Partida Rol por web

La visión de aquel carro viniendo hacia ellos no era precisamente lo que esperaba ver Fuscus, pero se mantuvo firme junto a Antonius.

¡Vamos Quintus! Gritó Fuscus al ver que su compañero corría para unirse al muro de escudos justo antes de que llegasen los enemigos.

Viendo que el carro iba a por él, se juntó lo más que pudo a Fuscus, apretó con fuerza el escudo en el suelo y lo agarró con firmeza, y preparó la lanza para atravesar al jinete o por lo menos a los caballos, a uno de ellos.

Estaba aterrorizado. Era, prácticamente, solo ante el peligro. Fuscus le guardaba un flanco y Quintus corría a socorrerlos, pero eran tres y no pensaba que fueran a aguantar el golpe. Necesitaban hermanos a las espaldas para hacer de muro.

-¡Atrás! ¡Detrás de nostoros! ¡ Aguantad!-gritó, justo mientras apretaba los dientes para recibir el impacto.

La veloz lanza del britano pasa por encima del escudo de antonius pero solo le araña la malla... Quintus se aparta a tiempo de que no lo derribe un caballo.

De un salto se apartó justo antes de ser arrollado por uno de los caballos. Había visto pasar la muerte a unos palmos de distancia. La espesa niebla hacía imposible saber que sería lo próximo y, ante el estrépito de los carros, Quintus se encontraba desorientado. Intentó rodar fuera del tumulto pero sin saber muy bien a donde dirigirse.

Fuscus trataba de protegerse como podía aunque apenas era capaz de ver dónde se encontraba el enemigo. Las lanzas silbaban a su alrededor y ni siquiera habían tenido tiempo de formar para la defensa.

Marcus se despierta.

- ¿Eh, qué? ¡¡Enemigos!! Ahora os ayudo, compañeros!! - Y cojo mi lanza y me uno al grupo.

Antiocus despertó rodeado de gritos conocidos y enemigos. Tardó un poco en incorporarse a la defensa y el primer ataque fue recibido por sus compañeros.
Llegó junto a ellos, y sacó su arco a la espera de la segunda carga.

-Si puedo derribar a uno de los dos será mucho más fácil. Dijo con toda la seguridad que le permitieron el miedo y el sueño, que aún no había terminado de abandonarlo.

Quintus intentó ponerse en pie tras rodar unos metros. Justo en ese momento un carro se dirigía hacia donde él estaba. La embestida del caballo que lo acarreaba lo volvió a arrojar al suelo, cayendo de espaldas en el barro.

Antiocus y Marcus se lanzan a un lado antes que los embista el carro, pero Petreyus tiene menos suerte y es pisoteado por los caballos.

Con un alarido de guerra, el conductor hace girar el vehículo a unas desenas de metros y se prepara para otra carga.

Me sumo al muro humano deseoso de acompañar a mis compañeros en la batalla...

- A por todas, chicos!!

Cojo mi daga y espero a que se acerque más el carro celta para arrojársela.

Antiocus esquivó como pudo el carro de combate con algún problema, pudo ponerse en pie y alcanzar a cargar una flecha en su arco. En ese momento el carro iba a emprender de nuevo la carga hacia ellos.
Debía darse prisa si no quería quedarse demasiado tiempo quieto

El carro les rodeaba y apenas tenían tiempo ni sitio para colocarse cuando volvía a la carga. Fuscus aún en su posición, trató de neutralizarlo lanzando su lanza al paso del carro.

¡Acercáos a la hoguera! Les gritaba Fuscus a sus compañeros con la esperanza de dificultar la carga del carro.