Partida Rol por web

Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

25. El Templo de Mythal

Cargando editor
02/03/2016, 23:55
Ayla

Y yo que estaba empezando a pensar en lo divertido que iba a ser que por fallar al abrir la puerta de un templo antiguo que oculta un artefacto andrastiano nos explotase una trampa mágica en la cara... —resopló Ayla haciendo girar los ojos en redondo tras escuchar las últimas palabas de Trasus—. Ahora resulta que con no temer represalias es suficiente para poder abrirla con la facilidad de la puerta trasera de un burdel.

Cargando editor
02/03/2016, 23:56
Sarkee Hierroardiente

Si sirve de algo, yo creo que tiene sentido—carraspeó Sarkee cuando Gabrielle rectificó—. Esa combinación sugiere algo como "Protejo a los míos", "Propongo un duelo", "Ataco" y "Ataco". Y son justo las cosas que describían las señales, ¿no?

Cargando editor
03/03/2016, 00:08
Narrador

Alexei movió las teselas tal y como había propuesto Gabrielle. Había pasado el tiempo pero por algún motivo ignoto las piezas no estaban atascadas y se movían con la efectividad de si llevasen dos días ahí.

Una vez estuvieron todas colocadas, esperasteis... y no pasó nada.

Durante los primeros cinco segundos, claro. Luego empezó a temblar la puerta, y con la puerta el muro en el que estaba, y con el muro en el que estaba, el suelo. ¡Poníais la mano en el fuego y no os quemabais a que os había parecido escuchar un sonido cavernoso proveniendo del maldito suelo! Sin embargo la enorme plancha de madera se elevó dejando caer rosarios de piedrecillas, polvo y arena en su lento ascenso hasta incrustarse arriba del todo. Tras ella apareció un pasaje húmedo y penumbroso que parecía descender suavemente.

Se volvió a hacer el silencio.

Cargando editor
03/03/2016, 16:36
Mujer Misteriosa

—Jo ¡Con lo divertido que era veros filosofar sobre una puerta!—dijo de pronto una voz repentina—. Y para colmo me he quedado con las ganas de saber qué pasaba si fallábais.

Cargando editor
03/03/2016, 19:14
Lynn

Lynn soltó un chillido agudo de sobresalto y a punto estuvo de salírsele el corazón por la boca.

Giró la cabeza en todas direcciones hasta que al final localizó la voz proveniente de arriba. Y cuando seguisteis aquella linea de visión os disteis cuenta de que estabais siendo observados por alguien que se había tumbado panzabajo tranquilamente sobre la gruesa rama de un árbol. Con la barbilla entre las manos y todo.

—¡Allure!—protestó—. ¿C-Cuándo Archidemonios has... ? ¡No aparezcas sin avisar!

Cargando editor
03/03/2016, 19:19
Allure

—No tengo por qué avisar—respondió la entidad torciendo el gesto en algo parecido a un puchero—. Y llevo un buen rato aquí. Podría haber sido un bronto que ni cuenta os habríais dado.

La clériga suspiró mirando al cielo como quien implora paciencia al cosmos.

Cargando editor
03/03/2016, 19:22
Ayla

Ayla arrugó la nariz y refunfuñó algo sobre si no tenía ya suficiente con un demonio como para que se os juntaran más. Luego agarró el bastón con las dos manos en un gesto desconfiado y se apoyó en él.

¿Vamos a bajar con esa cosa pegada a los talones? —gruñó—. El Velo en Brecilia ya está bastante hecho trizas como par ir con compañías de dudosa fidelidad.

Cargando editor
03/03/2016, 23:16
Gabrielle

Gabrielle soltó todo el aire que había estado conteniendo en un gesto de puro alivio cuando se abrió la puerta. No quería pensar en lo que podría haberle pasado a Alexei (o tal vez, a todos ellos), si no hubiera rectificado en el último momento. Y brincó, tan sobresaltada como Lynn, cuando a Allure le dio por hablar.

