Partida Rol por web

Discutir no serviría de nada, pero le costaba dejar a su suerte al Olimpic Carrier, quizás si tuvieran suerte un raptor podría localizarlo igual que habían hecho al huir de Cáprica. Aquello era una quimera, pues en aquella ocasión disponían de mucha más tiempo, conocían la zona y donde encontrar otras naves. Buscar la nave extraviada, si es que no había sido derribada por los Cylon, sería como encontrar una gota de aceite en un océano. Los efectos reparadores de la ducha desaparecieron y frotándome los ojos escuché la palabras del comandante, aquel era otro de los problemas que debía tratar con él.

- Es cierto no hemos sufrido bajas, pero no sé cuanto tiempo aguantaran antes de cometer errores mayores por la euforia. Tendré que racionar las dosis y disminuirlas en algunos casos. - En otros debería conseguir que fueran ingeridas, pensé recordando la conversación con Kara y que yo mismo había prescindido de ellas. - Ya sea por cansancio o por los estimulantes, debemos averiguar porqué nos rastrean con tanta facilidad.- Esté era otro de los problemas, la estúpida actuación de Boomer delante de todos los pilotos mencionando los rumores sobre Cylon con aspecto humano.- Tenemos un nuevo problema que me gustaría tratar en privado Comandante, -no cometería el mismo error de la teniente Valerii al hablar de un tema tan importante en público.

Captando tu tono serio y preocupado, el Comandante asintió de forma aquiescente.

-Estaré en mi camarote hasta el siguiente salto...si tenéis alguna novedad avisarme de inmediato-instruyó al Coronel antes de darse la vuelta y dirigirse hacia la salida del CIC-he estado hablando con el doctor Cotle sobre los estimulantes. Ambos consideramos que en caso de ser necesario una nueva administración no sea antes de 8 horas y previamente habrá que hacer un examen médico...-comenzó a hablar retomando vuestra conversación mientras avanzábais por los pasillos llenos de gente-quiero que tengas todos tus sentidos atentos en los pilotos, a la menor señal de que se encuentren mal mándalos a la enfermería. No quiero que haya más bajas de las necesarias-añadió frunciendo levemente el ceño ante la idea de tal forma que un joven especialista que pasaba cerca de vosotros pegó un respingo y se apresuró a caminar más deprisa para dejaros atrás cuanto antes.-En cuanto a lo del rastreo, creo recordar que había puesto a trabajar en ello a Starbuck junto con Tight aunque considero que...-agradeciendo con un cabeceo a un marine que os cedía el paso el Comandante se cayó y ascendió la escalerilla que comunicaba con la cubierta 4. Justo cuando iba a hablar sus labios se curvaron levemente hacia arriba en un amago de sonrisa al tiempo que hacía un gesto hacia el otro lado del pasillo- bueno parece que vamos a poder preguntar directamente a la fuente-dijo cripticamente. Con el pelo corto húmedo y encrespado Starbuck anvazaba en vuestra dirección con su habitual aire desenfadado y orgulloso.

-Teniente Thrace-la llamó tu padre en voz no muy alta pero si lo suficiente como para captar su atención.

Con el rostro serio y estoico como era habitual en él, el Comandante permanecía de pie ante la Central de Mando los ojos fijos en la pantalla LCD que marcaba la posición de los naves. Sus manos, entrelazadas a su espalda, se movían en actitud reflexiva la una sobre la otra.

"-Algo más Boomer...viene un tal doctor Amarak a bordo...dice que le urge hablar con la presidenta...me tiene loco...según él hay un traidor entre nosotros pero dice que no dirá nada más hasta que no esté ante ella..."-la voz tensa y exasperada del capitán de la Olimpic Carrier resonó por todo el CIC y la máscara impenetrable de Adama se rompió ligeramente mientras éste desviaba la mirada y buscaba con sus ojos los de Tight. Sin embargo, antes de que pudiese decir nada y mientras allí fuera Starbuck, Apolo y Boomer comentaban las nuevas noticias, una nueva voz se unió a la conversación.

-"Señora presidenta...yo le recomendaría que cortara toda comunicación con esa nave.."-comentó en tono tenso y ligeramente alterado Gaius Baltar en la Colonial Uno. Al comenzar la crisis el Comandante había establecido comunicación con la líder de la flota y no la había cortado en ningún momento, por lo que todo lo que había estado ocurriendo con la Olimpic Carrier les había llegado directamente. Parecía que el doctor Baltar tenía que decir algo al respecto, después de todo y su voz resonó en la sala atrayendo la atención de todos los que se hallaban allí.

