Partida Rol por web

Kushar no perdía ojo a los contertulios.

Aunque no era ducho en palabras y no eran un tema que le importasen, sí que sabía de las personas y los gestos que delataban sus emociones, como si pensaban sacar un cuchillo de repente o huir a la mínima oportunidad. Habilidad que le había salvado la vida en varias ocasiones.

Zobaru dedicó un vistazo rápido a lo que era el nuevo hombre chacal, pero viendo que no le era interesante se pudo a ver como el Fary hacía el pino sobre un camello que bailaba un tango con un cocodrilo. 

Os percatáis de que el Uridimmu que acaba de llegar, Hazim, mira intensamente a vuestro guía, Mahir. De hecho, éste le devuelve la mirada, llena de odio.

Amigo Ekurzakir, veo que habeisss traido las alforjas bien llenasss...

Dice Ashraf mientras observa antentamente vuestros camellos.

...y una hermosa esssclava, aunque algo entrada en años.

Proclama mientras observa a Ushkanni.

Essspero que sssean sssuficiente para la ganar la puja por la hermosssa mujer que tengo para vosss. Ya la veréisss, esss preciosssa.

- Esperaba que nuestra amistad fuera precio suficiente. - Ekurzakir realizo una reverencia, sonriendo amistosamente con su broma, y siguió hablando sin esperar respuesta. - Y por supuesto la..., gratitud, de su alteza real, el poderoso Enshakushanna, Rey Brujo de Uruk tampoco es nada desdeñable. Él mismo esta muy interesado en vuestra joven tras oir de mi voz la descripcion que me disteis. Y dudo que este complacido de cualquier cosa que no sea un éxito en mi empresa. Pero descuidad, las alforjas deberian estar suficientemente llenas. O supongo que eso es lo que nos..., complacería a ambos. Pero preferiría que vuestros rápidos ojos evitasen la carne de nuestra querida Ushkanni, desgraciadamente para la mayoría de los hombres, no se encuentra a la venta.

La mentira salio de la boca del eunuco con facilidad. Llevaba varios segundos estudiando una forma de volcar la balanza a su favor. Ante los nuevos acontecimientos, y la repentina muestra de odio entre los dos Uridummi, decidió arriesgarse con una ligera amenaza implícita en sus palabras. Esperaba haber sido suficientemente convincente y que ir en nombre del propio Rey Brujo causara suficiente impresión para dormir tranquilos. Puede que incluso se corriera el rumor y parte del dinero que pensaba gastar quedase en las arcas... de Ekurzakir...

¿Amissstad? Ah, ya entiendo, debeisss estar bromeando, amigo.

Precisssamente sssería un insssulto a nuestra amissstad el venderte a la muchacha por menosss de lo que vale. Jamásss haría un desssprecio así a un amigo. En cuanto a Enssshakussshanna, sssu aprecio no podría importarme menosss. Essspero que no osss ofenda mi afirmación...

Por cierto, vigilad a vuestrosss acompañantesss, parece que uno de ellosss essstá interesssado en la esssclava que no essstá a la venta. Puedo olerlo.

Mientras Ashraf habla vuestra atención se ve atraída por una enorme nube de polvo, que se acerca desde el norte.

Vaya, parece que ssse acerca el otro pujador...

Tras una enorme sonrisa y una mayor reverencia el eunuco se divide a partes iguales entre decepción y divertimento, las cosas se ponen interesantes, aunque hubiese preferido un atisbo de duda en el comerciante Uridimmu.
 

- Desde luego que no me ofendéis, no soy más que un humilde siervo de mi señor. Y cada hombre es libre de decidir que aprecio le importa y cual no. Curiosamente, los he conocido que incluso eligen la muerte a la vida. Imaginaos.

- Estoy deseando conocer al otro pujador.- El eunuco casi susurra sus últimas palabras. Ekurzakir espera que, al decir "el otro pujador" no tenga que competir más que con uno. Se queda mirando la nube de polvo que se acerca tan solo un instante, y restándole cualquier importancia, hace un gesto hacia el segundo Uridimmu, Hazim. - Cuando gustéis.

La pequeña mujer no quita ojo del asombroso hombre chacal intentando disimular la afrenta que consciente o inconscientemente le ha hecho el perro de las arenas, pero si toma nota del desasosiego que le produce a Mahir la presencia de este ser llegado a la negociación. Tras lo cual se retira en pos del guía buscando algún sitio donde descansar y aposentar sus doloridos huesos para entablar conversación con el.

Sin importarle lo más mínimo la negociación ni los cruces interpersonales, mientras no llevasen incluidos acero, Kushar se dedicaba a observar la escena a su alrededor.

Cuando escuchó que se acercaba un nuevo pujador, se acercó un par de pasos a Ekurzakir, en actitud protectora, y trató de distinguir algo entre las nubes de polvo y arena.

Veis como, poco a poco, la nube de polvo se transforma en varias figuras a caballo. Por lo menos 10. Parecen una banda de saqueadores, posiblemente Cimmerios, y a su cabeza podéis ver a uno especialmente grande, dotado de un imponente físico y vistiendo la piel de un enorme animal. Luce una sonrisa de superioridad y satisfacción especialmente impactante, y de alguna manera consigue cabalgar manteniendo los brazos cruzados. Irradia carisma y, la verdad sea dicha, es bastante atractivo.

