Partida Rol por web

Esta sala alargada consta de varias sillones de cuero con brazos a modo de mesa plegable dispuestos en hileras. Frente a ellas un estrado sobre una pequeña tarima flanquea una pizarra de plástico donde los planes de vuelo son apuntados. De uso exclusivo para los pilotos, diversos mapa, planos de vyper y emblemas de escuadrón cuelgan de las paredes y una copia del "Para que no olvidemos", la famosa foto del soldado en el tejado del capitolio de Aerelon durante el ataque Cylon, pende junto a la puerta. La tradición dice que todo piloto antes de salir a combate la roce con su mano en busca de buena suerte.

Nada interrumpió tu avance por los escasamente iluminados pasillos de la nave. Sumida aún en profundas reflexiones atravesaste escotillas, torciste esquinas y subistes escalerillas sin darte cuenta siquiera de si te cruzabas con alguien conocido. A pesar de que llevabas cinco días sin dormir más de diez minutos seguidos, y que la tensión y el estrés al que os veíais sometidos cada media hora deberían de haberte resultado extenuantes, no estabas especialmente cansada. Tampoco te extrañaba mucho. Aunque nunca durante tu entrenamiento en la escuela de vuelo habías sido presionada hasta esos límites, a menudo habías tenido que trabajar con pocas horas de sueño y habías aprendido que, por la razón que fuese, eras capaz de aguantar más que el resto. Sin embargo, no estabas sóla, y el resto de tus compañero sí que empezaban a dar síntomas de estar llegando al límite de lo que podían soportar. De repente alzaste la mirada y sorprendida descubriste la puerta de la sala de reuniones de los pilotos ante tí. Tras girar la manivela entraste y descubriste que ésta estaba vacia. La pizarra de plástico contenía las últimas anotaciones previas al combate anterior y las sillas de mesa reclinable se hallaban cuidadosamente alienadas en frente de la tarima. Un rápido vistazo al reloj que colgaba de la pared te indicó que aún quedaban por los menos diez minutos para la reunión y para que la debacle comenzase de nuevo.

Me introduje en la sala y tras echar un primer vistazo de forma lenta y poco detallista cerré la puerta tras de mi sin siquiera girarme. El tiempo pasado en la estrella de combate la convertía en el hogar mas permanente y duradero que había tenido hasta este momento, al menos de forma voluntaria, no solía incluir el orfanato entre mis elecciones en la vida. Así pues mi cuerpo reaccionaba como el de cualquiera cuando se encuentra en un lugar tan conocido como su hogar, de forma tan mecánica e insignificante que podría repetirlas 100 veces sin errar en ningún caso. Cuando sentí como la hoja se cerraba y mi muñeca accionaba la manivela de nuevo pero en movimiento inverso para cerrar di dos pasos hasta sentirme plenamente en la sala.

Un suspiro fue toda la reacción que mi cuerpo pudo brindarme tras el paseo hasta aquí. Fijando la mirada perdida en la famosa foto del soldado, mis botas me acercaron hasta dejarme a escasos centímetros de la misma. Mis dedos se levantaron en un mudo gusto antes de posarse sobre su superficie y mantenerse allí unos segundos. Nunca había sido muy supersticiosa, ni siquiera los dioses despertaban en mi muchos sentimientos afines, pero tras ciclos y ciclos de 33 minutos necesitaba fijar la mente en algo tangible. Necesitaba de algo a lo que agarrarme para poder salir con fuerzas de nuevo al frío espacio. No es que me sintiese excesivamente agotada, a pesar de que el ritmo al que nos obligaban a trabajar las maquinas era cuanto menos desquiciante. No era una recarga de fuerza física lo que necesitaba en estos momentos, sino un sentido a todo lo que hacíamos. Una razón por la que salir ahi y colocarme delante de los misiles, como había hecho hacia apenas unos minutos sin importarme mi regreso o no.

¿Que sentido tenia que saliésemos cada 33 minutos a combatir si el mismo ciclo se repetía sin descanso? Estaba claro, al menos para mi, que los Cylon habían encontrado la manera de localizarnos hiciésemos lo que hiciésemos. ¿Que razón había para luchar? ¿el no rendirnos? ¿la utopía que nos había presentado el comandante Adama? si, ese planeta que solo los dirigentes de las estrellas de combate conocían, la ultima esperanza para los seres humanos como raza. ¿Para que queríamos llegar hasta allí si los Cylon nos seguirían como rémoras hasta destruir el nuevo planeta y a nosotros con ellos? Nada terminaba de encajar en mi mente tocada por el cansancio. Ligeramente abatida deje reposar mi cabeza contra la pared de enfrente mientras las yemas de mis dedos seguian en contacto con la foto.

