Partida Rol por web

Conforme entráis en la región de Kehkistán el entorno se vuelve más boscoso y sombrío. Descubrís alguna columna de humo a lo lejos, pero no podéis entreteneros en investigar posibles ataques de demonios o vándalos; debéis de llegar hasta lo más profundo de la región y buscar a partir de allí.

Pero algo hace parar el carromato. Un gentío huye a lo lejos y se acerca a vuestra posición. Al menos son veinte o treinta personas, con niños entre ellos, corriendo por el camino todo lo rápido que pueden.

- ¡Monstruos!- Escucháis entre los gritos.- ¡Huid si podéis!- Os avisa una mujer.

El mago apenas atiende a las personas.

- Continúa Kavi. Nos estamos acercando al mal...- Exhorta.- ¡Preparáos para combatirlo!

Al ver la expresión de terror en sus ojos, las imágenes vuelven a mi mente. Las llamas reflejan en mis pupilas. Escuche unos gritos en la oscuridad de mi mente. Vuelvo a ver sus rostros. Mi faz se ah transformado, ahora es la de la bestia, la del cazador, la del asesino.

Con un golpe rápido, apresuro a toda velocidad y sin mucha prudencia a las monturas. Con una mano, amarro las riendas al pescante, y golpeo la base del asiento, antes de extraer debajo de él una ballesta y un par de viro, que recargo con ayuda de mi pie.

De repente Kavi se transforma. Su presencia cambia del extraño bromista a la de un puma lanzándose a su presa. Nos alejamos del gentío que huye, entrando a toda pastilla hacia la zona de donde huían. El corazón se me acelera. Nuestra lucha comienza ahora.
- Preparados para el ataque. Están muy cerca. - pienso en toda mi aldea. Están aquí conmigo.  *Quizás no podamos salvar a todos los inocentes, pero haré todo lo que esté en mi mano para evitar que sucedan más masacres!!

Terror, dulce suspiro de la muerte. Pienso mientras nos acercamos hacia la zona en "conflicto". Mi alma sentía ganas de que esos monstruos siguieran, y una tranquila y macabra sonrisa adornaba mi rostro... pero de repente volvió la cordura, y puse una mueca de sorpresa.- El mal contra el mal... necesito realizar una invocación para que nos ayude... dejemos que se peleen el mal contra el mal...- dije alzando mis brazos y agarrando mi báculo de madera, sobre el que me apoyaba.

Thebe casi dio un salto cuando se dio cuenta de lo que estaba ocurriendo. El súbito peligro la alarmó y empezó a mirar a un lado y a otro buscando quién sabe qué. Se agarró a su asiento, especialmente al ver cómo la mirada de Kavi cambiaba completamente. En cuanto Fenris habló, Thebe volvió a doblarse sobre sí misma, como presa del miedo o quizá de un dolor repentino.

Pero no se quedó quieta y retraída. Como si se rebelara contra algo, se alzó y apretó los puños a la vez que fruncía el ceño, aunque su rostro se reflejaba un evidente dolor. Miró hacia adelante, esperando ver los monstruos. La simple idea de volver a verlos le revolvía todo en su ser, pero eso no impidió que buscara algún señal de los malvados seres de los que había avisado aquella mujer. Un revoltijo de emociones aparecía en su interior, pero tenía que ignorarlo. Tenía que mirar hacia delante.