¡Alegraos, habitantes de este pequeño poblado, porque tenéis el privilegio de poder ver de cerca a Shavleg el magnífico: azote de bestias, terror de las caravanas y vencedor en mil batallas!

El enorme Cimmerio detine su caballo en frente de vosotros y mira a su alrededor...

Es decir, ¡yo!

Proclama a voz en grito mientras se golpea el pecho con fuerza.

Tras esto, baja de su caballo de un salto y se acerca hacia vosotros. Parece que va a dirigirse hacia Ashraf, pero pasa de largo... Probablemente se quiera acerca a Ekurzakir, obvio líder de vuestra expedición, para saludarle, pero pasa de largo...

No, se dirige hacia Ushkanni, ante la que se inclina.

Parecéis cansada, hermosa mujer, el viaje habrá sido duro. Os ayudaré.

Sin embargo, instantes después de pronunciar esta frase Shavleg agita la cabeza con fuerza, como si se acabara de dar cuenta de algo muy importante. Entonces se gira hasta Ashraf y le dice, gritando:

¡Maldito chacal, si crees que esta mujer, aunque hermosa (Shavleg guiña un ojo a Ushkanni) me distraerá de la belleza de piel blanca, mi AMOR VERDADERO, te equivocas de pleno! ¡Taimado comerciante! ¡No me engañarás! ¡Jajajajajaja!

Una flecha ya jugueteaba en la mano del arquero cuando apareció la columna, y la misma flecha se puso en el arco cuando el bravucón se bajaba de su montura y se acercó a su dama

- Yo la vi antes florecilla

Se acerco a Kushar a susurrarle algo al oido y luego no apartó la vista del desconocido y de su compañía. No parecían propensos a querer problemas, pero nunca se sabe.

Ekurzakir no se permitió otra mueca más que una sonrisa en todo momento, aunque otros muchos sentimientos eran los que lo embargaban. Aparentó tomarse el espectáculo con Ushkanni como una broma agradable. Echó un último vistazo a los otros nueve jinetes que acompañaban al tal Shavleg antes de hablar.

- Os saludo, Shavleg. Aunque venimos de tierras lejanas estoy bastante convencido de haber escuchado historias de vos. Aún así me veo en la obligación de deciros que la joven que embarga vuestros sentidos viaja conmigo en realidad,el comerciante, aunque no os niego si taimado o no, nada tiene que ver con ella. Permitidme que me presente. Mi nombre es Ekurzakir, modesto líder de este grupo. Venimos en nombre del mismísimo Rey brujo de Uruk, Enshakushanna. La hermosa mujer a la que habéis ofrecido ayuda se llama Ushkanni.

El eunuco mantuvo un tono cortés, y mantuvo la inclinación al saludarlo el suficiente tiempo como para evitar posibles malinterpretaciones.

Shevlag ignora por completo a Zobaru y su flecha, con una sinceridad tal que de verdad parece como si no lo viera. Si dedica, sin embargo, una mirada de aprobación al imponente físico, parecido al suyo, de Zobaru.

El enorme Cimmerio se gira hacia Ekurzakir y, mirándole desde arriba, le dice:

¡¡En ese caso lo siento mucho, porque hace una semana saqueé la ciudad de Uruk, matando a su Rey Brujo en combate singular!!

Profunda sonrisa.

Guiño a Ushkanni.

Barbilla alzada.

Debo reconocer que era un gran guerrero, y que las murallas de la ciudad eran altas, ¡¡¡pero nadie puede imponerse al INVENCIBLE SHAVLEG, azote de... de sus enemigos!!!

Shavleg se gira hacia Ashraf y dice:

De hecho, he traído todas las riquezas que he saqueado de Uruk para poder comprar a la chica de piel blanco... Aunque no sé por qué debería hacerlo, ya que es mía por derecho y ELLA ME AMA, pero tampoco necesito estas joyas para nada...

Shavleg mete la mano en uno de los sacos que cuelgan de su caballo y saca un par de collares enjoyados. Sin duda muy caros.

De hecho, ¿quéreis que os cuente cómo salvé a la hermosa mujer de una muerte segura? ¡¡FUE ÉPICO!!

Profunda sonrisa.

Guiño a Ushkanni.

Barbilla alzada...

Uskhanni que en un principio se siente halagada por las palabras del gigantesco Cimmerio es incapaz de creerse las últimas peroratas del Gigante que parece intentar Intimidar al Gigantesco Eunuco teniendo que reprimir una agría muesca de enfado y amargor, ¿Realmente sucedió así? cuentame pues me encantan las historias, sobre todo las de valientes hombres que combaten a muerte por la gloria. Incita al Guerrero mientras observa atentamente su reacción, acercandose y acomodandose en su regazo, ¿Realmente saqueaste Uruk, para un par de collares? Cuentan las gentes que en el Palacio del Ensi hay columnas de Oro y Marfil y que las puertas de la casa de eunucos son de Oro y extrañas maderas negras traídas de las lejanas tierras del Sur sonríe mientras continua preguntandole con insinuantes movimientos alrededor sel enorme pecho sus leves caricias harían perder la cabeza a más de un hombre, a fin de cuentas sobrevivir en un harem no es únicamente cosa de ser bonita.