Partida Rol por web

No puedo evitar reór de satisfacción al ver la cara de miedo de esos niños, en especial de los "valientes" gryffindors.

-VÁIS A SUFRIR MALDITOS CRÍOS!- Chillo de emoción e ira.

-¡Crucio!- Digo apuntando a la gryffindor rubia con cara de "niñata de mamá".

Miraba a su compañero aún con la mirada perturbada y con aquella sonrisa casi macabra, sin embargo, solo asintió, y no fue hasta que escapaban del campo de visión de Timnus que deshacía la maldición imperdonable de un movimiento de varita, para seguir corriendo. 

¿Viste como se retorcía? -preguntó con un tono juguetón, siendo eso lo último que alcanzó a escuchar el Ravenclaw. 

Salistéis corriendo hacia la Sala Común, a la cual entrasteis rápidamente.

La Sala estaba vacía y los gritos y las explosiones se escuchaban ahora en casi todos los pasillos.

No se sabía cuanta gente estaba defendiendo el castillo en este momento, pero por lo menos, ya os habéis deshecho de una. Tim no se recuperará hasta dentro de un largo rato.

Ahora estáis solos y con tiempo para pensar.

Sin embargo, en ese momento, escucháis un grito y un poco de luz verde entró por debajo de la puerta de la Sala Común de Slytherin. Después, creisteis escuchar el ruido de un cuerpo que cae al suelo, justo delante de la puerta...

William no contestó el comentario de Brit. Suerte que la máscara ocultaba sus emociones, porque la tensa línea en que se habían convertido sus labios lo hubiese delatado. Vamos, tenemos que echar un vistazo rápido, a ver si hay alguien, y después unirnos a los otros. -le dice mientras entra a la Sala común- Ya has visto la lucha con Tim, no somos expertos y si seguimos yendo por aquí solos terminaremos muertos.

Una vez dentro, da un vistazo general y no ve a nadie. William piensa que quizás debería ir a echar un vistazo a la habitación, solo por ver si hay algun estudiante más y si... Bueno, si todo sigue en orden. Aunque poco después de haber pensado eso, oye el ruido de alguien caer desplomado. La luz verde que hay intuido les revela el nombre del hechizo. Un hechizo mortal. William empieza a preocuparse. No por ellos, sino por Tim, no sea que otro mortífago lo haya visto. Aún así, se gria hacia Brit y la insta a seguirle.

Ven al dormitorio de los chicos, voy a comprobar si hay alumnos allí. Mientras yo lo haga, tu quédate en las escaleras y mira a ver quién entra.

Pues yo creía que le había llevado una fuerte ventaja, al Ravenclawito este -dijo frunciendo el ceño- Deberías estar más al caso, si no hubiera sido por mí te habría hecho papilla. Hum. 

Sin embargo, al ver aquel brillo intenso de luz verde, no pudo hacer más que sorprenderse... miró a William.

¿No somos los primeros en llegar? -preguntó extrañada, dirigiéndose hacia allí a paso rápido, mirando a todos lados para comprobar que no hubiera nadie. 

Garrick viendo que el mortífago había utilizado con su compañera Leslie una maldición imperdonable de la cual conocía sus dolorosos efectos se dispuso a actuar con la velocidad que en condiciones normales solía caracterizarle para ayudar a su amiga.

Garrick negándose a aceptar el odio y la ira en su corazón por la muerte de una alumna, concentra su mente en realizar el hechizo adecuadamente para incapacitar al mortífago - DESMAIUS - grita Garrick apuntando con su varita al mortífago esperando que sus demás compañeros fuesen capaces de neutralizar al resto de sus oponentes.

Allí no había nadie.

Ni un alma pululaba por la Sala Común de Slytherin, ni por los dormitorios, ni por ningún sitio.

Estaba completamente desierta.

Mientras tanto, las explosiones seguían sucediéndose cada vez más cerca de dónde os encontrabáis, por no hablar de los gritos de la gente y los hechizos que se estaban lanzando a poca distancia de allí.

Una voz retumbó en todo el colegio, vuestras marcas comenzaron a arder cuando esta voz, la de Voldemort habló para todos.

- ¡Sal de dónde estés, Dumbledore! ¡He venido a reclamar lo que es mío! ¡He venido a matarte! -

La marca no quemaba como cuando el Señor Oscuro os llamaba, simplemente, ardía un poco cuando su voz resonaba en todos lados.

- ¿Dónde te escondes, viejo? ¡Deja que vea esa demacrada cara! -

Nyna observa a los mortífagos casi con odio..

Aquéllo estaba ocurriendo en serio, y su expelliarmus de antes había fallado... 

Ahora tenía que intentar hacer algo... Ojalá la suerte le acompañase, pero estaba tan sumamente nerviosa... Que temía fallar, otra vez... 

Aún así, tomó aire, y, decidida, alzó la mano apuntando a uno de los mortífagos que aún no había hablado, confiando en que esta vez podía conseguirlo:

-¡Balbuceador!-Podría parecer una tontería, sí... Pero si lo conseguía... Ese mortífago no podría hacer hechizos durante un tiempo... Sonrió de lado, pensando en el efecto... 

Eso les enseñaría a no ir tan "de pro's" por ser del "lado oscuro". 

Y además...

Seguro que nadie se lo esperaba. 

Armand aún fuera de si, sin pensarlo apunta al Mortifago 2 y le lanza su hechizo.

Grita: DESMAIUS!!

Leslie observa con temor como es la primera atacada, pero aún así no se queda quieta y en un último momento se decide a atacar.

¡Desmaius! Grita con todas sus fuerzas hacia el mortífago que la ataca.

