Partida Rol por web

El ahora reducido grupo de legionarios dirigidos por Gareth, fue guiado a través del valle por los sirvientes del Manor Krole, Ward los había dejado en el camino por motivos que no explico, pero que probablemente estarían relacionados con el Bann Trumhall.
En su camino había divisado al pueblo de Longerswold hacia el este, custodiado por suficientes hombres como para ejercer una buena defensa ante un ataque total de los bandidos. Probablemente para ese entonces Sondra y los demás ya estarían por llegar al pueblo.
Siguiendo su camino, el grupo avanzó hacia el sur, dejando atrás el camino principal del valle para tomar uno secundario y menos seguro. Sin embargo, para sorpresa del grupo cuando apenas habían avanzado cerca de un kilometro, un grupo de cerca de 5 soldados se unieron a los sirvientes para escoltarlos hasta el Manor. Casi no intercambiaron palabras con los legionarios, sin embargo era claro que eran hombres que se habían mantenidos fieles al antiguo Bann.
No mucho tiempo después, el grupo se encontró frente al emplazamiento donde el Manor Krole tenía su fortaleza y morada. La fortaleza del Manor Krole era una imponente estructura detrás de una empalizada de madera a los pies de un acantilado de gran altura, con una torre de vigilancia en su cumbre. En esa posición prominente, la torre de vigilancia tenia una vista amplia y se podía ver con mucha anticipación a cualquier cosa que intentase acercarse al emplazamiento.

-Hemos llegado- dijo Vim –Esta es la morada del Manor Krole y los hombres que aun nos mantenemos fieles a él. Si les parece bien los escoltaré directamente ante su presencia-

Me quedo algo perplejo ante la decisión de Gareth de hacer tal división ya que coloca a dos hechiceros en el mismo bando con un único guerrero. Aun así el hecho de poder viajar con Ciara y vigilarla supera con creces todos los inconvenientes.

Tal vez así pueda aprender más de esta elfa.

No puedo evitar mi asombro ante la fortaleza del Manor Krole, de su empalizada, su alta torre y del lugar estratégico idoneo en donde está asentada. Mis dudas han quedado resueltas con un simple vistazo, el otro Bann está metido en el asunto de los bandidos hasta el fondo. Es imposible que un hombre tan experimentado en el arte de la guerra y la lucha, con unos soldados fuertes y fieles, fuera derrotado por los mismos soldados que el presuntuoso Bann derrotó sin esfuerzos.

Trato de objetar a la decisión de Gareth pero me muerdo el labio y trago con ella al ver que todos los demás parecen aceptarla de buen grado. Vargad incluso parece contento con ella.

Déjalo, no pasa nada, no te pongas nerviosa.

Pero repetirme esas palabras no me ayuda demasiado. El elfo hace que se me erice el bello de la espalda, pues nunca se en que esta pensando. Tan pronto se dirige a mí como si le importase, como me lanza miradas inquisitivas que me hacen pensar que va a denunciarme.

Trato de encontrar la paz en observar el camino, los bosques, y más tarde la ciudad a lo lejos. Observo a los sirvientes, y después durante un rato a Gareth, viendo como camina mas seguro de si mismo de lo que parecía cuando lo elegimos como líder. Pero evito descaradamente mirar a Vargad, pues en realidad me asusta, y temo que cualquier gesto de mi parte se convierta en la excusa que creo que busca.

No soy una gran cantante, pero recuerdo de pronto la letra de una canción que mi madre y mi tía cantaban en la elferia, y casi sin darme cuenta comienzo a cantar en voz baja.

In the shadow of the moon,
She danced in the starlight
Whispering a haunting tune
To the night...

Velvet skirts spun 'round and 'round
Fire in her stare
In the woods without a sound
No one cared...

Through the darkened fields entranced,
Music made her poor heart dance,
Thinking of a lost romance...
Long ago...

Feeling lonely, feeling sad,
She cried in the moonlight.
Driven by a world gone mad
She took flight...

Cuando los guardias aparecen, me detengo abruptamente, sorprendida, pero al ver que nos escoltan no tardo en retomar la melodía en el punto que la deje, hasta que la visión de la fortaleza borra la música de mi mente.

La residencia del manor estaba más lejos de lo que pensaba, y aunque a mitad de camino se nos unió una escolta, la distancia hasta el pueblo me preocupaba…

No pensaba que estaría tan lejos, maldita sea- pensé -Espero que no pase nada, porque siendo solo 3 cuando volvamos, si nos atacan estaremos en problemas. En fin, ahora ya no tiene arreglo- me dije, mientras jugueteaba distraídamente con mi medallón.

