Partida Rol por web

Limpiándome entre los dientes con la estaca, informo a Susanna:

-Una vampiresa que me he apuntado a mi colección. Últimamente en vez de hacer muescas en la cabecera de mi cama, las hago en mi estaca. Ahora, no perdamos mas tiempo, "Rayman" necesita acción.

Siguieron avanzando ahora. Raymond llevaba en sus brazos a Zhiara, quién aún estaba inconsciente. Van Helsing caminaba a su lado, seguido de Alejandro y Darma; atrás, cerrando la comitiva, se encontraba Susanna y Roy.

Llegaron a un cuarto bien iluminado. Poseía unos muebles antiguos, unos sillones tapizados de cuero rojo alrededor de una mesa ratona, y algunos jarrones y estatuas de adorno. Las paredes estaban cubiertas por pinturas y había una chimenea, apagada, en una de ellas.

Parecía un estudio.

-Este debe ser el sitio que Drácula le tiene preparado a Jonathan Harker, aquél del cual leímos en la biblioteca.

Van Helsing señaló una puerta y la abrió. Era un dormitorio muy bien arreglado.

-Mmm... no hay más puertas por este lado. Pero el hechizo protegía a estos cuartos en especial. Estoy seguro de que hay algo que no hemos visto. Drácula tiene que estar aquí cerca.

Comentó.

Recuesto a Zhiara con mucha suavidad en el sillón, y les digo:

-Pues si estaba esto preparado para el señor Harker, alguna prueba tiene que haber por aquí.

Comienzo a rebuscar en las librerías buscando alguna prueba, o alguna botella, en este castillo todo puede ser.

-Igualmente estad atentos, recordad vuestras amigas las arañas de antes...

Raymond busca en la librería primero. Mueve un libro azul y se oye un click. Ha tenido la suficiente suerte para dar con un mecanismo oculto que hace que uno de los muebles se mueva hacia el costado y deje entrever una puerta gruesa. Parece que han dado en el clavo.

-Con cuidado -dice Van Helsing -recordad que Drácula es el más fuerte de todos, podría despertar y aunque sus poderes fuesen la mitad durante el día, es un ser con muchos trucos.

-Yo me quedo cuidando a Zhiara -aclara Roy. -No veo conveniente dejarla sola aquí, por más luz de día que tengamos.

- Es evidente que esa es nuestra ruta a seguir - digo contemplando el hayazgo de Raymond. - ¿Qué creen que habrá tras la puerta?

-Posiblemente esconda un apartamento en torrevieja, o un vampiro. Yo casi que me decanto por lo segundo, pero sería encantador que estuviese la bodega.

- Y a que esperamos entonces? -

Digo al tiempo que, sin esperar confirmacion ni invitacion alguna del resto de mis compañeros ni del doctor, me adelanto y encamino hacia la puerta que acaba de descubrir Raymond

Susana abre la puerta. Una corriente de aire frío se filtra por ella y detrás encuentran una sala pequeña que tiene al fondo otra puerta más. Las losas pueblan su suelo y en el techo hay una pintura de un hombre de ojos grandes y un traje rojo, es una especie de retrato que debe tener muchísimo tiempo.

La otra puerta parece estar cerrada, con un intento de abrirla no pasa nada.

Camino por la sala, observando el retrato detenidamente -me está entrando la paranoia de que me siguen sus ojos, necesitaré una copa cuando finalice todo esto, a ver si tenemos suerte y el caminito nos lleva a la bodega-

Intentamos abrir la puerta, pero al parecer está cerrada, cuando de repente, saco una horquilla del pelo de Darma, como si fuese una cobra atacando a su presa, y me agacho sobre la cerradura, pidiendo silencio.

Suena un crujido procedente de esta, y con una sonrisa, les digo:

-Mira que bien, por fin Darma ha servido para algo, jejejeje

Abro la puerta de par en par.

Doy un par de pasos hacia la puerta para intentar abrirla, pero Raymond se me adelanta - Continuemos - digo una vez que ha abierto la puerta.