Los segundos pasaron lentamente mientras con la cabeza apoyada contra la pared meditabas sobre el sin sentido que era vuestra vida desde el ataque Cylon. No, ciertamente nada tenía sentido pero, si algo caracterizaba a la raza humana, era la perseverancia. No os habíais rendido en el anterior éxodo que os había llevado hasta las Colonias y no os íbais a rendir ahora. Por pequeña que ésta fuese, siempre estaba la esperanza de una salida. Y la encontraríais. Un propósito te había llevado hasta aquella sala vacía. No contentos con perseguiros por media galaxia como sabuesos hambrientos, los Cylon se habían modernizado durante el tiempo que había durado el armisticio. Los raider eran más rápidos, más fuertes, hacían saltos más lejos...y estaban armados con cabezas nucleares. Apolo quería su informe y era necesario que lo hicieses cuanto antes si querías descansar algo antes del próximo ataque.

Mientras permanecías con la cabeza apoyada contra la pared la puerta se abrió con su característico sonido amortiguado.

-¡Oh!...lo siento...no sabía que había alguien-se disculpó Noel Allison parado en el umbral. Sonriendo amistosamente entró en la sala y paseó la mirada con nerviosismo por la estancia vacía-no lograba dormir y no soporto esta mierda de espera-confesó encogiéndose de hombros. Vestido con el mono de vuelo, los ojos del teniente estaban inyectados en sangre y oscuras sombras violácecas cubrían sus párpados. No lo conocías mucho pues había sido uno de los nuevos en llegar junto con los supervivientes de la estrella de combate Triton, pero vagamente recordabas que su alias de combate era "Narcho".

Las sienes no dejaban de crear un ruido incesante en mi cabeza, el frescor de la pared sobre mi frente aliviaba un poco la sensación de cansancio, pero esas malditas preguntas no dejaban de acosarme, cuando lo que tendría que estar haciendo seria redactar un informe para poder mejorar nuestra táctica de ataque o al menos poder estar al día en el armamento Cylon. El suave sonido de la puerta tuvo la bondad de romper la cadena de pensamientos y con ella el martilleo incesante de mi cabeza. Al abrir los ojos recocí un rostro ligeramente familiar, hacia poco que rondaba la estrella de combate, por desgracia para él su estrella había caído en combate y había tenido que entrar al servicio de la única superviviente, la Galactica.

No te preocupes, solo estaba pensando en el trabajo...los misiles, las naves Cylon, ya sabes. Intenté recomponerme un poco para que mi aspecto fuese ligeramente marcial, solo tenia que aparentar que estaba dispuesta a dar los pasos que fuesen necesarios para subirme de nuevo al rapotor y volver al combate. Busque en el interior del mono el disco que había traído conmigo con la información necesaria. Sentándome en uno de los puestos de trabajo inserté el disco para ponerme manos a la obra. Eres Narcho ¿verdad?, no te preocupes por no poder dormir, estamos todos igual, creo que es la única vez en mi vida en la que he preferido sentarme ha escribir un informe que ir a la ducha después de una salida. Mi tono de voz es distendido, en parte agradezco que este aquí, así me impide pensar en ciertos temas, y puedo centrarme mas en mi trabajo. La conversación banal después de todo tiene su utilidad.

Viendo que entablabas conversación, Narcho cruzó la sala en tu dirección y se situó a tu lado observando cómo tecleabas afanosamente sobre la consola. La imagen del heavy raider en tres dimensiones apareció en la pantalla y comenzó a dar vueltas sobre su eje mientras los datos se descargaban.

CYLON HEAVY RAIDER

35 x 11 x 10 feet

Capacidad de maniobra media

Armadura del casco 10 sobre 12

Velocidad de reacción alta.

Armamento: 2 cañones automático de combate medios y 12 misiles de largo alcance de tamaño medio

Capacidad para 12 pasajeros

Tripulación no viva.

-¿Un informe? ¿Sobre qué...?-preguntó en tono curioso mirando por encima de tu hombro la pantalla.

Sólo miro un instante por el rabillo del ojo a "Narcho" cuando se coloca a mi lado para distraerse durante la corta pero larga espera. Mis dedos intentan terminar cuanto antes con el trabajo, transcribiendo los pensamientos que se agolpan en mi mente y las palabras. Alguna que otra vez, debido a la precipitación de querer escribir a la vez que mis pensamientos tengo que rectificar, pero cuando por fin releo poco a poco los primero parrafos asiento para mi misma satisfecha con los datos encontrados.

