Partida Rol por web

Crónicas de Á: Tomo 0 - El Amanecer -

Tercera Edad

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28/09/2010, 19:55
Director

Fin del Turno

Notas de juego

Voy a abrir otra escena para el concilio, así continuan la discusión. Si les parece, ponemos en pausa los turnos "normales" (aunque puedan seguir poniendo color en la tercera edad) hasta resolver el concilio).

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29/09/2010, 21:09
Director

Comienzo del Turno 20

- Tiradas (7)

Tirada: 1d3
Motivo: Har-Ail
Resultado: 1

Tirada: 4d3
Motivo: Kohiri, Nayas, Vurmak, Vandrer
Resultados: 1, 3, 3, 1

Tirada: 1d3
Motivo: Tvus
Resultado: 1

Tirada: 1d3
Motivo: Sekaar
Resultado: 2

Tirada: 3d3
Motivo: Sirénidos, Orcos, Gigantes
Resultados: 2, 2, 3

Tirada: 2d3
Motivo: Silvhos, Shenkem
Resultados: 2, 2

Tirada: 1d3
Motivo: Dragones
Resultado: 2

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29/09/2010, 21:18
Yoonel, el Nacido Muerto
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+2)
Motivo: Puntos de poder
Resultado: 9(+2)=11

Notas de juego

(5) Comandar Avatar (Arkhos) Crear 5 ejércitos

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29/09/2010, 21:22
Knhoss

Bueno, 7pp más... nada mal para como están las cosas. Así que ahora tenemos 21 guardaditos ;)

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: Poder
Resultados: 3, 4

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29/09/2010, 21:56
Pyaray, The Whisperer
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+2)
Motivo: poder
Resultado: 6(+2)=8

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30/09/2010, 17:30
Knhoss

Los ciclos pasaban y el velo continuaba cubriendo los cielos de Albur. El Concilio realizaba todos los esfuerzos posibles por mantener la moral del pueblo alta, pero la falta de luz del astro rey y la opresión resultante de ese manto rojizo que tampoco permitía ver las estrellas estaban mellando cada vez más la moral de los Tvus.

La desesperanza podía verse en cada rostro. Cada vez más cantidad de pobladores se entregaban a la apatía dejando de lado sus quehaceres, contemplando el paso del tiempo sin ganas, anhelando que el fin llegara pronto.

Pero cierta tarde un mensajero arribó a Naghaurn. El joven venatvu portaba buenas nuevas. El consejo de sabios había hallado la respuesta para quitar el velo. No era una empresa fácil. Al parecer, debían reunirse una serie de monedas mágicas, iguales a la que mencionaban los antiguos tratados de la Orden de los Primura, aquellas que parecían ser un regalo de Á. Más existía solución y aunque estaba costando, uno a uno, los pueblos que habitaban en Albur se estaban sumando a emprender semejante colosal tarea.

 

Notas de juego

Purificar raza (4pp): Tvus (+1)

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01/10/2010, 02:15
Elocc`iso
Sólo para el director

7+13=20pp.

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: ki
Resultados: 6, 1

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01/10/2010, 16:18
Ghiskhaft

El mensaje llego pronto a Naghaurn... Era necesaria la moneda de Á...
Rapidamente, partidas de Tvus viajaron por Albur en su busca...
Nadie recordaba que un dios antaño la tiro a las entrañas de Skraag...

Recorrieron Albur sin descanso, encontrando en su camino muchas otras
criaturas, sirenidos en busca de un manjar que llevarse a la boca...

Kohiris, cuyos cascos marcaban el ritmo al que el mundo iba acabandose...
Gigantes curiosos miraban al cielo, mientras los Tvus buscaban con ahinco
en cada rincon... Vandrer señalaban a las criaturas aladas que veloces
surcaban los aires, sin saber a donde iban...

Algunos Kohiris, asi como un pequeño numero de Vandrer, siguieron
durante bastante tiempo al grupo de Tvus, hasta que estos descendieron,
y preguntaron que les llevaba a seguirlos...

Ellos dijeron tan solo, queremos saber que sucede, y que hacer para que
regrese nuestro mundo...

Los Tvus, fascinados por sus ganas de restaurar el orden, les contaron
cual era el motivo de su busqueda...
La moneda de dragon no era solo una leyenda... Aunque desganados, los
Tvus se dispusieron a seguir su camino, cuando, cerca de ellos, el el
suelo, vieron brillar algo... Era una moneda, como la descrita en Naghaurn
antes de que partieran...

