Partida Rol por web

Acudes raudo a la biblioteca de la universidad, esperand poder contactar con el coronel con la menor tardanza, para encontrarte con un panorama vacío y desolado. Parece que nadie acompaña actualmente los papeles de investigación que habíais estado revisando. Das una vuelta en torno a las vetustas estanterías, pero no encuentras más compañía que los libros. Definitivamente, no hay nadie aquí.

Patrick sale de la bibloteca y va pensando ... donde iban a ir estos dos , dijeron algo de ir a ver algo fuera de la universidad ...pero ¿donde? , bueno da igual dare una vuelta por el campus a ver si los veo y sino volvere a esperarlos a la biblioteca .

Tras un laaargo paseo alrededor de la universidad, no adviertes la presencia de ninguno de tus compañeros. Parece que esta vez sí que te han dejado realmente solo. Vuelves a la biblioteca, pero ninguno de ellos se encuentra en el interior. Tan solo los hermanos Simmons, ensimismados en sus estudios, rompen el denso silencio. De hecho, dirías que no han regresado a sus investigaiones desde que te fuiste.

Me acerco de nuevo a las tablillas que ya hace unos dias que no las observo y las vuelvo a mirar , como buscando detalles que se me pudiesen haber pasado en la anterior observación , despues , intento hablar con los gemelos a ver como van con su investigación , y si puedo obtener alguna información de ellos .

Las tablillas no consiguen sorprenderte tampoco esta vez, más allá de la obra de arte milenaria que suponen, y su estilo tan apartado del habitual jeroglífico bidimensional egipcio, carente de profundidad.

Tras observar la obra un buen rato, te dispones a hablar con los gemelos, cuya conversación resulta, como siempre, aburrida y monocorde. Para tu disgusto, poco más aportan a parte de que no han visto a ninguno de tus compañeros desde que a la mañana la baronesa fuese a hacer una breve visita, para desaparecer instantes después.

En cuanto a su investigación, continúan sus recelos, temerosos de empañar la vuestra y que acabéis en el mismo callejón sin salida que ellos.

Patrick viendo que no hay nada que hacer por el momento en la biblioteca sale de allí para encaminar sus pasos hacia la enfermeria , a ver como se encuentran las chicas y a ver si puede ayudarlas en algo . Mientras su cabeza no para de darle vueltas a todo lo ocurrido últimamente ...

La cosa se ha puesto muy mal , Gianni encerrado en el sanatorio , Ilona descubierta , y Fatima con ella , el resto desaparecidos ... lo que tengo claro es que esta noche voy al sanatorio a ver si puedo ayudar a fugarse a Gianni ... luego a esconderlo ... en el campus imposible , seria mejor en la ciudad , en algun hotel o pensión ... bueno veremos a ver como lo solucionamos .

Acudes sin demasiada prisa al edificio Locksley, mientras las primeras luces del atardecer van pintando de tonos rojizos la universidad. El comedor sigue cerrado, aunque ya llega algún olorcillo agrio y gris desde la cocina.

Para tu sorpresa, la recepción del hospital está vacía, en cambio.

Patrick viendo que no encuentra a ninguno de sus compañeros , y que ya hace un rato que se ha puesto el vendaje decide ir a cambiarse de vendaje al dormitorio masculino y así de paso curiosear un rato por las habitaciones del piso de abajo ... luego su intención es ir a hablar con el rector de la situación actual .

Repentinamente ves salir de una de las habitaciones del fondo del pasillo a Ilona, recién maquillada y preparada, si bien con las ropas que llevaba, ahora manchadas del sempiterno icor negro. A pesar de todo, la sustancia parece seca y poco reciente. Mira en derredor, como en ensoñación, en una actitud dubitativa e impredecible.

Tu entorno es un manto de oscuridad sólida durante lo que te parece una eternidad. te sientes como encerrado en tu cuerpo, en una asfixiante sensación de no ser tú mismo. Algo te está moviendo; sientes los golpetazos a los lados, como un traqueteo continuado... ¿un temblor? Sí, tal vez un temblor. Entonces el traqueteo aumenta.

Los ominosos acontecimientos de horas antes, el caos y los gritos del sanatorio mental, parecen acosarte desde los recovecos de tu mente, como un disco de vinilo estropeado y acechante. No son sueños, sino más bien pensamientos a toda velocidad. El movimiento... puedes sentir el movimiento. ¿Cuándo terminará esta angustia? No sabes si podrás soportarlo mucho más. Tratas de aislarte de la cacofonía, y entonces distingues una voz; una demasiado familiar. Quiza ni siquiera es un sonido, sino palabras en tu mente. ¡Sí! ¿Podría eso ser un recuerdo? Quien sabe. Analizas las palabras; las masticas y las degustas. Te sientes como si te hablaras en segunda persona, como un desconocido cualquiera dirigiéndose a otro, sin nombres ni detalles:

Un escándalo horrible, sobre todo para mi esposa, la baronesa, porque su testimonio ocupa un punto clave. Ella misma le contará a Vd. lo sucedido en el salón. Entre las 4 y las 5 estábamos descansando y luego nos fuimos a comer.

