Partida Rol por web

Crónicas de Á: Tomo 0 - El Amanecer -

Tercera Edad

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09/10/2010, 23:28
Director

Notas de juego

Por una cuestión de "relaciones"... los Nayas ahora son más "malos" relativamente hablando que los Sirénidos, o Dragones, creo :)

Un avatar puede crear una Orden, sí. Y tiene que ser dentro de una Raza; el Avatar está vinculado a una Raza.

No entiendo lo de "que se le dote ese don". Todas las razas tienen Videntes, según mi descripción. Que los usen o no, es otro tema XD

La Neutralidad de la Orden también podemos charlarla ;) 

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09/10/2010, 23:33
Elocc`iso
Sólo para el director

y cambiar la neutralidad del Dios? me seria mas practico con mis bichos malos jejeje. Nah! es broma.

"que se le dote ese don"

Ya lo tengo claro, lo que queria decir es que es un don que despierta en las razas y no un nuevo ser lo que despierta en las razas. Quizas al ver la verdadera luz de Á la neutralidad tambien le cambiaba. Pero ya esta claro xD.

lo que preguntaba es si aparte de una orden, tambien se pueden crear avatares? pero una orden no puede crear un avatar (duradero)

Pero lo preguntaba por que no puedo crear una ciudad con una orden, tiene que ser una raza, un avatar o un evento.

Los Nayas, habia pensado en cederselos a Luciel, estan demasiado corruptos para mi, pero estaba esperando por que el otro dia en el chat me queria proponer no se que trato y senti curiosidad por saber que era xD.

Puesto que los Nayas estaban perdidos, los Kohiri y demas se han ido con Jeldhor y al final me he quedado mas solo que la una xDD. Habia pensado en crear ordenes de espias y asesinos en todas las razas y hacer algunas tonterias con ellas, pero para eso necesitaba poder. Viendo las tiradas he pensado en reducir el numero de ordenes que creare y ahora estoy en la preseleccion. Pero tener un vidente como uno de los grandes jefes del mundo (secreto) me ha hecho gracia.
Todo esto sin alterar sus neutralidades, quiero meterme en casa de todos, no joderles el juego.

Esto lo hare cuando vuelva Koya, para evitar sus acusaciones de que aprovecho que no esta, para colarme en su casa :P

Asi que los Nayas, que sean tan corruptos como quieran xD. Sobre las ordenes con nuetralidad 0... eso si que estaria interesante que lo hablaramos. Vamos, que me pides por ese caprichito?

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10/10/2010, 15:11
Director

Notas de juego

Lo que podemos hacer, con un post "de los tuyos" XD es: creas la figura del Vidente que controla esta red (tal vez cambiando el avatar?).

Con este avatar, puedes crear ciudades y esas cosas. Si le cedes los Nayas a Luciel, te quedas con el avatar. Bajo sus enseñanzas, tus órdenes "mutan" a ser seguidoras del Vidente (y ya tienes entonces dos ordenes: una en los Nayas, y otra que podría ser la Orden Principal del tipo (o la tipa) este. Y les ponemos la neutralidad que quieras.

Y listo. Te quedas con un Avatar, dos Ordenes, y vas haciendo Ordenes extra. Si quieres crear un "refugio" estilo Ciudad en algun lugar, con Comandar Avatar lo solucionas por 1 pp.

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10/10/2010, 16:41
Elocc`iso
Sólo para el director

Notas de juego

Me parece bien, cedo la raza de los Nayas (les hare un post, cuando Luciel me confirme que los acepta) pero me quedo con el avatar (el sacerdote) que cambia para ser una "iluminada" (para que pAtty no me llame machista, que siempre hago avatares masculinos :P) y bajo su palabra "muta" a la orden de los Nayas (la que va de serie con la raza).

La orden de los nigromantes, por trasfondo se la cedere a Yoonel, que le pega mas xD.

Asi comienzo con un avatar y una orden y puedo comenzar a trazar mis nuevos planes, con esas dos cosas ya puedo hacer de todo lo que se me ocurra.

Es asi?

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10/10/2010, 22:01
Pyaray, The Whisperer

6pp Este turno solo mantengo alianza....

es dificil postear en puente, además no tengo casi puntillos, a ver si el siguiente me sale una buena tirada y la lío parda :p

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12/10/2010, 16:24
Jeldhor, el errante
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada: 2d6(+7)
Motivo: poder
Resultados: 4(+7)=11, 6(+7)=13

Notas de juego

chapuza al desglosar poder, bueno, tengo 17pp

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13/10/2010, 02:04
Elocc`iso

El cielo arde - fue la frase que se escucho por cientos de lugares. Los Nayas, sintieron miedo y se refugiaron huyendo siempre de la luz.
El velo se habia desvanecido, pero lo que vino fue incluso peor. La raza de los Nayas, que ya habian olvidado lo que era sentir el calor del sol, lo tomo como una señal de un nuevo castigo.

- Nos castigaron con la larga noche y no les basto, ahora regresan los Dioses para atormentarnos con las llamas de la purificacion - gritaban los falsos profetas - ¡No abra salvacion para aquellos que se dejaron llevar! - repetian constantemente por cada una de las calles - ¡Moriereis... Moriremos! pues los dioses ya no nos quieren con ellos.

Las oleadas de panico pronto se difundieron y por un periodo era imposible ver a un Naya en las horas diurnas, salvo que estuviera perdido o fuera abandonado. Las palabras anidaron tan profundamente que renegaron del sol, llamandolo el ojo de fuego, y es que en todos esos años, los Nayas, habian retrocedido en el tiempo y todos sus avances habian sido perdidos, todas sus eneñanzas olvidadas, ahora solo vivian para el saqueo, el robo, el asesinato y la codicia. Cualquier motivo era valido para terminar con la vida de otro. Y pronto todo aquel nuevo reino que se estaba levantando, fue olvidado.