Kohiris y Vandrer vieron el brillante objeto, aliviados al instante por su
aura, emplearian todas sus fuerzas en lograr el cometido que llevarian a cabo
todas las razas unidas...

Notas de juego

Utilizo mi evento gratis para buscar (Y encontrar) la monedita, y (8pp) para purificar raza (x2) a Kohiris y Vandrer...

Creo que asi quedan en neutralidad 0

(Perdon por el cutrepost, estoy ocupado :( y no me lo he currado mucho... Con decir que tengo a la Secta abandonada... XD)

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01/10/2010, 16:28
Director

Notas de juego

Yo me imaginaba a un Tvus resctándola del fondo del volcán, en una grieta, chamuscada pero aún resistente debido a su Divino poder, por siempre desprendiendo calor... XD

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01/10/2010, 16:30
Ghiskhaft
Sólo para el director

:( No tengo las neuronas al 100% solo he dormido 4 horas y tengo mucho lio por aqui... perdon XD

El proximo post lo compensara!! ^^

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01/10/2010, 16:36
Director

Notas de juego

No te preocupes, tal vez meta algún agregado yo en algún momento luego :)

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01/10/2010, 17:35
Yoonel, el Nacido Muerto

Ther-Kal recorrió lentamente el largo pasadizo oculto en dirección a su biblioteca personal. Aunque no contenía tomos tan valiosos como la Biblioteca que guardaba Magnus, todavía tenia raros tomos que pasarían a formar parte de la colección de su organización con su muerte. Cuando llego dejo el pequeño libro que ocultaba en su ropa y lo dejo en la mesa, donde varios pergaminos y libros se encontraban abiertos.

Todos ellos formaban parte de su último proyecto en el que llevaba trabajando un año, pero en el que todavía no había podido avanzar. Su primer indicio fue una oscura referencia en un viejo libro, casi ilegible con la edad y el mal uso (todavía se estremece al recordar tal perdida), sobre un templo escondido en algún lugar del mundo en honor al dios Yoonel y a la diosa Knhoss. Mientras que en otras circunstancias tales especulaciones se habrían dejado de lado como meras estupideces, Magnus había prestado especial interés en el descubrimiento y le había encomendado investigar mas haya el asunto.

Ávido de encontrar tal templo, Ther-Kal se lanzo a la búsqueda de cualquier fuente de información en la materia, pero después de algunos meses sin resultados se puso obvio que el templo o estaba muy escondido o era falso. Ahora, un año después, estaba a punto de dejar la búsqueda por completo cuando encontró en la Biblioteca por casualidad con un tomo que trataba de la vida y la muerte, y lo que hay mas haya de ella. En el explicaba como los dioses Yoonel y Knhoss se dividían entre ellos a los mortales, y como era posible por lo tanto que los dos de ellos pudieran resucitar a los muertos.

Tal vez fuera una locura, pero Ther-Kal se dio cuenta de que solo había una forma de encontrar mas información: preguntársela a los propios dioses.

Notas de juego

(4) Empiezo evento. Templo de Yoonel, Altar de resurrección.

