Partida Rol por web

Observador asintió y comenzó a caminar hacia la puerta, volvió su vista hacia enlace, solo un gesto con la cabeza basta para decirle que le siguiera. Una vez llegado a la puerta comprobaría si había algún dispositivo o panel oculto para intentar abrir está condenada puerta.

-Quiero que imites lo que intentaste hacer en el helicóptero – Dijo señalándose la cabeza – Intentaste entrar verdad? Pues esta es tu oportunidad de ingresar en lo que se esté moviendo detrás de esta puerta - quizas un vistazo dentro ayudaria a quitarnos algunas dudas.

La joven observó tras su traje el despliegue de medios alli montado. Casi  estalla en sonoras carcajadas cuando escucho los nombres en clave que el soldado que parecía mandar habia pronunciado mientras hablaba por radio. Por un momento se lecruzaron un millar de antiguas peliculas bélicas donde usaban nombres igual de ridiculos. - Quizás piensen lo mismo de los nuestros nombres clave.- pensó poco antes de intentar sin exito ocultarse tras la montaña humana que era Bastión, ya que  el enigmatico individuo llamado El observador le incitaba a demostrar su poder.

-¿Y..yo?.¿E..estas seguro?-

Lo miró entre asombro y timidez, mientras se adelantaba hasta la puerta. Sentía como sus mejillas se enrojecian ante la mirada de los soldados que se echaban a un lado para permitirle el paso. Tragó saliva y cerró los ojos, centrandose en las posibles mentes del otro lado de la pesada puerta. Aunque quizás por la vergüenza o el pánico escénico, Enlace solo consiguió una leve migraña mientras un sudor frio le recorria el rostro.

- Lo..lo siento:- pudo suspirar cabizbaja.

Bastión dejó hacer a Observador. Aunque fuera el mas grande y llamativo de los del grupo -sin contar la belleza ultraterrena de Icania- y pudiera ser el centro de la atención de todos, no tenía ningún tipo de formación militar ni se creía imbuido de autoridad alguna. Era consciente, quizá mas que los otros, de que el hecho de tener habilidades sobre humanas, una armadura superior a la de muchos cuerpos de seguridad internacionales y una maza dorada no le convertía en alguien con conocimientos sobre estrategia e intervención. Solo era un tío grande con músculos grandes y la obligación de marcar la diferencia.

- El honor es nuestro capitán. - Y lo era. Esos hombres eran los auténticos héroes. - ¿Han probado algún tipo de comunicación desde que escucharon esos ruidos y saltaron los sensores? ¿El sonido de ese fluido pesado podría ser de arena, quizá?

Se acercó a la puerta con Observador. El enmascarado iba a buscar paneles y demás, cosas de las que él no entendía. Bastión tenía una idea diferente. Creía que el ser humano era bueno por naturaleza, así que recurriría a esa parte humana que aún quedaría en el interior de los circuitos de Duna.

-No te preocupes, Enlace. Tómate tu tiempo y concéntrate. Vuelve a probar cuando estés lista - Aconsejó, paternal, y sin esperar respuesta golpeo tres veces la puerta con el puño cerrado. - ¡Duna! ¡Mi nombre es Bastión! ¡Somos representantes del gobierno español! ¡Hemos sido designados a la investigación de la desaparición de los miembros de Iberia Inc! ¡Necesitamos que abras la puerta y colabores con nosotros para dar con tus amigos!

El intento de contacto telepático de Enlace no surte efecto. Pareciera que algún tipo de barrera dificultaba la comunicación, o quizás no hubiera una mente como tal con la que contactar. Quizás sea cuestión de volver a intentarlo pasados unos instantes...

Mientras tanto, Observador realiza una inspección de la puerta. Es evidente dónde se encuentra el panel de control, pues la carcasa está desmontada y puenteada a través de una compleja red de cableado.

La puerta está sellada por nuestros técnicos. -Os informa el capitán- El sonido que hemos captado no era demasiado parecido a la arena, más bien era como algún tipo de líquido.

Entonces Bastión se acerca a la puerta y golpea con decisión, haciendo resonar el metal. Sus palabras suenan poderosas, pero no obtienen más respuesta que un tenso silencio.

Podemos desbloquearla cuando ustedes quieran.

