Partida Rol por web

Se escuchan las risitas de pepe por lo bajo, mientras ustedes hablan, al parecer su extraña conversacion lo diviertge bastante.

Mientras tanto las calles siguen pasando... hace ya unos 3 minutos que estan en camino, no saben cuanto mas faltara para la tienda de ropa.

- Piensen lo que se les cante, pero con esos tipos solo vale la fuerza, de palabra o de puño. Eso estará por verse según como pinten las cosas esta noche... - Concluyó el psicópata mientras miraba por una ventanilla impaciente por llegar de una buena vez al antro anarquista. El criado de sus captores era un conductor mediocre en el mejor de los casos, y en el peor un cobarde. Pero no podía esperar más de los jefes, luego del incidente con aquellos dos payasos que habían enviado para asesinarle.

La vampiresa se había limitado a quedarse en el rincón más osucro de la camioneta, con las piernas y los brazos cruzados de forma elegante. No miraba a nadie en concreto, ni parecía estar escuchando. Lo cierto era que únicamente tenía la cabeza la imagen de Alexander. Su Sire, su amado, estaba en peligro y de ella dependía su supervivencia. Aquellos desgraciados de lenguaje vulgar los habían capturado y ahora usaban la burda excusa de traición para utilizarlos a su antojo. Alexander no era ningún traidor. Algo así se lo hubiese contado a ella... ¿no? ¿O es que acaso ya no confiaba en Michaella? No, seguramente, no le habría dicho nada para no ponerla en peligro. Pero, ¿desde cuando estaba interesado en politica? Alexander siempre se había mantenido neutral, nunca había entrado en el juego de la Camarilla y mucho menos se le habría ocurrido jugar en el bando contrario. ¿Por qué ahora se metía hasta el cuello en aquel juego peligroso? "Idiota. ¿No tenías suficiente con lo que teníamos..." pensó con amargura.

El traqueteo la irritaba, y la verborrea de los demás vástagos también. Nunca se había relacionado más de lo necesario con otros cainitas, y la verdad, desconocía qué tipo de habilidades poseía cada uno. Sabía que eran diferentes de un vástago a otro, pero no sabía nada acerca de sus naturalezas. Tenía a un médico Tremere, a una vulgar Brujah, a un irritante y sabelotodo Toreador, un sanguinario Malkavian, un perro Gangrel y a un Nosferatu al que le costaba entender. Evidentemente, ninguno tenía ganas de relacionarse con nadie, y mucho menos ella tenía ganas de abrir una conversación. Pero su Sire le había enseñado algo, y es que había que tener amigos hasta en el infierno, porque nunca sabes en qué tipo de agujeros te vas a meter. Sabía que empezar a hacerse la simpática iba a levantar sospechas, pero tenía que ser ligeramente más sútil. 

- Por sí solos, nosotros mismos ya destacamos en un lugar en el que nadie nos ha visto jamás. Yo soy extranjera y no me defiendo del todo bien con vuestro... "exclusivo" idioma, y ante eso no tengo ningún truco, salvo hablar rematadamente mal... - el castellano que ella conocía era demasiado exquisito como para aguantar los crímenes al lenguaje que estos tipos estaban haciendo cada vez que habrían la boca. - ¿Cómo es el lugar? ¿Un sitio para pijos o dónde se junta la gente normal? Dependiendo de eso, habrá que comprar un tipo de ropa u otra... vete haciendo a la idea de que a lo mejor vas a tener que ponerte un chándal - le comentó al Toreador con una sonrisa torcida.

La mera imagen del elegante vástago vistiendo un chandal barato como los que suelo usar yo en color negro es . . . ridícula. Pero merecerá la pena haber llegado hasta aquí si puedo ver eso. Si además pudiera tomarle una fotografía y hacerla correr por el submundo . . . ¡JA!

Ha, ha, ha. No 'ooedo i'ahinarle con oon chandl. Ha, ha. ¿Quieress el 'ío? Ha, ha, ha.

Tras reírme tan a gusto como hacía tiempo recompongo la capucha sobre mi cara. No queremos llamar la atención a nadie que pueda pasear en la noche bonaerense ¿verdad?

Natalia sonreía.

- No creo que un chandal sea lo que tengan que usar para juntarse con un grupo de anarquistas - dijo, mirando a Michaella - Podrías ir desnudo y daría igual, siempre y cuando supieras lo que estás haciendo. Si sos extranjera y no entendés lo que se habla, no tenés más que preguntar. Mientras no te largues con un coger en el lugar equivocado, a lo sumo vas a tener levante.