—Las circunstancias de Allure no son sencillas. Un etiqueta tan simplista como "demonio" (y menos aún "cosa") no refleja bien su naturaleza ni sus motivaciones, y nos hacen un flaco favor a todos.

Entendía que hubiera magos que, como Ayla, encontraran interesante aquello de arrojar fuego y rayos sin ton ni son. Pero ella no cambiaba el estudio del Velo y de sus habitantes por nada.

—Será mejor que nos pongamos en marcha. Tenemos una reliquia Andrastiana que reclamar.

Cargando editor
07/03/2016, 01:03
Trasus

Trasus decidió no señalar lo evidente a Ayla. Puesto que, si lo era —y lo era—, era su naturaleza que su mera existencia bastaba para explicarse. Nadie actuaba anticipando las verdaderas consecuencias de sus actos, sino su percepción de ellas.

Gabrielle se corrigió, Alexei levantó las palancas y, tras unos instantes de tensa espera, la puerta se alzó, tragada por el muro que la rodeaba como los rastrillos metálicos de algunas fortalezas humanas.

Sintió en el trasero las vibraciones que se transmitieron por el suelo, preguntándose si no habría un complejo plagado de inmensos engranajes bajo tierra. Un homenaje a lo excesivo.

Había perdido todo interés en la puerta cuando la voz femenina sonó sobre su cabeza. Allure, el demonio que vivía —simplificando la situación— en la gema que se había encariñado de Lynn. Trasus no podía menos que reconocer que prefería su aspecto al de Rhaegos.

—Claro que nos hubiéramos dado cuenta —replicó—. El peso de un bronto típico supera la media tonelada. Mucho más de lo que esa rama puede soportar sin partirse. El estruendo de la bestia impactando en la tierra hubiera sido suficiente para distraer nuestra atención.

Cargando editor
07/03/2016, 08:19
Cedric

Cedric había parecido poco impresionado con la mecánica de la puerta que, con mucha pompa se abrió ante ellos. Y, sin embargo, quedó petrificado al ver al ¿demonio? salido de la nada. Haber oído hablar de él no le había preparado para este momento.

Un escalofrío recorrió su espalda. Hubiera preferido una masa de fuego y llamas, como el monstruo que perseguía a Ayla. Este ser era más inquietante precisamente por su apariencia cuasi-humana. Cedric sacudió la cabeza, convencido de que no sería lo peor que le esperaba en esta aventura.

—¿Va a entrar con... nosotros... en el templo?

Dijo Cedric, sorprendido por la naturalidad con la que el grupo trataba al ser. No parecía hostil, de acuerdo, pero tampoco era la compañía ideal para hollar un templo élfico con reliquias sagradas. Claro que si la santurrona andastriana y el elfo del grupo no tenían problema, quién era él para preocuparse.

Cargando editor
07/03/2016, 12:20
Alexei

Tras activar las palancas, Alexei cerró los ojos y esperó a que pasara algo. Por suerte para él lo que ocurrió fue que la puerta se abrió. Al ver que había tenido éxito el joven guerrero respiró profundamente y se secó el sudor de la frente.

Cuando Allure hizo acto de presencia, la reacción del rubio fue llevar su mano al alfajón, pero al ser identificado como el demonio que quería redimirse, relajó su postura agresiva. Por lo que Lynn y Gabby les habían contado (y Gabby acababa de recordar), las circunstancias del espíritu no eran sencillas.

No creo que podamos evitar que nos acompañe si así lo desea. De todas formas vamos a entrar a un recinto sagrado. Si los dioses élficos tienen algún problema con la entrada de espíritus del velo en éste, lo harán patente.

Cargando editor
07/03/2016, 16:33
Asthan

«Como también considere a Rhagos un "espíritu" sólo porque viene del Velo me voy a enfadar de verdad... » oiste refunfuñar a Asthan en tu cabeza, visiblemente ofendido por aquella sola idea.

Cargando editor
07/03/2016, 16:35
Allure

Allure arrugó la nariz como si acabara de ver a alguien pegarse un trompazo tremendo y le hubiese dolido hasta a ella.

