Salid de vuestro escondrijo ordenó Mahir Salid y no os haré daño. las palabras brotaban de su garganta con el torrente de la verdad. Una de sus dagas arrojadizas se escurrió hasta llegar a su mano. Allí permaneció refugiada en el puño del hombre chacal. Su mirada se volvió dura. No quería que quedara ninguna duda de que no iba a temblar por matar a unas cuantas mujeres en mitad del desierto. Despues de todo no sería la primera vez.
-¿Habéis visto algo vosotros? Pregunta a sus compañeros la pequeña Ushkanni buscando entre los pliegues de la túnica su pequeño y enjoyado estilete regalo de uno de los guardias del Ensi para el viaje y acercando su camello al de los dos guardias mercenarios, ella sabia bien que ocurría con las caravanas atacadas por los desesperados esclavistas.
No contestan. De hecho, se han escondido por completo tras la piedra y ya no las veis.
Podría ser una trampa suspiró Mahir Es mejor que volvamos sobre nuestros pasos sin dar opcion a responder a Ekurzakir caminó hacia donde estaban los demás. Aquel encuentro le llenaba de desconfianza. Durante el resto del viaje debería estar más atento y vigilante.
Sí, está claro que algo raro hay. Tú eres el que tiene más experiencia en estos temas. Ekurzakir siguió a Mahir y volvió sobre sus pasos.
Pasado un tiempo, Ekurzakir y Mahir vuelven a reunirse con el resto, que les esperaban montados en sus camellos.
- Llegó un momento en el que incluso temí por vosotros, sonríe al Hombre chacal y al enorme Eunuco, ¿Ocurria algo ahí delante? pregunta avanzando hacía la dirección de donde vienen sus compañeros de viaje y separandose de la proximidad del Camello de Zobaru.
Solo eran unas mujeres respondió Mahir con aire seco y distante. A partir de ahora debemos estar alerta. Extremaremos las precauciones. Puede que solo sean unas pocas putas, unas esclavas o puede que todo sea una trampa.
Es hora de marcharse de aquí.
El viento zozobraba contra el rostro del arquero y se cubrió con la mano los ojos. Un tirador cegado por la arena se convertía más en un peligro que en una ayuda. A las palabras del hombre chacal se despertó su interés, como activado por un resorte. Fue a abrir la boca para decir algo del tipo "no podemos dejarlas abandonadas en mitad del desierto", pero una rápida mirada de su hermano le quitó la idea de la boca.
Con gesto abatido, y acomodándose lo mejor posible en la silla, para calmar su hinchazón testicular, continuó el camino.
- Oh Ushkanni, si tu quisieras y yo me dejara. Y bien sabes que yo me dejo...
guarda tu arco, maldita sea. Aun así, no bajéis la guardia.
¿Soy el único que ve algo sin sentido? xDDD
Tras este pequeño incidente seguís avanzando por el desierto. Parece que Mahir apremia el paso más de lo habitual, por lo que el viaje se os hace aún más cansado.
Se acerca el momento más caluroso del día, el mediodía, y es hora de descansar. Siguiendo los consejos de vuestro guía Uridimmu disponéis las tiendas, y os preparáis para resguardaros del inclemente sol.
¿Montaréis algún tipo de guardia?
Id acomodandoos dijo al resto Iré a echar un primer vistazo Mahir se alejó siguiendo el camino que habían recorrido. Durante todo el camino había estado muy callado y desde luego parecía muy preocupado por el encuentro anterior. No dejaba de lanzar miradas perdidas en el horizonte que iban dejando atrás conforme avanzaban.
Compruebo que nadie no está siguiendo
- Por fin, exclama la dolorida mujer mientras se estira perezosamente para mitigar los dolores de la travesía, Haré té ¿Quereis? pregunta al resto de sus compañeros mientras empieza a preparar el tentenpie que los mantendrá despiertos en estas horas.
Mantengo el puñal cerca.
- Por fin, no aguanto más estar subido en este bicho.- se gira y da unas palmadas en la testuz del dromedario.- No te ofendas amigo, pero hasta tu estás contento de librarte de la carga.
Fue preparando el parapeto para la tienda para poder tener algo de refugio por si se torcía la noche.
- Ah, pues yo si que aceptaré gustoso una taza de té, muchas gracias.- añadió sonriendo.
No os preocupeis, mantiene cerca el puñal por si me acerco yo, pero para eso le vendría mejor unas tijeras xD
Kushar ¿Y si me la sujetas tu que estas más fuerte? xDDDDD
Ekurzakir estaba pensativo. No hacía nada que habían salido y ya habían tenido lo que parecía ser un extraño encuentro. Se sentó en una de las tiendas y esperó a que volviera Mahir.
Sí, gracias, me vendría bien un té a mi también.
Entonces, ¿hoy no dormís? Aunque es mediodía, lo habitual en el desierto (y lo que hicísteis ayer) es dormir. Aunque no siempre se atraviesa un territorio tan "especial", eso es cierto...
Mahir se va a echar una buena siesta
Yo hago la primera guardia y asi que los demás aprovechen a dormir. Luego yo me duermo y aqui mi colega hará la segunda.
Espero que haya sido de vuestro agrado, sonrie la mujer mientras recoje los pertrechos y deja todo preparado para la partida. me retiraré a descansar un poco este calor es infernal.
¿Las mujeres hacen guardias? XD