Partida Rol por web

Dioses y hombres

Preludio: el comienzo

Cargando editor
06/02/2014, 12:30
Narrador

En el Coyote Ugly se daban fiestas increíbles, fiestas donde cada uno podía olvidarse de su vida de mierda durante un tiempo y desinhibirse...ser otro o ser realmente como eras, ya que en la realidad tenías que esconderlo. Fuera como fuera el Coyote Ugly aglutinaba en un espacio a personas tan dispares como un abogado que buscaba relajarse del último caso como a un cocinero que encontraba poca satisfacción en su trabajo. Aquella noche no era diferente y diversas personas encontraron cierta curiosidad en el bar. Fuera como fuera sentisteis la necesidad de verlo por vuestros propios ojos. Despues ya podrías criticar lo que quisierais de él ya que teníais la experiencia de haber estado ahí.

No habia nadie en la cola, aun era pronto para que estuviera lleno por lo que el segurata que estaba en la puerta os dió acceso al bar, aquel hombre de 2m de altura y una anchura inmensa de espaldas denotaba algo mas que un gimnasio y un dopaje digno de culturistas. 

Una vez dentro pudisteis ver a algunas personas, un par de chicas hablaban al lado de la barra animadamente mientras el barman les daba coba y averiguaba más de ellas, quizas hasta consiguiera sus telefonos para engrosar su agenda del amor. Un grupo de 4 tios vestidos en plan informal hablaban tranquilamente al lado de un escenario en el cual estaban preparados varios instrumentos. Parecia que hoy tocaba alguien en el Coyote Ugly.

Notas de juego

Presentacion de cada uno en la entrada del bar, un post por cada uno, para el domingo( si escribis todos antes os dare respuesta antes) resolvere todas las acciones que lleveis a cabo ;)

Cargando editor
06/02/2014, 16:22
Gabriel

La noche es tranquila, demasiado. Demasiadas noches llevan siendo así, sin un acontecimiento que estudiar, sin una llamada, sin un informe. Mis superiores parecen ociosos, no me pasan encargos, y paso las noches patrullando y mis horas libres estudiando y practicando. Mi manejo de las herramientas de trabajo no es aún tan bueno como debiera. No soy el más diestro carpintero, ni el más hábil pescador. Pero tengo fe, y es sabido que la fe mueve montañas.

No parece que esta noche mi fe vaya a ponerse a prueba. Las calles están tranquilas, casi vacías. Veo poca gente disfrutando de la agradable temperatura, a excepción de algunos pequeños grupos que se dirigen a la entrada de un bar cercano. Me fijo en el gigante de la puerta, y mis ojos se entrecierran. Tiene toda la pinta de ser uno de aquellos que vigilamos, uno de los peligros del mundo que estamos destinados a custodiar. Giro y me encamino en su dirección, con paso firme, moviendo mis caderas con el tintineo de las armas que penden de ellas, ocultas bajo mi capa. Mi rostro, bajo la capucha, observa al grandullón, esperando una respuesta de su parte, una confirmación, una excusa.

Nada. Con gesto aburrido y monótono me abre el paso al interior, sin apenas prestarme atención. No soy la mujer más bella del mundo, lo se, y sin duda verá otras mucho más hermosas a lo largo de la noche. Aún así, le sonrío, aunque no es un gesto de coquetería sino una promesa. Excédete y volverás a ver mi rostro, pero no será agradable.

Entro en el bar y me dejo abrazar por la oscuridad y las luces brillantes. El ambiente es aún bastante pobre, no hay mucha gente y los pocos que hay parecen más preparados para trabajar que para pasar la noche disfrutando. Me acerco a la barra con decisión y llamo al camarero.

Un refresco, me da igual el sabor. -Deslizo la capucha hacia atrás, mostrando mi larga melena castaña y mi rostro con gesto de pocos amigos- Sin gas. Sin hielo. Con una rodaja de limón.

Cargando editor
06/02/2014, 17:30
Andrés Esteban Ruiz Chingate

JAJAJAJAJAJAJAJAJA ighhh -Tomo aire para seguir riendo, con una lágrima en el ojo y una sonrisa enorme. A unas cuantas cuadras adelante hay un buen bar, uno de esos donde no importa qué seas. No es que me preocupe mucho, también voy a los bares normales e igual me lo paso genial. Una o dos cervezas me duran toda la noche, mientras uso un poco la luz para leer- ¡JUAAAAAAAAAA JUA JUAAAAAAAAAAAA!

Voy a carcajadas por la calle. Miro mi chaqueta hermosa hecha basura, pero no me la quito. De alguna forma también me pareció una broma graciosa. 