Habrán salido todos fuera... Y parece que mis pertenencias siguen en su sitio. Perfecto, nadie sabe nada y lo que sea que guarde sigue estando seguro. -piensa William tras echar un vistazo a la Sala común. Le resulta bastante raro que no se haya refugiado nadie aquí. Si todos los alumnos de Slytherin se han involucrado en esta guerra, la escuela será cerrada. Tras este ataque, las cosas serán bastante diferentes. Aunque no tiene demasiado tiempo para pensar en ello, ya que de repente la mano le empieza a arder y oye la voz de su mentor. Mira a Britt un momento antes de decidirse que hacer, aunque la respuesta es clara, deben reunirse con él y el grupo principal de ataque.

Aquí no hay nadie, Britt. Si queremos buscar seguidores tendremos que salir fuera. Aunque vayamos con cuidado -remarca William- Aún no sabemos si el que lanzó esos fulgores verdes es de nuestro equipo.

El mortífago que ataca a Leslie, quizás por la emoción del momento, quizás por los nervios, no logra lanzar un crucio sino que, para sorpresa de todos, hace que de su varita surja un explosión que lo envía al otro lado del salón, fuera de combate al tiempo que el desmaius de Garrick no logra sino dejarlo aún más inconsciente si cabe.

Por otro lado Nyna se aventura con un hechizo recién inventado que impacta de lleno contra el otro mortífago que se acercaba a cortarles el paso y le deja sin poder recitar bien las palabras que necesita para atacaros, mientras que un rayo de color escarlata sale de la varita de Armand pero no se sostiene más allá de 1 metro de distancia, disolviéndose igual que el humo que los rodea derivado de la explosión. Por su parte Leslie también intenta hacer un desmaius pero al no conseguirlo cae sentada en el suelo.

La batalla recrudece a momentos. Sin embargo, no notáis mucho lo que pasa alrededor vuestro ya que estáis concentrados en derrotar a los enemigos que os atacan.

Cuando recibo su impacto no me importa demasiado, no ha dolido en lo absoluto, así que voy a por el contraataque, un Avada Kedavra le vendría bien a esta chiquilla para que aprendiera a respetar al señor tenebroso.

-¡Avad... ¡AVD!..Kd!- Pero mi lengua se enreda cuando intento decirlo

-¡¿Qué demonios ha hecho ésta cría?!- Pienso alarmado al verme indefenso, por lo que busco apoyo en los otros mortífagos.

-¡Isl... Isab!- Llamo a mi compañera desesperadamente para que venga a ayudarme.

Mientras llego puedo verlo todo, el idiota de Averick ahora yace en el suelo, inconsciente, mientras que ¿Adams? Parece estar en problemas.

-Ja, ja, ja ¡Idiota! ¿Acaso no te puedes defender de unos críos?- No puedo evitar burlarme de su patética situación, por lo que intento lucirme frente aél y frente a mi señor.

-¡Te enseñaré cómo se hace!- Le digo antes de recitar con pasión
-Avada Kedabra.- Apuntando a misma chica peliroja que le había atacado.

Al sentir aquella sensación en el brazo, no puede evitar mirárselo, para dar un respingo al escuchar la voz de Voldemort... Es William la que la saca de sus pensamientos, y lo mira antes de asentir, sin embargo... Su mano lo coge antes de que pueda moverse.

No estás muy seguro de esto, ¿verdad? -ella sí lo estaba, pero William era su amigo, su mejor amigo, desde que se habían metido en aquel lío... Y ella sí que no quería que hiciera algo obligado- Sabes que el Señor Tenebroso lee las mentes, Will... Tienes que ir con cuidado. 

Lo último, dicho en un susurro afirmaba que, si Will no sabía Legeremancia, Voldemort acabaría pillándolo... 

Salís nuevamente con cuidado de la Sala Común y junto a vuestros pies, podéis ver el cuerpo de Tim sin vida. Su piel está gris y sus ojos en blanco, con el rostro desencajado por el dolor. Al parecer, alguien está atando cabos por detrás de vosotros o simplemente, se topó con alguien equivocado.

Las voces y los gritos, y los sonidos de una batalla épica os llegán a vuestros oídos cuando salís fuera.

- ¡Ja, ja! ¡Idiota! ¿No te puedes defender de unos críos? -

- Yo te enseñaré como se hace. ¡Avada Kedavra! -

Al parecer, cerca de dónde estáis, una gran batalla se está librando entre mortifagos y...

Otra voz se escuchó en el lugar...

¿No era la de Nyna?

La rabia se ha ido apoderando de mi poco a poco, y al ver que lanzan la más temida de las maldiciones sobre Nyna, lanzo mi hechizo sobre el Mortífago que la ataca:

- ¡Crucio!

Maldición imperdonable, no debería ni pensarla, pero el odio me corroe las entrañas.

William no contesta a la advertencia de Brit. Aunque lleve la máscara, la preocupación que siente por sí mismo, sus padres y algunos de sus compañeros se refleja en sus ojos. Ojos que casi se llenan de lágrimas de frustración cuando, al salir fuera, ven el cuerpo inerte de Tim tendido en el suelo. Aunque a William le turbe ver al mejor amigo de Nyna, con quien hace poco estaba en la clase de pociones, muerto en el suelo, decide arrinconar toda duda para concentrarse en la batalla y salvar su trasero.

Y por eso, arrancó a correr junto a su compañera, tras oír la maldición que quitó antes la vida a Tim. Le pareció ver el reflejo maranja del pelo de Nyna a lo lejos.

Oh no... Nyna.