Miro a los que estan y sin duda me sentía relegado. Aunque mas que relegado, poco a poco me quedaba hacia atras. Hay algo en este castillo que me sabe mal, no sé que sucede, pero no me gusta

-Si quieren vayan adelante... Yo prefiero cuidar atras - Miré a Darma, luego a los demas... simplemente esto no saldría bien, no iba a ser tan facil...

Tras la actuacion teatral de Raymon, que aun con toda su pompa circense he de reconocer que de momento esta demostrando cierta utilidad, decido volver a adelantarme al resto y cruzar el umbral de la recien abierta puerta sin detenerme un segundo a observar los carmesies ojos que nos vigilan desde la pared.

En mi actual estado de ansiedad y shock por los acontecimientos vividos recientemente, solo puedo seguir adelante mientras el astro solar desciende lentamente hacia el horizonte pues, si me detengo, estoy segura de que me sera imposible volver a avanzar.

- Vamos, - digo dando un leve codazo en el costado a Raymond - callate y sigamos adelante -

Y me adentro en la nueva estancia...

Entran en la nueva estancia. Alejandro va por la retaguardia, Susanna adelante de todo, seguida de Raymond y Darma unos pasitos más atrás. Van Helsing los sigue y Roy se ha quedado en el otro cuarto, junto con la gitana, para cuidar a la chica que ha perdido momentáneamente la consciencia.

Este nuevo cuarto es rectangular. Hay tres estatuas en la pared: son tres gárgolas de piedra, bellamente talladas. 

La habitación es bastante alta, termina en un techo hundido hacia arriba, seguramente dará a una de las torres del castillo. Se respira un aire pesado, viejo y hay muchas telarañas por el techo.

Las paredes además tienen unos escritos, tallados también.

El doctor Helsing se pone a leerlos.

-Aquél que invada mis sueños será siete veces maldito- lee el doctor a la luz de una vela ya que este cuarto es sumamente oscuro -prevenidos estáis que quién llegue a mi morada deberá pagar el precio por su intrusión. Pues soy más viejo que todos los mortales y no seré detenido. Porque seré el rey de la noche... la noche de los tiempos yace aquí, la que será eterna.

Van Helsing deja de leer.

-Estamos aquí, aquí es su guarida. Debemos apurarnos...

Rascándome la cabeza por detrás de la nuca, me doy una vuelta por la estancia, mientras pienso:

aquí hay algo raro, pero no se el que...

-¿No notáis nada raro?

Algo raro tiene que haber - digo contestando a Raymond - Tanto secretismo no es bueno, especialmente si no ocultas nada.

No puedo evitar soltar una risa floja ante la ironia de las palabras escritas en la pared:

- Siete veces maldito? - pregunto en voz baja a Raymond

- No se supone que el es el maldito y que ademas su mordedura maldice al resto? -

Me callo ante la mirada inquisitiva que me lanza el doctor e intento concentrarme en buscar algun indicativo que nos guie hacia el Conde, mas el brillo en los ojos de Darma me indica que ella ya lo ha encontrado

Las cosas que veía en este castillo eran cada vez mas interesante. No por casualidad todo esto me causaba cierto resquemor.

Caminé leyendo lo de las paredes mientras el grupo hablaba. He de aceptarlo, como que no sirvo para esto de andar metido en tierras lúgubres... ¿pero que nos queda? mientras pueda salir vivo luego de aquí me tocará seguir avanzand... Pero no hacia esas gárgolas... prefiero alejarme de ellas...

Darma toca una de las gárgolas y se oyé la activación de un mecanismo. La estatua se corre hacia atrás, dejando el lugar a otro cuarto.

Allí se ve todo oscuro, una oscuridad tan intensa que nada se puede ver. Helsing entonces dice:

-Cuidado... tengo un mal presentimiento sobre ésto.

Enciende una vela, la que va a buscar a la otra habitación (donde está Zhiara) y, al iluminar, ven un recinto cuadrangular, con piso de piedra.

En medio hay un féretro negro, bastante grande. Tiene los bordes trabajados con adornos de oro y la madera del mismo parece ser de fresno pero teñida de oscuro.

Observo el féretro, mientras no puedo evitar pensar:

A Alejandro le quedaría genial...

En una breve pausa, les digo en un susurro:

-¿y si lo quemamos, a ver si sale algo de el?