Hoy en el trabajo estábamos hablando un poco sobre esos programas de History. Aunque sabemos que hay extraterrestres en la tierra, decir que TODOS los humanos son extraterrestres es bastante osado. Si fuera cierto, no habría motivo para tanto rencor. Parece que uno de los muchachos no se lo tomó muy a gusto; pero no lo culpo, su padre es uno de esos que constantemente asedian a los metahumanos desde los organismos policiales. Era un oficial pero no recuerdo su rango.

El caso. Caí en una típica broma. He entrado al salón de clases con una puerta extrañamente entrecerrada, no totalmente, y al abrirla me ha caído una mezcla viscosa y deliciosa. Era flan, pudín, o alguna vaina similar. No me manchó mucho, apenas si cayó una pequeña hilera cerca de la solapa. Lastimosamente no he tenido más alternativa que sacarle de clase; con lo buena que estuvo mientras discutíamos la posibilidad de que todos fuésemos distintos, de que nadie fuera simplemente un humano, en el sentido tradicional que por tanto tiempo se enseñó en las escuelas.

Buenos días señor. Supongo que no habrá llegado casi gente, pero así es mejor para mi. Quiero leer un poco antes que llegue demasiado desorden jejejeje. Guiño el ojo de forma cómplice, haciendo referencia a las míticas noches que se rumorean por toda la ciudad sobre éste lugar- Soy Andrés Esteban. Un placer.

Es un hermoso lugar. Siempre lo he sabido, y no sólo por sus colores o la música. Es hermoso que la gente pueda ser lo que es. Sin importar tu origen necesitas entretenerte un rato. Hasta los villanos necesitan de ésto. 

Sigo caminando mientras me quito la chaqueta y la pongo en mi brazo. Diviso a las personas que alcanzo, intentando llegar a discernir si la noche sería mejor en compañía de alguien, o si por el contrario me iba a ceñir únicamente a mis hábitos intelectuales.

De un lado, un grupo de hermosas mujeres. No, mejor no.... hoy no he salido de flirteo. Y del otro, varias personas que quizá vayan a tocar algo de noche. ¿Qué instrumentos son? Bueno, no importa.

Finalmente, en la barra hay una mujer. Su rostro rígido, sus manos firmes y su postura son claras. No quiere saber nada de nadie y no seré yo quien la moleste. 

Me quedo en pie buscando un lugar para sentarme, meditabundo y quizá con algo de aparente lentitud. Me siento en un lugar cualquiera, con buena iluminación. Al sentarme pongo la chaqueta sobre la mesa, con la suciedad por encima, quizá en espera de poder ubicar un baño para limpiarla; mientras aguardo por alguien que tome el pedido. 

Oh, ¡aquí estás! -Entre los bolsillos limpios de la chaqueta encuentro mi buen libro.

"Metahumanos de la antigua Grecia".

Cargando editor
06/02/2014, 19:53
Secreta

Joder que dia...medito Emilio sacando un nuevo cigarrillo del interior de la gabardina y encendiendolo con ademán vago, siguió caminando arrojando el humo a la oscuridad de la noche madrileña; la verdad es que necesitaba un trago; el día no se había puesto nada bien y resolver el asesinato de un pobre obrero a manos de una puta pareja de Yonquis tampoco es que le hubiera ayudado a mejorar el día.

Perdido en su deambular y sin realmente muchas ganas de jugar a la consola aunque ya tenía prácticamente acabado el GTA V; que en ocasiones se parecía demasiado a mucha de la mierda con la que tenia que tratar en el dia a dia; habia algo que le decía que para variar se largara por ahí de noche.

Sentir la ciudad; últimamente todo había sido rutina y mierda; incluso ayudar a su hermana a trollear en foros políticos se habia vuelto aburrido; ya la verdad es que había perdido el interes en casi todo.

Solo le quedaba la familia, el tabaco y el alcohol. Curiosa combinación.

Emilio vio el cartel del bar y enarco la ceja ¿por que no?, a fin de cuentas era el lugar donde cosas más raras se habían visto y no hay que olvidarse que el estaba en el borde de ser detenido por escándalo público de lo feo que era. Tenía arrugas como los viejos, la cara era puro cuero, era prácticamente unicejo y para postre sus ojos eran del mismo color que la ceniza...en fin nada agradable.

El segurata de la puerta le miro al pasar pero no hizo el mas mínimo comentario al respecto del cigarrillo; seguramente ni lo habia visto.

Emilio observo el lugar y suspiro encontrando un cómodo hueco en la esquina de la barra donde poder fumar y beber un largo y delicioso whisky triple con mucho hielo antes de ver que coño le esperaba en esta agradable noche; algo en él le decía que esta vez iba a pillar...pero no cacho precisamente....