Retorno a la imagen giratoria del Raider pesado, todavia no he contestado a la pregunta que me ha hecho, y la verdad es que mientras la imagen de la nave pivota sobre si misma mi mente está más pendiente de contrastar capacidades y de poder sacar algún dato más. finalmente me decido a abrir la boca, sin duda he sido yo misma la que le he dado pie a entablar conversación y no seria justo que me encerrase ahora en mi misma. Mostrando la actitud despreocupada de antes continuo con la charla son los últimos datos que he obtenido del rastreo, esta nueva nave va a darnos muchos problemas. Era cierto que su presencia en la sala me había ayudado a centrarme en mi trabajo y olvidar los pensamientos negativos y pesimistas que me envolvían como una nube justo antes de que entrase.

Una vez había abierto la boca me arrepentí enseguida, mi cuello giró poco a poco y me quedé mirando atentamente a la nueva adquisición del Galáctica, "Narcho". Los rumores de que los nuevos modelos de Cylon eran iguales a los seres humanos corrían por mis oídos, decían que era imposible darse cuenta si eran o no máquinas, nada despertaba las sospechas, ni sus ojos, ni sus voces, ni sus gestos... todo esto podían ser solo habladurías, pero Jefe me había contado con más detalles que a los demás lo que le había pasado al comandante Adama. Dudando por primera vez de con quien me encontraba, y de si llegaría a aniquilarme sólo por haber conseguido esos datos me atreví a lanzarle una pregunta. Tu ya has vivido la destrucción de una de las Estrellas de Combate, ¿como es vivir eso?

Tras vacilar unos segundos para adquirir un aspecto más presentable terminaste de abrir la puerta y para tu sorpresa descubriste que la sala de reuniones estaba prácticamente vacía. Sólo Boomer, sentada ante la consola de proyecciones y Noel Allison, también conocido como Narcho, se encontraban en su interior charlando animadamente. La teniente parecía estar tecleando algo y momentos después un pitido indicó que la impresora estaba funcionando. Ante el ruido de la puerta al cerrarse ambos pilotos se giraron en sus sitios y miraron en tu dirección. El rostro de Narcho se veía pálido y ojeroso, con los ojos enrojecidos por el cansancio y un pequeño tic en uno de los párpados. Por el contrario, Boomer parecía estar bastante despejada y despierta a pesar de las profundas bolsas de sus ojos y l tensión vivida en el salto anterior.

Antes de que Noel pudiese contestar la puerta se abrió y el capitán Adama, ojeroso, despeinado y con todo el aspecto de no habers sentado ni cinco minutos desde que habíais aterrizado entró en la sala mirando a alrededor con cara de despistado. Por su actitud estaba claro que esperaba que la sala estuviese más concurrida y le llevó unos cuantos segundos reparar en vuestra presencia.

Dejando a un lado mis sospechas sobre Narcho, me apresuré a ponerme en pie y cuadrarme.

-Capitán...-saludé en tono serio y marcial al tiempo que bajaba la mano de mi frente.-Acabo de terminar el informe que me mandó..esas tostadoras son más peligrosas de lo que imaginábamos-le informé girándome para coger el papel recién impreso. Una profunda arruga surcó mi frente mientras mis ojos se desviaban hacia el reloj. La presencia de Apolo en la sala sólo podía significar una cosa: el tiempo de descanso había acabado y un nuevo ciclo se aproximaba. Adiós a cinco minutos de sueño...Tras mirar brevemente al teniente Noel Allison crucé la habitación y me paré ante nuestro CAG-capacidad de maniobra media, velocidad de reacción alta, caños de medio y largo alcance, esas máquinas son los hermanos mayores de los raider...

Al principio me sentí confundido por la escasez de pilotos en la sala, mi mente se encontraba concentrada en la siguiente salida que realizarían y en como interceptarían aquel nuevo enemigo, estaba concentrado de tal manera en exponer mis conclusiones que no caí en la cuenta que la mayoría de los pilotos estarían descansando, aprovechando al máximo el escaso tiempo de que disponían, tendría que esperar al discurso.

