Partida Rol por web

El sargento sonrió ante el apelativo que le había dado el soldado Avner, aunque al recordar los últimos momentos anteriores de despertarse en el hospital no se podía afirmar otra cosa, y además esa no era la primera vez que le pasaba algo parecido. En un tono distendido dejando su graduación aparte, dijo.- No sé como quieres que vaya a  algún sitio si ni siquiera puedo moverme, sólo espero que "lo de ahí abajo" aun reaccione- Volvió a sonreír, aunque en verdad le hubiera gustado reírse a carcajada limpia, pues el movimiento de los músculos le hubiera hecho sufrir un dolor muy intenso.

El soldado Herbet interrumpió la conversación anterior- Solo me encuentro un poco desorientado, Robert.- Se guardo para él sus emociones internas y sus sospechas sobre su falta de movilidad,  además no quería que ser pesimista.- Volviendo a lo de antes, y ya con bromas aparte, no tengo muchas ganas de ir a ningún sitio cuando he fallado en el cumplimiento de una misión.- Se quedo callado tras decir esto, y después prosiguió con una pregunta que esperaba que rellenará las lagunas mentales que había en su mente.- Por cierto, ¿qué ocurrió después de que cayera inconsciente?-

Antes de que le respondieran ya había empezado a pensar en que el incumplimiento de su misión podía haber tenido consecuencias nefastas para su amigo Daniel, y el equipo que le acompañaba.

Archie agachó un poco la cabeza ante las palabras de David. Habían fallado a su misión, era verdad. Y eso les pesaría mucho en la conciencia. ¿Que habría sido de sus compañeros?

- ¿Entonces he de entender que no sabéis lo que ocurrió después?- Dijo tras el largo silenció producido por su anterior pregunta, que como única respuesta, hasta entonces, había tenido el gesto de tristeza con la cabeza de Archie.

Reducimos a los soldados alemanes. Dijo Ted mirando a sus compañeros. Tan solo quedabamos de pie Doc y yo y llamamos para pedir refuerzos. Tuvimos suerte.

Miró a Robert para que fuera él quién le explicara lo que le había ocurrido.

Al ver el giro de cabeza de Ted que parecía dar paso a que Robert diera una explicación más extensa, el sargento también posó su mirada sobre el doctor esperando respuesta por su parte.

Sí, bueno, es cierto que tuvimos suerte, aunque muchos de los detalles se han borrado de mi memoria. Cuando Ted consiguió acabar con todos los nazis de ese puesto de vigilancia llamamos por radio en busca de ayuda. Hablando por la radio nos dijeron que podían enviarnos un jeep pero que sería conveniente acercarnos al punto donde nos dejaron a la ida, así que eso hicimos. Ted echó a andar hacia el punto de contacto mientras yo me quedaba al cuidado de todos los heridos. Por suerte no hubo ningún contratiempo en el rato en que Ted tardó en volver montado en el Jeep, supongo que debido a que los del puesto de vigilancia no pudieron informar de lo ocurrido.
Nos montamos todos en el Jeep,y empezamos el viaje de vuelta. Por el camino se trataron algunas heridas más con las medicinas que traían los del Jeep, pero no fue gran cosa. Y luego pues llegamos al hospital y aquí os dejamos a los heridos. También nos pidieron que informáramos de lo ocurrido, pero si nuestro fracaso ha tenido alguna consecuencia no nos han informado de ello.

El sargento escuchó con interés cada palabra que salió de la boca de Robert, y pensó que en verdad habían tenido suerte, algo que sólo se repetía una vez en la vida, aunque para él aquello no era nuevo, ya se había beneficiado una vez, bueno dos contando con que sobreviviera.

Tras que acabará de narrar la historia simplemente le salió un.- Ya veo.- Pues sus pensamientos habían cambiado a la preocupación de intentar averiguar qué destino habría tenido su amigo, sólo esperaba con todo su corazón que todos los pronósticos que se había figurado al haberle dado la información de la misión dieran por completo la vuelta.

Tras un largo silencio, y una mirada de reproche por parte de la enfermera a la que se había dirigido antes de haber sido sedado antes, la cual se parecía realmente a Jane, David dijo.- No perdáis el tiempo aquí conmigo, id a divertiros mientras tengáis tiempo libre...- La enfermera seguía allí con aquella mirada.- ...Además, necesito descansad para estar de vuelta cuanto antes con vosotros.- Sonrió hasta acabar mirando con el mismo rostro alegre a la enfermera.- Hasta luego.- Se despidió de sus hombres mientras observaba la reacción de la mujer. Después, cerró sus ojos y se sumió en sus propias preocupaciones.

