Partida Rol por web

Las pesadillas proliferan en mis sueños, me veo en una mesa de juego con mis compañeros que tienen sus cuerpos descompuestos con gusanos en sus bocas y con miembros grangrenados que se caen cuando empiezan a apostar, las fichas del poker son insectos de colores que se mueven por la mesa en todas direcciones. Finalmente uno de ellos dice que si soy capaz de ver la apuesta y veo como mis cartas se disuelven entre mis manos...

Jake procura evitar soñar con nada. Pero de vez en cuando el rostro de su colega Randy se le aparece para joderle el asunto. La imagen que más se le repite es él solo corriendo por un bosque oscuro, en mitad de la lluvia y sin nadie alrededor. No deja de caerse constantemente, lo cual hace que de pequeños respingos de dormido y tiembla por el frío.

Poquito a poco se queda dormida, apoyando la cabeza en el hombro de Jake. Y ahí comienza a vivir lo que llevaba deseando toda la noche.

Era por la mañana. De repente la luz entraba por la ventana y poco a poco, calentando a la vez que iluminandolo todo. Abrió los ojos y miró a su alrededor. Estaban todos. Jake a su lado, dormido. Mica al lado de Jake, Nina en un rincón alejada de todos, Rhandy con Gwen abrazados al lado de uno de los radiadores, y el chico raro que se unió a la fiesta durmiendo en otro rincón. Se levantó y miró por la ventana. Estaba todo mojado por la lluvia, que ya había parado. El coche estaba donde lo habían dejado, al igual que todo lo demás, estaba todo. Su coche, el de Nina, estaba su pistola en su sitio, y también unas cuantas botellas de alcohol en la mesa de billar.

Así que era por eso por l oque no recordaba nada. A saber cuánto habían bebido la noche anterior. Fue a lavarse la cara en el lavabo de arriba. Todo normal, ninguna huella por el suelo, nada de lo que recordaba, ningñun monstruo, nada.

Llegó al baño y se remojó la cara. Su cepillo de dientes no estaba, lo había dejado en casa. Bajó nuevamente a la cocina en busca de algo de comer. Cogió unos Donut para todos, y fue nuevamente a la sala de juegos para despertar a los demás.

-Chicos, ya es de día. Tenemos que recoger e irnos!...

Después de desayunar todos juntos y de haber recogido todo lo montado en la fiesta de la noche anterior se montaron cada uno en el coche que tenía que montar y se volvieron a la ciudad. Nada les impedía la salida. Los coches arrancaron sin problema. Nada les perseguía. Y una vez llegada a su casa, tras haberse despedido de cada uno de sus amigos y haber pasado por la comisaría a saludar a sus compis, volvió a casa y se metió directa a la ducha.

Sentir el agua recorrer su piel, caliente y tranquilizante.. Saber que estaba en casa.. Todo eso la tranquilizaba.

Al acabar la ducha se fue a la cama. Se sentía extrañamente cansada. Y poco a poco se quedó dormida...

A pesar de la incomodidad del sitio, el calor de los radiadores hace que los jóvenes duerman profundamente. El sol hace horas que ha salido cuando el primero de ellos se despierta. Por las ventanas se cuela la luz lechosa de un día de niebla, que desdibuja lo que hay más allá como si estuvieran en un sueño. Las ropas mojadas ahora resultan incómodas y pesadas, y las articulaciones, doloridas por una incómoda noche, protestan.

Abro los ojos y me percato que no ha sido una pesadilla, no estoy en el cuchitril que es mi apartamento, sino en esta horrible casa. Empiezo a levantarme, estirandome entumecido, los miembros me duelen  a pesar de que tengo la ropa limpia y seca, desgraciadamente la carrera por el bosque con la lluvia los han dejado como si hubiese tenido una noche de juerga de veinteañero.

Examino con expresión dura el resto de la habitación y miro al resto que está conmigo, la mayoría gente de menos edad que yo, gente bien con pasta,  la más parecida a mi es la oriental, además de la que más me atrae de las mujeres de la sala. Aunque pensar ahora mismo con lo de debajo de mis calzoncillos no solucionara nada. La ambulancia no ha llegado, ni creo que llegue y estoy casi seguro que si me voy por el bosque terminare como el negro. Por lo que digo lo más natural posible:- ¿Aqui donde se desayuna?-

Jake se despereza. Lo primero que hace nada más abrir el ojo es comprobar que están todos los que son y que son todos los que están. El único despierto parece Guy, el chico de las reparaciones quien está tan cansado o más que ellos. Su comentario provoca que las tripas de Jake también rujan y se estremezcan. 

- Algo debe haber por ahí... - en tono de sorna comenta - quizá deberíamos alegrarnos de no ser nosotros el desayuno de nadie. 

Se acerca a las chicas y comprueba que están todas bien, aunque realmente si somos sinceros, ellas saben cuidarse mucho mejor que el propio Jake. Aunque no ha sido la mejor noche de sus vidas precisamente, parece que están enteros.

- ¿Queréis algo, chicas? - se ofrece mientras se levanta.

Un baño caliente, un masaje y ropa limpia, no en ese orden pero me valdria. replico mientras sonrio desperezandome y comprobando que estamos todos de una pieza.

He tenido un sueño raro, imaginaciones mias. Gwen cielo ¿como estas?

- Hmmmmmmmmmmmmmm...

Mica se despereza lentamente. Tiene ojeras y por cómo parpadea, está claro que se avecina una resaca de las que hacen historia. Se levanta y comienza a caminar, tambaleandose, hacia la puerta.

- Ti... tiene que haber algo en la cocina... café... mucho café... y aspirinas. Dios, necesito una tortilla de aspirinas...

Entonces se detiene en medio de la habitación, como activada por un resorte, los ojos fijos en las manchas de agua y barro del suelo, las ropas mojadas, los cortes y los golpes de sus amigos.

- Oh, Señor... no ha sido una pesadilla...

Jake suspira cuando Mina se reincorpora.

- ¡Oh! Mataría por esas tres cosas y no necesariamente en ese orden... - 

Se acerca a Michaela con sumo cuidado y posa una mano en su hombro. Mina ya se encarga de Gwen, por lo que Jake va a comprobar como está Mica.

- No ha sido una pesadilla, pero ya ha pasado. ¿Estás mejor? - le dedica una sonrisa cálida y lo más cargada de ternura que es capaz - Venga, vamos a la cocina a llenar el buche.

Ayudo a Gwen a que se levante para ir a la cocina, no tiene que estar sola de momento

Hagamos un poco de cafe y cambiemonos de ropa si hay algo, la que traje estare ne el coche empapada a pesar de la bolsa en que vino. Maldita lluvia.

Al levantarse Jake se tambaleó para un lado. Abrió los ojos y los vio a todos.

-Oh... Oh dios... ¿Por qué he vuelto a esta pesadilla?....- sus ojos se llenan de lágrimas, derrumbándose por un momento. Se frota la cara con las dos manos, las lágrimas desaparecen. Su semblante serio, se vuelve de repente inexpresivo. Se levanta y sigue a los demás a la cocina.