Partida Rol por web

Tras escuchar el grito de guerra del cazador, saco mi cuchillo con la izquierda. Espero que ese vendedor Kislevita dijera la verdad y sea buen acero. Pienso mientras lo evalúo en mi mano. Al menos esperaba poder parar algun ataque goblin con él si se ponían las cosas feas.

Con mi hacha en la diestra y la daga en la siniestra cargo tras mis compañeros, silencioso, concentrado en la batalla que se avecinaba.

Se encontraban en una calle ancha, la mayoria de la muchadumbre habia dado buena cuenta de la expresion "salir por piernas", algunos se toparon de frente con el enano llegando un senor a chocar de frente con el, pero ni se le ocurrio decirle nada, aunque tampoco se disculpo con la prisa que llevaba.

El cabo que venia a hablar con Otto se guiro con cierta parsimonia, mientras hacia un giro con la mano y sus hombres se preparaban sin dar un paso atras con las armas preparadas, parecia que la guardia de la ciudad estaba bien entrenada para los estandares de un pueblo tan pequeno. Elrum Mäller saco una espada gigantezca que puso sobre su cabeza, con aquel arma podria matar un toro de un solo tajo, quizas algo excesivo para matar Goblins pero el tiempo hablaria de su destreza.

Mientras la guardia se preparaba, una veintena de goblins empezo buscar el cuerpo a cuepo y otros seguian disparando proyectiles, que aun zig-zageando llegaron a impactar a algun guardia. Muchos otros iban en direccion al bosque cercano, no sabrian calcular si era una tribu entera o solo una grupo de la misma, pero era como poco una situacion extrana tal cantidad de goblins correteando por un pueblo humano.

Algunos pieles verdes huían hacia el bosque, - ¿Qué hacen dentro del pueblo? Muy raro, normalmente no se adentrán tanto en las poblaciones humanas.- Aunque tuve que dejar mis pensamientos para luego, porque una veintena de ellos se disponía a atacarnos.

Con mi ballesta cargada apunté y disparé contra los goblins arqueros. Decidí que mis compañeros que se lanzaban al cuerpo a cuerpo estarían más seguros cuando Leo y yo hubiesemos silenciado a sus arqueros.

Apenas acababa de sacar su main-gauche vió como una flecha se dirigía hacia el. Demasiado tarde, apenas le dió tiempo a esquivarla, y por suerte o por la mano de Mymidia la flecha, sin demasiada potencia, no consiguió ni atravesar la ropa que llevaba puesta.

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo pensando en lo que pudo haber sido y no fue, 

- Que hijo**** que puede llegar a ser el destino- murmulló para sí mismo. En ese momento el enano pegó un grito que probablemente moviese los cimientos de la ciudad, y contagiado por ese berrido el estaliano prosiguió su carga hacia uno de esos monstruitos.

- Quien ha sido? quien se ha atrevido a dispararme a traición!! GUUUUARRRRRG!!!

Su estocada fue certera, amagó con un ataque lateral y en el último momento echó todo su cuerpo hacia adelante. Esta técnica era utilizadísima cuando un espadachín quería acabar rápido con su contrincante, y aun siendo un poco arriesgada, tenía sus reflejos y su daga en la mano izquierda para responder en caso de ser contratacado. Eso, teniendo en cuenta que su contrincante se mantuviera en pie...

La fuerza y la ira de Grimnir recorrieron mi cuerpo mientras aullaba el grito de guerra y me lanzaba contra los odiados enemigos ancestrales enarbolando mi hacha como si de la mismísima encarnación de un avatar de la guerra enano, uno de los  Ancestro de mi raza, se hubiera encarnado en mí mientras recorría la escasa distancia que me separaba de los pieles verdes.

Algunas de aquellas viles criaturas huyeron hacia los bosques mientras otras, las más descerebradas, intentaban cargar contra la milicia local apoyados por una salva de flechas de sus arqueros. Los proyectiles silbaron a mi alrededor como macabros portadores de muerte, pero el manto de Valaya me protegía y ni una sola de las flechas rozó mi robusto cuerpo.

