Partida Rol por web

Digimon & Pokemon ¡Fusión!

¡Divide y vencerás!

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11/01/2018, 11:39
- Fénix Ember

Gritó victoria antes de tiempo, pues, aunque realmente pensaba que lo habían conseguido, se dio cuenta, segundos más tarde, que los pequeños digimons estaban cansados y casi destrozados. Exhaustos. Mientras Sylveon seguía pavoneándose delante de todos ellos, sonriendo de aquella manera que hacía que a Fénix le hirviera la sangre.

Cogió a Fennekmon entre sus brazos, y lo achuchó mucho, dándole a entender que estaba muy orgullosa de ella, mucho. Lo que era cierto. Su ahora pequeña bola peluda había luchado con valor, y eso le llenaba el pecho.

Pero, ahora tocaba cambiar el turno. Vio a Elhena cómo se avanzaba contra Sylveon, y pensó que era lo correcto, que ellas también debían de colaborar, de luchar. Mandar a los digimon a combatir, mientras ellas se quedaban en un segundo plano se había acabado. Era hora de las tortas.

-¡Ahhhh!- gritó Fénix, sin ningún tipo de reparo, desgañitándose la garganta, y pensando que era una locura, pero que esa locura la iba a llevar hasta el final.

Con sus puños, entrenados en el gimnasio, pensaba dar una paliza a aquel jamelgo de purpurina.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Atacar

Tirada: 1d100

Resultado: 95

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14/01/2018, 04:45
0.- Compañero: Trapmon

Ante semejante envestida de poder el Soberano no fue capaz de hacer nada. El impacto fue tan abrazador y el dolor tan masivo que su cuerpo desconectó sus terminales nerviosas. Eso creía ya que su cuerpo ya no dolía tanto como antes pero no por lo que creía sino a que su cuerpo se había degradado a la simple forma de una larva.

No sabía si estaba inconsciente, consciente o tan solo si seguía vivo. Donde fuera que estaba en ese limbo no podía ver a Arceus el todopoderoso así que debía estar vivo. Bajo esa condición se sentía humillado, no pudo proteger a su querida Elhen y ahora sólo era un despojo de lo que era; no era un Rey ni un asesino ni siquiera un guerrero sino un fracasado, un fracasado total.

Ya no tenia fuerzas para moverse y apenas podía pensar, quería seguir peleando, quería recompensar el cariño que le daba su querida Elhen sin pedir nada; pero su cuerpo no podía seguir, no importa cuanta voluntad tuviese.

Con este escenario desolador solo le quedaba una cosa que hacer: rezar. En esa nada en donde su mente estaba miro hacia el infinito y rezó:

—Gran Arceus que moras más allá del infinito, por favor escucha mi plegaria. Nunca te he pedido nada ya que hemos llegado hasta aquí por nuestra propia fuerza, pero ahora nuestro enemigo es mucho mayor a lo que podemos hacer. Ya no puedo mas. Estoy cansado y herido, mas quiero continuar. Arceus, dame la fuerza para ponerme de pie una vez mas, permiteme terminar esta tarea por favor....."

Y así seguía rezando, susurrando en su estado de inconsciencia, esperando un simple milagro.

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14/01/2018, 22:23
- Elen Jhonson James

Aquel espectáculo macabro de poder fue el horror mas espantoso que Elen hubiera visto jamás. Ahora estaba segura que estaba delante de auténtico señor del mal, no importa que tan bello fuera. Igual que como pasaba con Lucifer quien era muy bello pero era terriblemente malvado.

Ante esta representación del mal Elen no se iba a quedar quieta, no después de ver a su Flabébé y a los demás digimon's habiéndolo entregado todo en esta lucha. Y no era la única que pensaba así, sus compañeras se habían lanzado al ataque.