Antes de poder avanzar más de tres pasos la teniente Valerii dejó su conversación y fue a mi encuentro, allí estaba el informe que había pedido, todos mis temores se fueron haciendo realidad mientras lo hojeaba y escuchaba las palabras de "Boomer", aquel nuevo caza les plantearía serios problemas a sus ligeros viper, aun no habían logrado superar la carencia de sistemas informáticos en los Mark VII y pese a que los hombres habían logrado manejar con soltura sus aeronaves con las mínimas ayudas electrónicas, aun notaban aquella falta. Los cyclon podían disponer de todos los instrumentos y desarrollos tecnológicos mientras nosotros nos veíamos obligados a volver a las eras oscuras, a la honda y la piedra. Era como las leyendas de David contra Goliat.- Buen trabajo teniente, esa maniobrabilidad media es su punto débil y seguro que encontramos la forma de aprovecharlo. Puede descansar.

Aquel podía ser un buen momento para comentar la situación, al parecer tensa e incómoda, con su compañero el teniente Cuartararo, pero mejor antes estar completamente solos. - Teniente Allison necesito que vayas a ver al doctor Cottle, entregale este informe y si es posible que venga alguno de sus ayudantes. Pidale también un resumen del estado de los hombres que se encuentran de baja.

Imitando a la Teniente Valerii, Noel Allison, superviviente de la estrella de combate Triton, se había apresurado a cuadrarse ante la presencia del capitán Apolo. Parado en un segundo plano y con la mirada perdida esperó a que éste reconociese su presencia y ante sus órdenes asintió con prontitud.

-Lo haré inmediatamente, capitán-contestó alargando una mano para coger el informe que le tendía el CAG. Parpadeando varias veces vaciló unos segundos antes de hablar-¿puedo preguntar para qué se requiere a uno de sus ayudantes?-inseguro de si había sido muy osado o no-el doctor Cottle querrá saberlo y quiero estar seguro de qué contestarle

INFORME DE HEAVY RAIDER

CYLON HEAVY RAIDER

35 x 11 x 10 feet

Capacidad de maniobra media

Armadura del casco 10 sobre 12

Velocidad de reacción alta.

Armamento: 2 cañones automático de combate medios y 12 misiles de largo alcance de tamaño medio

Capacidad para 12 pasajeros

Tripulación no viva.

Por un momento sentí la tentación de responder que el informe era bastante claro al respecto sobre la necesidad de la presencia de uno de los ayudantes del doctor Cottle, sin embargo no había motivo para que no supieran el resto de pilotos cual sería el cometido de éste, como mucho habría podido retrasar las ordenes cinco minutos de manera que no era necesario ocultarlo. - Quiero que me ayude a realizar un horario con los pilotos para el suministro de estimulantes. La orden viene del comandante.- Dicho esto esperé que el teniente Allison saliera de la sala para poder dirigirme nuevamente a "Boomer".

Dándose cuenta de que la pregunta había sido mal recibida,  Narcho asintió varias veces con la cabeza.

-Por supuesto...a sus órdenes Capitán-tras cuadrarse ante ti y un leve cabeceo en dirección a Boomer el teniente abandonó la sala a paso vivo.  El silencio os envolvió cuando la puerta se cerró tras de él y el contenido del informe pendió entre los dos, inquietante.

Recogí el informe y lo hojeé confirmando mis preocupaciones, aquellas nuevas aeronaves les causarían serios problemas y debería desviar parte de sus fuerzas a derribar aquellos bombarderos, esperaba que no aparecieran más de uno pues entonces si que se encontrarían en verdaderos problemas. En unos minutos tendría tiempo de discutir sobre las estrategias y movimientos a realizar en el siguiente combate, ahora que se encontraba a solas con Boomer debía solucionar otros problemas.

Con un gesto de la mano la invité a sentarse en una de las sillas mientras yo me apoyaba en una de las mesas frente a ella. - Teniente creo que tiene un problema con su nuevo compañero y eso me preocupa.- Lo mejor era ser directo, no disponían de tiempo como para andarse por las ramas y por lo que conocía a la teniente Valerii sabía que lo mejor era decir las cosas claras con ella. Antes de que hablara o se sintiera incómoda levanté una mano para continuar. - También hablaré con el teniente Cuartararo, pero deben ser ustedes quienes soluciones sus diferencias, al menos espero que estas no les influyan cuando estemos ahí fuera. Si luego deciden no hablarse no es mi problema aunque me parezca estúpido.- Algunos podían pensar que aquellos temas resultaban nimios en la situación en que se encontraban, sin embargo necesitaba a todos mis pilotos centrados y a ser posible que convivieran sin problemas entre ellos para que confiaran en el grupo, lo que no podía era permitir que el ambiente se deteriorara.

