Partida Rol por web

Tienes 1 Mensaje.

Hora: 8:00 AM, madrugada

Autor: Bloqueado

Mensaje de texto:"Se quien eres, se lo que quieres y se lo que necesitas. Si te interesa hablar del fin del verano, reunete en el Kim, un club dentro de South Beach, a las cuatro de la mañana y trae una flor azul. Tu querida anfrition, Azul."

El Kim, un club muy popular, tanto para Perdidos como mortales, donde la principal atraccion era bailar dentro de esa marea humana que emanaba sensualidad y excitacion bajo las luces de colores estridentes y la musica de un Perdido que se asemejaba mucho a un flautista de Hamelin, y tu estas entre esa marea, pero no para bailar o ligar con alguna jovencita. Estas ahi, con la esperanza de encontrar alguien que te explique el extraño mensaje que has recibido esta mañana y obligado a comprar una flor azul, sin exito alguno, lo cual es extraño ya que aunque la sala estaba llena a reventar, podias distinguir a los demas Perdidos como un lobo dentro de un rebaño de ovejas, aunque las ovejas estuvieran ciegas y no fueran capaces de ver a traves de la Mascara que os protegia, como bien indicaba aquella pelirroja que estaba tonteando con un lobo sin preguntar a que venian esas garras tan grandes y afiladas en su trasero.

A medida de que el grupo empieza a disminuir a medida de que las horas mas largas empiezan a acercarse, puedes distinguir a otro Perdido con la misma ridiculo complemento que tu, un hombre de ojos de reptil con una flor azul.

El Kim, un club muy popular, tanto para Perdidos como mortales, donde la principal atraccion era bailar dentro de esa marea humana que emanaba sensualidad y excitacion bajo las luces de colores estridentes y la musica de un Perdido que se asemejaba mucho a un flautista de Hamelin, y tu estas entre esa marea, pero no para bailar o ligar con alguna jovencita. Estas ahi, con la esperanza de encontrar alguien que te explique el extraño mensaje que has recibido esta mañana y obligado a comprar una flor azul, sin exito alguno, lo cual es extraño ya que aunque la sala estaba llena a reventar, podias distinguir a los demas Perdidos como un lobo dentro de un rebaño de ovejas, aunque las ovejas estuvieran ciegas y no fueran capaces de ver a traves de la Mascara que os protegia, como bien indicaba aquella pelirroja que estaba tonteando con un lobo sin preguntar a que venian esas garras tan grandes y afiladas en su trasero.

A medida de que el grupo empieza a disminuir a medida de que las horas mas largas empiezan a acercarse, puedes distinguir a otro Perdido con la misma ridiculo complemento que tu, un hombre teñido completamente del color gris con una flor azul.

El fornido oriental se movía como un pez fuera del agua en el club. No parecía acostumbrado a ir a sitios como este tan llenos de gente, con tanto alcohol (y lo que no era alcohol) en las venas de esta y con un ruido ensordecedor. Aunque se esforzaba no podía evitar sentirse un poco asqueado.

Cuando encontró al otro Perdido le saludo con un movimiento de cabeza, esperando que hablará el primero.

Eckhart se acercó al Perdido con tranquilidad y observando cada detalle de los alrededores, cualquier humano que lo observara (Que estoy diciendo, Aun Era Humano) no vería más que a un tipo de pelo rubio oscurecido, era un poco alto (1,77m) y de complexion normal, apenas destacaba del turista medio... Pero para los otros Perdidos, Eckhart era distinto.

Su pelo, era blanco como el de aquellos que ven un horror de otro mundo, sus ojos eran fríos y azules del tono acerado, su piel tenia un tono algo vaporoso. Su expresion era directa, sin el menos rastro de duda... Parecia algo asombroso.

Se encaminó a donde se encontraba el otro hombre con la flor azul, haciendo un gesto de saludo con la cabeza, su voz sono con un tono europeo ligeramente melodico para el Perdido. Para los demás seria un acento normal, pero ellos notaban bien las diferencias... De eso trataban sus tragedias.