Sin pensarlo mucho tomo una piedra pesada y que pudiera cargar y se lanzó a estrellarsela en la cabeza al falso Rey. No importaba si moría, sería una mártir y una que daría el ejemplo a nuevas generaciones de héroes. Era una ironía que ser una heroína implicaba ser una mártir, no viviría para ver lo que su aventura dejo en ese mundo o si nombre sería siquiera recordado en su mundo. Ahora se sentía como una heroína de ficción, y siendo sincera consigo misma le encantaba.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Ataque con roca pesada.

Tirada: 1d100

Resultado: 100

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15/01/2018, 00:28
- Director -

Los diminutos digimons pudieron ver algo que jamás podrían haber imaginado. Ellos habían quedado reducidos a su forma más primigenia. Apenas podían moverse del diminuto tamaño que habían adquirido. Por eso fueron sus compañeras las que decidieron tomar la iniciativa y atacar a Sylveon.

Elhena fue la primera en ser la valiente y su coraje llenó de energía a sus amigas y a los tres digimons que estaban en pie. Aquello les recargó de energía y positividad y sin que nadie pudiera esperárselo digievolucionaron al siguiente nivel:

  

Después el afecto que Fénix sentía por su compañera inundó el corazón de los tres pokémon. Esa sensación de cariño y amor que sentía por Fenekkmon pudo sentirse en lo más profundo de los otros dos. Ese nuevo sentimiento provocado por la segunda muchacha provocó que volvieran a ascender en su nivel.

  

Por último, fue Elen cuyo sentimiento de amistad potenció aún más las energías de los digimons. Ver como sus dos amigas salían a la lucha hizo que ella también actuara. Aquel sentimiento volvió a convertirse en un chute de energía y adrenalina que ninguno de los tres digimons se esperaba, por lo que les cargó de energía positiva y de un sentimiento de unidad incapaz de que ningún otro digimon destruyera, provocando así el ascenso al último nivel evolutivo:

  

Y entonces, y solo entonces, convertidos de nuevo en Delphox, Florges y Flygon, pudieron ver como sus tres humanas se lanzaban a la lucha sin pensarlo. Y aquello fue lo más duro que pudieron ver los tres, pues creían que ellas cargadas con esos sentimientos y unidas, serían capaces de derrotarle, pero se equivocaron:

Elhena, que iba armada con un palo, era golpeada con uno de los apéndices de MegaSylveon con tanta fuerza que se golpeó la cabeza contra una de las paredes de la sala en la que se hallaban quedando totalmente inconsciente. Fénix sufrió la misma suerte, el apéndice secundario que poseía su rival la golpeó enviándola contra el techo y provocándola una dura caída que también provocó que se desmayara. Por último, Elen decidió atacar a distancia  yagarró un trozo de piedra y se lo lanzó, pero por desgracia, éste rebotó y terminó golpeando en la frente de la cuentacuentos, provocándole una terrible brecha en su cabeza y una intensa hemorragia.

Las tres mujeres estaban inconscientes y prácticamente muertas. MegaSylveon les había golpeado duramente y sin contemplaciones. 

Esa sensación fue terrible, ese duro golpe para los digimons fue algo que no iban a soportar. Tenían que darlo todo, iba a ser su última oportunidad de acabar con MegaSylveon. Necesitaban unir sus fuerzas, ser valientes, confiar en el afecto que ellas sentían por los tres y unirse en un fuerte sentimiento de amistad que les ayudara a acabar con él. Iba a ser el final y lo sabían. ¡Tenían que acabar con ese sucio traidor! ¡Por ellos y por el mundo digital!

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17/01/2018, 21:38
3.- Compañero: Delphox

Delphox había sentido siempre el afectode Fénix en su interior, pero la mezcla de ese sentimiento con los de las otras dos humanas hizo que algo en ella explosionara. Una luz blanca rodeó de nuevo su cuerpo, y antes de darse cuenta, ya estaba en pie, evolucionada de nuevo en su mayor forma.