Luego miró al resto. Se empeñaban en aferrarse a sus nombres como si aquello fuera a darle a los otros un poder inusitado sobre sus existencias. Individualistas, tanteadores profesionales del terreno, expertos en la supervivencia, genuinos indiferentes. Natalia miró al cielorraso de la camioneta, que iba dando tumbos conducida a demasiada poca velocidad, y negó. Su sugerencia había caído en la nada, pero era algo esperable, y algo en lo que no iba a entrar de nuevo. Quizás fuera lo mejor. Al fin de cuentas, sabía que todos esperaban llegar, golpear y salir, de modo de acelerar las cosas para matar o morir y resolver con rapidez aquella situación sin volver a verse las caras nunca más. Incluso, siendo que nunca más para ellos significaba tanto tiempo.

- ¿A dónde queda este lugar, Pepe? - preguntó, mirando al conductor a través del espejo retrovisor. Tanta indirecta podía destruir las pocas neuronas que parecían quedar intactas en la mayoría de sus compañeros - Contanos algo que sepas, si es que sabés algo. La dirección, la gente, cualquier cosa, así podemos pensar algo desde antes y tratar de no ir con el puño si se puede ir con la lengua - Natalia sonrió - Al fin de cuentas, que nos hables le sirve a todo el mundo: tus jefes quieren que tengamos éxito.

Pepe sin sacar la vista de la calle contesta Pepe no sabe mucho, Pepe es solo un simple Ghoul del maestro Florencio. Se encoje un poco de hombros despues de decir esto el lugar para comprar ropa queda aca cerquita, el otro por el barrio de Liniers.

por un momento muestra una sonrisa Pero Pepe conoce a alguien que sabe cosas, un nosferatu, no vive muy lejos, podemos ir a verlo si ustedes quieren. Parecia que el no poder serles de ayuda le molestaba.

¿Ir a ver a un Nosferatu? Por supuesto, así los rumores crecerán y se extenderán como un fuego en el seco bosque veraniego. Y esta vez no seré un mudo espectador de los rumores, seré el rumor, sabré más en algunas cosas y mucho menos en otras. Pero si vamos a ver a un cotilla local seguro que algo descubrimos.

Ssí, 'a'os a 'er al nosheratu.

-Debo decir que la indumentaria muchas veces refleja el gusto de cada persona, pero muchas veces más importante es la gracia con la que se luce...mirando de arriba a abajo la postura de Michaella devolviendole una torva sonrisa. -Ahora, preferiría morir siete veces a usar uno de tus mugrosos chandals.

Luego escucha las palabras de Pepe...

Perfecto, tendré que rodearme de la gracia de otro bicho espantoso...y emite un suspiro de resignación. Al fin y al cabo, eso era mejor que nada, sabía que estaban parados en un punto ciego donde cualquier cosa podría de ayuda o no...pero poco parecían tener que perder con eso, aunque la mera imagen de un asqueroso como el que estaba en el auto lo repugnaba hasta las nauseas...

Natalia miró al cielorraso, y luego a la ventanilla.

- Si hablan un poco más, creo que hasta se van a poner de acuerdo y todo - comentó, volviendo la atención al interior de la camioneta. Sonrió - Si creen que la visita al Nosferatu será productiva, como claramente él lo cree - señaló a Yadiel sin necesitar apuntarle con el dedo - Estoy de acuerdo. No, eso no quiere decir que no vayamos por la ropa - atajó, antes que a Hansel o a Gretel se les ocurriera chillar por la falta de presentabilidad. Como si eso fuera a servir con un Nosferatu o un anarquista, ni siquiera servía con el total de la Camarilla... - Podemos hacer las dos escalas. Si Pepe nos ha dado esta información, es claro que a sus jefes no les ha preocupado que la supiéramos.

Miró a Ángel.

- ¿Vos qué decís, Violencia?

- Boludeces, con los anarcas hay que ir de frente mostrando los dientes y hacérselas comer aunque sea a las trompadas. Ahí entra la violencia, como se les cante... - Respondío claramente fastidiado el malkavian por las posibles escalas y demás dilaciones. Luego de decir eso se giró hacia la ventanilla trasera del vehiculo donde podía ver las lúgubres calles de Buenos Aires perdiendose en la noche.