Toraño miró a sus compañeros y se preparó, empezo a concentrarse* en su alrededor, en la temperatura reinante y empezo a colocar enganches psiquicos cerca de la puerta, si llegado el momento y al abrir la puerta ocurriera algo podria atacar o defender en un abrir y cerrar de ojos.

-Bien, cuando querais, estoy preparado por si acaso sale algo interesante de ahi dentro.

Cuando se percató de que la apertura de dicha puerta era inminente, Enlace  comenzó a recular dando pequeños pasos,en un intento de pasar inadvertida. - Si hay algo ahi  dentro no quiero ser la primera en verlo.- pensó mientras se encogía tras la enorme moleque era su compañero.

Con cierto miedo, miró a sus compañeros y , mientras se llevaba una de sus manos a su sien , susurró:- Puedo enlazarnos mentalmente ,para que  las  indicaciones sean mas rápidas... bueno..si ..queréis..-

El capitán Freire hace un gesto a uno de sus hombres, y este se sitúa junto al panel de la puerta y conecta un par de cables, haciendo que suelten al contacto unas vistosas chispas. Al instante, y con un sonoro chirrido, la doble puerta metálica comienza a desplazarse lateralmente, del centro a los costados, abriéndose para que observéis lo que hay al otro lado.

Y no es demasiado. Ante vosotros se abre un largo corredor con anchura suficiente para circular por él con un coche, y alto como para que lo recorra un gigante. No muestra ventanas, y está tenuemente iluminado por un sistema de luminarias que cuelgan del techo, el cual, al igual que las paredes y el suelo, es de metal forjado.

Puede que cuente con algo más de un kilómetro de largo, en linea recta, y a lo lejos se ve que termina en lo que parece una pared con, quizás, otra puerta. No hay obstáculos por el camino, ni parece que esté inundado por ninguna parte ni haya fugas, pese a que es evidente por la pendiente que el túnel desciende hasta internarse bajo el lago. A fin de cuentas, se supone que lleva a la base que está bajo el agua ¿no?

Freire sutúa a sus hombres alrededor de la puerta, pero no muestra la más mínima intención de acceder al interior. Se supone que es vuestro trabajo. La piloto, Lorena, tampoco parece que vaya a pasar de aquí.

Es vuestro momento.

El aire que se arremolina causa un revuelo en la cabina, me sostengo del borde de la puerta para no caer, la protesta de Lorena ante la repentina iniciativa de Toraño me causa gracia pero no lo expreso exteriormente. Tomo nota para agradecer más tarde por la suavidad con la que hemos descendido e ingresado al agua. El contacto es relajante para mi piel que encuentra el equilibrio natural dentro de las frías aguas. Compruebo que el joven humano que ha ingresado conmigo al agua se encuentre bien, una de mis cejas se alza cuando comprueba que está haciendo tal y como había explicado, solo que su aspecto se asemeja ahora mucho a la de un anfibio. Un aspecto muy apropiado para esa lengua descontrolada que usa al hablar.

Sumida en mis pensamientos, no he pensado en el cuando lo he arrastrado a toda velocidad hacia el fondo del lago, la presión podría haberlo apabullado por lo que me vuelvo hacia a Chafa para verlo, notando que el muy resistente se encuentra bien por el momento.

Me centro en la estación pero no logro ver nada que aparente ser peligroso, después de lo que nos explicó Lázaro no está de más ser doblemente precavida. Me acerco nadando pero el panorama no cambia en lo absoluto, me gustaría investigar con más calma pero no se cuanto aire le queda al chico, de repente debí acordar alguna clase de seña antes de sumergirnos para saber cuando necesita emerger por aire. 

Nado notando las boyas flotantes, han de tener algún tipo de función pero antes de echarles un vistazo me acerco hacia las claraboyas a ver si tengo suerte de ver algo dentro. De no encontrar nada, dejaré a Chafa asido en alguna saliente y luego nadaré investigando de cerca la estación, buscando entradas, dispositivos de seguridad o cuanto pueda captar para informar al grupo terrestre.

Le hago una señal a Icantia para que no se acerque mucho a las boyas. Esas movidas siempre son minas o mierdas por el estilo. Le hago una señal para que nos acerquemos más a la base. Todavía tengo aire suficiente, así que podemos seguir, así que hago la señal a la jamona para que siga acercándose a la base.