Acompañados por la voz de Ciara, que se había puesto a cantar en voz baja, y con esa canción, llegamos hasta poder divisar la residencia del manor, que era distinta a lo que esperaba, suponía que sería una mansión, no una fortaleza… y bastante imponente, a decir verdad.

Si fue el manor el que se encargo de diseñar todo esto, está claro que sabe lo que se hace… y aun así no pudo con los bandidos, deben ser más peligrosos de lo que parece- me dije.

Cuando ya estábamos llegando, me acerque a Ciara, que al principio parecía no estar conforme a mi decisión, aunque parecía haberse calmado durante el camino al ponerse a cantar y le dije unas palabras en voz baja, con cuidado de que no me oyesen los guardas, para después hacer lo propio con Vargad, que al contrario que Ciara, si que parecía estar contento con mi elección.

Poco después, llegamos por fin a la fortaleza, y el hombre llamado Vim, nos dio la bienvenida.

Por fin hemos llegado- dije -Entonces llevanos con él pues, mejor no perder tiempo, te seguimos- le dije cuando se ofreció a llevarnos con el manor.

Ciara, pareces bastante inofensiva, así que tal vez puedas hablar con algún sirviente o algo, y te cuente algo que a Vargad o a mi no nos diría- le digo, esperando no ofender con mis palabras y con un tono que denota confianza -Por cierto, bonita canción- añadí, en un tono aun más bajo, y algo avergonzado… no estaba acostumbrado a dar cumplidos por como cantaba alguien.

Vargad, tu eres bastante perspicaz, así que seguramente veas cosas que a Ciara o a mí se nos escapen, intenta fijarte en cómo se comportan el manor y su gente, tal vez nos sea de utilidad- le dije, con un tono que denota confianza.

Una sonrisa se dibujo en mi rostro ante las palabras de Gareth, y sentí como mis mejillas se incendiaban levemente. Asentí a sus palabras en silencio, pero con mis ojos llenos de gratitud.

Asiento ante las palabras de Gareth, algo distraido. Parece que por fin se está adecuando al papel de lider, motivando a cada uno de nosotros. Pienso mirando a Ciara, la cual se ha ruborizado por las palabras de nuestro lider.

Ciara, esa canción, esa canción sonaba en la elfería, crecí con ella. La mujer me había distraido haciéndome recordar otros tiempos, tiempos con mi familia y otros miembros de mi raza. Tiempos de pesar, pobreza e injusticia. Tiempos peores.

Cierro los ojos, doy un par de respiraciones profundas y me centro en lo que nos rodea, en la fortaleza y los guerreros que la habitan.

Ante la respuesta afirmativa, Vim emprendió la marcha de nuevo, mientras que al mismo tiempo, uno de los hombres que los acompañaban se adelanto al grupo, probablemente para dar aviso de su llegada.
La puerta principal se abrió apenas el grupo anunciaba su llegada; adentrándose en la fortaleza del Manor Krole, el trío fue guiado por los criados directamente al edificio señorial principal, un edificio de piedra construido en contra-y tal vez dentro del mismo risco de roca detrás de él.
El grupo, dejando atrás a los escoltas, se adentro en este edificio, donde habrían de encontrarse con el depuesto Bann. Las habitaciones eran oscuras y húmedas; había algunas pocas personas en el interior, principalmente sirvientes o guardias. Uno de los sirvientes se retiró en la oscuridad del lugar dejándolos al cuidado de Vim. Éste los guió por el camino hacia una escalera de caracol. En la parte superior de las escaleras, al final de estas, había  una puerta gruesa de madera, en la cual el siervo dio algunos golpes peculiares para llamar la atención de el que o los que estuvieran en el interior.
-Entra-, emitió una voz desde dentro.
Vim abrió la puerta de inmediato y se quedo a un lado de esta, permitiendo el paso de los legionarios y  haciéndoles un gesto con el brazo para que ingresaran. Dentro de lo que parecía ser un estudio, se encontraba un individuo muy feo con cara de bultos y marcas de viruela, se sentaba solo en una silla detrás de un escritorio de madera grande. Vim acompaño a los aventureros y se coloco detrás de ellos cerrando la puerta tras de si.
-Bienvenidos a mi morada, soy Valdur Krole. Espero que el viaje hasta aquí no haya tenido contratiempos- Habló aquel hombre, con una voz que para nada parecía salir de ese cuerpo; firme y vigorosa, se asemejaba mucho mas a lo que todos hubieran esperado encontrar allí.