Al cabo de un rato comenzó a llamarle poderosamente la atención el hecho de que un individuo de negro estuviera siempre parado en cada esquina, como si le hubieran clonado o tuviera una velocidad fuera de serie para moverse . No pudo reconocer exactas facciones en aquél extraño personaje, solo sus ojos se delataban con un fulgor de ambar sobrenatural y aterrador.

Supo finalmente que las cosas andaban mal cuando aún al cerrar sus ojos para escapar de aquella terrible mirada la visión no se detenía. Por el contrario, el hombre en penumbras corría entonces detrás de la furgoneta como intentando darle alcance, y con gran eficacia para peor.

Esa fue la gota que rebalsó el vaso: Desesperado, Ängel comenzó a dar cabezazos contra el marco de la ventanilla para borrar de su cerebro aquella ilusión demencial. Los golpes efectivamente hacían desaparecer al oscuro sujeto, pero este volvía empecinadamente en cada intervalo. Parecía no haber escapatoria...

- ¡¡¡FUERAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!- Un último frentazo vino a detener el brutal alarido del malkavian, dejándolo temporalmente fuera de combate pero libre de aquella inquietante y nefasta presencia.

Desde mi puesto atrás escucho la breve conversación hasta que el hijo de Malkav decide llamar la atención. Nunca había estado tan cerca de uno que mostrara tantos signos de desequilibrio, es . . . interesante. ¿Tendrá algo que ver con su bestia?

Le miro mientras se golpea con el vehículo, seguro que a Pepe no le gusta. Parece que tiene algo dentro y quiere expulsarlo, me pregunto si este método le funciona. Cuando se detiene el loco simplemente cabeceo y vuelvo a lo mío, a mirar por la ventanilla trasera.

Tsk, tsk. Ehte ehtá 'eor que io.

Supongo que mejor ir un poco mas informado

Digo mirando por la ventana y pensando que probablemente nos dirigimos a una mision suicida.

¿Es que nadie lo ve? ¿O es acaso que solo a mi me interesa mantenerme con vida? 

Pepe reduce un poco la velocidad y da vuelta la cabeza para verlos, se queda unos segundos con un gesto serio y luego dice Pepe nunca vio vastagos tan vuelteros como ustedes al terminar mira de reojo la calle para asegurarse de que no se lleva nada por delante y vuelve a mirar hacia atras, esta vez a Mateo que es el unico "Conciente" que se opuso a ir a ver al nosferatu. ¿Vamos o no?

-Tendré que mantener bien cerradas mis fosas nasales pero sí.. es lo único que tenemos...dice el Toreador de muy mala gana pero aceptando la afirmación del resto....

La nariz de Javier hizo una mueca extraña. Llevó su mano hacía alli y se rascó energicamente, un tanto incómodo. Su agudo olfato estaba siendo bombardeado por sensaciones demasiado heterogéneas. Aromas y olores se concentraban en aquel espacio tan cerrado irritándolo considerablemente. Un par de aromas que dulces e intensos en su momento debían haber sido, ahora solo eran una reminiscencia, que emanaba casi imperceptible del Toreador y la Ventrue seguramente. El olor rancio y en algún punto azúfreo del Nosferatu calaba hondo y lo hacía bastante insoportable, pero aún asi de ser necesario preferiría quedarse a su lado, antes que con el resto de Violencia. Decidió abrir la ventanilla para tratar de darle un alivio a su mucosa olfativa.

Aquello era demasiado extraño, juntarlos de ese modo, el tipo de misión asignada, la forma de ser de los própios vástagos... Parecía todo obra del caos, de la incoherencia total. ¿Un Príncipe demasiado idiota? ¿Una primogenitura suicida? ¿O tal vez una traición en puerta? Era obvio que quien planeó esta primer misión no quería que fuese exitosa. Mandar semejante grupo a una misión diplomática era practicamente asegurar el alzamiento de los Anarquistas... Pero eran todas conjeturas aún sin sentido. Debían esperar un poco para saberlo.

Miraba distraído por la venta, mientras pensaba. Cuando se dió cuenta notó que se frotaba el pecho. Al parecer la idea de estar sin corazón era demasiado extraña, aunque no lo usara, aunque fuese un pedazo de carne pútrido era su corazón. Estaba molesto, muy molesto...

Veamos al maestro Nosferatu. Algo nos dirá...

Natalia se mantiene mirando a Ángel, pero responde a Pepe con una sonrisa ligera.

- Y tampoco viste un grupo de vástagos tan interesante como este, ¿no?