-"¿En qué se basa, por qué?"-la actitud de la Presidenta dio a entender que intentaba mantener la calma pese a la agitación que dejaba traslucir del doctor.

-"Disculpe si soy descortés....pero ¡DESPIERTE!"- el grito del doctor acompañado de un golpe seco en el altavoz sobresaltó a todo el personal del CIC e hizo que se mirasen unos a otros parpadeando sorprendidos. Los únicos que no reaccionaron fueron Tight y Adama, el rostro de éste último tan inconmovible como siempre. Mientras tanto, en la Colonial Uno, Gaius seguió adelante en su argumentación, su voz cada vez más alterada, su tono elevado casi gritando cargado de exhasperación-"LA RAZÓN POR LA QUE LA OLIMPIC CARRIER SIGUE VOLANDO ES PORQUE LOS CYLON LA DEJARON SOBREVIVIR...rastrearon la nave y ahora hay Cylon entre ellos..."

Intentando hacerse oir por encima de Gaius, la Presidente le llamo a la calma e intento tranquilizarle en un tono suave y calmado.

"-Por favor...Doctor Baltar...cálmese....por favor...repítalo.."

"-Por favor, señora presidenta...se lo imploro...escúcheme...corte toda comunicación con esa nave o transmitirán una señal con virus que afectará a todos nuestros sistemas y hará que acaben con nosotros..."-explicó Gaius tras una pausa en un tono tan tenso como antes pero cargado de seguridad.

Durante un minuto no se oyó nada más y en el CIC todo el mundo permaneció en silencio, expectante, mientras los comentarios de los pilotos alli fuera les llegaban como en un segundo plano. Finalmente la voz, siempre tranquila y segura de Laura Roslin se oyó alta y clara.

-Comandante...¿está en la línea?

Como despertando de un largo sueño, el Comandante descruzó las manos y se dirigió hacia la Central de Comunicaciónes.

-Quita el altavoz, ponla en la línea-ordenó a Dualla mientras descolgaba el auricular del terminal-Sí, señora Presidenta, y de acuerdo con lo que dice el doctor Baltar-añadió, buscando con la mirada al Coronel Tigh que permanecía ante él mirándole desde el otro lado de la sala.

"-Sí tambien yo..."-contestó Roslin.

-¡Son los Cylon!-exclamó el teniente Felix Gaetta sin dejar de teclear furiosamente en el teclado. La alarma comenzó a sonar por todos los altavoces de la nave con su habitual inistencia cuando el oficial declaró la condición Uno.

Al lado de la de la central de órdenes, el Comdandante, sin afeitar y con un corte en la siez izquierda, contemplaba el monitor LCD que pendía sobre su cabeza con la mandíbula contraída por la tensión. En una mano sujetaba el auricular através del cual seguía en comunicación con la Colonial Uno.

-¡ALARMA RADIOLÓGICA!-gritó la teniente Dualla.

-¿De donde?-se limitó a preguntar en tono cortante el Coronel Tight sin apartar los ojos de la pantalla.

-De la Olimpic Carrier...traen Nucs a bordo-informó Anastasia sin poder creérselo.

"-Señora presidenta...-"el Comandante Adama reanudó su conversación con la Laura Roslin y no hubo ni un ápice de vacilación en su voz"-...hay que eliminar a la Olimpic Carrier de inmediato."

-"Hay mil trescientas personas a bordo de esa nave.."-contestó la presidenta con la voz rota por el dolor al contemplar si quiera la idea.

-"No lo sabemos...quizás los Cylon ya las hayan capturado"-contestó Adama con voz fría y desapasionada.-"Creo que en este momento no hay elección...son ellos o nosotros.."

La presidenta permaneció unos segundos en silencio, sopesando pros y contras, buscando quizás desesperada un camino alternativo, alguna manera de salir de alli sin tener que tomar tan terrible decisión. Y finalmente su voz se oyó a través del auricular, tensa y dura.

-"Háganlo"-se limitó a ordenar mientras en su interior su alma lloraba por cada una de las mil trescientes vidas que iban a perderse aquel día.