Pero aun quedaba alguien por alli, alguien que habia vivido en las sombras toda su vida y no se dejo arrastrar por el caos de la noche. Le llamaban el sacerdote gris y es que durante la larga noche, el habia sido una fuente de luz para los suyos.

Cuando el sacerdote gris, vio la llegada del sol, sintio miedo como los demas, pero el recordaba el día y no pudo esconderse, asi pues se quedo atento mirandolo fijamente y el destello lo cegó. Rapidamente se volvio a esconder y se quedo atento, observando la claridad de los campos y como el reflejo de las cosas le hirian en los ojos.

Tardo tres dias en poder mirar al exterior y no sentir panico, tres dias en poder mirar y no sentir que se le quemaban las pupilas, tres dias en comprender que el reino volvia a brillar con luz, como tiempo atras lo habia hecho y entonces decidio que debia de salir, debia de cruzar los campos y guiar a su pueblo a una nueva civilizacion.
Decirlo fue mas rapido que poder hacerlo. El primer dia que salió al sol, movido por la curiosidad lo miro directamente y la ceguera repentina que sufrió le hizo volver a esconderse. Temía haberse quedado ciego, pero poco a poco se le fue pasando. Volvio a salir, pero se juro que no volveria a mirarlo. una vez fuera de la cueva, sintio el calor y pronto comenzo a sudar, cargado como iba de pieles. Continuó su paso hasta haber avanzado unos cien pasos, cuando la inmensidad del paisaje le sobrecogio. Tomó aire y siguió avanzando. El segundo paron fue por la intensidad del sol, que quemaba su piel rapidamente y la idea de que era un nuevo castigo le volvió a la mente y una vez mas huyó para esconderse en la cueva.

Curandose las heridas se dio cuenta, de que si antes lo caminaba, ahora tambien podia, pero que al igual que la noche, uno tenía que adaptarse. Se quito las pieles y se extendio al sol, disfrutando de sus rayos sobre su piel desnuda.
La calor que sentia, era tan agradable, tan relajante, tan calida... que el tiempo paso sin que se diera cuenta y su piel se tornó de un tono rojizo capaz de hacer llorar al mas bravo por una rocadura de alguna tela aspera.

Cuatro dias mas tarde, el sol ya no era un enemigo para él. Su piel bronceada le daba una aspecto nuevo y eso le reconfortaba, lo hacia mas valiente y ya por fin listo partió en busca de otros de los suyos para volver a levantar el reino.

"El mundo estaba desierto, apenas se oían ruidos que no fueran de la propia naturaleza. Viajaba a orillas del bosque de Shen, pero sin perderne en su interior. No deseaba volver a perder el calor del sol por ocultarme en las sombras de un bosque. Fue durante esos dias, donde me tope con un anciano. Me acerque a él y le dije.

-Buenos dias tenga -  le dije
-Buenos dias, le deseo yo tambien ¿le apetece? - me dijo él, pues ciertamente era la hora de comer.
-Con gusto la tomare en tu compañia - le respondi yo.
-Con gusto la compartire - me respondio él.

Y asi comenzamos a charlar abiertamente sobre todo lo sucedido, sobre la guerra de los muertos y yo conozco mucho de aquellos tiempos, pero aquel hombre conocia mucho mas, tanto, que yo parecia un simple aprendiz, en lugar de un respetado erudito. Me conto cosas, extrañas costumbres y mas extraños sucesos. Me hablo de otros de nuestros hermanos que siguen vivos y habitan en islas flotantes. Me conto historias de los viejos gigantes, de las criaturas que moran en lo profundo de los oceanos. Tanto estuvimos hablando que el calor se fue y continuamos hasta que un nuevo amanecer llegó.

Pero lo mas magico, no era que sus palabras me descubrieran un mundo perdido, lo magico era que a la vez que el me lo contaba, yo podia verlo, veía a lo lejos, a los Tvus, una raza vinculada a la Diosa Knhoss y a su hijo y los podía ver volar... Senti que me ahogaba, la primera vez que pensé en como serian los sirenidos y me pareció que estaba nadando en lo profundo de los mares en tierras de coral. Vi muchos lugares cientos de lugares, cientos de criaturas que desconocia y entonces pensé en buscaros y os vi. Si amigos, os vi aqui, tal donde estais y en ese momento ocurrio lo mas raro de todo. Yo estaba aqui, con vosotros, pero tenia los ojos vendados y le pregunte ¿por que me muestras con los ojos tapados? -  y el me contesto  - No soy yo - siempre sonriente, siempre amable - eres tu el que se ve asi mismo como es.

¿y que quiere decir con eso? - pregunto alguien entre los oyentes.

- Buena pregunta - y los demas se rieron al ver que le miraba directamente a los ojos - eso mismo le pregunte yo - dijo el anciano sonriendo.