Pero lo terrible no había sido luchar contra Sylveon y caer; tampoco fue bajar al mínimo nivel y haber decepcionado. Lo terrible fue ver a Fénix lanzarse, a modo de venganza protectora, contra MegaSylveon

¡No, Fénix, no lo hagas! gritó el pokémon zorro en un intento desesperado de detenerla. Pero no pudo evitar nada. Las tres humanas sufrían sus heridas y caían, prácticamente muertas, al suelo.

¡Fénix! una voz desgarrada por el dolor y la incredubilidad nació en su garganta, mientras avanzaba con velocidad hasta el cuerpo de su pequeña humana. Notó su corazón acelerado, sus oídos taponados y un sabor metálico en la boca. Sus ojos se nublaron, y las lágrimas empezaron a correr por su rostro. Alzó la mirada lentamente hasta MegaSylveon.

Y no pudo contenerse. La rabia la inundó. Nubló todos sus sentidos. No veía, no oía, no sentía. Ese dolor se combinó con el odio que estaba sintiendo, y gritó. Gritó como nunca lo había hecho y esperaba no volver a hacerlo. Un grito que hubiese partido el corazón de cualquiera que estuviera cerca. Y el fuego creció en ella. La llama la envolvió, y Delphox pareció convertirse en un pequeño sol.

¡Me las pagarás! ¡No vas a salir viva de aquí! gritó, fuera de sí. Delphox, envuelta en un mar de llamas, se lanzó contra MegaSylveon, convirtiéndose ella misma en su propio ataque.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Anillo ígneo

Tirada: 1d100

Resultado: 34

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23/01/2018, 14:33
3.- Compañero: Florges

Todo había pasado demasiado deprisa para que la pequeña digimon se diera cuenta de lo que había ocurrido. 

Se sentía cansada, hambrienta y deseosa de salir de allí, pero aquel digimon feroz no les dejaba marcharse. Por alguna razón tenía ganar, tenía que destrozarlos. Ella no entendía por qué, pero tampoco se lo quiso preguntar. 

Sintió que todo se acababa cuando Elen fue atacada por aquella bestia. Quiso gritar, pero no pudo. El grito se le quedó en la garganta, ahí, como si temiera salir. 

Y entonces sintió el calor, y una energía que la envolvía, y una fuerza que le hizo creer que todo era posible de nuevo, que podían derrotar a aquella criatura.

Volvió a digievolucionar sin saber cómo, pero tampoco quiso preguntarlo. Le bastaba con saber que había recuperado su forma más alta y más fuerte.

-Ahora - dijo Florges, muy enfadada-. ¡Tormenta floral!

Y concentró toda su energía en destruir (sí, destruir) a aquella bestia rosa que tantos disgustos y horrores había traído consigo. 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Tormenta floral

Tirada: 1d100

Resultado: 24

Notas de juego

Móvil, sorry u.u

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25/01/2018, 01:20
3.- Compañero: Flygon

En medio de la vacuidad en donde estaba la Larva seguía dirigiendo sus rezos a Arceus el todopoderoso, esperando una respuesta que tal vez jamás llegaría.

—Oh Arceus, por favor escuchame, danos la fuerza para levantarnos una vez mas. Por favor.....

Repentinamente la oscuridad se iluminó y aquella nada se inundo de luz lo que parecía una respuesta a sus plegarias. Aquella luz lo arrastró del vacío y le levantó de nuevo, cambiando nuevamente de ser una larva a ser una hormiga de ahí a una langosta y finalmente volvía a ser un soberano. Flygon estaba de pie nuevamente y rebosante de poder, contento por esto miró a su querida Elhen en busca de mostrarle este milagro.

—Querida Elhen, mira, recupere mi......

Su alegría se convirtió en horror al ver a su querida Elhen en curso de colisión contra Sylveon, ni siquiera pudo reaccionar a tiempo viendo con horror como ella y las demás humanas eran heridas de muerte.

