Partida Rol por web

No te cuesta demasiado encontrar a tus dos "colegas". Estan en la taberna local bebiendo unos vasos que seria muy generoso calificar como matarratas.

Mientras los observa que beben su preciado "matarratas", me acerca retirandome el manton y escondiendo las gafas de sol para acercarse con una sonrisa perfecta...

"Tendrais el placer de invitarme a beber y a disfrutar un rato de vuestra compañia?..."

Elegantemente se sienta mientras muestra un curioso interes por lo que hacen en esos momentos...

"Podria saber que clase de matarratas es este, chicos?"

Tras aproximadamente 45 minutos de intentar recabar informacion sin demasiado acierto decis que lo mejor es dirijiros hacia la catedral, pues la hora de los rezos matutinos ya esta proxima.

Cuando os acercais a la zona el abad Skae sale a vuestro encuentro con dos clerigos menores, todos ellos vistiendo tunicas blancas. Os saluda y os invita a un lugar de lujo en la ceremonio, es obvio que os esperaba con entusiasmo. El interior de la catedral es enorme y completamente circular, toda ella esta cuvierta por piedra pulida y decorada con cuarzo negro. Sus caracteristicas principales son su elevada cupula central y los cuatro grandes pilares equidistantes a la base, todos ellos coronados por el aguila imperial. Pero desde luego el broche de oro se lo lleva un mural pintado en la parte interna de la cupula central en el que se representa a San Druxus alzandose triunfante, levantando una espada corta en una mano y empuñando un aguila dorada en la otra; a sus pies yace vencida una figura sombria e indefinada. Alrededor de este mural hay grabado un complejo diseño de flores y pajaros revoloteando.

Los bancos estas situados de manera circular, entorno al altar central en el que se coloca el abad, vosotros sois conducidos hasta uno de los bancos en la primera linea.

El abad se marcha y tras unos minutos regresa con la mujer del velo, escoltada por Kos'ke y sus hombres (aun fuertemente armados) los cuales se sientan tambien en primera fila, justo en el banco frente a vosotros. A los guerreros se les puede ver claramente incomodos. En el ultimo instante, Aristarchus aparece colocandose discretamente a vuestro lado. La musica del organo comienza a sonar con fuerza, las asistentes elevan sus voces en plegaria al Dios Emperador y asi da comienzo la ceremonia.

En el punto algido de los canticos rituales, el abad Skae, haciendo gala de su imperiosa presencia como siervo del Dios Emperador, se dirije hacia el altar flanqueado por los hermanos Lamark y Severus, que sostienen en alto sendos braseros encencidos. La musica cesa y las palabras del abad resuenan amplificadas por la acustica del lugar.

-Hermanos, nos hemos reunido aqui en este dia glorioso en que el Dios Emperador de la humanidad ha dirigido Su mirada hacia este mundo tan alejado de Su Trono Dorado. Hoy a reconocido vuestra profunda fe y ha bendecido nuestra labor. Se que os habeis debatido en las tinieblas durante mucho tiempo, creyendo que jamas veriais un nuevo amanecer. ¡Contemplad! ¡Al fin ha llegado, y el dia de hoy sera recordado por toda la eternidad, por que hoy seremos testigos de un milagro!

Skae realiza una pausa para dejar que sus palabras calen en todos los oyentes, y en el silencio reinante ois tañer las campanas de alarma de las torres de vigilancia mientras el traqueteo de las armas de fuego y el agudo restallido de disparos laser resuenan alrededor de la catedral. El abad mira a su alrededor sorprendido, pero su expresion se endurece al instante. Se gira directamente hacia vosotros y os mira fijamente mientras proclama en voz alta:

-Pues la sangre, es el sacramento del Imperio.

Para vuestra sorpresa la multitud no parece perder la calma ante el ataque, aunque si que se escuchan algunas expresiones de sorpresa.

-¡A un lado! -brama Kos'ke y la gente se hace rapidamente a un lado, dejando un pasillo para que el y sus hombres puedan salir de la catedral rapidamente.

Viendo la impasividad de los presentes que andan entregados a la gloria de San Druxus y tras contemplar la breve mueca del abad hacia sus palabras, Decide Desenfunadar a Betsy y acompañar discretamente a Kos´ke y a sus hombres...

"Sangre que por supuesto tú no derramaras por defender esta tierra, captado..."

La solemne contemplación del rito se ve interrumpida por repentinos estampidos y ruidos y explosiones... Quintos demora en darse cuenta que hay un combate allí afuera, y es bruscamente alertado del hecho por la salida del bárbaro y su gente. 