Hice una reverencia y baje la mirada hasta el suelo en el punto donde se alzaban las patas de la mesa del Bann. Gesto de recato y obediencia, que esperaba fuese interpretado como tal. Cedi la palabra una vez mas a mis dos acompañantes.

Sin duda no es la persona que hubiese imaginado, pero tampoco he conocido a ningun Bann antes...

Al fin entramos en la residencia del manor, siguiendo a Vim, el cual nos condujo hasta la presencia del antiguo bann. Este era diferente de lo que había esperado, se notaba que había pasado por mucho, aunque nadie lo diría por su voz.

Así que este es el antiguo bann de Lothering- me dije, observándolo para intentar hacerme una idea de cómo era, aunque sin mucho éxito.

Encantado de conocerle, mi nombre es Gareth, y estos son mis compañeros Vargad y Ciara- le dije, tras una leve inclinación de cabeza -El viaje a transcurrido sin incidentes, aunque esto está más lejos de lo que pensaba- le dije -Nos dijeron que quería hablar con nosotros, debe ser algo importante dado que nos buscasteis apenas llegamos- le dije, en un tono cortés.

Observo atentamente al antiguo Bann, comparándole con el hombre que le ha quitado el puesto. Ambos hombres son totalmente opuestos. El Bann Valdur Krole presenta un rostro atroz aunque su voz es firme, una voz digna de un guerrero. Este hombre parece un guerrero de verdad, algo extraño, pero parece más de fiar que su predecesor.

Inclino levemente la cabeza cuando Gareth me nombra y continuo en silencio, esperando la respuesta de Krole. Pero no me mantengo quieto si no que observo la habitación, buscando objetos que me digan algo más sobre la naturaleza de su dueño.

Valdur Krole miró algo intrigado a Gareth ante su comentario y no dudo en disuadirlo –Te equivocas- le respondió –El asunto por los que les he solicitado, "no exigido", su presencia es sencillo. ¿Fueron ustedes a quienes acosaron la pasada noche en el bosque unos guardias supuestamente a mi servicio no es así?- y ante la reacción inmediata en los rostros de los legionarios el Manor intuyo que así era, aunque no podría afirmarlo –Si bien no es mi deber hacerlo, me disculpo por su inapropiado comportamiento. Los tiempos son duros para aquellos que antes me llamaron señor. Eso no los excusa para su comportamiento, por lo que una disculpa quizá pueda hacerlo- Puntualizo tomándose un tiempo para continuar su conversación. –Aunque…, me gustaría saber si es posible que hacían en el bosque esa noche y que hacen ahora deambulando por el valle exactamente.-

Me quedé sorprendido por la pregunta del manor, pues no esperaba que los individuos con los que nos encontramos anoche fueran parte de sus hombres.

¿Anoche? Supongo que se refiere a los 3 hombres que se acercaron a donde habíamos acampado…- le dije -No creo que pueda decirse que los acosáramos, pues fueron ellos los que aparecieron de repente, y empezaron a insultar, nosotros solo respondimos, pero sin hacerles nada… pero si como dice están pasando por tiempos difíciles, supongo que su comportamiento es comprensible, no pasa nada- añadí, como quitándole importancia al asunto -En cuanto a que hacíamos allí, bueno, nos dirigíamos a Logerswold y se nos hizo de noche, y empapados como estábamos, decidimos parar y acampar- contesté, con tranquilidad -Y, si me permite la pregunta ¿Por qué son tiempos difíciles para sus hombres? Entiendo que ahora hay un nuevo bann, pero solo por permanecer con usted, no debería haber ningún problema ¿no?- le pregunté -O al menos eso pienso yo

A ver si hay suerte, y se le escapa algo de la situación en la zona cuando conteste- pensé.

El recuerdo de la velada anterior, y el encuentro con aquellos hombres estaba claro en mi mente, pero aunque creia que nuestro grupo habia tenido buena parte de la culpa de como se desarrollo el mismo, decidi no hacer comentario y trate de no reflejarlo en mi rostro. Despues de todo eramos parte del mismo grupo, debiamos mantenernos unidos.

Ese pensamiento hizo que diese un vistazo a Vargad pensando si el suscribiria esa idea de estar unidos de tener oportunidad de venderme a la capilla, pero fue un fugaz instante y deje aquellos pensamientos.