Encolerizado El Soberano dio un grito feroz y de inmediato un aura azul le rodeo mostrando la gran rabia que sentía. Sylveon pagaría por esto.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Danza Dragón

Tirada: 1d100

Resultado: 62

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27/01/2018, 18:13
Sylveon

La rabia que inundó el cuerpo de los tres digimons les hizo más poderosos que nunca. Los tres brillaban con intensidad. Una intensidad de tal magnitud que MegaSylveon no pudo seguir mirando. La luz hacía daño a la oscuridad que había recubierto el cuerpo del malvado digimon.

La tormenta de flores atravesó la barrera que MegaSylveon se había creado haciéndole grandes tajos y heridas por todo el cuerpo. El anillo ígneo en el que se había convertido Delphox prendió el cuerpo de su rival provocándole grandes quemaduras. Y por último Flygon empezó a ejecutar una danza que le hizo aún más poderoso y veloz.

MegaSylveon yacía en el suelo muy herido, arrastrándose con sus patas y apéndices. Parecía que al fin lo habían derrotado. Cuando de pronto murmuró unas palabras y una inmensa luna roja se proyectó en el techo de la fábrica y recuperó la vitalidad del rosado digimon.

MegaSylveon volvía a estar en pie. Quizá algo más debilitado que antes, pero el aura negra que le cubría su cuerpo parecía hacerle invulnerable.

Y entonces habló. Ha llegado el momento de que acabe con ellas. Dijo materializando una esfera de ruedas negras encima de su cabeza. Una vez que ellas mueran, vosotros quedaréis reducidos a pedazos. Vuestro poder está ligado a sus emociones. No sois un digimon superior como lo soy yo. Yo no dependo de nadie. Yo soy suficientemente poderoso como para que mi poder os devaste a los tres de un solo golpe, pero prefiero empezar por ellas para poder humillaros. Concluyó.

Pero aquellas palabras hicieron que la ira inundase los corazones de los tres digimons. Les habían hecho daño, mucho daño. Y por eso, el trío empezó a lucir con una intensidad aún mayor volviendo a cegar a su oscuro y rosado enemigo.

Y aquel brillo dio paso a una nueva forma. A una forma que jamás creerían que iban a alcanzar. Una forma muy superior y que ahora MegaSylveon no iba a ser capaz de derrotar. 

¡Ya no!

 

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05/02/2018, 21:32
4.- Compañero: Mega Delphox

El ataque había sido realmente efectivo. MegaSylveon estaba en el suelo, malherido. Una parte de ella esperaba ver un montón de ruedas negras saliendo de su interior, y que Sylveon volviera a la normalidad, pidiéndoles perdón y curándoles con su aura mágica. Pero otra parte, que ante cualquiera negaría, quería que ella fuese malvada simplemente. Quería que sufriera por lo que le había hecho a Fénix. Y si era buena, no podría luchar contra ella.

Ríndete dijo, apuntándola con la rama de fuego directamente a su cabeza.

El discurso de MegaSylveon primeramente hizo que su cuerpo se helara, temiendo perder el poder de su llama. Pero poco a poco, ese hielo se deshizo con el fuego nuevamente del odio

¡No te atreverás! gritó, y de ella nació de nuevo otra luz. Antes de que se diera cuenta de lo que había pasado, se sintió más poderosa, con más energía, con más ganas de luchar. Había ultradigievolucionado, al igual que sus compañeros.

No puede atacarlas si no la dejamos dijo, pero en realidad esas palabras llegaron a las cabezas de MegaFlorges y MegaFlygon. Su poder psíquico había evolucionado hasta tal punto que no necesita hablar para comunicarse. ¡Atacad sin conteneros, es nuestra oportunidad! gritó mentalmente

Sus dos bastones empezaron a girar a su alrededor, hasta pararse encima de su cabeza. Trazaron una cruz de fuego azul, y ella saltó dentro. Las llamas azules bailaron con unas rojas que se desprendían del cuerpo de MegaDelphox, y se lanzó hacia MegaSylveon convertida en una criatura de llamas vivientes.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Mega llamarada

Tirada: 1d100

Resultado: 70

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06/02/2018, 03:00
4.- Compañero: Mega Flygon

El soberano canalizaba la fuerza de su dragón interno en busca de obtener el poder para destruir a aquel falso Rey. Sentía como se fortalecía y su alma rugía de furia, esa sensación mas los sentimientos de su querida Elhen lo hacían sentirse realmente completo.