Levanta la afeitada y deforme cabeza, con pesar en los ojos, mientras su artificial garganta pronuncia un plegaria, y un pedido a la figura del emperador. Sus dedos, nerviosos, acarician el borde bordado de su túnica, solicitando al Dios Máquina también la gracia de vivir otro día para servirlo. El calor del símbolo del Omnissiah, grabado en sus implantes, y del águila Imperial, grabada en su pecho, le infunde un valor pocas veces siquiera imaginado por un Tecnosacerdote.

Se vuelve en el asiento, asiendo bajo la túnica su pistola láser, pero indeciso respecto a partir, partido él entre la curiosidad y la necesidad de mantener los ritos y la palabra del Abad. Como pequeña concesión, sus ojos se fijan en la puerta para observar qué sucede allí afuera, cuando salgan Kos'ke y sus hombres.

Arelix desenvaina su espada haciendo que el vibrante sonido del acero resuene en los oídos del abad mientras da un paso hacia donde se encuentra, lo suficiente para que sienta el deslumbrar del pulido metal.

-¡Maldita sea, estoy cansada de vuestras redecillas y acertijos! ¿¡Que cojones pretendéis, abad!? ¡La única sangre que se derramara será la vuestra como resultéis ser el artífice de todo lo que ocurre en este lugar!

 El psíquico mira a todos sus... ¿compañeros? con sus ojos cansados, luego al abad y luego al grupo que se marcha hacia fuera. No es precisamente el mejor guerrero de todos los tiempos, por lo que Lucius prefiere quedarse en la... "seguridad" de la catedral antes que salir fuera. Sin embargo, su cabeza palpita, y sus miles de cicatrices le duelen y le pican... ¿Qué demonios está pasando aquí?

Erick sonrie al escuchar los disparos, ya estaba durmiendose allí con tanta palabrería. Apoyó la mano en su pistola láser, preparado por si había algún imprevisto. Raven se levantó de su sitio y acompañó a la gente que salía de la catedral. Agarró el brazo de Arelix con limitada fuerza y le susurró al oido. - Tranquilizate, hay cosas que matar, a menos que quieras que te maten a ti...

Susurrado esto, le soltó del brazo y acompañó a la multitud en movimiento.

Es dificil de explicar pero dirias que toda la catedral, es mas, toda la colina sobre la que se encuentra la catedral desprende cierta energia procedente de la disformidad.

Tanto el hermano Severus como Lamark, se adelantan un par de pasos al ver las intenciones de Arelix, cerrandole el paso rapidamente. Al parecer al Abad tampoco parece hacerle una especial ilusion ser amenazado.

-¡Como osais amenzar a un fiel siervo del Emperador en su propia casa! ¿Acaso sois tan obtusa que no veis que nos atacan mujer? ¡Le he dedicado decadas de mi vida a construir y consagrar este monumento al Emperador para que sirva de foco de luz a esta pobre gente! Te perdono, pues la ignorancia es una bendicion pero ahora cumple con tu obligacion para con El y destruye a los herejes que pretenden destrozar su templo.

Tanto los que salis al exterior como los que os quedais en el interior teneis una vista privilegiada de lo que ocurre en el asentamiento gracias a la posicion estrategia de la catedral.

Un humeante vehiculo de gran tamaño equipado con un amplio espolon de hierro frontal ha embestido contra las puertas de Desesperanza sacandolas de sus quicios y abriendolas de par en par. Podeis ver almenos a una treintena de guerreros de aspecto desaliñado y vestidos con tiras amarillas que cuelgan de diferentes partes de su cuerpo penetran en el pueblo disparando y acuchillando a todo el que se les pone cerca. Hombre, mujeres, niños, ancianos y varias tiendas de campaña ya son pasto de las llamas y el caos empieza a cundir por todo el lugar.

Se escuchan gritos incoherentes que no parecen tener sentido en ninguna lengua conocida pero otros de los gritos de estos guerreros amarillos si tienen mucho sentido.

-¡Herejes! ¡Blasfemos! ¡Morid!

 El psíquico trata de dar un par de pasos pero cae de rodillas. Suelta su bastón y se lleva las manos a su calva y cicatrizada cabeza. Lucius cierra los ojos con fuerza, como si aquello fuera a aliviar sus horribles dolores. Cada una de las cicatrices de su autorización le quemaba más y más; como si la Disformidad en sí misma se estuviese colando por todas y cada una de ellas; invadiendo y usurpando todo su cuerpo. Sus gritos casi -solo casi- se elevan sobre el griterío y el alboroto del exterior. Mientras, grita y balbucea cosas sin sentido:

 -AAAHHH!!!... ESTÁ... ESTÁ... TODAS... PARTES... CADA... CADA... VEZ... AAAHHH!!! ME... ME... VA... LOCO...