-¿Que quieres decir? ¿que yo me imagino asi? - le pregunte a aquel hombre.
-No - me negó él - digo que es así como va a suceder. Tu no te ves, pero yo si que te vi a ti. No nos hemos encontrado, vine a tu encuentro, pues te vi perdido y directo a una muerte segura.
- No te comprendo - le confesé.
- Veo que aun no te has dado cuenta, pero tienes un gran don, un regalo de Á, el verdadero Dios. Y hoy, ahora lo estas descubriendo. Eres un vidente.
Yo tarde en comprenderlo, pero dejarme que os lo explique en pocas palabras. Los videntes son la respuesta al infortunio de haber mirado la luz cuando ella llego. Ahora veo las cosas con mayor claridad, veo acontecimientos que pueden pasar, algunos suceden, otros no. Y por eso estoy aqui, he visto como se levantaba nuestro antiguo reino, como nuestra raza recupera la gloria de otros tiempos y de comos volveremos a vivir bajo el sol, ya nunca mas sin el y menos aun ocultos de ellos.
Asi pues ¡Animaos, salir al sol, sentir su calor, pues pronto se pasa el miedo y os sentireis en armonia!"

y tras terminar su discurso aquel hombre mayor, que decia ser el sacerdote gris, ahora ya muy envejecido y ciego por la edad, se levanto y con sus ojos ocultos por una tela, se dirigió rapido al exterior esquivando todas las personas que se cruzaban y una vez fuera de la cueva los llamo a gritos y los mas curiosos, los que arrastrarian a otros muchos despues, salieron y con miedo sintieron el calor de las primeras horas de la mañana donde el sol pega con menos intensidad y se regocijaron en su calidad sensacion.

........

Los meses pasaron, los emisarios Nayas viajaban por todo el mundo conocido tratando de encontrar al resto de los suyos. La gracia de estar bajo el sol, les ayudo a llegar a todos, pues incluso los mas ruines y viles, sentian curiosidad y pocos de los enviados llegaban a tener algun problema.
En menos de un año, casi todos los Nayas estaban reunidos bajo el techo del vidente, solo faltaban unos pocos, una antigua orden que habia sido maldita y perseguida en el pasado. Se llamaban a si mismos los Ignotiros, la orden de la nigromancia y estos no quisieron tener tratos con su pueblo, pues habian abandonado a Él y el resto de los dioses, para rendir culto a Yoonel, portador de la gracia.
Sin embargo, tenerlos a todos reunidos en un mismo lugar no resulto una buena idea, las peleas eran frecuentes. Las malas costumbres, un habito. El deseo de ostentar un cargo en la nueva ciudad, un derecho que muchos creían poseer y asi la reunion de muchos fue la muerte de cientos.
Mientras ellos peleaban, el Vidente, trataba de "ver" la ciudad con la que había soñado (que no visto) y las disputas se alargaban.
Finalmente el grupo que le habian seguido, el mismo que los habia reunido a todos, le pidieron que pusiera orden, que declarara donde le habia dicho la vision que seria la nueva ciudad y este, deseando que asi fuera les indico un lugar que le era conocido y pensó - ese es tan valido como cualquier otro mientras estemos unidos por una causa comun - asi pues durante toda una estacion fueron viajando hasta llegar a su nuevo hogar, donde comenzaron las obras de una nueva y gigantesca ciudad donde vivir todos.

A los tres meses ya despertaron de nuevo las envidias y los celos. Hembras Nayas que rechazaban a uno, para unirse a otro, asi que ese uno buscaba la manera de vengar su honor. Algunas casas eran mas lujosas o estaban en mejor posicion en la ciudad, asi que pronto las bandas ocuparon los mejores lugares y tiraban de ellos a los menores.
La ciudad crecia, pero tambien los rencores, la avaricia, el odio y otros malos pensamientos que volvieron a lugar inestable. Muchos partieron. Ahora curados ya de la larga noche e inmunes al calor del sol, comenzaron a buscar nuevos horizontes y asi es como les llego del nuevo ser. Aquel que llego para darles el calor del sol y como siempre suele suceder, los rumores que recorren todo Albur, llego al oido del pueblo de los Nayas, que furiosos con los viejos dioses, decidieron unirse a ese nuevo ser que se hacia llamar Luciel, El portador del Alba.

En cuestion de dias, toda la raza de los Nayas, habia emprendido la peregrinacion para encontrarse con su nuevo dios. Un dios que los guiara y los librara de los caprichosos seres del pasado y asi fue como Él perdio a la ultima de las razas que habia traido a este mundo.
 

Notas de juego

Cedo la orden de los Ignotiros a Yoonel.
Cedo la raza de los Naya a Luciel.

(Me queda la otra mitad del turno por hacer, pero asi, ellos pueden hacer sus acciones sin tener que esperarme)

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14/10/2010, 12:37
Ghiskhaft

Los golpes que sacudian Skraag eran cada vez mas numerosos y
potentes...

Tras comprimir la roca para compactar sus cuerpos, y darles
mayor movilidad y fuerza, siguieron investigando bajo el manto del gran
volcan...

Partidas de Sekaar pululaban por sus laberinticos pasillos
subterraneos, despues de una visita a sus vecinos de la superficie, los
Tvus, quienes les contaron de la dureza y maleabilidad de los metales,
buscando alguna beta util para su raza...

Conociendo como conocian su hogar, no tardaron, casi sin plantearselo, en llegar a una beta en lo mas
profundo de los cimientos de Skraag... Mas alla solo habia una extraña y calida oscuridad...

La capa de aquel metal brillaba con destellos ante la presencia de la mas
minima luz, rapidamente, los Sekaar lo recogieron, quedando asombrados,
pues sus caracteristicas eran las que los Tvus les habian dicho... Esos
seres alados conocian muy bien la roca...

Ya en Tagrat, los mejores artesanos se dedicaron dia y noche -aunque a
tales profundidades fuera dificil distinguir lo uno de lo otro-
a crear
utensilios con el metal, y tras duros y largos dias de trabajo, lograron
perfeccionar su tecnica hasta el punto de llegar a atravesar la roca con
sus nuevas armas como si de carne viva se tratara...

Despues, con sus nuevos juguetes implantados en los brazos, los Sekaar
pasaron de ser solo rocas a ser "solo" rocas afiladas...