Mas Sylveon no estaba entero, había tomado mucho daño de sus compañeras quienes le atacaron con furia y esta vez aquella malevolencia que le hacia invencible ya no estaba por lo fue herido por completo. Este no se iba a dejar perder y ataco con gran fuerza hacia las humanas.....¡¡SU QUERIDA ELHEN!!. Sin pensarlo fue sobre su humana y expuso su pecho expuesto delante del golpe, antes de hacerle daño primero lo tendría que matar a el. En eso su instinto le dijo que lo bloqueara con las patas delanteras y así protegerse así como a su querida Elhen.

—NO FALSO MONARCA, TU NO PODRAS DESTRUIR NUESTROS VÍNCULOS, Y ESO ES UNA PROMESA.

Fue así que el Dragón en el rugió con gran fuerza, esto lo inundo de una gran fuerza a la vez que una luz celestial le vistió de calidez. Cuando se desvaneció Flygon ya no era un soberano, era un sabio, completamente libre de la tierra y trasformado en un ser elevado. Consciente mas allá de lo visible canalizó la fuerza de los astros e hizo que la cúpula sellada se cubriera de un cielo estrellado, de esta ventana al cosmos vinieron sendos pedazos de roca de escala masiva que iban en curso de destrucción, destrucción hacia Sylveon.

—El Cosmos ha decidido que eres digno de gobernar, mas no así. Deberás aceptar el castigo de los cielos y regresar a ser un ente puro, solo así podrás tomar tu legítimo lugar.—Centencio el Sabio Cósmico con voz cavernosa, cual si fuera un juez de lo divino que daba sentencia.

Dicho así una lluvia de meteoros cayo sobre el corrompido Rey, meteoros que hicieron retumbar el suelo e iluminar el cielo. Sólo le quedó rezar por la redención de aquella criatura perdida.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Cometa Drako

Tirada: 1d100

Resultado: 85

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09/02/2018, 16:09
4.- Mega Florges

No pudo contener un “ya está”. 

La pequeña digimon pensaba que todo había terminado cuando vio que aquel zorro rosa estaba en el sueño tendido, casi sin poder levantarse.

Sin embargo, pronto se dio cuenta de que no iba a ser tan fácil, y que todavía quedaba una ronda más. Una en la que se decidiría quién saldría vencedor. Por supuesto, ella deseó que fuera su grupo, pero sintió un fugaz y repentino miedo. ¿Y si perdían? ¿Y si todo se iba al traste? ¿Y si se equivocaban y todo terminaba de la peor de las maneras?

Sacudió su cabeza, enfadada consigo misma porque no quería pensar en tales cosas. No servían para ganar. Y la quería ganar. Costara lo que costara.

Cuando escuchó las palabras de Megasylveon tuvo ganas de gritar con todas sus fuerzas. ¿Acaso se creía con poder suficiente como para medrar su voluntad de aquella manera? Nunca. Jamás. 
Fue, entonces, cuando sintió aquella luz de nuevo, pero más poderosa y más fuerte que nunca. 

Cambió a como nunca antes había cambiado. Se sorprendió ella misma de lo que le acababa de pasar, y miró con entusiasmo al resto de sus compañeras, riendo a mandíbula batiente al ver que ellas también habían cambiado.

Miró entonces a Megasylveon con una mirada feroz, llena de odio. 

Las palabras de Mega Delphox llegaron a su mente, y sonrió al escucharlas. Estaba totalmente de acuerdo con ella. Era hora de luchar. De luchar de verdad.

-Se acabó- murmuró Mega Florges-. Se acabó para siempre. 

