logro enterrarle mi cimitarra en su cuello mientras logro ver que la sangre se esta filtrando lentamente, saco mi arma mientras digo:

 - Espero tu sucio cuerpo no corrompa a este maravilloso bosque-

Enghir golpea con un golpe de cimitarra al osgo arrancándole la vida. El arma entra por la clavícula y con un crujido la atraviesa y llega hasta el esternón. Al cuidador de caballos le va a costar un rato sacar el arma.

Derak lanza un golpe con su espadón, éste brilla con un intenso resplandor azulado sedianto de sangre oscura. 

¡Tempus, ayuda a tu siervo!

El poderoso espadón hizo un rápido giro y trató de buscar un hueco en la defensa del precavido trasgo. Éste detiene su golpe con sorprendente rapidez ante la sorpresa del paladín.

Durin a la carrera se lanza hacia el osgo gritando como tan sólo un enano puede: ¡Por los cuernos del casco de Moradin!- Y se avalanza contra su enemigo descuidando su defensa abriendo el escudo para dejar paso a su hacha de batalla con tal impulso buscando un hueco en las defensas del osgo que encuentra con suma violencia en el pecho del mismo. Tremendo golpe, Durin intenta sacar su hacha del cuerpo del osgo con un tranquilo movimiento, mirando la cara del monstruo pensando en que no sobrevivirá a su golpe...

Durin el enano ha segado la vida del último trasgo en pie. Cae al suelo soltando su cimitarra con un grito ahogado. Tras caer se agita convulsionándose sobre un charco de sangre oscura y viscosa, el enano decapita al horrendo trasgo y toma su cabeza alzandolo al cielo. Enghir ha rematado con su cimitarra al trasgo que había intentado girar al esquina noreste de la ruina mientras el clérigo se incorpora recuperando su arma y el aliento. Yenian El Mago llega al lugar resoplando.

Por otra parte, Klaus emite gritos alzando su gran hacha sangrante al cielo, está ofreciendo las sucias almas de los trasgos a su bárbaro dios. Lezort y Khardros llegan resoplando, durante el ascenso el enano ha caido y aferrando a Lezort han resbalado pendiente abajo. Derak ora a su deidad dando gracias por su áyuda divina.

Todo ha acabado, de forma súbita. Tan pronto ha empezado como ha acabado pero muchas aventuras les espera en el camino. Ahora sólo queda quemar los cuerpos, montar el campamento y descansar. El Castillo Perdido está a tan solo media jornada río arriba y deben comer algo y reponerse.

- !Yenian y Lorenzo, saludemos a nuestros amigos!-

 Me dispongo a registrar el al rededor, cuando vea al enano le dire:

- Mucho gusto, soy Enghir, de casualidad podemos saber que hacian en este sitio tan peligroso luchando con osgos?-