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01/10/2010, 17:38
Knhoss

El tvu no temía a la locura. Sabía que era una de las tantas formas de alcanzar el conocimiento. De ahí que la empresa de encontrar a los dioses le pareció un desafío interesante, capaz de hacerle perder la cordura pero brindarle a cambio aquello que todas las razas anhelaban. Concer el camino de vuelta a la vida.
En la oscuridad de la noche, volvió a la megápolis a escondidas. Quería acceder a la biblioteca de Queth pues allí se guardaba la colección más grande de libros que la Orden de los Primura habían redactado acerca de Knhoss y el resto de sus hermanos divinos. En particular, buscaba el tomo Illuminati Mors, un tratado que según decían, databa de los inicios de la segunda Edad del mundo y explicaba cómo los dioses se habían dividido la existencia más allá de la muerte.
Con sigilo, contando con el manto nocturno como cobijo, se introdujo en los estrechos pasillos hasta llegar al centro mismo de la estancia. Allí, se deslizó por otros pasadizos hasta encontrar la sección de religión. En apenas unos minutos, sus ojos devoraban las páginas, absorviendo los velados indicios que conducirían a la morada de la diosa Knhoss.
---
El camino era arduo. La luna iluminaba en lo alto pero apenas se podía encontrar la salida de aquel laberinto obra de Jheldor, según rezaba el tratado sobre la creación del Mundo; aquél que conoce todos los caminos, aquél que los traza. Llevaba ya unas cuantas horas en marcha, perdiendo el rumbo una y otra vez. Pero Ther-Kal no se rendía. El incentivo, la fiebre que lo poseía era más fuerte que cualquier tribulación.
Agotado, decidió descansar al abrigo de un arbol añejo, grande, de copa amigable. El cansancio era fuerte, tanto que terminó venciéndolo. Cerrando los ojos, se durmió, y en sueños, encontró lo que buscaba.
Al despertar, una extraña avecilla negra yacía a su lado. En su pico, portaba una pluma del mismo color, que depositó en manos de Ther-Kal antes de partir nuevamente hacia el interior de Gardhor.
El tvu sonrió. Esa era la clave para encontrar a Knhoss.
Siguiendo los pasos que su sueño le había mostrado, salió rápidamente del bosque encantado, rumbo a la fuente llamada Luz de Knhoss. Por fin, ante sus ojos, tenía claro el camino a seguir para alcanzar la siguiente etapa.
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Durante varios días el aventurado explorador, surcó los cielos de Albur. Ther-Kal debió planificar muy bien su viaje, pues muchas leguas lo separaban de la fuente de la sabiduría y muy pocos sitios donde descansar. Pero sobre el atardecer de la que sería la última jornada llegó a los picos que rodeaban la fabulosa fuente.
El tvu venía preparado. Sabía que debía agradar a la diosa si quería obtener lo que había venido a buscar. Con sigilo, temeroso de lo que podría ocurrirle si no era bien recibido allí, se internó en el valle en busca de la respuesta para su gran interrogante.

¿Quién eres? ¿Qué buscas? ¿Por qué? ¿Qué ofreces? ¿A quién? ¿Eres digno? ¿Podrás soportar esta carga? ¿Sabrás guardarla en tu corazón?
Estas y cientos de preguntas más invadieron la mente del tvu cuando alcanzó la orilla de la fuente. Apabullado, no pudo abrir su boca para pronunciar palabra, pero a medida que se sucedían, una misteriosa fuerza parecía estar extrayendo de su interior todas las respuestas.
Luego de varios minutos o varias horas, algo que el agotado tvu no podía saber, en su cabeza reinó el silencio.
Por un momento creyó que todo había sido en vano. Había llegado hasta allí en busca de una respuesta y no le sería dada.
Pero tras un pequeño lapso de tiempo, una melodiosa voz, cálida como un rayo de sol, lo envolvió.
-Aquello que buscas sólo puede obtenerse con el acuerdo entre Quien custodia la escencia y Quien tiene la razón. Deberás agradar a ambos y tu causa satisfará los deseos de uno y de la otra. Sin ello, el final de tu camino estará vacío.
Realiza una ofrenda en cada sitio y luego busca la unión en aquella zona donde las reglas se rompen. ahora parte. Ya has obtenido lo que has venido a buscar.
Ther-Kal guardó cada una de las palabras en su memoria. Ya tendría tiempo para transcribirlas al papel.
Luego, deseoso de comprobar la veracidad de lo aprendido, dejó sobre el agua un pequeño brazalete que tenía la propiedad de conceder claridad de pensamiento a quien lo llevara puesto; un pequeño tesoro que el Ala Negra no echaría en falta.
Luego partió. Apenas cruzadas las montaañas que franqueaban la Luz de Knhoss, la pluma se desvaneció y el camino que conociera, desapareció de sus recuerdos.
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El frío calaba sus huesos. No era un frío físico el que lo invadía, el que lo poseía. Ese frío provenía de más allá del mundo conocido. Era el frío de la muerte.
Guiándose por la torre resplandeciente a lo lejos, el tvu se arrebujó más en su capa y siguió caminando. De su cuello colgaba una hermosa cadena de oro que contenía un pequeño y delicado relicario. Dentro de éste, un fragmento del corazón sangrante, aquel que permitía a los vivos adentrarse en los dominios de Yoonel. A pesar del miedo que lo invadía, la ilusión de estar alcanzando el tramo final de su misión lo mantenía en marcha.
Ya se encontraba a las puertas del palacio de huesos cuando una niebla azulada lo envolvió.
-¿Quién eres, insignificante mortal, que osas penetrar en mis tierras?- la voz era atronadora, gélida y cortaba como un millón de dagas. El tvu cayó de rodillas.
-Soy un humilde siervo en busca de saber, poderoso Yoonel. He traído algo que tal vez, aplaque tu cólera, un regalo digno de ti- de entre sus ropajes el tvu extrajo un estilete dragón, una daga que era capaz de matar todo aquello que tocaba.
-¿A esto llamas una ofrenda?- la voz sonó colérica e irritada, más el tvu no sufrió daño alguno.
-Vete mortal... vete de una vez que ya volverás para siempre. Vete y deja ese relicario a los pies de la llanura al salir. Tal vez te conceda lo que deseas.
Ther-Kal huyó de allí presuroso y cumplió con lo que el dragón de huesos le pidió. Sin mirar atrás una vez, volvió al reino de los vivos.
---
Por fin estoy aquí... después de tantos años, mi búsqueda llega al final.
Esas palabras cruzaron por la cabeza de Ther-Kal antes de entrar al templo.
Era un lugar antiguo, de piedra labrada e invadido por la vegetación. No tenía trazos de arquitectura que correspondiera a ninguna de las razas que habitaban Albur. Sin embargo, los ornamentos y las estatuas, parecían aludir a cada una de ellas.
Con respeto y temor avanzó hacia el interior. Dos hermosas estatuas franqueaban la entrada al altar. Dos estatuas en las cuales creyó reconocer a los dioses que había visitado.
Caminado lentamente alcanzó el centro del templo hasta posar sus manos encima del altar.
En ese momento, una maravillosa e inquietante luz azul comenzó a cubrir todo, cegándolo. El tvu, llevó sus manos a la cara,para protegerse.A los pocos segundos el resplandor había cesado y sobre la piedra del altar descansaba una joven tvu en la flor de la edad.
Ther-Kal la vio y se estremeció de la cabeza a los pies. Su amada Mirgheit estaba ante él, fresca, rozagante, hermosa como la última vez que la viera.
Una lágrima rodó por su mejilla. Él, afectado por el paso del tiempo, la contempló con cariño.
La joven abrió los ojos y no lo reconoció.
-¿Quién eres?
-Soy yo, Ther-Kal. Mira en mis ojos, mira más allá de los años y me verás.
La joven, sentada sobre el altar, extendió su mano hasta la mejilla del tvu y lo examinó, un tanto extrañada.
-¿Acaso es posible? ¿en verdad eres tú? ¡Oh, amor mío, te he extrañado tanto!-
Mirgheit lo abrazó fuertemente y la expresión de amor que reflejaba su rostro, pronto mutó en una de horror y dolor... Al separar su cuerpo del de su amado, pudo ver que éste le había clavado una daga en el pecho.
-¿Por... qué?
-Porque ya no era nuestro tiempo.
 -------