La pintura de las paredes casi comenzó a derretirse por el sarcasmo con el que Emilio sonrió y pasó la vista por todos los residentes del bar.

 

Cargando editor
06/02/2014, 20:40
Sacudida

Habia sido un dia bastante largo, Natalia habia tenido que trasladarse a la ciudad por cuestiones de trabajo, esta chica de 25 años, que lleva unas coletas pelirrojas algo despeinadas y que ademas viste de forma descuidada pero moderna era en el fondo una experta en robotica que se ha llevado todo el dia trabajando.

- Ufff que pecha de curro hoy, y eso que acabo de llega, como que esta gente no te dan tiempo ni a adaptarte, bueno, habrá que dar un wertazo pa ve como esta el ambiente

Sus pasos le habian llevado a un McDonalds a cenar una hamburguesa que habia termnado bastante rapido, tras lo cual siguio caminando, es entonces cuando vio aquel letrero de aquel bar

- Ostia como el de la peli, pos yo voy a entrar

Se dirige caminando hacia la puerta en donde esta el seguridad, al verle se pone mas seria tratando de poner su "cara mas adulta" mientras piensa:

- Que tiarron mas grande, bah pero seguro que no tiene ni media guanta

El hombre parece no hacerle mucho caso, lo cual hace que suspire tras entrar en el lugar, lugar bastante poco animado. Al estar en la entrada plantada observa a todos los que estan alli mientras piensa:

- Vale, tenemos al grupito de musico, las pavas que quieren sacar un cubatilla gratis, la tipa 'me creo molona con mi rollo independiente', el friki de los libros, pero que clase de pringao va a un bar a leer y un tio que es mas feo que el Fari comiendo limones, menudo antro raro, ta way

Caminando rapidamente llega a la barra y dice bastante rapido y alto:

- Hey jefe, como va la cosa? dame una cervecita anda

Cuando tiene la cerveza agradece con un guiño y se da la vuelta mientras bebe observando el local

Cargando editor
07/02/2014, 07:34
Dinamo

Llegaba tarde, como siempre. Lo de la relatividad del tiempo es más cierto de lo que la gente cree, y Aleix lo comprobaba demasiado a menudo.

Los colegas de la Uni ya están ahí. Pensó mientras llegaba al lugar de encuentro, a solo un par de esquinas del garito al que iban. Aceptó las bromas sobre el retraso con cierto estoicismo y esa media sonrisa torcida que lo hacía tan atractivo. 

Se encaminaron hacia el bar, que tenía en la puerta un maniquí... no espera, ¡esa mole es de verdad! Un tiarrón de dos metros de altura que más parecía un armario vigilaba la puerta del local. Echó un vistazo al grupo, se detuvo especialmente en dos de ellos y pidió el carnet a todos, para que no se notara a quien perseguía.

 Tras comprobar la edad de todos, "somos universitarios", protestaban riéndose los dos que parecían más niños, no puso ningún reparo en dejarles entrar. Era pronto para ponerse elitista y precisamente por eso habían ido más temprano a uno de los bares más in de la ciudad. Claro que el par de chicas que iban con el grupo igual habían ayudado, aunque dos de una docena era un mal reparto.

Al entrar se vió lo pronto que era, un par de chicas hablando con el barman, probablemente intentando conseguir copas gratis a cambio de promesas vagas, y algunos pocos más. Destacaba un grupito que, cerca del escenario, empezaba a desempaquetar instrumentos. Bien, esta noche hay concierto. Se acercó a la barra y pidió un Tom Collins, cerca de una chica que tomaba un refresco. 

 

 

Cargando editor
09/02/2014, 22:13
Mano Negra

Trevanus deambuló por la calle sin saber muy bien qué hacer. Se sentía un perdedor. Decidió que era hora de retomar lo que le había llevado a aquél planeta bárbaro y vagamente hostil. Mañana. Hoy tenía que regar su derrota en su último y patético intento de lograr algo de reconocimiento... y de llenar su mermada cuenta corriente. Cruzó la puerta del bar sin pensarlo. Luego se llevó la mano al bolsillo y sacó un billete de 10 €. -Bueno, para un par de birras supongo que me dará-.

La panorámica era de lo más rara. -Genial, el sitio perfecto para mí. Esto tiene pinta de ser donde todos los perdedores se toman la última copa. Al menos el del libro puede que no vea la televisión a menudo. Es posible hasta que no me reconozca.