Concentró todo su poder en el centro de su ser, y cerró los ojos para concentrarse mejor. Después murmuró las palabras del ataque. 

-Fuerza lunar. 

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Fuerza lunar

Tirada: 1d100

Resultado: 47

Notas de juego

Móvil, sorry :(

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11/02/2018, 02:15
- Director -

Con los tres digimon alcanzando su forma suprema fue el fin de Mega Sylveon. ¡Por fin lo habían logrado!

Mega Flygon abrió el techo de la fábrica para dar paso a una gran bóveda estrellada, de allí salieron innumerables meteoritos que iban impactando contra su enemigo. A continuación, fue Mega Delphox quien prendió de fuego su cuerpo y sus bastones para convertirse en un ser de fuego incandescente que aumentó la temperatura de todo. Los meteoritos de Mega Flygon se volvieron bolas de fuego que seguían hiriendo a Mega Sylveon.

Al final cayó el último de los astros, una parte de la propia luna se materializó allí para golpear de lleno a Mega Sylveon y derrotarlo para siempre.

El digimon gritó de dolor, y segundos después se convirtió en miles de luces blancas y brillantes. El cruel digimon se había desvanecido convirtiéndose en polvo que pronto llegaría a la Ciudad del Comienzo para reencarnarse en un pequeño Eevee que con suerte tendría una vida más feliz y dejaría de lado tanto mal que hizo él y sus compañeros digimons.

Todas las evoluciones de Eevee se habían puesto de acuerdo para crear las Ruedas Negras que tanto daño habían hecho a criaturas y humanos. 

Sus compañeros que habían tenido que derrotar ahora parecían estar conscientes, aunque seguían agotados y heridos. Y tras la caída de Mega Sylveon pudieron ver que sus compañeros humanos estaban atrapados en una celda que había al final de esa sala. 

Con semejante tamaño de los tres mega digimons, romper la celda fue fácil y aún más fácil liberar a todos sus compañeros.

Por fin habían acabado con la amenaza del mundo digimon. Para eso, todos ellos habían sido elegidos, pero tan solo tres eran los que finalmente habían logrado poner fin a toda la maldad que había allí.

El mundo digimon debía su vida a esas tres mujeres humanas, Elen, Elhena y Fénix. Tres mujeres valientes y poderosas que junto a sus digimons, Delphox, Flygon y Florges habían logrado salvar al Mundo Digital.

Fin

Notas de juego

Bueno, pues por fin, tras casi 3 años y medio de partida hemos logrado ponerle fin a la partida.

He tenido que ir adaptándola sobre la marcha para que pudiéramos aguantar hasta el final. Siento todos los parones que he tenido a lo largo de estos años, y (aunque no depende de mi) siento los múltiples abandonos que ha habido. 

Era una partida con un grupo de jugadores muy limitado, ya que la ambientación era bastante especial. Y ha sido bastante complicado que la mayoría aguantase el ritmo.

En cualquier caso, muchísimas gracias a los tres, gracias por permitirme hacer realidad esta alocada idea, y espero que al menos os lo hayáis pasado bien. Yo así lo he hecho, sobre todo en esta última etapa en la que ya solo estabais los tres, algo que tendría que haber hecho desde hacía tiempo.

¡Muchísimas gracias, y dejaré esto abierto unos días para que pongáis el epílogo de vuestro personaje y la vuelta al mundo real!

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15/02/2018, 08:25
- Elen Jhonson James

—EPILOGO.

No supo cuanto tiempo estuvo inconsciente, quizás horas, días, semanas o quizás meses, todo se le haría claro cuando despertara.