HORA DE LA FLOTA 12.00 H. 72 HORAS SIN CYLON. CONDICION 0

Vestido con tu traje de gala te hallabas en el CIC formando parte de la recepción de honor que tu padre había preparado para recibir la visita presidencial. Desde que te habías despedido de Starbuck a la salida del camarote del Comandante apenas habías tenido un segundo de descanso ocupado como habías estado en organizar y coordinar las maniobras de entrenamiento de los pilotos y en supervisar los trabajos de el suboficil Tyrol y su grupo de especialistas con los MarkVII, los cuales parecían estar logrando algunos progresos. Dichas ocupaciones unidas al hecho de que los remordimientos por lo ocurrido con la Olimpic Carrier te seguían asaltando en cualquier momento hacían que en aquel momento tuvieses que hacer uso de toda tu fuerza de voluntad para no sentarte en alguna silla cercana. Todo aquel protocolo, orquestado claramente por tu padre para complacer y honrar a la Presidenta y hacerla sentir agusto con su nuevo cargo, te aburría sobremanera tanto a tí como a los que te rodeaban incluyendo al Comandante el cual, a pesar de no variar un ápice su expresión inmutable, sabías de sobra odiaba las ceremonias. Sin embargo, era algo que debía hacerse y el deber era algo que estaba por delante de cualquier otra cosa, tal y como te habían enseñado desde pequeño. Así que, las manos cruzadas a la espalda estoicamente te preparas para cumplir, como siempre, con lo que debía hacerse. Desde tu posición junto al Comandante pudiste observar cómo este inclinaba la cabeza ligeramente y murmuraba algo a Laura Roslin antes de reunirse con el Coronel Tight que estaba cruzado de brazos un poco más lejos.

-¿Cree que habla con una idiota o no?-te preguntó la Presidenta esbozando una ligera sonrisa sin desviar la vista del frente.

Me temo que el enlace está roto, o han eliminado esa descarga...

Aquellas palabras cómplices me desconcertaron en cierta manera haciéndome enarcar las cejas y sonreír ligeramente. El Comandante parecía en cierto modo nervioso, aquellas palabras parecían más bien causadas por la necesidad del protocolo, no por la necesidad de explicar como reciclaban el agua.

- No presidenta, el comandante sólo trata de cumplir con lo que considera parte del protocolo.

Realmente no se le veía muy cómodo, por lo que creía conocer a mi padre incluso podría asegurar que lo estaba pasando mal, quizás peor que yo. Aquella idea me hizo sonreír más pues no era fácil encontrarse con algo que descolocara al Comandante, y sin duda la Presidenta era capaz de desconcertarle.

Laura Roslin sonrío levemente y te miró de reojo asintiendo. Era casi la primera vez que coincidías con ella desde su nombramiento pero su expresión afable y a la vez seria daba a entender que era una mujer razonable, para nada demasiado crecida con su nuevo cargo. Eso sí, tampoco parecía intimidada por éste. Más bien era como si se hubiera hecho a la idea de la suerte que le había tocado y asumiéndolo tratase de hacerlo lo mejor posible. Algo bastante encomiable teniendo en cuenta que sobre sus hombros cargaba la responsabilidad de mantener con vida a los únicos supervivientes de la humanidad.

-Sí...lo sé...y ¿sabe? creo que le gusta-comentó con voz suave.-El Comandante parece disfrutar con toda esta ceremonia.

Mi sonrisa se amplió al escuchar las palabras de la Presidenta, sin duda no conocía al Comandante.

-¿Disfrutar?, no lo creo él no suele disfrutar con los formalismos, le gusta ser más directo.

Hablar con Roslin le resultaba más sencillo y agradable de lo que había pensado, ya habían coincidido al comienzo de los ataques y había descubierto que era una persona mucho más fuerte de lo que muchos podían pensar, quizás fuera la situación en la que se encontraba, pero fuere lo que fuere que le daba fuerzas, poseía una férrea esperanza.

- Todo este protocolo es únicamente por su visita Presidenta.

Al oir tus palabras la Presidenta se volvió hacia tí con cara de incredulidad.

-¿En serio?-te preguntó antes de volverse a mirar al Comandante que en ese momento estaba junto a Tight comentando algo en voz baja.-Vaya...-añadió más para sí misma que para tí mientras su rostro adquiría una expresión pensativa.

A vuestro alrededor, los oficiales del CIC seguían trabajando coordinándose en la maniobra de suministro de agua. Sus expresiones absortadas y fijas en las pantallas indicaban que estaban totalmente concentrados en lo que hacían y que se habían olvidado por completo de la visita de la Presidenta.

Desde su posición en la Central de Operaciones el Comandante observó la pantalla LCD y ordenó con alta y clara.

-Abran válvulas tres y cinco.

