Partida Rol por web

Con una sonrisa cinica miro a Raymond

- Adelante, quememoslo -

Me vuelvo hacia el doctor

- Imagino que cuando el Conde se sienta arder se despertara. Tal vez fuera conveniente esperarlo entonces junto al ataud, estacas en mano, mientras arde para que cuando eso ocurra, pongamos fin definitivamente a su existencia. -

La idea maquiavelica de dejar que el conde se despierte antes de matarlo para que sea consciente de lo que ocurre, de nuestra venganza, me produce una gran satisfaccion interior

Helsing asintió a las palabras de Darma. Tenía las velas así que las acercó al cajón. Las llamas comenzaron a lamer la madera y todos retrocedieron cuando la tapa del sarcófago negro se prendió. Habrán sido unos tres minutos hasta que realmente comenzara a arder.

Entonces el fuego continuó, y el olor a madera quemada inundó el cuarto. 

Se sintió un disparo en la otra habitación junto con un grito. Todos corrieron. Hallaron a Roy, apuntando con su arma hacia la ventana que estaba fragmentada en pedazos. Su mirada era aterradora.

-Se llevó a la señorita Zhiara, se llevó a... no pude matarlo... era rápido... 

-¿Qué era? -dijo Helsing.

-Un maldito lobo, un lobo enorme señor. El más grande que hubiera visto en mi maldita vida. Tomó a la chica entre sus fauces y saltó por la ventana.

-Es un trampa!!- dijo el doctor y volvió corriendo al ataúd. Lo siguieron y vieron como sacaba de su interior un pergamino escrito con sangre. El fuego no lo devoró por fortuna pero ya estaba comiendo la última parte de la tapa.

-Leed.

En el pergamino estaban estas palabras.

"Sois muy inteligentes, pero no más que yo. Os espero en el cementerio cuando el sol se oculta, sino venís una muerte más cargará en vuestras consciencias.

Atentamente D."

-Todo el tiempo fue una trampa- dice Helsing con rabia y amargura.

-Bufff, no se si mi conciencia me podrá permitir otra muerte, pero yo creo que un par de copas podrían arreglar eso. ¿miramos a ver si encontramos la bodega? -digo animado al saber que D no estaba en casa-

Un escalofrío recorrió mi espina dorsal. Una trampa. ¿Y si buscaba hacer un cambio?¿Nos entregaría a Susanna y a mi por su sobrina?

Mi gesto se tornó serio. Di unos pasos hacia atrás y permanecí en silencio. La bodega... bien pensado... el alcohol arde.

Me pongo a buscar por la bodega asquerosa en la que estabamos, algo más tiene que haber y se nos está pasando por alto. Tiene que haber algo que nos salve de la muerte, y en el caso de las dos mujeres, de algo peor, convertirnos en un ser como los que hemos matado

-¡Vinooo, cognac, whisky! ¡esto es el paraiso!

Me pongo a buscar una botella de whisky.

Durante la busqueda de alcohol en la bodega mi mente trata de hilar un plan.

- Evidentemente Dracula nos conduce hacia una emboscada. - Hago una pausa y espero a que los demas me presten atencion.

- Creo que deberiamos cambiar las tornas. Este es mi plan: alguno de nosotros debe acudir a la cida con el Conde, yo misma por ejemplo, a modo de cebo y distraerlo durante el mayor tiempo posible. Mientras, otro grupo ha de poner fin a su guarida, quemandola por ejemplo, para evitar que el conde pueda obtener refugio a la luz del dia. Finalmente,  a la luz del alba, cuando el conde se de cuenta del engaño y vuelva airoso al castillo, en bisca de cobijo contra el sol, un tercer grupo lo embosca y acaba con el. - Vuelvo a hacer una pausa

- Que opinais? -

Saco el tapón a una botella de whisky, y le doy un trago, cunado comienzo a toser:

- ¡Coff, coff, coff!

golpeo mi pecho con la mano, y comento:

-Aaaahhhh, riquísimo -mientras escondo la botella para que no me la quiten, les digo- hay una cosilla que no habéis pensado, y es que ya casi hemos sido dos los que sucumben al hipnotismo de Drácula. Tu Susanna, además no parecía que te importase mucho, mas bien creo que te gustaba, y yo, si no llega a ser por Alex que me sujetó, casi me secuestra una vampiresa. Supongo que después de que le mordiesen, ha tenido un trauma, y no ha dicho casi nada desde entonces, o eso, o sigue con su problema de comunicaciones. -doy otro traguillo, pero con menos ansia-, por lo que yo iría a la cita con todos los que podamos, así le será mas difícil controlarnos, pero lo de quemar el castillo, lo secundo.

Mientras Raymond degustaba un exquisito vino, las chicas estaban pensando en un plan. Susanna tenía una buena idea pero el hombre le hizo recordar sobre el influjo que el Conde ejercía sobre ambas.

-Eso es cierto -,acotó Van Helsing -vosotras estáis bajo su hechizo. Mi sobrina podría hacer algo al respecto pero ahora es propiedad del Conde.

-¿La morderá, doctor? -inquirió Roy.

-Es muy probable... no quiero pensar lo peor pero hasta es posible que tengamos dos vampiros esta noche. Tenemos que intentar pensar, idear una forma.

Alejandro no comentaba nada, parecía estar hilvanando alguna idea. Eran las 3:30 pm y a las seis, seis y media si eran afortunados, el sol se pondría. Tenían que pensar... La idea de Susanna no era tan mala, quizás con algunos retoques...

Mi nombre es Alejandro - dije con cierta molestia- Y no estoy de acuerdo con quemar el castillo -. Para mí valía mas sin quemar que quemado - Pero sí, es obvio que nadie ira solo a ningún sitio.

Diganme algo - dejé escuchar mientras me pasaba por la bodega, viendo todo - Que mas sabemos del Conde? aparte del sol, a que le teme?

Miro a Alejandro mientras pienso:

Calla, se despertó la bella durmiente, y no de muy buen humor. -mientras le contesto:

-¿que le gusta el buen vino?

Hablamos del Conde, no de ti y tus gustos aparentes por el alcohol baato y los hombres mayores

-mmmm, ¿qué odia tu chaqueta y a quién la lleva?

-Por supuesto que yo asistiré a la cita con el conde, aunque tenga que ir con al rata bailarina.

-Replico a mis compañeros, - Y sigo opinando que no es buena idea dejar a nadie atrás.

 - Pues a mi me gustaba el plan inicial, pero que decida la mayoría.