Así que nos van a dar estimulantes...pensé mientras mis ojos se clavaban en la puerta recién cerrada por la que había salido Allison. Al estar menos cansada que la mayoría realmente no me había dado cuenta de lo mal que estaba la situación y la revelación me sorprendió. Tendré que tomármelos, aunque no creo que los necesite...el contraste entre mi situación y la del resto de mis compañeros me inquietó interiormente. En todo el tiempo que llevaba alistada en la flota nunca habíamos sido llevados tan al límite y por tanto no me había percatado de ello antes, pero cada vez tenía más claro que era más resistente que la mayoría. Mi ceño se frunció aún más cuando bajé la mirada al suelo buscando una posible explicación. ¿Por qué...?

Cita :
Teniente creo que tiene un problema con su nuevo compañero y eso me preocupa.

Las palabras de Apolo me trajeron de vuelta a la realidad y durante unos segundos parpadeé desorientada sin entender muy bien de qué demonios me estaba hablando. Cuartararo...ante la mención del nombre no pude evitar hacer una mueca y rebullí incómoda. Nunca hubiera imaginado que mi desagrado por él fuese tan evidente y el hecho de que me reprendiesen por ello me hizo bullir de rabia. Con su actitud mira lo que ha logrado...Dándome cuenta de que el CAG esperaba algún tipo de respuesta me puse firme y asentí.

-Con el debido respeto, capitán, el hecho de que no esté muy contenta con mi nuevo ECO no quiere decir que no cumpla con mi trabajo-dije en tono serio y con gran dificultad para contener mi mal genio.

No pude evitar esbozar una media sonrisa ante las palabras de Boomer, sabía de su fuerte carácter que mostraba en aquellos momentos, era una característica que me agradaba aunque en algunos momento resultara un tanto incomoda. Hablaba de realizar su trabajo, no dudaba de aquello sin embargo en la situación en que se encontraban se trataba de ir mucho más lejos, de llegar hasta el límite y en esos momentos la necesidad de alguien en quien apoyarse sería vital. De alguna manera aquella situación terminaría por afectarles e interferir en sus acciones y no estaba dispuesto a que aquello sucediera. - En ningún momento he dicho que no realizara su trabajo teniente, en tal caso la habría recriminado de otra manera. Si no quiere entender mis palabras entonces resulta que es más cabezota de lo que pensaba.- Mi tono fue volviéndose más serio lentamente, le daba la sensación de estar regañando a una adolescente.

- ¿Cuál es su problema con el teniente Cuartararo?- Necesitaba saber que había sucedido para que aquellos dos hubieran decidido llevarse como el gato y el perro, estaba claro que algo tendría que ver la perdida de Helo, a él también le dolía haberle dejado atrás, pero había sido su decisión y el teniente no tenía la culpa de aquel hecho ni estaba allí para sustituirle como persona.

La pregunta de Apolo me hizo vacilar ya que de repente me di cuenta de que no sabía qué contestar. El ataque Cylon, la pérdida de Helo, la puesta en peligro de lo que consideraba mi hogar, el tambaleo de los cimientos sobre los que se asentaba mi vida, la constante tensión que el inminente ataque de las tostadoras nos hacía sentir...todo había sucedido tan rápido que, a decir verdad, no había tenido tiempo para pensar sobre ello. Con aquella sencilla pregunta el capitán me hizo meditar, cuestionarme las razones de mi comportamiento...y entonces me di cuenta de que, una vez más, me había dejado arrastrar por mis emociones. ¿Qué es lo que realmente me pasa con Crashdown? me pregunté a mí misma.

-Que no es Helo...-murmuré sorprendida por la revelación. Dándome cuenta de que había hablado en voz alta levanté la cabeza y miré al capitán a los ojos insegura. Ahora me daba cuenta de lo tremendamente injusta que había sido con Crashdown. El no era mi antiguo ECO, cierto, pero no por ello tenía que convertir su vida en un infierno. Sintiéndome avergonzada por lo irracional de mis acciones carraspeé incómoda y enlace las manos detrás de la espalda en posición de descanso al tiempo que erguía la cabeza con orgullo. Reconocería mi error. No era tan tonta como para no hacerlo-Lamento lo sucedido, capitán. Creo que había perdido la perspectiva en todo este asunto pero ahora que la he recuperado aclararé las cosas con el teniente Cuartararo-seguía sin aguantarle pero algo me decía que, si le daba una segunda oportunidad al ECO, a lo mejor no resultaba ser tan mal compañero  como pensaba y éso no significaría que estuviese traicionando a Helo ni nada por el estilo.