-Es cierto, os encontráis escudado por una reputacion forjada durante años… -dice la mujer bajando el arma- ...pero os equibocais en una cosa, no os “juzgo”, no soy quien para hacerlo, esa tarea le corresponde al Dios Emperador, pero si os considera culpable tened seguro quien será el brazo ejecutor…

Arelix se da la vuelta, dando la espalda al abad y dirigiéndose a la salida, interrumpiendo su marcha al estar proximo de Lucius.

-¿¡Lucius que os ocurre!?

Antes de salir por completo a ver el panorama de combate que hay fuera, observa y escucha los quejidos y protestas del abad como del anciano el cual se aferra a su maltrecha cabeza desplomandose por el suelo aferrandose al tormento que acaba de visualizar...

" Es evidente que ha visto algo que esta mas alla de nuestro umbral visual, no puede ser nada bueno, pero se quien tiene las respuestas a esto..."

Conforme se prepara con Betsy y colocandose sus gafas oscuras ojea de reojo, murmura sonriendo en un profundo desprecio y frialdad hacia el abad con quienes les rodean...

" Notaba ya tu cierto hedor altruista desde que te ví, pero que clase de luz habras encontrado hurgando en tan inmensa oscuridad?...."

Acto seguido grita a Raven para que le acompañe...

"Grandullon deja que tu amiga mantenga al anciano, necesito tu potencia de fuego aquí fuera!..."

Erick observó como su antigua compañera dejaba la locura a un lado y se dirigía a atender al psiquico. Raven estuvo el tiempo suficiente mirando como para que la nueva se diera cuenta y le despertara de su embobamiento. - ¡Eh! ¡Ahh!

El soldado imperial miró hasta donde le alcanzaba la vista, un ejército se adentraba en la ciudad a buen ritmo, parecían estan bien coordinados. Raven sonrió al ver tantos objetivos que no se quejarían al recibir su acero de la espada y su energía de su rifle. Solo tuvo una objección al comentario de la nueva. - ¡Tu no necesitas nada, yo les necesito a ellos! - Acto seguido salió corriendo enfundado la pistola y sacando el rifle de su descanso. - ¡ES HORA DE ENFRENTARSE A LA MUERTE UNA VEZ MAS! ¡VENID ASQUEROSAS ABERRACIONES ACABARÉ CON VOSOTRAS! - Dijo gritando, mientras bajaba hacia el tumulto.

Quintos se acercó, presuroso, al psíquico. Buscó con la vista al Querubín, para pedirle que trajera ayuda, al Vidente... comenzó a emitir en un tono modulado y frecuencia sub-lingual su llamado de ayuda, al no poder ver al pequeño volador.

# Tranquilo, tranquilo... obtendremos ayuda. Del Emperador... o del Omnissiah, dijo mientras su mano se cerraba en la pistola laser bajo la túnica, y los ojos se estrechaban controlando los alrededores.

Seguramente el Vidente sería experto en el Inmaterium, y capaz de ayudar con Lucius. 

 Lucius deja de gritar cuando sus compañeros se acercan a él a pesar de que su cabeza sigue pareciendo querer explotar. Levanta sus cansados ojos hacia ellos, aunque apenas si los ve. Habla, pero su voz le suena distante y amortiguada.

 -E... Está por... todas partes... en... en toda la... colina, en la... catedral, en sus... pilares, en sus... contrafuertes, en sus... arbotantes, en sus... piedras,... por todas... partes está la... la... DISFORMIDAD! TODO ES DISFORMIDAD! ÉL ES DISFORMIDAD!

 Y sus gritos vuelven mientras sus ojos, casi inútiles por el dolor, tratan de encontrar al Abad.

Conforme sale del claustro acompañada del mastondonte comprobo que el enorme vehiculo habia reventado de par en par los goznes del porton haciendo papilla lo que serian unas puertas preparadas para un asedio...
Rapidamente comprobo que al menos una inmensa mayoria de lo que habitaban en el enorme vehiculo estaba dentro de desesperanza gritando y disparando todo aquel que tenian a tiro, con lo cual siguio a Kos´ke y a sus hombres para encabezar un ataque de lanza hacia el grueso del enemigo...

Mientras bajaba rapidamente como cual sombra felina profirio una respuesta ironica hacia el comentario del grandullon dispuesto para lo que se le avecinaba...

" Pues ve a que te den sus cuidados necesitado pero no dejes a ni uno en pie!"