Entonces el traqueteo se vuelve abrumador y consigues escuchar un pitido lejano también. Todo es terriblemente desconcertante. Tus ojos se abren de sopetón a una oscuridad menos densa... y en oscurecidos tonos technicolores (el rojo ha desaparecido): rico mobiliario, con dos literas de buen tamaño, un escritorio, y un armario adornan esta cuca estancia provista de una ventana de guillotina y una puerta insertable en la pared. En una esquina, se ha abierto un reducido espacio para incluir un pequeño water, y un lavabo individual con espejo. Otras comodidades básicas cierran el conjunto de este acogedor pero reducido cuarto. Una puerta insertable en la pared da cierta intimidad al reducido cubículo, trabajando estrechamente con la persianilla que filtra un poco de luz nocturna sobre la habitación. Todo el conjunto se mueve como un demonio, ladeándose con un traqueteo incesante, solo mitigado por el pitido lejano, más estridente, si cabe.

Para tu sorpresa, no solo ves perfectamente, sino que no sientes la hinchazón de los ojos, y tu tobillo ya no duele. Vistes un suave pijama granate de franelilla, algo chapado a la antigua, que te permite observar por el escote que no hay tatuaje alguno en tu pecho. Desconcertado parpadeas un par de veces para aclarar tu visión, pero la escena sigue allí. ¿Qué demonios ocurre aquí?

Es entonces cuando adviertes una pesada respiración bajo tu posición (en la litera superior). Miras detenidamente en la litera de abajo, y te parecer distinguir en la penumbra un bulto con formas de mujer, vestido en algún tipo de recargado camisón de seda. En tu dedo anular izquierdo hay un anillo; en el interior una inscripción: Ludmilla.

Patrick no deja de mirar su pecho buscando cualquier resquicio de tinta en él , se palpa los ojos buscando la conocida hinchazón , de repente una idea le recorre la cabeza de punta a punta ... ¿ que me han dado para tener sueños tan reales ? ¿ o tal vez sea solo el extres ? . Busca con la mirada algún objeto que hasta hace nada consideraba imprescindible o por lo menos en el sueño lo parecía , la libreta con las anotaciones , el telegrama , la tarjeta ...

Una punzada recorre tu cabeza como una descarga repentina; un agudo dolor negro, con una absoluta sensación de desamparo. Sientes el abrumador empuje de recuerdos que invaden tu cabeza... de puro vacio. Nada queda impreso en tu memoria, que se presenta como un pesado libro en blanco... unicamente una terrible sensación de desamparo y frustración... desesperación en la soledad de tu mente.

Aun asi, todos los aconteimientos anteriores resurgen en tu mente con inusitada fuerza; un tren reciente, una estancia anterior en Arkham... sigues sin recordar quién o qué eres, o incluso que estás haciendo aquí... pero recuerdas claramente otra persona... otro cuerpo... otras vivencias... y tú eras esa persona, ese cuerpo y esas vivencias no hace ni dos minutos... ¿o tal vez si? ¿cuánto ha durado la oscuridad?... te sientes en el yugo de otro cuerpo... tal vez de otra vida... pero sigues siendo tú (¿sigues siendo tú?)... y la desesperación se abre paso, por un instante, en los verícuetos de tu mente... ¿cuánto más podras soportar?

¡Oh, cielo santo! ¡Otro cuerpo! Esas manos te resultan desconocidas. ¿Las tuyas? ¿Una de esas horribles mutaciones quizá? Parecen humanas, pero...

Los lejanos golpes en la oscuridad vuelven a tu cabeza más cercanos que nunca... cada vez más apremiantes; más nítidos... TOC-TOC-TOC... ¿Acaso no fue la puerta?...TOC-TOC-TOC-TOC... telegrama para usted... ...TOC-TOC... ¿me escucha?... TOC-TOC-TOC... ¿necesita ayuda?...¿se encuentra bien? Se lo paso por debajo de la puerta... Un sonido deslizante a nivel del suelo y unos rápidos y ligeros pasos que se alejan; luego, el silencio.

Los sonidos redibujan tu entorno, y ahora distingues claramente el familiar cuarto. Alguien al otro lado reclamaba tu atención. Junto a la puerta, un sobre blanco deslucido espera a que alguien lo recoja. en el matasellos se ve claramente un símbolo oficial de oficina de correos, en la que se lee ARKHAM U.S. MAIL.