 

Notas de juego

Intento de avance (x2) Ataque +1/Ataque +1(2pp)

Metal de Alma de Skraag (El metal en si)

Un cuerpo, dos armas (implantacion de las armas en los cuerpos Sekaar)

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14/10/2010, 14:23
Jeldhor, el errante

En la biblioteca de los ocho el maestro de magia Giorgo Hurtama encontró unos textos con varios siglos de antiguedad, aparentemente uno de los miembros de los ocho investigo hace tiempo la magia para alterar el clima a su voluntad usando las energías de El Corazón, pero su investigación se interrumpió por el ataque de los dragones y luego por el velo de sombras, sus escritos cayeron en el olvido durante dos siglos, hasta ser redescubiertos por Giorgo

Giorgo solicito fondos al consejo Vandrer para seguir con la investigación, que le fueron garantizados de inmediato, y asi dedico los siguientes 16 años a investigarlo, consiguiendo perfecciónar la técnica para manipular los vientos y los rayos alrededor de la ciudad. Una vez conseguido esto intento extenderlo a los carros de guerra de los Vandrer, que funcionaban con los mismos principios y energías de El Corazón

En ese tiempo el puesto de Eutharkos se convirtio en el título del general de los ejercitos de los Vandrer ya que el heroe de la guerra habia muerto hacia tiempo. Los señores de los Vandrer aprendieron a negociar solo con los bienes materiales sino tambien con las palabras y la sabiduria, se establecieron varias embajadas en Vandrerfán y los diplomaticos Vandrer se convirtieron en maestros de las palabras para la paz tal como antes lo habian sido de las palabras para la riqueza

Notas de juego

3pp acabar avance: Maestros del clima +1 defensa

2pp comandar avatares (Los 8 y Eutharkos) para crear 2 ejercitos en Vandrerfán

1pp comandar avatar Eutharkos para intentar avance Señores de la Tormenta +1 Ataque

1pp comandar avatar Los Ocho para intentar avance Diplomáticos +1 diplomacia

 

total 7pp

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14/10/2010, 14:33
Jeldhor, el errante
Sólo para el director

Notas de juego

y me guardo 10pp

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14/10/2010, 15:41
Luciel
Sólo para el director

Tirada de poder

- Tiradas (1)

Tirada: 2d6
Motivo: tirada de poder
Resultados: 6, 4

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14/10/2010, 16:01
Luciel

Luciel se encontraba en los cielos admirando su gran ciduad y sus hijos se preguntaba que le pasaría cunado el no estuviera ,que legado podría dejarles.

 

Una nueva civilización, una nueva era quizás.

No los dejaría indefensos su raza seria poderosa y sobreviviría a los cambios que debían acontecer.

Entonces se enrosco alrededor de sus tierras y incubando algo en su interior surgió de su aliento una nueva esperanza para los suyos.

 

 

Notas de juego

comandar avatar crear ciudad x4 (4pps)4 nuevas ciudades

comandar avatar x5 (5pps)crear 5 ejercitos

Intentar avanzar alexandr  (2pp)

 

Alianza con los tvus y elementales(3pp)

 

 

 

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14/10/2010, 16:10
Director

Notas de juego

El post debe ser descriptivo de tus acciones. Sobre todo para las Ciudades, ni siquiera les pusiste nombre.

Lo mismo para el avance, qué es? por qué? A qué atributo?

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14/10/2010, 16:42
Knhoss

Los tvus

Hacía varios años ya desde que el velo se había quitado del cielo. La luz del sol, bañaba nuevamente a todo Albur y poco a poco, la vida de los tvus se iba normalizando.

Pero había cuestiones que aún no estaban resueltas.  Antes de la noche eterna, antes de que los dioses o quien fuera hubiera decidido imponer un manto de locura sobre la tierra, una gran guerra había sacudido el mundo.

Por lo que pudieron averiguar los tvus que recorrían el mundo durante aquellos días, cientos de ejércitos de seres de hueso, sin razón y con la destrucción como combustible para seguir avanzando habían atacado en simultáneo en todo un continente. Lo sorprendente del caso, es que nadie parecía haberlos visto venir.

¿Cómo es que era ello posible? ¿Cómo semejantes huestes habían pasado desapercibidas a los ojos del mundo? Este tema mantenía a eruditos y teólogos despiertos por las noches, debatiendo, buscando una respuesta.

Poco a poco, el Concilio comenzó a interiorizarse en este debate también. Era de vital importancia, para evitar futuras invasiones, hallar la forma en que los ejércitos de la muerte se movían, como es que parecían ser invisibles hasta que decidían atacar, cual era la fortaleza que los albergaba, dónde encontraban su inspiración.

-Es prioridad de los tvus averiguar todo lo concerniente a la Gran Guerra.- Merie, la voz del Concilio habló a los allí reunidos. -Debemos conocer los detalles de cómo comenzó la gran matanza de los nayas y como fue que los shenkem lograron repelerlos. Tenemos que saber qué pasó realmente en Ovidia y si es posible que esos sucesos puedan repetirse a lo largo y a lo ancho de Albur. Si es necesario, deberemos remover hasta la última piedra de la gran Skraag o recorrer los océanos de un extremo al otro. Somos el pueblo más sabio y tenemos los recursos. En nosotros está el evitar que una nueva era de oscuridad se cierna sobre el planeta.

La mujer acabó de leer el manifiesto que, después de varias jornadas de debate intenso, un grupo formado por los más versados magos y eruditos, los principales estrategas, los exploradores veteranos y unos cuantos miembros de la orden de los Primura habían redactado. A partir de ese momento, en cada calle principal de la megápolis se colgaría la proclama. La Búsqueda estaba en marcha.

