Partida Rol por web

pero piensalo bien, el wyrd es un poco caprichoso 

Eck se quedo pensando:

- Me da palo dejarle morirse sin más... ¿Hay algun modo de curarle? Podriamos intentarlo cuando se resuelva esto. ¿Andrew podrias decirme el camino a un mercado goblin?

-Tranquilo pequeño, todo irá bien.- Dice no muy convencido. Intenta sonreír pero no le sale más que una mueca como respuesta. El relato del niño es desolador y el paisaje no ayuda a animarse precisamente. siente tener que dar una serie de medias verdades tan tópicas, pero es lo que toca en el caso y su ingenio ahora mismo no da para más.

Mientras Lobo protegía al niño de cerca. Kim prefirió quedarse a cierta distancia en previsión de que algo o alguien surgiera de la espesura y los atacara por la retaguardia.

Andrew, concentrado mas en buscar una salida pronto que contestar las preguntas del grupo, vuelve a trazar un camino de escarcha de una hora de largo hasta encontrar un carruaje de hierro oculto tras lo que parecian vallas de jardin pintadas con mala mano con pintura invisible, dejando en el aire trozos visibles y sin pintar de esta, una vez abris la puerta hacia el interior y la que esta al lado opuesto, llegais utilizando el artefacto como puente al parking exterior del hospital, no tardais en ser descubiertos por linternas y personas vestidas de blanco y apresuraros a cerrar el portal antes de que haya mas testigos mortales.

Siendo los recien llegados en su totalidad personal del hospital, recogen al niño de inmediato y os dan las gracias, pero no hacen preguntas, al igual que ellos desean que no les hagais preguntas, suponiendo que bastante ya tienen con explicar a los padres como su hijo ha desaparecido de la faz de la tierra durante mas de una hora. Ahora con el niño en brazos de una enfermera, este se despide forzosamente con la mano a los "señores tan amables que le han devuelto", echando una mirada de odio a Elias ahora que se sentia salvo. Quizas ya no podia distinguiros de personas normales a criaturas fantasticas, pero es seguro que el niño ya no va derramar lagrimas cada vez que le siervan conejo o liebre al ajillo, e incluso podria sonreir a cada mordisco.

Una vez solos y bajo las luces de las farolas y las polillas, el cansacio y el estress del viaje os obligan a dar por concluida la noche y consultar con la almohada sobre si habeis hecho bien o no sobre apartar al niño de vuestro mundo. Una cosa solo queda clara, si esta noche hubierais aceptado el trato con aquella duende, hubierais justificado la tortura por la cual sufristeis y os aparto de vuestro hogar, y aplicado esta a otro mortal mas.