Había llegado el momento de derramar sangre 

Con un movimiento rápido y feroz arremetí contra el primer desdichado que me topé en el camino estrellando el escudo en su esmirriado cuerpo, escuchando como el aire era expulsado de sus pulmones de golpe, alzándolo del suelo permitiéndome asestarle un hachazo sin más contemplaciones antes de que tocara nuevamente al suelo

Pero la arremetida con el escudo había alejado más de lo debido a la pequeña alimaña y solo le pude dar de refilón, logrando no obstante causarle una herida para empezar a paladear su muerte

Disponte a morir, vil criatura -le gruñí mientras alzaba el escudo dispuesto a iniciar el combate en serio ¡ Tu y todos los demás grobis!¡VENID A MI ALIMAÑAS, MI HACHA TIENE SED DE VUESTRA SANGRE!- grité golpeando el hacha plana contra el frontal del escudo, en claro desafío al resto

Gerard no habia nacido para la lucha, o al menos eso es lo que el pensaba. Sin embargo, por alguna razon, Sigmar siempre le ofrecía su bendición en cuantas batallas había participado, saliendo ileso de casi todas ellas. Aun con todo, el saqueador prefería pelear con cautela, el no era un guerrero experimentado como la mayoria de sus compañeros...

Mientras corro hacia los pielesverdes motivado por los gritos de Otto y Kurdrim, veo como una flecha impacta en el estaliano. Sallya apiadate del extranjero. Que no sea nada grave. Pienso mientras me cruzo con un goblin en uno de los flancos.

Hacha y daga en mano me dispongo a atacarle antes de que lo haga él. - !Fuera del imperio escoria inmunda! - Grito mientras descargo el golpe con todas mis fuerzas sobre la criatura...

Quitaos  de en medio insensatos o que Morr  se apiade  de vuestras   almas  .Chillo mientras  intento cargar a a un goblin al tiempo que esquivo lugareños.Si no  os matan ellos  podemos hacerlo nosotros  por" accidente"

Múltiples objetivos. Tantos, que inexplicablemente al primero que se puso a vista de su ojo logró eludir el flechazo. Y si ahora no resultaba fácil darles, con la guardia cargando a lo loco seguramente se complicaría más. Especialmente si de los que diera caza el grupo, querían conservar alguno con vida.

Aunque eran oponentes de no tanta talla, y la carga del grupo sorprendio a la carga de los goblins eso no hizo que ninguno se desmoralizada lo mas minimos, y a lo maximo que optaron fue a reirse por lo bajo con miradas codiciosas y asesinas de color verde palido. Mientras la muchedumbre aun escapa de la calle buscando un lugar seguro, los soldados con los pies bien colocados en el suelo, aguantaban la arremetida golpeando y siendo golpeados. Las flechas seguian zumbando de un lado al otro sin sentido, pero todas iban cargadas de hambre por matar ya que es bien sabido que es mas facil quitar sus pertenencias a un moribundo que a uno que aun patalea.

Fuera como fuera, las luchas y las batallas siempre son confusas y uno no puede protegerse de los impactos que le llegan por un lado, por el otro y por el aire. Asi que en esos momentos dificiles uno se encomienda a los dioses y hace lo que puede. Este combate en concreto se estaba tornando dificil y estupido, por una parte casi todos los ataques fallaron y las cargas fueron evitadas de mala manera. Pero los pequenos oponentes habia aguantado la acometida del grupo, y parecian no querer salir de alli, habia venido a pasarlo bien a reclamaban su botin.

Entre el intercambio de golpes, solo hubo uno que fue realmente efectivo y contundente, Adalberto con un movimiento gracil y florido destripo a uno de aquellos pobres goblins verde que lo miro con ojos vidriosos mientras morian. Otros goblins se movieron para evitarlo a el sin atacarlo, y aun menos para atacar a Kudrim que aun sin matar a su oponente se revolvia con furia y hacia temer a los goblins un mal encaramiento que no iba a ganar el numero en este caso.

Varios proyectiles dieron sus frutos por parte de Otto y Leonar, pero pronto se vieron en un combate que no les veneficiaba, encarandose con oponenetes que venian buscando algo y no de muy buenas maneras.

Gerard y Hans se revolvieron bastante bien, pero aquel combate tenia que declinarse rapido si no sus actuaciones no iban ha ser suficientes.

En aquel momento de choque de voluntades, parecia que era un buen lugar para rezar a los dioses y encomendarse a ellos, eran simples goblins vaya! pero en una batalla nunca estaba de mas ser piadoso y desconfiado, ya que en caso de lo peor era mejor estar en paz con uno mismo, con dios y con sus secretos.