 

Ovidia

Un rayo iluminó los cielos. La lluvia, fría y lacerante, caía con fuerza sobre las ruinas de Ovidia, como queriendo borrar las pocas huellas del paso de los har-ail que habían quedado.

Los dos venatvus y el doctvuque exploraban la zona, estaban calados hasta los huesos; el agua corría por sus rostros sin piedad dificultando su visión y sus alas, a pesar de la sustancia impermeabilizante que las recubría, se resistían a volar con normalidad. Por ello, es que hacía más de una hora que los integrantes de la pequeña comitiva se movían a pie.

-Debemos detenernos- exclamó el más veterano de los dos guerreros entre el clamor de la tormenta. –Busquemos refugio hasta que la lluvia mengüe su intensidad. Si no, podremos pasar algo importante por alto.

El doctvu asintió en silencio. Él estaba a cargo de la expedición pero siempre se había apoyado en los sabios consejos del soldado. Gracias a ello, casi no habían sufrido inconvenientes para alcanzar su meta.

Al ver el gesto del líder, el joven venatvu sin que nadie se lo ordenara, partió a realizar una inspección rápida del lugar en el que se encontraban. Habían arribado a las ruinas por la periferia, al este de La Piedra de la Verdad, el único monumento que se mantenía incólume. Al parecer, los esqueletos no habían podido arrasar con él.

Algún día volveré a estudiar esa Piedra se dijo el doctvu. Pero ahora, tenía entre manos algo más importante. La Búsqueda lo era todo.

El joven venatvu volvió hasta ellos.

-He encontrado una casa, no muy lejos de aquí, que aún conserva parte de su techo. Allí podremos capear el temporal e incluso encender un fuego para entrar en calor.

El doctuv asintió con aprobación. –Vayamos allí. Nos refugiaremos el tiempo que sea necesario. Pero nada de fuegos. Aún rondan por aquí miembros de la raza justa. Seres que enloquecieron al perder todo, incluso la esperanza. No sería agradable toparnos con uno de ellos.

Los tres caminaron bajo el agua hasta el sitio señalado. Allí repondrían fuerzas pues lo más duro estaba por llegar.

 

Los nayas

-Vinieron por el norte! ¡Sí! ¡Mi padre me lo contó!- afirmó un chiquillo de seis o siete años.

-¡Qué sabes tú!- le respondió otro, apenas mayor -todos saben que tu padre es un cobarde y que huyó como una rata ante el primer ejército que apareció- las palabras mostraban desprecio y burla. –Mi padre sí que luchó para salvar a mi madre y mis hermanos, él me lo dijo. Y también dijo que  los ejércitos aparecieron de la nada, de todos lados, así que no pueden haber llegado sólo por el norte.

-¡Cállate!- respondió el primero y furioso, le asestó un puñetazo. En apenas unos segundos, los dos estaban trenzados en una pelea.

La joven venatvu que estaba interrogando a los pequeños se alejó apesadumbrada, sin intentar detenerlos. Día tras día ocurría lo mismo y la muchacha sabía que no tendría éxito en reconciliarlos.

Habían llegado a las inmediaciones de Lamar, o lo que quedaba de ella, justo cuando un numeroso  grupo de gente partía en busca de una vida mejor. Según lo que contaban los peregrinos, un profeta les había anunciado que bajo el ala de un nuevo dios, volverían a formar un pueblo y recuperarían la gloria de antaño.

Nada sabía de esto la joven ni su compañero, pero al parecer, era un hilo de esperanza que mantenía unidos los pedazos de civilización que aún quedaban entre los nayas.

Sin embargo, la barbarie los había convertido en su presa y las rencillas, las peleas, los gritos, el egoísmo y otras cualidades tan poco propias de una raza que había alcanzado su esplendor eran moneda corriente en las relaciones.

-Poco hallaremos aquí Roh’thar. Todas son incoherencias. Unos dicen que se materializaron en el aire, otros que surgieron de debajo de la tierra, otros que los dioses los enviaron para castigarlos… ¿acaso puedes encontrar algo de trigo entre toda esta paja? – sin ánimo, la muchacha se sentó sobre una roca a ver el atardecer.

-No te alteres Yrina… algo hay entre tanta leyenda… sólo tenemos que meditar un poco acerca de todo lo que hemos escuchado y buscar qué explicación lógica puede cuadrar con lo que aquí ha ocurrido. Pues con ayuda de un dios o no… esos ejércitos hicieron lo imposible y aparecieron allí dónde había algo para destruir. No pierdas la fe pequeña. Comamos algo y partamos rumbo a Lamur… allí nos espera el resto del grupo para continuar con las Búsqueda.-

Notas de juego

Tocho post en dos partes.

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14/10/2010, 16:44
Knhoss

Naghaurn

Los informes llegaban a la metrópolis sin cesar. Las palabras allí volcadas eran muy confusas. El rastro dejado por las huestes invasoras se hacía cada vez más difícil de seguir. El paso del tiempo, el clima, los mismos supervivientes, todos ellos habían contribuido en borrar las huellas de los ejércitos de huesos. Sin embargo, el empeño de los tvus no cejaba.

Los documentos eran recibidos por un grupo especializado que se encargaba de analizarlos y procesar la información, separando las pistas que podían ser reales de las quimeras.

En la sala dónde habitualmente se reunían los miembros de este grupo, se encontraba un viejo venatvu, general retirado de los ejércitos de Queth, una doctvu miembro de la Gran Biblioteca, dos magos provenientes uno de Enth'ale y el otro del mundo exterior, una miembro del Concilio de edad media, el líder de los Primura y un niño de siete u ocho años al que ninguno de los presentes, salvo el primero de la orden, conocía.