Se sentó al lado, aunque manteniendo una distancia razonable para no molestar. Dobló la gabardina que llevaba y la colgó en el respaldo del asiento. Se dejó puestas las gafas, en cambio. Aunque en parte se sentía como un imbécil llevando gafas de sol en un lugar mal iluminado, era mejor así. No vaya a ser que alguien lo reconozca y le de conversación. En realidad, no la estaba buscando. Lo que estaba buscando es alcohol, y tal vez alguna mujer atractiva. Aún no era tan tarde como para encontrar a alguna decente.

-Una caña, por favor.

Su mano enguantada de negro agarró la jarra cuando se la pusieron en la mesa, y echó un vistazo más amplio al panorama. "Esas de ahí prometen". Siguió observando a las mujeres, pensando en un plan para entrar en acción, mientras seguía tomándose su cerveza.

Cargando editor
10/02/2014, 11:47
Narrador

Más y más gente fueron entrando al bar, la hora punta se aproximaba y parecía que habia gente que no quería tener que esperar luego en la fría calle a que alguien saliera para poder entrar. En un momento de aquella entrada de gente, uno de ellos llamo la atencion sobre el resto, parecía ir con un nutrido grupo de personas, rodeandole y dandole todo lo que pidiera. Parecía ser alguien famoso, aunque no os sonaba su cara de la farandula televisiva. Con aires petulantes fue a sentarse en una esquina del bar rodeado de su grupo.

 

Cargando editor
11/02/2014, 13:39
Director

Notas de juego

*los dos que faltais por postear os quedais fuera del bar por el momento, asi que rolearlo y sin poner a nadie, solo a mi

Cargando editor
11/02/2014, 13:40
Narrador

Gente y mas gente fue entrando en el bar, de tal forma que pronto se quedó totalmente lleno y la cola en el exterior empezo a crecer. La música iba y venia con la potencia que caracterizaba el bar. Cada uno veía y oía a su alrededor de una manera*. En un momento dado poco a poco la musica empezó a disminuir y el grupo de musica que iba a tocar esa noche se subio al escenario. Iban vestidos al mas puro estilo heavy siniestro, las pinturas de sus rostros eran de colores rojos, todos adornados con cuernos en las cabezas.

Notas de juego

 

*tirada de percepcion por favor, con modificador de +20 a vuestra tirada por el ruido que existe

 

Cargando editor
11/02/2014, 13:57
Narrador

Sientes como si tu mente vibrara, no solo por las notas que estaban tocando la banda, si no a un nivel telepatico. Hay algo extraño en aquellas mentes*

Notas de juego

Tirada Oculta de tu poder por favor, asi si no la sacas te puedo dar informacion erronea sin que sepas cual es verdad o mentira ;)

Mod +50

Cargando editor
11/02/2014, 14:02
Narrador

Esperais en la interminable cola para poder entrar. Desde fuera se puede oir que la banda de música que tocaba hoy acaba de empezar a tocar. Os estais perdiendo lo mejor de la fiesta...!!!!

Cargando editor
11/02/2014, 14:13
Dinamo

Al cabo de un rato aquello estaba lleno de gente. Parecía que la noche iba a ser animada. Aleix se movía por la pista, buscando alguna chica interesante con la que pasar un buen rato, pero no había demasiadas posibilidades, así que decidió olvidarse de búsquedas y quedarse con el grupo universitario. De repente, la música bajó y el grupo que había visto al entrar se dirigió al escenario. Es un grupo heavy, dedujo por sus ropas y por los cuernos y caras pintadas. La gente murmuraba mientras la música bajaba hasta dejar de oírse.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/02/2014, 16:39
Andrés Esteban Ruiz Chingate
Sólo para el director
- Tiradas (2)
Cargando editor
11/02/2014, 16:48
Gabriel

El camarero me sirve el refresco sin ningún espíritu, algo que no me sorprende. Soy demasiado fría, demasiado dura en el trato, por eso apenas tengo vida social. Me quedo sebtada en la barra observando la llegada de la gente, agradeciendo que sea de lo más variopinta. De ese modo nadie se sorprende por mi atuendo. Claro que, en un mundo donde puedes encontrarte a un tipo de dos metros lleno de escamas azules en cualquier calle, la capacidad de sorpresa es relativa.

Aunque llama mi atención el rubiales que llega con todo un séquito, el tipo que se pone a leer en un rincón se lleva la palma, pero hasta él se ve superado por la llegada del grupo que, al parecer, va a tocar esta noche. Sus pintas extravagantes les hacen parecer salidos del mismo infierno, y empiezo a plantearme si es en este lugar donde quiero pasar el resto de la noche.