Después de su primer movimiento Adalberto dió echó pequeño vistazo a su alrededor antes de golpear de nuevo. Su movimiento había sido perfecto, el goblin no era ningún campeón en el combate cuerpo a cuerpo, pero eso no quitaba para que su movimiento hubiera rozado la perfección. 

Al mirar de reojo no se podía creer lo que estaba viendo: sus compañeros estaban fallando golpes fáciles y los guardias estaban pasando por serios problemas. Cabreado por la mala actuación de los suyos, el estaliano gritó:

- Maldita sea camaradas, tenemos que hacerlo mejor si queremos salir bien parados de esta, concentraos de una jodida vez!- Giró hacia los guardias-Y vosotros, sacad a vuestro compañero herido de aqui, hoy no quiero ningun muerto que no sea de color verde, HE DICHO!, - haciendo clara alusión al guardia herido, el estaliano quería que sacasen a ese hombre rápido de la zona.

No se quien ha instruido a estos guardias, pero como no espabilen, hoy alguno no duerme en casa...

Fue terminar de decir estas palabras, y el duelista arrancó el estoque de su primera víctima y aracó a la que sería, probablemente, su segunda.

Siguió con su estrategia de intentar acabar rápido con sus enemigos, y sabiendose superior técnicamente a sus enemigos, atacó con todo a las apestosas criaturas.

El descontrol es  total  y eso no ayuda  demasiado  a la hora de   conseguir  impactar  a los goblins. El martillo  se estrella  contra el suelo justo donde   antes  había  uno de esos chillones seres  verdes.Reprimo un  taco   y  mordiendome   el labio   me preparo dispongo a  afrontar  a otro  oponente.

Gerard ve como su hacha se clava en el hombro de la pequeña criatura, pero por alguna razón se resiste a morir. - Muere sucia rata ! - Grita desatando un golpe con todas sus fuerzas antes de que le devuelva el ataque...

El goblin intenta parar el tajo, pero la suerte hace que se le rompa el arma y se coma el hacha de lleno, salpicando la cara de Gerard de sangre apestosa. A por el siguiente. Piensa mientras mira a su alrededor. Aun quedan demasiados...

Las flechas goblins silvarón a mi alrededor, afortunadamente sin llegar a impactarme, mientras mi saeta se clavaba en el hombro de uno de los arqueros, el cual, con la cobardía típica de su raza huyó presa del pánico a la seguridad del bosque.

Me disponía a recargar la ballesta cuando, dime cuenta que uno de aquellos asquerosos pieles verdes había sobrepasado a mis compañeros de primera línea y cargaba contra mi.

Rapidamente desenvainé mi espada y lancé una estacada a la desesperada, que aunque impactó lo hizo solo de refilón debido a la premura con la que había actuado.

Urgh. Uno de esos goblins logra darme con una de esas lanzas, así que me retiro* hacia atrás para dejar que los engendros verdes se líen a golpes con mis compañeros mientras los puedo ir cazando a distancia.

Huian. La escoria piel verde se alejaba de mi hacha y me negaban el placer de verlos caer bajo el fiable filo dawi mientras buscaban cobijo en el bosque o intentaban causar daños contra enemigos menos predispuestos que yo a darles muerte. Miré enderredor enajenado, más aun al ver como el escuchimizado estaliano extraía su mondadientes del cuerpo de un goblin muerto a sus pies.

Una flecha silbó cerca de mi y, para mi sorpresa, el goblin que segundos antes había herido caía con el gaznate atravesado por una flecha humana

¡Eh, esa era mío, maldita sea!

Bufé por la nariz. Aquello era ya lo ultimo. Que un humano se diera aires ante un enano matando goblins y que otro me arrebatara mi primera víctima

¡Venid aquí, cobardes!¡Aun tenéis agravios que pagar!- les chillé indignado mientras cargaba de frente contra los arqueros pieles verdes dado que los supuestos combatientes había eludido el combate contra mi

Alcé el escudo y, protegido por el recio metal, cargué contra los dos goblins más cercanos* con tal de evitar que siguieran disparando a los humanos

Ahora vais a hacer una cata acelerada de acero enano, malditos- amenacé a los pieles verdes mientras descargaba nuevamente el hacha contra sus famélicos cuerpos

El cabo no parecia nada cojo a la hora de dar golpes ni tampoco de recibirlos y de momento aunque ligeramente herido seguia aguantando como un pino en una ladera que se derrumba.