- Buenas noches, ¿Tu también esperas a Azul?, ya deberia estar aqui... ¿O eres tú?

El aspecto del oriental sería totalmente normal de no ser por unas pupilas reptilianas. Miró a su extraño acompañante de arriba a abajo, sabiendo que esas pintas no iban a ser detectadas por los seres humanos normales y corrientes que bailoteaban en las cercanías, y se acercó para escuchar lo que decía.

-No, no soy Azul... supongo que vendrá ahora mismo.- Le respondió haciéndose entender por encima del estruendo de la música. Tenía acento del extremo oriente, como el de las pelis de kung fu o las de yakuzas, con lo que se descartaba que fuera un chino-americano.

Eckhart contestó al Perdido de ojos reptilianos:

- Eso espero, hay demasiado en juego...

El Kim, un club muy popular, tanto para Perdidos como mortales, donde la principal atraccion era bailar dentro de esa marea humana que emanaba sensualidad y excitacion bajo las luces de colores estridentes y la musica de un Perdido que se asemejaba mucho a un flautista de Hamelin, y tu estas entre esa marea, pero no para bailar o ligar con alguna jovencita. Estas ahi, con la esperanza de encontrar alguien que te explique el extraño mensaje que has recibido esta mañana y obligado a comprar una flor azul, sin exito alguno, lo cual es extraño ya que aunque la sala estaba llena a reventar, podias distinguir a los demas Perdidos como un lobo dentro de un rebaño de ovejas, aunque las ovejas estuvieran ciegas y no fueran capaces de ver a traves de la Mascara que os protegia, como bien indicaba aquella pelirroja que estaba tonteando con un lobo sin preguntar a que venian esas garras tan grandes y afiladas en su trasero.

A medida de que el grupo empieza a disminuir a medida de que las horas mas largas empiezan a acercarse, puedes distinguir a otros Perdido con la misma ridiculo complemento que tu, un hombre de ojos de reptil con una flor azul y un hombres completamente gris con una flor identica.

Aunque el frenesi del baile aun no disminuye ni una gota de placer, la cantidad de gente envuelta en ella si que lo hace, y entre las masa de mortales embragiados e intentando disfrutar lo maximo de las pocas horas que quedan, aparacen sombras que no son familiares a la de ningun bailarin.

Entre la gente que se marcha de la pista de baile, hay un Perdido esqueletico y gris que os dedica una fugaz mirada mientras os señala con dedo muy largo a la flor azul colgada de su jersey.

-Seguidme al bar.

Antes de que respondais, vuelve a incorporarse a la masa de gente y desaparecer de vuestra vista.

Ademas de la aparicion de ultratumba, descubris a otro Perdido de flor Azul con la misma mirada de confusion que vosotros en un lado de la sala. Aunque es dificil afimarlo, ya que los dos ojos puestos en una posicion identica a la de un pez plano de las profundidades os hacen preguntar si ese brillo de confusion no viene incluido con la perdida del sentido de la percepcion.

Lo sigue en silencio, procurando esquivar a la gente que parece empeñada en ponerse en su camino. Saluda gentilmente con la cabeza al tipo extraño de los ojos disparejos y sigue al tipo que parece su anfitrión.

Eckhart siguió al tipo con cautela, no sabia que podia pasar...

- ¿Quien es el tipo de cara pez?

Con una bebida de color similar al de la flor (¿a quién se le ocurre pedirnos que llevemos algo tan reconocible y descarado?) me acerco a las personas que llevan un complemento similar. Tienen cara de despistados y de estar buscando a alguien, de modo que asumo que ninguno de ellos es el que nos ha citado aquí.

- Buenas ¿estáis esperando? - pregunto para romper el hielo.

Después los miro con descaro tratando de adivinar el linaje de cada uno de ellos, aunque también intentando recordar si los conozco o los he visto alguna vez con anterioridad.