Obedeciendo uno de los oficiales tecleó un par de instrucciones. La Presidenta se volvió para decirte algo pero justo en ese momento hubo un gran estruendo y una gran sacudida hizo que callera sobre tí desequlibrada. A vuestro alrededor el personal se agarró a las mesas y en el medio de la sala Adama y Tight se miraron el uno al otro mientras una alarma comenzaba a sonar.

-¡Alarma de descomprensión!-gritó Félix Gaetta corriendo a mirar el panel de daños.

-Informe de los datos-pidió el Comandante teniendo que elevar la voz para hacerse oir por encima de la alarma.

No pude dejar de sonreír ante la expresión de la Presidenta, daba la sensación de que ahora había sido yo quien la había sorprendido, o mejor dicho la actitud de mi padre.

- Creo que a ninguno nos gusta toda esta parafernalia.

Comenté manteniendo el tono confidencial con que hablábamos. En aquel instante me di cuenta del parecido entre mi padre y yo en aquellas situaciones, situaciones que nos incomodaban y en las que nos sentíamos nerviosos.

Mientras hablábais las maniobras para suministrar agua continuaban. Desde su posición en la Central de Operaciones el Comandante observó la pantalla LCD y ordenó con voz alta y clara.

-Abran válvulas tres y cinco.

Obedeciendo uno de los oficiales tecleó un par de instrucciones. La Presidenta se volvió para decirte algo  en respuesta a tu comentario, pero justo en ese momento hubo un gran estruendo y una gran sacudida hizo que callera sobre tí desequlibrada. A vuestro alrededor el personal se agarró a las mesas y en el medio de la sala Adama y Tight se miraron el uno al otro mientras una alarma comenzaba a sonar.

-¡Oh, por los Dioses!-exclamó Laura Roslin cuando la sacudida la tiró sobre ti. Para evitar caerse tuvo que agarrarse a tus brazos y durante unos segundos su pelo te hizo cosquillas en la nariz-Lo siento, Capitán. Aún no me acostumbro a esto de estar siempre en una nave-murmuró mientras se apartaba y recomponía su traje de chaqueta. Preocupada miró hacia el Comandante y el Coronel que en ese momento se dirigian hacia la central de daños para ver lo que había ocurrido.-¿Tiene idea de qué esta ocurriendo Capitán?-te preguntó frunciendo el ceño.

De repente la nave se vio sacudida por varias explosiones, la alarma comenzó a sonar con fuerza en el CIC, la Presidente, poco acostumbrada a la vida a bordo de las naves se vio lanzada contra mi cuerpo mientras yo mantenía el equilibrio. El personal presente, que se mantenía relajado mientras realizaban lo que debía haber sido una operación rutinaria, tardó apenas un segundo en volver a la tensión y preocupación que habían mantenido durante los ataques cylon.

Entre las órdenes, los informes y las alarmas apenas si pude oír lo que la presidenta me decía, aunque ambos claramente nos preguntábamos lo mismo, ¿qué estaba sucediendo?.

- Parece que tenemos problemas con los tanques de agua. Ha habido algún tipo de explosión que afecto a estos.

No podía apartar la mirada de mi padre y el coronel Tight, un ataque estaba descartado porque las alarmas no habían sonado, un error en una rutina como aquella parecía realmente improbable, más aun teniendo en cuenta que de ninguna forma habrían sucedido aquellas explosiones, antes las alarmas deberían haber avisado de un exceso de presión. Las opciones que quedaban era poco halagüeñas y prefería evitar pensar en ellas.

Cruzada de brazos la Presidenta se volvió hacia a tí, con la incredulidad pintada en el rostro.

-¿Los tanques de agua?- la mujer no sería más que una maestra de escuela pero su tono de voz dejaba claro que entendía perfectamente las implicaciones de lo que estaba ocurriendo. Con la preocupación aún más marcada en el rostro siguió tu mirada y observó con atención lo que estaba ocurriendo en el Punto de Control de Daños.

-¡Presidenta! ¡¿está usted bien?!- visiblemente alarmado el secretario de la presidenta, Billy Keykeya, se acercó a vosotros sorteando varios oficiales en su camino. Parecía haber salido bastante indemne del golpe que habíais recibido ya que sólo se le había arrugado ligeramente el traje.

-Sí, sí...-Laura Roslin se limitó a asentir demasiado pendiente de lo que estaba ocurriendo al otro lado del CIC como para demorarse más.

-¡GIREN A ESTRIBOR!-ordenaba en ese momento el Comandante.