Estás sobre la cama... una demasiado familiar como para desear recordarla. Inmediatamente a la izquierda de la cama (para alguien tumbado en ella) hay una pequeña mesilla de madera vieja, con un burdo cajoncillo con pomo de color broncineo apagado. Sobre esta reposa una medio vacia (¿o tal vez medio llena?) lampara de aceite apagada. junto a la mesilla, a apenas un brazo extendido de la cama, hay un robusto armario de doble hoja a juego con la mesa, con sus puertas fuertemente asidas por una fria cerradura de hierro colado. A los pies de la cama, junto a la ventana, un escritorio abandonado, flanqueado por dos toscos cajones, espera vestido en colores caoba. A su derecha e inmediatamente seguida del armario, una puerta (caoba también) con una simple cerradura de la que sobresale una llave, vigila el acceso.

Al mirarte ves a un hombre arreglado en estilo de principios de siglo. Un negro abrigo "Chesterfield" cubre sus hombros, abriéndose a los lados para mostrar un apagado traje de cachemir, del que asoma una blanca camisa de vestir de popelín. Una ambigua corbata de seda oscura ciñe su cuello, en contraste con un blanco pañuelo que pugna por respirar fuera del bolsillo del pectoral de la chaqueta. Un par de calcetines negros enfundan sus pies en unos zapatos de vestir "Oxford". Eso es todo lo familiar en él; el resto de las formas no parecen las tuyas, sino las de otro. Ni siquiera la percepción parece la misma; tiene... otros ingredientes.

De nuevo esa sensación , esas puntadas de dolor que me martillean la cabeza , pero oigo golpes , voces , que creo haber escuchado . Intento recordar , pero no puede ser , no tengo recuerdos , pero las cosas me parecen familiares .Muevo la mano despacio , toco la ropa , y de nuevo esa sensación , pero no logro recordarla , solo la siento . Miro a un lado y veo una sencilla mesilla , no se por que pero me es familiar .

¿Un telegrama? , ¿ha dicho un telegrama? , pero esas palabras me suenan , ya las he escuchado . La cabeza me duele , intento recordar , poner lugar a mis recuerdos pero no los encuentro , solo encuentro sensaciones familiares , vagos sentimientos de saber que esto ya me ha pasado .

Recorro la habitación con la mirada y no se por que lo que veo no me resulta indiferente , casí podria decir que voy a encontrar si abro el armario , ¿pero como lo sé? , si no lo recuerdo . Es esa extraña sensación de haber estado antes aquí tumbado , mirando los cajones , el armario , todo .

Con miedo me levanto de la cama , pero que ocurre , me siento mas alto , veo todo desde mas arriba . Miro hacia abajo y veo el suelo debajo de mis pies , pero esta mas bajo . Levanto mis manos con cuidado y no veo lo que espero , miro y veo unas manos largas muy delgadas , casí en los huesos , con la piel arrugada , son las manos de una viejo , no las mias .

Ahogo un grito , pero que ocurre.Me palpo la cara y la noto llena de arrugas , delgada y con un fino bigote . ¿Bigote ? , pero si nunca he llevado bigote , pienso aunque mis recuerdos no estan , no encuentro nada , pero siento cosas .

Me palpo la cara , mis ojos , mi pelo , esta largo , siento que nunca he llevado el pelo largo . la extraña sensación que me subia y no sabia que era ahora la identifico , es terror . Tengo miedo , siento terror ya que este cuerpo que estoy tocando no es le mio , siento que no es el mio , o tal vez mis sentimientos y sensaciones me esten engañando y de verdad sea el mio . No lo se y eso me desespera , no tengo recuerdos .

Me siento y dejo mi mirada vagar , de repente se posa en el papel debajo de mi puerta .

El telegrama murmuro , con las batalla entre mis sentidos y mis sentimientos me habia olvidado de él . Me acerco con miedo , no sabria expresarlo pero creo que se lo que pone . Mis aviejadas manos lo cogen y siento dolor al mirarlas , pero tengo que abrirlo ...

Evidentemente turbado por la situación, abres el sobre para encontrarte con un papel familiar habitado por un breve y ominoso mensaje:

-..- Sr. Bevan STOP -..-

En el matasellos se ve claramente un símbolo oficial de oficina de correos, en la que se lee "ARKHAM U.S. MAIL". En la esquina inferior derecha de la hoja se lee claramente el número 13, junto a una supuesta dirección de universidad:

Universidad Miskatonic, dormitorio masculino oeste
West College Street, 1
555 - Arkham, Massachussets

El día te desconcierta aún más: 8 de abril de 1907

Leo el telegrama , mas este no me produce una sensación conocida , mas bien al contrario , si pausa registro la ahbitación buscando cualquier cosa que me explique que hago aqui , y que esta ocurriendo . La fecha del telegrama sin saber bien por que me produce un cosquilleo en la nuca , ¿1907? murmuro .

Despues de registrar la habitación salgo por la puerta , sin olvidarme la llave de esta y observo donde estoy .