El viejo general tomó la palabra.

-Si algo hemos podido averiguar, es que esos esqueletos o lo que fuera que componía ese ejército, llegaron a las ciudades de Albur mediante la magia o algún otro método sobrenatural. En lo que llevamos buscando, no hemos podido dar con ningún signo que indique cuál es su paradero, o si tienen algunos puestos de avanzadilla, o si es que realmente existen. Si no fuera por la destrucción que han causado, parecerían un mero cuento producto de una mente enferma. Es evidente que estas abominaciones no pertenecen a nuestra realidad.

-Dices bien sabio general- el Primura tomó la posta en la conversación.-En base a esas teorías es que hemos estado analizando las viejas escrituras, no sólo de nuestro pueblo, si no también de otras culturas antiguas, como la de los kohiri, y podemos asegurar que el único sitio del cual pueden haber salido esos ejércitos es de la Llanura de las Almas.

Un murmullo generalizado inundó la sala. El tvu aguardó a que el peso de sus palabras terminara de caer y se acallaran las voces para continuar. -Aunque parezca una leyenda, ese sitio es real. Existe. Pero está en otro plano. Pertenece a Albur pero sin embargo no podemos acceder a él mientras estemos vivos. No conocemos exactamente su localización, pero si hacemos caso a las leyendas de nuestros ancestros, alguna vez ese desolado lugar estuvo a los pies de las montañas que albergan Thervoru.

El mencionar a la vieja ciudad tvu, trajo un nuevo sentido de pesar a la reunión. Por siempre, en la memoria de aquellos que atesoraban el conocimiento, la primera ciudad sería una herida abierta en su pasado.

-Dime respetable sabio... ¿cómo puedes estar tan seguro de que lo que afirmas es cierto?- la pregunta provenía  del mago de Enth'ale.

-Este niño que hoy me acompaña es la clave. Se llama Oselm y es uno de los primeros nacidos con el velo- los tvus lo miraron con curiosidad. Muchos niños nacidos durante el velo habían sufrido malformaciones en la etapa de gestación; algunos de ellos, con el devenir del nuevo amanecer, se habían recuperado bastante bien. Sin embargo, siempre quedaban algunas secuelas. En este niño, nada extraño se podía apreciar.

-Oselm nació ciego. Cuando el velo por fin desapareció, con él se llevó la ceguera de sus ojos... y de su mente. Este niño es un oráculo. Ha visto cosas que aún no ocurren y profetizado otras que ya han demostrado ser ciertas. Y ha sido este niño el que nos ha señalado que nuestras suposiciones están en lo correcto.

El tvu tomó unos papeles que tenía entre sus pertenencias y los distribuyó entre los presentes.

Los papeles eran todas reproducciones de un mismo grabado. Un dibujo de un niño. Sin embargo, en el fondo se distinguía tosco pero claro el castillo de la legendaria necrópolis. El dibujo principal, mostraba una zona oscura, difusa, de forma circular, con ocho puertas.

-¿Qué es todo esto?- pregunto intrigado el general. -Dejaré que el niño se los explique- respondió el Primura.

El niño miró al tvu a su lado, un tanto inseguro, y con un hilillo de voz comenzó a relatar.

-Este dibujo representa el dominio de Yoonel, el dragón de hueso. Allí, el dios que recoge las almas tiene ciudades que dan miedo y todo es muy opaco y gris... salvo por el rojo río de sangre... sangre de verdad- el niño tragó saliva antes de proseguir. -Eso que veis allí- dijo señalando la zona de las puertas -es paso que el que el señor Yoonel y su padre, el dios del sonajero, utilizan para enviar a los monstruos al mundo. Son po... porta... les- el niño volvió a mirar al tvu, esta vez con más confianza -no son exactamente así, pero no sabía cómo dibujar lo que es en realidad. Después de todo, funcionan como puertas... ¿verdad?

Los seis adultos se quedaron pensativos, analizando lo que el niño había expuesto. Realmente tenía sentido. Esos portales explicaban por qué los ejércitos habían llegado sin ser vistos por nadie más.

La mujer del Concilio tomó la palabra. Estaba dotada de un sentido práctico muy aguzado y sin dudar en que la información traída por el Primura era cierta, comenzó a organizar los siguientes pasos.

-Ahora que poseemos esta valiosa información, debemos acelerar la Búsqueda más que nunca.  Esos portales tienen que tener su contraparte en diversos lugares de Albur. Es imperioso que los localicemos y los estudiemos. Dime líder Primura... ¿hay más niños como él?

-Si Solne, hay otros como él, Incluso otros que no nacieron bajo el velo, si no antes. Pero este niño de aquí es quien más desarrollado tiene el sentido.

-Bien, entonces debemos reunirlos y empezar a ayudarlos a desarrollar su visión, al tiempo que aprendemos más sobre ella. Mañana mismo el Concilio destinará fondo para su educación y mantenimiento. Necesitamos más que nunca estos oráculos.

También debemos ponernos en guardia. Hasta que no sepamos más acerca de estos portales no podemos arriesgarnos a nada. General, voy a necesitar su ayuda para que consiga buenos hombres. Aún más de los que tenemos. Y los exploradores y magos rastreadores que aún estén en Naghaurn... deberán comenzar su búsqueda en la misma Skraag y de allí extenderla al resto del continente. Creo que nuestros estrategas sabrán identificar las zonas más propicias para una posible localización.

Un frenesí de actividad cubrió la sala. Ese día muchas decisiones importantes se tomaron. Pero el hecho que más destacó fue que la verdadera Búsqueda había comenzado.