—Ugh... otro como Dreren—resopló. Luego miró a Lynn—. Te gusta rodearte de tipos mortalmente aburridos, ¿eh, cielo?

Cargando editor
07/03/2016, 16:36
Lynn

—Me llamo Lynn—refunfuñó la clériga con los brazos en jarras.

Cargando editor
07/03/2016, 16:36
Ayla

—Se llama Evelynn.

Cargando editor
07/03/2016, 16:38
Lynn

—¡Ayla!

Cargando editor
07/03/2016, 16:53
Allure

Cuando Gabrielle se dirigió a la maga pelirroja, a Allure le dió por reir.

—¡Pero que mona es!—dijo con voz meliflua—. No quiere que me llamen "cosa".

Acto seguido se bajó del árbol. Pero no lo hizo saltando y ya está, sino que literalmente se transformó en una masa de humo y llamitas violáceas que descendió dejando un rastro de volutas. Cuando tocó el suelo, volvió a adquirir su aspecto inicial.

—Por una vez y en contra de los estereotipos, el caballero portador del pedazo de metal gigante y afilado tiene razón—dijo levantando un índice rematado por una uña corta y puntiaguda—. Vais a tener que entrar ahí conmigo. Ya sabeis, que lo haga dentro o fuera de la gema es irrelevante.

De pronto emitió un sonido interrogante y se dió unos teatrales golpecitos en la barbilla con el dedo como si acabase de darse cuenta de algo (sólo le faltó respingar la nariz olfateano el aire) Daba la impresión de que fuera capaz de sentir algo invisible, se giró en redondo hacia Cedric y apoyó las manos en las rodillas como cuando alguien habla con un chiquillo.

Esbozando  una sonrisa encantadora. Tan encantadora que era difícil saber si realmente era eso o malévolo regocijo.

—¿Me tienes miedo, encanto?

Cargando editor
07/03/2016, 18:28
Ayla

Ayla observó como actuaba Allure y se inclinó hacia ti sin quitarle la vista de encima.

—¿Circunstancias?—murmuró alzando una ceja. Seguramente sonó mucho más intrigada de lo que hubiese deseado porque al darse cuenta de ello, carraspeó, recuperó la postura y volvió a la expresión hosca—. Lo que quiero decir es que si viene del Velo y no sé lo que es. No me fío.

Ayla recordará eso.

Allure: Amistad (+3) [Gabrielle]

Cargando editor
08/03/2016, 17:52
Cedric

Cedric se habría sobresaltado con el movimiento de Allure de no haber estado en guardia ya. Toda su atención estaba en el extraño ser, tratando de decidir si todo ese asunto de la reliquia valía la pena.

—Mi nombre es Cedric. Ahora que nos conocemos, sé lista y olvídame.

La mano izquierda estaba sobre la daga de filo curvo en su cinto. Su vida de matón le había enseñado a responder al miedo con violencia, o al menos bravuconería. El rostro de Cedric ocultaba el terror como solo un cobarde podría haber aprendido.

Cargando editor
09/03/2016, 15:52
Trasus

Mortalmente aburrido. Era una buena forma de describirlo, el aburrimiento ya había matado a uno de ellos.

Soltó la petaca del cordoncito que la sujetaba al cinturón y echó un trago. El basto licor de patata fereldeno se enganchaba a las paredes de la garganta como si tuviera garras. Descendía lentamente hasta el estómago y allí prendía una hoguera que lo calentaba por dentro. Hacía que adentrarse en un pasillo mohoso hacia las profundidades de un templo abandonado —si eran afortunados— durante siglos fuera una tarea casi mundana.

Se levantó por fin y empezó a caminar hacia la entrada. Los secretos del mundo antiguo habían esperado su llegado durante tanto tiempo, que la impaciencia debía estar torturándolos.

—¿Esperamos a alguien más?

Atravesó el umbral, avanzó tres metros y se detuvo. Se había dado cuenta de algo fundamental. Dio media vuelta y regresó a la entrada.

—¿Alguien ha traído una lámpara?