Partida Rol por web

Agarrando bien su rifle, Ráccor se prepara para correr como alma que lleva el diablo hasta la rampa de entrada de la nave tal y como ha ordenado el sargento. "El plan es bueno" piensa, "Si nos abrimos paso rápidamente hasta el piloto, seguramente seamos capaces de detener el despegue".

Tranquilo señor, ¡Esa nave no despegará! - Nada más escuchar las rafagas e sus compañeros, las piernas de Jécnor arrancan junto con sus compañeros.

Velazquez y Tanaka sueltan ráfagas interminables hacia la rampa de entrada a la nave, proporcionando fuego de cobertura mientras Pavlo, Conrad y Ráccor corren hacia la entrada, aprovechando la oportunidad. El fuego de cobertura cesa cuando los soldados se acercan a la entrada, y logran llegar al interior de la nave justo antes de que la puerta se cierre, no sin tener que dar un buen salto para no quedar fuera. Apenas un segundo después de entrar pueden escuchar una explosión, o algo parecido, en el exterior de la nave, así también como pueden sentir como esta se estremece levemente antes de que el ruido de los motores se detenga. No se sabe como, pero el segundo grupo cumplió con las ordenes de Pavlo, y de momento la nave no parece tener posibilidad de despegar.

- Aquí Tanaka – se lo escucha decir por la radio – Yevgeni le a dado a algo, no se a que, pero parece que eso les va a retrasar un momento... esa es la buena noticia, la mala es que están solos ahí dentro, no podemos entrar, y el pájaro mas pequeño acaba de despegar – informa con la voz agitada.

Dentro de la nave la situación no es muy ventajosa: Apenas entran, Pavlo, Conrad y Ráccor logran cubrirse detrás de una caja de madera, de unos dos metros de alto por dos de ancho, proporcionándoles buena cobertura de momento. Es difícil saber de que se trata, pero aquello puede ser lo que estaban buscando los mercenarios. La rampa sube un par de metros hasta dar directamente con la zona de carga de la nave, parece que el ataque de los soldados interrumpió a los mercenarios cuando estaban tratando de acomodar aquel paquete, por suerte, ya que ahora les sirve como cobertura para las balas que no se hacen esperar dentro de la nave. Hay por lo menos cuatro mercenarios mas parapetados a los lados de la puerta que lleva al puente, y es muy posible que haya mas esperando en la parte trasera de la nave, aunque de momento no se hagan notar.

Parapetado tras una de las cajas, Paul espera a tener un nuevo objetivo, mientras escucha como sus compañeros y el resto de los mercenarios se mueven a su alrededor, disparando de manera ocasional, pero aun sumergidos en la confusión de aquel ataque sorpresa.

Paul espera, hasta que desde atrás de una de las cajas asoma otro mercenario. En ese momento, sin perder tiempo, asoma, apunta, y dispara. La ráfaga corta que sale del arma de Foley da cerca de su objetivo, las balas golpean una caja metálica, pero el mercenario sale ileso y vuelve a cubrirse. Mas ráfagas se escuchan a lo lejos. Gritos, disparos, hasta que tras breves segundos todo vuelve al silencio. Paul espera en su posición hasta tener otro tiro limpio, cuando escucha un gemido de dolor tras las cajas en las cuales se había escondido el bothaniano. Inmediatamente ve salir a Madeiros, cuchillo en mano, el cual mira a Foley – Problema solucionado – le dice, antes de guardar el cuchillo y volver a tomar su fusil.

La voz de James se hace oír por la radio.

- La zona esta limpia, pero tenemos enemigos dentro de la nave, nos reunimos en el perímetro sur, de inmediato. Cuidado, los prisioneros aun están dentro, fuera – ordena James.

Paul sale de su posicion, y va hacia sus compañeros con cuidado, pero rapido, para colocarse en la posicion adecuanda, para el asalto a la nave.

El Sargento mira a Jecnor durante un instante. Bajo sus bigotes, algo parecido a una macabra sonrisa se dibuja.
- Usa bien cada bala, pues puede que sea la última. Esto es el show de verdad, soldado!
Luego levanta el cañón del arma para descargarlo contra el mercenario que tiene inmediatamente a su izquierda.

El soldado sonrie a las palabras de su sargento y siguiendo su ejemplo, con el corazoón a cien por hora, se asoma para abatir al mercenario de su derecha.

El grupo se junta alrededor de la entrada a la nave. Madeiros devuelve algunos disparos que llegan desde dentro, no parece haber muchos enemigos, pero están en mejor posición.

¡Mierda, tienen la entrada cubierta! - Exclama Edward mientrasse vuelve a poner a cubierto, dejando que uno de los disparos enemigos pase muy cerca de él.

Ya no quedan blancos hostiles fuera, pero los prisioneros siguen en la nave y tienen que actuar rápidamente antes de que las puertas se cierren y la nave despegue, haciendo del intento de rescate un fracaso. Edward parece analizar la situación, preparando un posible asalto, cuando algo les hace entrar en alerta de nuevo. Primer oyen un sonido metalico que llega desde el túnel y que aumenta su volumen rápidamente. Apenas giran la cabeza y miran unos segundos en dirección a aquel sonido cuando del túnel ven salir al meca LOKI que se habían cruzado de camino, solo que ahora parece completamente funcional, preparado para el combate, y por desgracia del lado del bando enemigo.

Aquel mastodonte metálico lanza una corta ráfaga con las armas automáticas antipersonal, directamente hacia la zona en la cual esta el grupo. Por fortuna todos se hacen a un lado antes, se dividen y toman cobertura por entre las cajas, mientras el meca comienza a andar, buscando algún objetivo.