Mira a un lado y a otro al abrirse la puerta. Los militares se hacen a un lado, liberando la entrada para ellos. Lorena se queda en un segundo plano, dejando que sea el grupo de super humanos los que tomen la iniciativa. Sus compañeros parecen esperar algo, porque ninguno da un paso al frente, ni siquiera Observador, que parecía el mas acostumbrado a todo aquello.

Bastión toma aire y aprieta el puño en torno a la maza de metal que cuelga de su cinto, preguntándose hasta qué punto podría ser buena idea ir con el arma desenvainada en aquella instalación. Debía elegir entre aumentar su nivel de amenaza frente a las posibles medidas de seguridad de Duna o entrar desarmado y jugársela yendo indefenso. Se la jugaría. Duna no había mostrado intención alguna de comunicarse con ellos, así que había que dar por hecho que entraban en terreno hostil. Soltó las correas con que sujetaba el escudo a su espalda y lo blandió con la zurda, calibrando su peso un par de veces antes de quedarse satisfecho. Liberó después la maza de la cincha que la mantenía en su sitio y la balanceó frente a él antes de cargarla sobre el hombro.

- No perdamos más tiempo. - Dijo mirando a unos y a otros - ¡Duna! ¡Vamos a entrar! - Anunció a pleno pulmón sabiendo que no obtendría respuesta alguna - Solo espero que aún quede algo de la mujer que eras...

Y sin mas ceremonia comenzó a caminar por el túnel hacia las entrañas de la base de los desaparecidos Iberia.Inc.

De acuerdo a las indicaciones de Chafakra, Icantia nada nuevamente con fuerza, aferrando el cuerpo del hombre de goma, a quien parece no faltarle el aire de momento. Evitando las boyas, cuya utilidad aún no ha quedado clara, la Atlante se acerca más a la base, analizando su estructura. Al avanzar se hace evidente una parte de la construcción que se encuentra en la parte inferior, y en la que sí parece haber algo parecido a claraboyas desde las que inspeccionar el interior. Icantia se dirige a esa zona con el veloz nado de sus poderosas piernas, nacidas en el entorno de las profundidades acuáticas.

Al acercaros a los primeros ventanales redondos, y de pequeño tamaño, apenas lográis vislumbrar un estrecho pasillo escaso de iluminación. Sin embargo continuáis avanzando por la hilera de claraboyas, hasta que estas os llevan a un punto en que podéis ver una amplia sala llena de material mecánico e informático, con múltiples paneles de gran tamaño mostrando información diversa, desde noticiarios hasta bases de datos.

En el centro de la sala hay una figura oscura, una mujer vestida con lo que parece un traje que mezcla el color azul con el metal dorado. Su larga cabellera negra le cuelga a la espalda recogida en una coleta espesa, y podéis ver un par de armas de fuego en sus caderas. Está de espaldas a vuestra posición, por lo que no veis su cara.

Todo el lugar es completamente de metal, pero justo ante ella el metal del suelo oscila como su fuera líquido. Y como si una mujer brotara de la superficie del agua de un lago tranquilo, de ese metal brota una figura también femenina, compuesta completamente de ese mismo metal, como si un habilidoso alfarero tomara ese metal en lugar de barro y creara con él la figura que se compone ante la otra. Se trata de una figura femenina, mas no humana, una especie de versión distorsionada de una mujer, compuesta por varillas y placas que se unen para crear poco más que un espantapájaros.

Y el espantapájaros habla con la otra mujer, pero gira su cabeza hacia vuestra posición, como si os viera. E inmediatamente vuelve a mirar a la otra desconocida, hablando como si tal cosa. Tampoco la otra se inmuta, más pendiente de lo que se ve en los monitores.

Vale, parece que hay alguien dentro de la base de marras. Ahora a ver quién puñetas es. La mujer de hojalata tiene que ser la tal Duna, la que no deja entrar a nadie. Al parecer sabe que estamos allí, por lo que saludo con la mano cuando nos mira (educación ante todo, que no se diga que la señora García ha criado un hijo maleducado) y luego dirijo a Icantia una mirada significativa y le hago un gesto para que espere un momento mientras me rasco la barbilla, pensativo.