Un grupo de pajaros cruzo el combate y ninguno de los participantes lo noto, pues bastante tenian con no terminar ensartados por una lanza afilada con muy mala uva.

Elrum aviso -el primero que de un paso atras pagara la siguiente ronda- grito a sus hombres con ganas de darles animo y de que defendieran lo que indudablemente era suyo, sus vidas y su pueblo.

(continua...)

Los Cazadores de brujas lo estaban haciendo mucho mejor en este momento, luchaban unidos y con ganas pero aquellos pequenos y escurridizos goblins verdes eran mas duros de roer de lo que realmente parecia. Bloqueban, y pegaban como autenticos dementes sin dejar de soltar unas risitas extranas, y no paraba de llegar a la mente de cada uno la pregunta obvia: de que rayos se rien?

Adalberto quedo contra dos contrincantes que no iban a ponerselo dificil, era una situacion dificil pero aquel bailarin con espada tenia muchos puntos de salir de alli con menos razgunos que ninguno.

Hans se mantenia bien de momento contra aquel oponente, pero tenia que hacer algo mas que hacerlo bien si queria salir de alli entero.

Gerard habia encontrado la horma de su zapato, aun con la violencia con la que atacaba a aquel nino verde, el maldito lo paraba con su pequeno escudo, vendiendo cara su piel, quizas demasiado cara.

Otto que habia conseguido un buen impacto, ahora estaba en una posicion un poco complicada y aquel goblins lo acosaba con su lanza como un poseso con los ojos desorvitados.

Leonard se desmarco del grupo, consiguiendo unos segundos de paz que tendria que aprobechar fenomenalmente antes de verde en alguno apuro, el si podia tener una perspectiva del combate mucho mas objetiva.

Kudrim que ataco al centro del grupo de arqueros, fue golpeado sin ningun resultado con unos pequenos cuchillos bastante graciosos, pero que resultarian letales con un poco de fuerza que parecia que ejercian en aquellas finas manos. Al contrario que los goblins con lanzas, otro de los arqueros saco una daga y se sumo a los otros 2 companeros aquella cabeza enana si merecia un hueco en una estaca.

La guardia aguantaba como estatuas que se movian, hiriendo en algunos casos a los goblins pero aun con el numero que tenian pensaban ganar el combate sin ningun tipo de duda, y saquear a todos aquellos humanos y llevarse fetiches de ellos. La vanda de goblins seguia saliendo de la casa, nadie se interponia ante ellos para que "escaparan" al bosque, pero por todos lados la guardia contenia a los que se desviaban para atacar a los ciudadanos, o intentaban entrar en las casas cercanas. Y la verdad que la escena era para llorar, si todos aquellos Goblins hubieran atacado a la guardia que andaba desperdigada en ese momento, quizas hubieran tomado el pueblo con cierta solvencia, pero la falta de un kaudillo goblin fuerte parecia que ahi cada uno hacia lo que queria.

Las lecciones  de  esgrima que había ofrecido anteriormente  mi compañero  parecían ahora una buena idea   sobre  todo viendo como  los goblins  seguían esquivando cada uno  de mis ataques.Echo un  breve vistazo a mi alrededor  y me tranquiliza ver  como a los demás  les van un poco mejor las cosas.

Gerard, cuando creia que ya había matado al pequeño piel verde, se limpió la sangre de la cara a tiempo para ver como era atacado. Por suerte se defendió del goblin. Aquel bastardo seguía vivo!

Hecho una furia, volvió a golpear al apestoso con todas sus fuerzas, rogando a Sigmar que le proporcionara la habilidad suficiente para eliminar a aquel goblin de una vez por todas. ¿Como iban a salvar el pueblo si eran incapaces de acabar con un puñado de escoria pielverde?

Joder con los bichejos estos... No se van a acabar nunca o que? Menos mal que al final los guardias han decidido quedarse, sino estabamos jodidos. Tengo que acabar con todos los que pueda lo mas rápido posible para darles una oportunidad a los de atrás, o tenerla yo incluso...

El estaliano seguía intentando ensartar a goblins, y sus tajos iban dirigidos a causar el máximo daño posible.

- Vamos compañeros! Apretad los dientes y a por ellos! DADLES CON TODO!!