- No podemos hacer frente a esto... hay que distraerlo mientras entramos a la nave – se le puede oír decir a Edward por la radio.

Paul se mete entre las cajas entre ese laberinto de la derecha y dice, venga tu entra a la nave con los hombres que yo y otro en ese otro lado distraeremos a este cacharro. alternando la distracción, primero le disparare yo y cuando me apunte, me esconderé y dispara el del otro lado, y asi sucesivamente, tu sube y recupera a los rehenes.

 Wolf suspiró:

- Ya veremos por cuanto tiempo... - Intentó ponerse en pie y buscar sus armas para tenerlas listas.- Donde... ¿Que ha sido del resto? No imagino al cabrón del sargento dejándose matar, y mis heridas pueden esperar.

Pavlo asoma desde su posición, apunta al enemigo mas cercano que tiene pegado a su lado izquierdo y lanza una potente ráfaga que tumba al mercenario y le hace caer sin vida al suelo, sobre un charco de sangre. Exactamente al mismo tiempo, y de similar forma, Ráccor asoma desde detrás de su cobertura y acaba con el mercenario mas cercano, tirado sobre el lado derecho de aquel sector. Cada uno acaba con su objetivo a tiempo suficiente para volver a cubierto y evadir los disparos de los dos enemigos restantes. Mientras tanto pueden oír los motores de la nave, de manera cada vez mas intensa, preparándose para el despegue, aun con los soldados dentro.

Mientras una pequeña parte del grupo, liderado por Edward, intenta entrar a la nave, Paul y el resto de los soldados se disponen a llamar la atención del LOKI. Por suerte aquella cosa parece estar en modo automático, lo que hace que solo se centre en los objetivos mas cercanos, ignorando al grupo de Edward mientras persigue a Paul y al resto del grupo de distracción. Todos se dividen entre las cajas, realizan algún disparo perdido contra la mole metálica, y vuelven a cubrirse. El meca devuelve fuego en dirección a los ataques, pero nunca lo suficientemente rápido como para dar con la fuente, convirtiendo todo el lugar en una tormenta de balas que van silbando de un lado a otro, mientras los soldados se mueven entre las cajas que son destrozadas tras su paso por los disparos del meca. Así se prolonga la situación por segundos que se hacen eternos, mientras esperan que Edward tenga éxito en su tarea, aunque no tengan tiempo de constatar nada.

Cada uno sigue con su patrón, disparando y tomando cobertura, hasta que vuelve a tocarle el turno a Paul. Abre fuego, las balas no hacen mas que llamar la atencion del LOKI, y antes de que este se pueda dar vuelta Paul ya esta saliendo de su lugar para tomar cobertura en otro lado. Sin embargo esta vez el meca lo toma por sorpresa, parece que tras varios intentos termina adivinando los patrones que usan los soldados, y en lugar de girarse hacia donde se encontraba Paul, el LOKI apunta directamente hacia donde el soldado va corriendo, dispuesto a parapetarse.

Sin hacerse esperar, las armas pesadas del meca abren fuego directamente hacia el contenedor que Paul esperaba usar como cobertura, haciéndolo pedazos en un pestañeo. Afortunadamente para Paul, es lo suficientemente rápido como para detenerse a medio camino y de un salvo volver a su posición anterior. La situación entonces se complica para el soldado... se encuentra a cubierto tras una caja metálica, suficientemente resistente para detener las balas del LOKI, pero no tiene lugar al cual correr, pues el meca parece consciente de su posición y ya no se distrae por los disparos de los otros soldados, que llegan desde todas partes. Paul puede oír los pesados pasos de aquella bestia que se acercan a su posición, esperar ahí es una muerte segura, no tiene potencia de fuego para hacer frente a aquella cosa, y tiene que ser muy rápido para abandonar su posición y buscar otra mas segura... el panorama no es nada positivo, pero tiene que actuar rápidamente si pretende salir ileso de esa situación.

La nave comienza a vibrar bajo los pies del Sargento. Allí delante está la cabina; pero dos de los soldados están en el camino. Mira a Raccor, y le señala a la derecha.

Luego, con un fluido movimiento, se incorpora y dispara una ráfaga al tipo de la izquierda. 

Ráccor, acatando las ordenes de su superior, asoma y dispara una rafaga corta contra el objetivo restante.

Pavlo y Ráccor acaban con los dos mercenarios restantes al mismo tiempo que el sonido de los motores dentro de la nave se hacen aun mas fuerte. Pueden sentir un movimiento brusco que les obliga a tomarse de las paredes para no caer, al mismo tiempo que sienten como aquel trasto, lentamente, comienza a despegarse del suelo.

La transmisión se vuelve a abrir por la radio y pueden escuchar la voz de Tanaka del otro lado.

- ¡Señor, la nave esta a punto de despegar! ¡No podemos hacer mucho mas desde aquí...! - se escuchan disparos, la voz de Tanaka se interrumpe, parece que fuera la situación es aun peor - ¡Mierda!, ¡Yevgeni, acaba con ese bastardo! - se le puede oír gritar a través de la radio – lo siento, señor – continua, gritando por sobre el ruido que generan los disparos y el motor del carguero – apenas pudimos dañar los motores desde aquí, no tenemos mucha potencia de fuego y tenemos mas mercenarios llegando, no se de donde... ¡si quiere detener esa cosa tiene que hacerlo desde dentro, y rápido!

Pavlo corre hacia la cabina de la mano, buscando la forma de entrar, violentamente si es necesario. 

Ráccor corre al lado de su sargento para ayudarle en la cabina de mando.

Fusil en mano y apuntando a la puerta se queda a la espera de que Pavlo la abra para abatir a cualquier sorpresa que espere dentro.