¡Ah, se me olvidaba, supongo que te habrán dicho que el dolor de cabeza que seguramente tengas se debe a una bala que desviaste de un cabezazo, ¿no? Bueno, si no te lo habían dicho ahora ya lo sabes. Descansa y recupera fuerzas pronto, que el frente avanza rápido y no quiero que acabe la guerra sin haber machacado un par de cabezas cuadradas alemanas.

Lo dejamos descanzar mejor. Alguien tiene ganas de ser mi chofer?

Sonrió mientras señalaba las ruedas de la silla.

Yo te llevo. Dijo Ted. Descanse sargento, repongase bien de sus heridas.

Teniendo los ojos aun cerrados, el sargento levanto una de sus manos a modo de despedida.

A la noche el grupo se reunió de nuevo para visitar al sargento. Este se encontraba algo menos mareado y los dolores de cabeza se le habían calmado gracias a los medicamentos. Poco a poco había ido recuperando la movilidad en las extremidades. Primero el cuello y luego los brazos. Sintió un gran hormigueo por todo el cuerpo conforme le iban despertando. Aunque todavia no era muy capaz de coordinar los movimientos.

Todavía era dificil creer su suerte, un balazo en la cabeza sin haber afectado a ninguna zona del cerebro y sin causarle traumas. Salvo, está claro, la fea cicatriz que le quedaría de por vida.

Ted fue el primero en entrar.

A sus ordenes sargento. Dijo llevando la mano a la frente al modo militar. Le traigo un pequeño presente de extraperlo. Sacó una pequeña petaca, le desenroscó el tapón y se la cedió al sargento. Si lo ve la enfermera me manda fusilar, pero he pensado que a poco no vuelve a probar el dulce sabor del licor y que tal vez desearía darle un traguito...

- Descanse, soldado.- Dijo por rutina, al igual que seguramente había hecho el soldado Hudson, pues en estos casos no era necesario tal acto, aunque sí que era de agradecer pues connotaba que aun lo veía como su superior a pesar del fracaso de la última misión.-Tu presente es bien recibido, Ted.- Tras recoger la petaca le dio un buen trago- Muy buen whisky. Sí señor.- Miro el petate y le dio otro sorbo mucha más corto.

- Gracias.- Luego, se lo devolvió rápidamente pues no quería meterse en problemas, ni que Hudson los tuviera tampoco con alguna enfermera o doctor. Aunque en su presencia ya había uno, Herbert, el cual portaba nuevos galones.- Ya veo que te han ascendido. Enhorabuena, cabo-

Una franca sonrisa apareció en los labios de Herbert. - Sí, señor, fue un honor muy agradable, pero todavía me alegra más el ver que finalmente su recuperación avanza a tan buen ritmo.

Mientras estaban reunidos visitando a Singht, el Capitán Lewis se presentó ante ellos. Tras saludarle como aconstumbraban, les pidió que descansaran y les habló en un tono fraternal.

Tengo noticias del Teniente Parks y sus hombres, siguen vivos y están de vuelta. Les dijo con una sonrisa. Supuse que les gustaría saberlo.

A pesar de que las nuevas traídas por el Capitán Lewis fueron breves y no hubo pausa alguna. Por extraño que pudiera permanecer a alguien ajeno, que no supiera la relación de amistad que compartían Singht y Parks, David tuvo el tiempo suficiente para tras escuchar el nombre de su amigo sentir una ligera alegría, pasar a un pensamiento catastrófico de que el Teniente no había corrido tan buena suerte como él, seguido de otro de que había que ser más optimista, y finalizar, después de repasar y asimilar las palabras del Capitán, en una sonrisa que era el vivo reflejo del inconmensurable júbilo que recorría su interior.

Era un estado de tal felicidad que los dolores de su cuerpo y dudas sobre su futuro se esfumaron durante varios minutos.

El capitán Lewis les informó de que sus compañeros habían regresado con ellos sanos y salvo y de una pieza y que iba a recibirlos para que le pusieran al día sobre la misión que habían llevado a cabo.

Dado a que ellos eran sus amigos, y que habían ido en su busqueda, aunque con poco éxito. Les invitó a presenciar aquella reunión para reencontrarse con sus compañeros.