- Tiradas (1)
Cargando editor
11/02/2014, 17:02
Gilgamesh

-...son mas impresionantes en persona, pero bueno los Lammasu se encargaran de mantenerlo. Despues de tanto trabajo, uno se merece un descanso

Notas de juego

escuchas parte de una frase de una conversacion cuando el rubiales pasa cerca de tu posicion para irse a colocar en su asiento que ocupa ahora.

Cargando editor
11/02/2014, 16:54
Andrés Esteban Ruiz Chingate

Galatea y Polifemo. Las divinidades marinas de Sicilia siempre han existido, incluso entonces cuando sus hijos...

Gracias señorita. Agradezco la segunda cerveza de la noche que con tanta cortesía me entrega la camarera, interrumpiendo las que fueron quizás las últimas líneas de mi rica lectura. El ruido aumenta, la gente baila con más dedicación, y no puedo evitar sentirme contagiado por el ambiente de gozo y regocijo.

Quizás espere por unas cuantas cervezas más, pero no con una chaqueta como ésta. Al menos debo poder dejarla en algún lado. Tomo mi cerveza en la mano y emprendo el camino hasta la barra del local.

Disculpe -Extiendo la mano con la chaqueta, pero olvido ocultar la mancha. Al final no debería tener mucha importancia- ¿Me guarda la chaqueta por favor?

Oh.. Sí, sí, y esto también -Noto que no había entregado el libro. Por alguna extraña razón mi cuerpo se resistía a dejarlo

Ya en la barra no veo motivos para volver a mi mesa, elegida con anterioridad por su luz. Y si quisiera volver ya no podría. El bar está repleto, a más no poder, y ya un grupo ha tomado mi anterior lugar.

No muy lejos de ellos, llama la atención un grupo de personas como congregadas al rededor de un hombre con don de gentes y un atuendo extravagante, extrañamente egipcio, que miran una tarima aun más extraña que ellos. Jajaja jajaja jajaja  jajaja... Empiezo a reír de a pocos, no muy alto. Toda la parafernalia de estos tipos que van a tocar es muy agraciada, muy teatral, con aires de siniestra. ¿Quién soy yo para negarme a un espectáculo por bizarro que sea?

¿Qué tal estos tipos? Susurro a la mujer de dos bancas más a la diestra, de aspecto solitario y conflictivo. A ver con qué salen... 

He sido impertinente. Quizás no quería que le hablaran pero se me ha salido. Respeto su espacio y pronto vuelvo la vista a la tarima, como si la conversación no hubiera existido y sólo hubiera hablado para mis adentros. No sé bien cómo disimularlo, siempre hablo fuerte y vocalizado.

Cargando editor
11/02/2014, 18:22
Gabriel

El tipo extraño del libro viene a la barra. Verle entregar una chaqueta sucia y su libro para que se lo guarden es casi tan interesante como ver pasear a las palomas en un parque, aunque despierta una tibia curiosidad acerca de él. Aún así, continuo con la desagradable sensación de estar desaprovechando la noche.

Ni idea - Respondo casi sin pensar,de un modo automático- Pero no creo que sean tan buenos si necesitan tanta parafernalia.

Y aunque lo fueran, dudo que me guste su estilo...

Cargando editor
11/02/2014, 18:33
Andrés Esteban Ruiz Chingate

Algunos acuden a un lugar como éste para ocultar el sin fin de frustraciones que los aquejan día a día, para ahogarlas en licor. Otros, de seguro que tienen motivos para celebrar y compartir con sus amigos, compañeros de trabajo o familiares. No faltarán los que vengan en busca de una noche fugaz en brazos de la lujuria... -Todo espectáculo necesita teatralidad, pero exagerar no hace más que ponerlos en ridículo- ... Otros venimos sin saber muy bien por qué, hasta que encontramos el estímulo suficiente para darle rienda suelta a una conversación no tan vana.

La verdad cuando los vi por primera vez pensé que tocarían otro tipo de música. Ahora que lo pienso, no estoy muy seguro si se veían así. 

Bueno... quizá se cambiaron de muda en algún momento.

Muchas cosas se me escapan, pero estoy seguro que habría notado esos atuendos al llegar. No me habría ido, me gusta aprender, pero no tendría mis esperanzas en otro tipo de divertimento. 

Cargando editor
11/02/2014, 18:48
Andrés Esteban Ruiz Chingate
Sólo para el director

Quiero hacer una tirada para ver si logro descifrar de dónde provienen los signos de la mujer.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Mierda. En este sistema creo que van a haber muchos fracasos. Dejo una tirada de conocimiento general y una de inteligencia. No sé muy bien cuál lanzar.