Una gran calidez venida de la luna reanimó sus sentidos al tiempo que cerraba sus heridas, Elen abrió los ojos y maravillada se encontró con un milagro: en aquel sitio cerrado bajo techo ahora mismo estaba un magnifico cielo estrellado con sus estrellas centellando como si fuera diamantes, toda ella coronada con una despampanante luna llena; una escena digna de "Sueño de una noche de verano". Y hablando de aquella obra frente a ella estaba la diva definitiva, una gloriosa reina que engalanaba el lugar con su presencia y su poder, aquella sin duda debía ser la Reina de las Hadas: Titania. Conmovida ante tal belleza impoluta iba a rendirle curto pero repentinamente cayo en cuenta de que esta tenía aquellos ojos lindos y soñadores, solo había alguien con ojos así:

—FLABÉBÉ.—Grito llena de alegría mientras abrazaba a su compañera, quien bajo estas circunstancias era incluso mas alta que Elen.

............................................................................................................

Un par de semanas después ya todos se encontraban reunidos y bien en el Pueblo del Origen. Comían, bebían y celebraban la mayoría de sus compañeros con sus digimon mas no así Elen quien hojeaba los escasos libros que encontró en lo que podía denominarse su biblioteca. Mas allá de su escritura indígena (la cual no le llevó mucho aprender) el contenido era terriblemente pobre, los Digimon tenían un horrible sentido de la redacción y un espantoso sistema de educación.

—Sabes Flabébé, puede que aún me quede algo que hacer aquí.—le dijo a su compañera quien estaba siempre a su lado.

Pronto llegó el momento de partir de vuelta a casa, todos se estaban despidiendo de sus compañeros y cruzando la puerta de vuelta a casa; asi sería para la mayoría pero no para Elen, quien con una bolsa de viaje y varios libros y pergaminos en blanco partió hacia campo abierto.

—Este mundo es muy grande y lleno de misterios, con tanto que saber y tanto que ver. Mi mundo puede esperar, de momento me voy a conocer este mundo ¿no quieres venir conmigo Flabébé?..

Así La Escritora emprendió un nuevo viaje para explorar mas a fondo aquel nuevo mundo. Igual que como hiciera Darwin, Humboldt o Lawrence de Arabia pasaría unos años viajando y recompilando información para así fomentar el conocimiento en donde fuera que fuese, así cuando volviese al su mundo tendría más de una gran historia que contar a la gente.

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17/02/2018, 21:08
1.- Compañero: Trapinch

Con todo ese poder y sabiduría a su alcance el Sabio ejecutó el juicio y la divina voluntad de Arceus devolviendo al falso rey a su estado de pureza primigenia.

Ahora bajo esa forma ahora el conocimiento y la gloria del poder eran suyos, podía hacer lo que quisiera, incluso volar más allá de los confines de ese mundo. Pero, no estaba listo, tampoco es que quisiera irse a las estrellas para no volver jamás, le gustaba su rincón en el desierto y le gustaba mucho más estar con su querida Elhen así que hizo lo que le consideró correcto: renunció al poder y la sabiduría que tenia para ser Trapinch, el Digimon que siempre había sido.

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Los humanos partieron de vuelta a su mundo, dejando un agujero indeleble en el corazón de los Digimon, en especial Trapinch quien tomaba el sol en una roca del desierto en donde vivía. Al principio lloro mucho y paso muchos días sin dormir o comer, hubo momentos en los que quería dejarse morir por los muchos Digimon's hambrientos que merodeaba por ahí. Pero no podía, no podía dejarse morir. Su querida Elhen no querría que tirará su vida que había venido a defender desde su mundo.

Suspiro con tristeza y mirando al cielo azul le dijo lo siguiente:

—Querida Elhen, no se donde estés y si mi voz pueda alcanzarte. Sólo estoy yo y el cielo azul, ¿estas viendo él mismo cielo que yo, mi querida Elhen?.

Esto último lo dijo con mucho cariño, a la única persona que mas había querido en toda su vida. Mientras seguiría mirando al cielo en espera de una señal, una promesa acerca de Elhen y que algún día se volverían a ver. Aun triste y solo, la seguiría esperando.