Eckhart se fijo en que el tipo pez les hablaba, obviamente habia sido más sutil que ellos al llevar algo de color azul, en vez de la dichosa flor. Eso le hizo gracia, pero un humor extraño, oscuro:

- Muy buena idea, ¿Y tu? No nos conocemos, creo.

- Uhm... No, creo que no nos conocemos. Me llamo Andrew - digo extendiendo el brazo para tenderle la mano.

Eckhart tendio la mano a Andrew, sintiendo el frio tacto de la piel de Andrew en contacto con la piel fria y como asustancial de Eckhart (¿En que se habian convertido?), al momento que saludaba:

- Me llamo Eckhart, encantado.

En el movimiento entre el saludo y soltar las manos, Eckhart vio la flor, la pasó por alto mientras examinaba los rasgos faericos de Andrew.

Andrew, mientras se presentaba a los dos Perdidos que recien se habia encontrado, los siguio hacia el bar, un lugar apartado de la pista de baile pero donde aun se podia oir el retumbar de los altavoces de la sala. Ahi sentados, se encontraba el anorexico guia de dedos largos, y un Perdido joven con flor azul que parecia definir la misma palabra "Etereo" con un fisico que parecia evaporarse con cada movimiento brusco.

El primero os indica con la mano que os senteis, justo a su lado, y luego os ordena con una voz cavernosa lo siguiente accion:

-Ok, ahora, deshaceos de esa flor azul antes de que alguien se pregunte porque el club de jardineria se ha reunido en este lugar.

Justo despues de esto, el guia hace caso de sus propias palabras y empieza a comerse fugazmente la flor, aunque de manera educada y sutil.

El Kim, un club muy popular, tanto para Perdidos como mortales, donde la principal atraccion era bailar dentro de esa marea humana que emanaba sensualidad y excitacion bajo las luces de colores estridentes y la musica de un Perdido que se asemejaba mucho a un flautista de Hamelin, y tu no estas entre esa marea. Porque una extraña figura misteriosa, que habias identificado como un Perdido esqueletico y de dedos largos con una flor azul, te habia indicado que te sentaras en el bar del club, un lugar apartado de la sala de baile pero donde aun se oia el retumbar de la musica, y le esperaras pacientemente mientras buscaba a los otros, lo cual cumplistes obedientemente hasta que la figura misteriosa volvio, y con compañia.

Una vez que el anorexico guia se sienta en uno de los taburetes del bar, este indica a los Perdidos que les seguian, un hombre de ojos de reptil, un hombre gris y a un hombre que recordaba a un pescado de las profundidades, a sentarse junto a el.

-Ok, ahora, deshaceos de esa flor azul antes de que alguien se pregunte porque el club de jardineria se ha reunido en este lugar.

Justo despues de esto, el guia hace caso de sus propias palabras y empieza a comerse fugazmente la flor, aunque de manera educada y sutil.

En uno de los asientos se encontraba un joven con cabello oscuro, muy cortoq ue parecia rondar los 20 años exalaba cierto vigor. Energia juvenil, ganas de bailar? lo cierto es que Elias se veia un poco ansioso, nunca habia pasado tanto tiempo tan quieto en un mismo lugar pero su curiosidad que crecia conforme pasaba el tiempo le dio la voluntad necesaria para quedarse ahi esperando.
Cuando vio llegar al sujeto de facciones asiaticas se impresiono tanto, sentia que lo habia visto en algun otro lado

su cara se notaba algo preocupada. "Espero que no sea el..." y vacilando lanzo la pregunta Disculpa, tu no trabajas como guardia de seguridad, vedad? Bueno, si esto es por entrar a aquel lugar lo siento mucho de verdad. Pero comprendan, no hay muchos lugares buenos para trazar el camino y el Parkour es mi vida.
 

Unos dias antes Elias habia entrado a una propiedad privada, tenia muchos lugares a desnivel y areas muy altas por lo que no pudo resistir hacer un poco de ejercicio y de paso pulir sus habilidades.

Sin percatarse por su nerviosismo habia molido entre sus dedos la flor convirtiendola en una especie de masilla purpura