Si Duna sabe que estamos aquí pero no le ha dicho nada a la otra mujer, y además no deja entrar a nadie, eso es que, obviamente, pasa algo raro. Basándome en los videojuegos que he jugado, asumo que Duna esta siendo controlada. Al fin y al cabo es una espécie de jamona-máquina überchunga con toda clase de misiles y cacharritos, el enemigo perfecto para diseñar unos niveles chulos. Como una espécie de GlaDOS o el ordenador maligno del System Shock.

Si es así, si Duna esta siendo controlada por una tercera persona y nos protege de ella es que es alguién que no nos quiere bien, que dice mi madre, razono pensativo. Bien, en tal caso hay que andarse con mucho, mucho cuidado. Si la super mujer de cemento esta de nuestro lado, a lo mejor ha dejado alguna escotilla abierta sin que la otra se diera cuenta, así que inspeccionó los alrededores a ver si veo alguna vía de entrada practicable. Busco también alguna por la que se pudiera escurrir alguién de goma como yo.

Toraño miró echandose las manos a la cabeza a bastion mientras le seguia andando tranquilamente

-Si ya teniamos la cosa de que no nos detectara, con ese grito, seguro que ya sabe donde estamos...en fin.

Toraño miró a Enlace y afirmo positivamente a su pregunta de unirles, al menos tendrian un poco de ventaja ante aquel ser monstruoso que tenian delante

Enlace sintió como los colores le encendian los pómulos cuando Toraño asintió con una leve sonrisa.  Rapidamente llevo su mirada ala punta de sus pies mientras su oscuro cabello le ocultaba  la cara. Intentó concentrarse en él, para conectarlo,mas sus pensamientos impidieron que lo "viese". Respiró profundamente y  consiguió levantar unas barreras defensivas en la spique de Toraño.-Calmate, corazón- pensó para sus adentros mientras recobraba el aliento.

Bastión le resultó mas sencillo enlazarse con el. Un simple pensamiento y , conectados!. Enlace le mando un simple "hola" mental y le sonrió mientras dirigia su atención al Observador. quizás fuese suerte o que el propio Osbervador le habia permitido acceder, Enlace conecto a enigmático individuo con ella y Bastión.

Finalmete, algo mas calmada,levantó sin problemas barreras sobre ella  y el observador, siendo incapaz de reproducirlas sobre bastión....

- Es..espero que esto sea utíl.- murmuró dejando que Bastión y Toraño fuesen en primera linea...

Toraño sintio un leve cosquilleo en su mente, aunque no parecio durar mucho, Toraño entendio que ya estaba hecho y empezo a andar hacia el interior del tunel buscando algun indicio de hacia donde debian de dirigirse, tenian que ser rapidos, sus dos compañeros que se habian metido por el lago quizas ya estuvieran dentro

Os adentráis en el corredor, el larguísimo pasillo. Todo en su interior es un gran silencio, solo roto por el sonido de vuestras pisadas y del equipo metálico que portan tanto Observador como Bastión. A vuestra espalda dejáis la puerta de acceso, que se mantiene abierta bajo custodia de los agentes especiales a las órdenes del capitán Freire. Cuando os encontráis a medio camino, ya se hace evidente la robustez de la puerta que vais a encontrar al fondo, una puerta metálica de similares características a la que acabáis de cruzar.

Sin embargo, es cuando habéis recorrido tres cuartas partes del recorrido, cuando un movimiento ante vosotros os detiene. El metal del suelo comienza a oscilar, como el agua de un charco cuando es mecido por el viento, hasta crear profundas ondas similares a las que se crean al lanzar una piedra contra el agua. El metal, de propiedades líquidas, comienza a elevarse y adoptar una forma humanoide, consolidando, como si el metal se secara y solidificara, una figura femenina compuesta de placas y cables. La figura, cuyos pies no dejan de mantener un contacto líquido con el suelo de metal, os observa sin emoción alguna, y sin fijarse en ninguno en particular con sus ojos vacíos.

Os recomiendo que os deis la vuelta -Dice con una voz femenina, pero distorsionada como el sonido de una retransmisión defectuosa- Hacedlo y no tendré que causaros daño alguno.

Se hace un silencio breve, antes de que la figura añada en voz algo más baja.

Por favor.