-¿Capitán...cree que podrán detener la fuga?-te preguntó la mujer volviéndose hacia ti inquisitiva. A su lado, con la incomprensión aún marcada en su rostro Billy os observó a ambos sin duda intentando entender qué estaba pasando.

Las horas de entrenamiento y unos cuantos empujones te permitieron llegar al CIC en cuestión de pocos minutos, aunque cuando cruzastes las puertas te faltaba el aliento y un agudo pinchazo te presionaba el plexo solar. Mientras corrías la alarma había seguido sonando en toda la nave y un brusco viraje que te había hecho resbalar ligeramente mientras subías la escalerilla te había dado a entender que de alguna forma se estaba modificando la inclinación de la misma. Por donde pasabas todo era confusión y caras de preocupación, ya que aunque la gente parecía haber comprendido que no se trataba de un ataque todo el mundo se preguntaba qué estaba pasando.

-¡Estamos vertiendo todo el agua al espacio!-fue lo primero que oistes cuando pasando como una bala ante los dos marines que custodiaban el puente entraste en el mismo. Intuyendo dónde tenían que mirar tus ojos se desviaron automáticamente hacia el Punto de control de daños, situado en el extremo más alejado de babor y en donde gran parte del personal parecía haberse reunido. De un rápido vistazo distinguiste al oficial Gaetta junto al Comandante y el coronel Tight cuyas expresiones daban a entender la seriedad de la situación. Detrás de ellos, un poco más alejados pero sin perderse ni un sólo detalle de lo que estaba ocurriendo estaban Apollo, la Presidenta y un joven de pelo rizado y traje impoluto que te pareció recordar que era su ayudante o algo así.

Realmente esperaba que así fuera pues perder el agua sería peor que haber muerto en alguno de los ataques que habían sufrido, como solía ocurrir en aquellos casos se cerrarían algunas escotillas para evitar perder todo el agua, aunque parecía claro que una gran cantidad había ido a parar al espacio formando una gran nube de pequeñas gotas de agua helada.

Volviendo mi atención sobre la presidenta observé la preocupación en su rostro y sus intentos por comprender lo que sucedía, realmente no podía ayudarle demasiado en aquel momento a esclarecer sus dudas.

- Deberíamos ser capaces de hacerlo, aunque dependerá del número de depósitos que hayan reventado y como hayan afectado las explosiones a estos. El problema es la cantidad de agua que ya hemos perdido.

Nuevamente traté de averiguar nuestra situación atisbando y estudiando los rostros tanto de mi padre como de Tight, nuevamente las circunstancias se ponían en nuestra contra y era de esperar que incluso antes de que se iniciaran las investigaciones sobre que había ocurrido, algunos dieran más veracidad a los rumores sobre los cylon infiltrados.

Starbuck entró como una tromba, de la misma forma que se había abierto paso hacia el CIC a través de los pasillos atestados y los que iban reaccionando a lo que había sucedido. Sus pensamientos sobre posibles tipos de accidentes se habían ido sucediendo al ritmo de sus pasos. Las posibles consecuencias de cada uno de ellos, y las implicaciones, se iban extendiendo de a cientas, miles, millones mientras las posibilidades se sucedían una tras otra y Starbuck corría sin llegar. Al final, la cantidad de información y dudas la saturó y la disciplina militar se impuso, llenando su mente de un solo pensamiento: llegar al CIC, llegar inmediatamente, y llegar dispuesta a averiguar en un sólo segundo qué era lo que había sucedido.

No tardó uno; tardó menos.

Corrió hacia el Punto de control de daños, donde se apiñaban las personas con el rostro lleno de seriedad. El de Starbuck era la expresión misma de la urgencia. ¡Agua al espacio! ¡Agua, de todas las cosas que podían ser! Trató de darse cuenta si alguien estaba haciendo ya algo al respecto. El Galáctica tenía técnicos especializados para casi todo, pero ¿cómo podía ser que no llamaran a los técnicos de la Cubierta de Hangares para que fueran a cubrir a los que intentaran hacer algo para frenar el derrame? ¿Tan terrible era? ¿No había nada que hacer al respecto, sólo mirar cómo la fuente de la vida, la esperanza de la supervivencia, pasaba a formar parte del inescrutable y frío espacio?

- ¿Qué se puede hacer? - lanzó Starbuck, con urgencia, y miró a su alrededor a ver si alguien se lo decía - ¿Hay algo que se pueda hacer que no sea técnico?