Partida Rol por web

Mahir regresa al campamento.

Los demás están atendiendo a Zobaru, que ya está consciente.

¿Que era lo que nos atacaba? no conozco mucho del mundo fuera de mi domicilio.

Zobaru dijo Mahir visiblemente malhumorado ¿Que te hizo salir detras  de esaos demonios sin avisar al resto? Eres un insensato y nos has puesto en grave peligro al resto. Estamos en una zona peligrosa. No podemos tener descuidos así. Pero no quiero juzgarte antes de darte la oportunidad de hablar. Dime ¿Que ocurrió?

Zobaru se incorpora, no sin cierta dificultad. 

- Pues escuché un ruido, al que no le di importancia, un murmullo traido por el viento, o algo así. Entonces ya estuve alerta, pero no me moví del sitio. Cuando escuché algo que parecía el llanto de un recién nacido y una mujer que corría con el bebé en brazos. La perseguía algo, pero no logré distinguir el qué. Desperté a mi hermano para que me vigilara mientras iba en ayuda de la pobre mujer y me encontré una cinta de seda.- Aún la tenía donde la había guardado, bien.- Cuando quise buscar el rastro ya no recuerdo nada más. 

Has sido presa de una ilusión, un engaño. maldijo Mahir. Si vuelves a hacer una estupidez así, te doy mi palabra que os abandonaré en mitad del desierto. No durareis ni un día solos.

Estoy convencido de que esas mujeres-demonios nos han seguido y que han aprovechado que descansabamos para atacarnos. He visto más allá un edificio negro. Puede que sea su guarida. No lo se, ni voy a comprobarlo.

Puede que nos sigan si no han obtenido todo lo que buscaban se volvió hacia el gordo de Ekurzakir asi que quizas deberiamos acelerar el ritmo. ¿Creeis que sereis capaces?

Ekurzakir abrió poco a poco los ojos. No se había enterado de nada de lo que había pasado. Dormía profundamente estuviera donde estuviera. Al enterarse de lo sucedido su gesto cambio y se puso muy nervioso.

¡QUE SEA LA ÚLTIMA VEZ QUE ALGUIEN TOMA INICIATIVAS PROPIAS! Os prometo que al que se le ocurra, le ato y le dejo aquí en medio para que tarde en morir lo que su cuerpo aguante. Que no se os olvide que aquí mando yo, y, por su experiencia, es Mahir quien nos debe decir qué hacer. Así que el resto, ver, callar y actuar cuando se os lo pida. Punto.

Vamos.- fue hacia su montura.- Reiniciamos la marcha ahora mismo.

Bien. Entonces continuemos. dijo el hombre chacal mirando hacia el cielo. El sol ya había dejado su lugar en lo más alto y el calor había descendido ligeramente. Aún nos resta bastante camino. Desmontemos el campamento. Hay que aligera el peso de los camellos. Alguno de estos animales es demasiado viejo para esa carga. la seguridad de las palabras del explorador hacian pensar que parecía que Mahir ya había reparado en ese tipo de detalles antes de partir y que ahora simplemente los señalaba

Zobaru ¿Te encuentras bien? ¿Podrás seguir el ritmo? preguntó al Mushkenu

-Si, podré continuar la marcha, por suerte no tengo ninguna herida de gravedad. 

Zobaru se incorporó no sin cierta dificultad, luego se mojó la cara para despejarse e hizo una seña, dejando claro que estaba preparado para lo que se viniera por delante. 

Mahir os hace llevar un ritmo enloquecedor, forzando la marcha y no dejándoos descansar. No parece mala idea abandonar este maldito desierto cuanto antes...

Visiblemente agotada al pequeña mujer reflejaba y acusaba el esfuerzo  de la dura marcha impuesta por el veloz guía.

La dura marcha no es problema para los fornidos cuerpos de los dos soldados y el guía... pero no puede decirse lo mismo de la delicada concubina y el acomodado eunuco. El viaje les pasa factura.

Cambiamos de escena.