Notas de juego

Comandar ávatar (Concilio) x6: crear 6 ejércitos más, uno por cada ciudad de las que conforman Naghaurn. (6pp)

Crear órden de los Oráculos (4pp)

Comandar raza: Búsqueda de los portales de Yoonel (3pp)

Alianza entre los tvus y los elementales* (3pp)

 

*Descripción pendiente por falta de tiempo.

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14/10/2010, 16:00
Elocc`iso

Él desperto de su descanso. Durante decadas había permanecido en letargo, alejandose mas en los ultimos años hasta tal punto que perdio la vista de Albur durante un breve tiempo.
Alli perdido en la estrella, se consoló de la perdida de sus hijos, de la muerte de tanta gente a la que había imaginado viviendo en paz y armonia.
Las guerras de los dioses azotaron el planeta y este se vengó ocultandose a los dioses. Nuevos pensamientos nacieron en las mentes de los mortales de Albur. Algunos rechazaron a sus padres, otros quisieron una nueva vida libre de los dioses. Otros, gracias a sus lideres, consiguieron no perder la razón y se sobrepusieron a la desgracia. No fue el caso de los Nayas.

Cuando Él volvió a enfocar su mirada a la tierra de sus hijos, los vio separados. Muchos renegaron de su padre y hacedor y partieron para unirse al nuevo ser que los acogia en sus brazos. Otros partieron para encontrarse con el dotador de talentos, el dios muerto, traedor de desgracias, Yoonel. Solo quedaron unos pocos y con ellos un ser dotado de un talento prodigioso, capaz de ver lo que estaba por llegar, la verdadera naturaleza de Él.

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En Albur los Nayas que habian quedado, dudaban sobre si debian de escuchar al Vidente, pues les habia prometido una ciudad y les habia fallado.

- Hermanos - les dijo el Vidente, cuando le pidieron cuentas - No es mi naturaleza mentiros - y eso mismo, era otra mentira - mis poderes son aun jovenes, no tengo aun el talento de comprenderlo, pero soñe con una ciudad y en ella estabamos nosotros - alzo la vista mirando al cielo - quizas no era el momento, quizas no era el lugar - volvio a mirarlos a ellos - pero sin duda alguna, la ciudad sera levantada y no podemos flaquear, ni separarnos mas de lo que estamos.

Se hizo una asamblea a la que no se le permitio asistir, asi que el vidente se fue a pasear por la clara noche, mientras debatian a la luz de las estrellas.

Tardaron varias horas en tomar una decision y entonces fueron a buscarlo. Lo encontraron en una colina, mirando atento una estrella en el cielo o quizas solo mirando el manto estelar, pues la luz era demasiado debil y para apreciarla habia que mirarla atentamente.

- Aqui estas - dijo el portavoz de la asamblea - hemos decidido, que puedes quedarte con nosotros, pero que no guiaras al pueblo, tendras voz y seras escuchado, pero no tomaras una decision salvo que los demas estemos de acuerdo - dejo un breve silencio para que asimilara lo que le acababan de decir - ¿aceptas nuestro trato?

- Si- dijo el.

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Él habia oido cuanto necesitaba oir, habia visto en la mente de aquel ser cuanto necesitaba para saber que tenia que hacer, su pueblo tenia cosas que hacer y dejarlos perdidos no era una posibilidad. Hendio las manos en aquella estrella haciendola estallar en cuatro pedazos. Tomó el primero y le dió forma, luego comenzo con el otro y el otro y el otro. Cuando los cuatro estuvieron listos los oculto bajo su capa y viajo de vuelta a Albur.

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Había pasado un año desde que la orden se declaro Asamblea, habían viajado a otro lugar donde montaron una pequeña aldea alejada de toda su antigua civilizacion.
Un día mientras todos dormian, el Vidente paseaba en la soledad de la noche. Solo se oía el riachuelo y el viento azotando a los arboles. El vidente, no descansaba bien, su sueño de levantar el reino le atormentaba y a pesar de seguir teniendo visiones que le avisaban de cosas, el seguia imponiendo su sueño sobre las demas cosas. En siete ocasiones trato de convencer a la aldea y en siete ocasiones fue rechazada su idea. La idea de no poder cumplirlo le arrebataba el sueño y por eso se pasaba las noches dando paseos.

Andaba tranquilamente cuando cayó al suelo, estaba teniendo una vision, pero algo mucho mas intenso de lo habitual. En esa vision vio una luz que como un cometa volaba hasta Albur, cuando penetro en la barrera que tenia el mundo atado, se oscurecio cayendo una sombra sobre la tierra. Aquella sombra se levanto y entones vió lo que ella veía, la vieja ciudad de Lamar. La sombra giro sobre si misma, casi sin moverse y entonces estaba ante ellos Larum. Volvio a girar y la sombra se desvaneció.

Jadeante y dolorido, trato de levantarse, pero la velocidad de su vision lo habia mareado y no podia ponerse en pie. Sintio nauseas y varias arcadas. Comenzo a toser.
Poco a poco comenzo a sentirse mejor y se levanto ayudandose con las manos, cuando se levanto alguien se acercaba andando a lo lejos. A pesar de la claridad de vision que tenia, no llegaba a verlo bien, aunque le parecia un hombre.

-¿Quien eres? - pregunto mezclando miedo y curiosidad - ¿quien eres? - repitio al ver que no respondia. Aquel hombre llego hasta su lado y entonces una imagen le golpeo con fuerza la mente - un rostro lleno de estrellas  - se echo a llorar - Maestro - dijo entre sollozos - Pensaba que se habia olvidado de nosotros, tu pueblo ya no quiere recordarte - le suplicaba estirando la mano.
- No es tiempo de lloros - le dijo la figura, tengo un mandato para ti y los tuyos.