-Aquí tienes Magnus... en este pergamino está detallado todo lo necesario para traer a alguien de la muerte. Guárdalo bien, pues ha costado mucho más de lo que crees poder reunir la información.

El tvu se retiró de la grieta sin un rumbo fijo. Había acabado la dura tarea que había consumido tantos años de su vida y ahora no sabía que hacer. Contemplando el ocaso a lo lejos, lloró.

Notas de juego

(4) Termino evento. Templo de Knhoss, Altar de resurrección.

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01/10/2010, 18:07
Yoonel, el Nacido Muerto
Sólo para el director

Notas de juego

(2) Comandar orden. Crear ejército de esqueletos

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01/10/2010, 20:46
shenkis
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: poder
Resultados: 4, 6

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01/10/2010, 20:48
Gaia

Me sentía algo agotada todavía por crear los ejércitos para la pelea. Sabia que mi menor se traía algo entre manos así que prefería darle mi poder a el, para que creara sus obras y las mostrara al mundo. Durante estos momentos de calma era preferible no hacer nada que pareciera ofensivo.

 

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: tirada de poder
Resultados: 3, 4

Notas de juego

Cedo todos los puntos a Korag.

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01/10/2010, 21:18
shenkis

Notas de juego

tenemos que negociar sobre la futura subraza que quiero crear, tranquilo, los ejercitos no llegaran a la batalla :P

Cargando editor
01/10/2010, 21:18
shenkis

Notas de juego

voy a mandar emisarios a vuestras ciudades para negociar alianzas, queria interpretar a un shenkem corrupto en la reunion, por eso no firmo.

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01/10/2010, 23:11
Yoonel, el Nacido Muerto

Notas de juego

Aclaración, el Altar de Resurrección se encuentra en (71,13)

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02/10/2010, 10:30
Jeldhor, el errante

Notas de juego

muy bien, te espero