El grupo parecía haber tomado una iniciativa, y Natalia no tiene motivos para contradecirla. Por el contrario, más que afirmar lo que ya todos habían acordado, no tiene otra cosa para decir. Aunque seguramente aquel Nosferatu no diría más de lo que la Camarilla le indicara decir, quizás por colaboración o por un precio, o incluso por diversión, podría darles algún tipo de información adicional. Ese tipo de diversión de tirar la piedra al lago y sentarse en la orilla a ver cómo se expanden las ondas, y hasta qué distancia van. Natalia se lleva el cabello hacia atrás, dejando el rostro totalmente a la vista, y luego lo suelta con suavidad.

- ¿Ya estás mejor? - pregunta hacia el Malkavian, que sigue tirado contra su lugar después de la sesión de cabezasos, y sonríe - Es mejor que estemos todos enteros si queremos hacer bien alguna cosa de estas.

Luego mira hacia el Nosferatu.

- ¿Tenés idea quién puede ser el que vive por acá?

 Sonríe de manera irónica al comentario del toreador mientras mira al hijo de malkav atentamente, y con más preocupación de la que debería permitirse aparentar.

Realmente, estos toreador... Siempre preocupados por la apariencia... Bestias intentando disfrazarse de corderos...

Sacude la cabeza, deshaciendose de sus pensamientos y mira a los demás integrantes de su grupo, analizandolos mientras los observa y habla

-Un Nosferatu siempre sabe lo que pasa... El problema es el precio que pueden pedir... En cualquier caso es mejor que nada... Pero ¿De donde conoces tú a un Nosferatu, Pepe?-

Pregunta de manera algo incisiva, su tono deja entrever una cierta sospecha y algo de recelo, normalmente los cainitas tratan con cainitas, y para Adrian, resultaba extraño que un Ghoul conociese a otro cainita que no fuera su maestro, sin embargo era mejor que nada y Adrian lo sabía, así que se limitó a preguntar y a inclinarse levemente hacia el malkavian, aún observandolo distraidamente, y trazando lineas en el aire con su dedo indice.

Hace ya un rato que Yadiel anda pensando en qué se está metiendo tan alegremente. No hay mucho donde elegir en el submundo, la mayoría pasa por su mentor pero no es el único. Si Pepe le lleva ante uno de los "otros" puede liarse una buena porque ha tenido sus más y sus menos en el pasado reciente.

Mira hacia Natalia y le responde a la vez que se encoge de hombros. Tengo una idea 'ala y otra 'eor. 'ide a tu sseñor que ssea la 'ala.

Luego de unos quince minutos de completa inconciencia, el malkavian fue retomando conocimiento del opaco mundo que volvía a rodearlo. Sus compañeros de celda seguían allí sentados, lo cuál poco le importaba a esa altura. No pudo distinguir con certeza el rostro de ninguno de ellos, todo se le presentaba demasiado borroso y apenas si notaba las siluetas amontonadas en esa chatarra que conducía el descerebrado ghoul Pepe.

- Argh mierda, ¿ya llegam...? - Cortó su pregunta abruptamente al advertir, con horror, que el hombre de negro se encontraba sentado justamente  a su lado, esta vez con sus demoniacos ojos fijos en el suelo.

Vestía como un simple oficinista de los barrios más altos de Buenos Aires, pero era su rostro inhumano y despojado de expresión lo que inquietaba al lunático. Estaba claro que nadie más advertía su presencia, de ser así ya hubieran saltado del vehículo gritando como niños que ven un monstruo bajo la cama.

Angel hubiera hecho lo mismo probablemente, de no ser porque se vio invadido por un insólito estupor que le dejó prácticamente petrificado en su lugar por lo que restó del viaje. Llegó a notar entonces que aquel sombrío individuo posaba ahora su mirada sobre él, en señal de desaprobación y advertencia, tal como si hubiera advertido las intenciones del demente...

Derrepente el auto se detiene justo enfrente de un viejo edificio, Pepe se baja y les abre la puerta desde afuera, ya que no se puede abrir desde adentro y ahí pueden ver un primer plano de aquella construcción que parece que hace tiempo fue abandonada.

Las casas cercanas también parecen algo viejas, pero el edificio sobresale por su exagerado aspecto derruido y algo que en el sentido común de los humanos supersticioso diría "Esta casa debe estar embrujada". Pero a todos ustedes se les cruza otra cosa, la clara seguridad de que eso debía ser el refugio de un nosferatu.