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27/02/2018, 14:26
1.- Compañero: Flabébé

La derrota de Mega Sylveon, si bien le pareció un éxito, se sentía algo amarga. Flabébé había deseado con todas sus fuerzas ser muy fuerte y muy valiente, y creía que eso lo había conseguido, pero no quería haberlo hecho a costa de un compañero digimon. Eso le dolía un poco en su interior, la verdad.

Sin embargo, pronto dejó tal pensamiento en el fondo de su ser, y aprovechó todo el tiempo que tenía con Elen. Aprendió cosas nuevas, cosas que ni siquiera sabía que existían, ni para qué existían. Le gustaba el entusiasmo que ponía la human para enseñarle conocimiento, y Flabébé quiso ser aplicada, y aprendió mucho. 

Se sentía lista y también fuerte, pues no dejó de entrenar, pero lo que más le gustaba era que Elen estuviera a su lado. La habría echado mucho de menos si se hubiera marchado como todos los demás. 

Disfrutaba de su compañía, y sentía una ligera pérdida o un vacío en su interior cuando no la encontraba o estaban un rato separadas. Era lo mejor que le había pasado en su vida, y no quería perderla.

-Qué lista eres, Elen- le dijo en una ocasión, cuando la humana le explicó cosas acerca de su mundo. Cosas fascinantes, que se imaginaba Flabébé con entusiasmo y determinación, pensando que algún día querría verlas.

Aunque el tiempo pasara, para Flabébé era lo mejor. Compartía cosas con Elen, hablaba con ella, iba con ella, la acompañaba a todas partes, y sentía que era su mejor amiga, que podían hacer cualquier cosa juntas. 

Fue la mejor época de Flabébé. 

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27/02/2018, 14:31
- Fénix Ember

Cuando el horror acabó, y aquella criatura rosa fue destruida, Fénix no pudo sino gritar de entusiasmo. Con todos los pulmones, llenos de aire, exhaló un "¡hurra!" gigantesco, que le retumbó en todo su interior.

Por fin había terminado todo aquel horror, y los digimons podían volver a ser libres, y vivir sin ninguna amenaza.

Fénix estaba muy orgullosa de Fennekin, y se lo hizo saber relatando los mejores momentos del combate, reviviéndolos con entusiasmo y sin dejar de hablar. Había sido lo mejor que le había pasado en su vida.

Le confesó en susurros a Fennekin que había tenido miedo, y que había temido por la vida de su digimon, pero sonrió, después, algo avergonzada, por tal confesión, y añadió, riendo a carcajadas, que todo había terminado bien, por lo que era una tontería lo que decía.

Sin embargo, estaba muy agradecida a Fennekin y a los demás digimon por lo que habían hecho, y no se imaginaba ya su vida sin ellos. 

Fue entonces cuando dudó si volver o no a casa. 

Echaba de menos su vida, a su hermano, e, incluso, las clases. Se preguntaba si alguien estaría preocupada por ella, y había dado parte a la policía por su desaparición. No lo tenía claro, pero temió que su vida en el mundo real estuviera patas arriba.

Eso le hizo pensar que debía de quedarse allí, y olvidarse de su vida anterior, disfrutando de las cosas que le podía ofrecer el nuevo mundo. Pero, una voz en su interior le decía que debía de volver. Que pertenecía a otro lugar, y no al mundo digital.

Entonces se lo propuso a Fennekin. Si quería venirse con ella, si quería conocer su mundo, vivir con ella en su modesta casa, y descubrir todo lo que tenía su mundo real. 

No podía hacerse a la idea de una vida sin Fennekin, pero tampoco podía imaginarse para siempre vivir en aquel mundo extraño. Algo le decía que, aunque caminara entre ellos, nunca sería una de ellos, y no le gustaba. 

Fénix volvió a casa, a Londres. Fennekin tomó su decisión, y ella la aceptó, contenta, porque era su decisión. 

Se despidió de todos los demás, y, cuando se quiso dar cuenta, estaba en su casa, frente al ordenador, tal y como había dejado su vida antes de llegar al mundo digital.