Y asi es como una vez mas, Él regreso para conducir a su pueblo a su meta final.

Notas de juego

Con esto cierro el trato con el Gran Á. Pero no puedo terminar por que son las 16.50 no quiero quedarme fuera de turno y tengo que estudiar un poco mejor, cual es el mejor comienzo para la nueva era de la orden xD.

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14/10/2010, 16:52
Ghiskhaft

La primera ciudad, Tagrat, en el centro del complejo laberinto donde
habitaban los Sekaar, tenia bien guardadas sus espaldas, en cambio, las
nuevas ciudades de la periferia apenas tenian proteccion...

Por ese motivo, Magrat y Nograt, tras encomendar a un grupo la mision
de llegar hasta el oceano, caminaron entre ellas, junto a pequeños
ejercitos, para reorganizar las defensas, formando a nuevos integrantes
alli donde fuera necesario...

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Aquellos Sekaar alcanzaron la costa, y alli, los sirenidos, los atacaron,
pero poco pudieron hacer contra la roca...
Los Sekaar permanecieron inmoviles en la orilla, recibiendo visitas de
Sirenidos una y otra vez...
Primero incansables, luego cautelosos, finalmente observadores...
Al cabo de los dias, el rostro de una sirena se asomo sobre la superficie
del mar, cantando la serenata que embelesaba a los mortales, pero
tampoco tuvo efecto alguno en los invitados de la costa...

Tras varios intentos mas, las sirenas se acercaron, susurrando...

-Quienes sois, que no caeis ni quebrais ante los nuestros?
Dijo una de
ellas...

-Roca de Skraag, no somos carne...

Las sirenas sintieron curiosidad, siguiendo a los Sekaar por la costa,
observandolos... Mas tarde, las criaturas de roca se adentraron en el
mar, y fueron seguidas por ellas, en un intento continuo de que su cantar
les afectara...

Atrayendo con su cantar a otras criaturas convirtiendolas en roca con su
mirada... Su furia era inmensa, su perseveracion imparable, pues su efectividad era nula ante la
piedra...

Aquellas sirenas enloquecieron, tratando de dominar la roca con sus
sentidos, y asi fue como llego al mar, y poco despues a tierra firme, El Canto de la Gorgona...

Notas de juego

Comandar avatar(es): creacion de 4 ejercitos (4pp)

Reubicacion de ejercitos: 4 a cada ciudad.

Creacion de Orden (4pp): El Canto de la Gorgona (Neutralidad de -4 a -3)

Purificar orden (x2) El Canto de la Gorgona (Neutralidad de -3 a -1) (4pp)

 

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14/10/2010, 16:57
Yoonel, el Nacido Muerto

El Velo se había alzado, y por todo el mundo las razas estaban levantando sus ejércitos en preparación a lo que se acercaba, el recuerdo de la última llegada de los muertos andantes aun fresco en su mente.

Vandrer, Sekaar, Elementales... todas ellos y mas se armaban para la tormenta que se avecinaba, mientras que en lo alto de la montaña los Tvus escuchaban las palabras de un niño y empezaban la búsqueda de los Portales de Yoonel, casi tan viejos como el propio mundo y olvidados y enterrados antes de que la primera raza diera el primer paso.

Y fue en ese momento de silencio, de tensa calma para el mundo, cuando todos los seres aguantaron por un instante su respiración y los guerreros se aferraron a sus armas, que Yoonel hizo su movimiento, un Portal olvidado por edades se volvió a cruzar, y las Legiones Negras caminaron otra vez por el mundo.

En lo mas profundo de Skraag, al final de un retorcido túnel pisado solo por los miembros de una oscura secta, el sonido de huesos y metal golpeando contra la roca empieza a oírse ligeramente a lo largo de todas las cavernas. Los Sekaar, hasta entonces no atacados ni amenazados en la vida, son los primeros en sentir su furia, y por primera vez en su existencia tienen que defenderse de unos invasores que han conseguido pasar de sus impenetrables defensas llegando desde dentro. Los Tvus en lo algo de la montaña son los siguientes, sus alas de cuervo batiendo juntas mientras se preparan para la batalla contra los muertos y su señor Arkhos.

Imparables, la marea de esqueletos sigue adelante sin importarles el destino de las batallas dejadas atrás, llegando por fin a Talruum donde habitan los Gigantes de poderosos músculos listos para plantar cara, y dragones esqueléticos se separan de ellos para dirigirse a su destino final, Vandrerfán.

Notas de juego

Ataco a Talruum, Gigantes, con 4 ejércitos de esqueletos.

Ataco a Vandrerfán, Vandrer, con 10 ejércitos de esqueletos.

Ataco a Tagrat, Sekaar, con 10 ejércitos de esqueletos.

Ataco a Megápolis Enth'ale, Tvus, con 10 ejércitos de esqueletos + Avatar.

 

Portales de Yoonel™ y todo en la Llanura de las Almas es propiedad de Yoonel S.A.

 

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14/10/2010, 20:58
Director

Notas de juego

Fin de Turno

Los afectados tienen 24hs para defenderse de los combates. Luego comenzará el turno siguiente.

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14/10/2010, 21:08
Pyaray, The Whisperer
Sólo para el director

Esta semana he estado flojucho, pero vuelvo algo renovado, ahí la tirada de Talruum

- Tiradas (1)

Tirada: 1d10(+5)
Motivo: 2 ejércitos+Rey Gjgante Odros
Resultado: 1(+5)=6