Partida Rol por web

Se te queda mirando como si le estuvieras tomando el pelo, aunque termina por pasarse la mano por la barba incipiente... ha faltado el suspiro, aunque al no respirar... 

- Mejor te acompaño, no vaya a ser que te hagas daño - con una media sonrisa - hay que ponerte al día sobre la tecnología, eso de revelar las fotos ya nada. Bueno, si su majestad da el visto bueno... - añadiendo esto ultimo sin gran entusiasmo, más bien resignación

"Mientras no me claves una estaca..." Le dijo sonriente a la vez que le guiñaba un ojo de su monstruosa cara. Comenzó a caminar hacia adentro. "Oye Aurelio, ¿tenéis alguna biblioteca o sitio donde me pueda poner al día con la historia, los acontecimientos...?. Se que me llevará un tiempo ponerme al día. Han sido muchos años, pero me gustaría en algún rato libre,  saber lo que ha acontecido todos estos años. Echo de menos leer, la verdad. Eso también."

- Hombre pues biblioteca propia no, pero ordenador tengo. Encontrarás todo lo que necesites - asegura, mientras te acompaña por inercia

"Ordenador...un ordenador." dijo mirándolo de reojo. "¿Alguien que ordena?... una especie de bibliotecario o algo así ¿no?. Te refieres a que puede decirme qué libros debo leer, supongo. No te hacía yo con lacayos. Me sorprendes..."

- Es un libro al que le preguntas lo que quieres y te lo dice, todo. Si esta escrito, te lo muestra - sin dejar de sorprenderse por lo descolocado que estas, pero teniéndolo en cuenta en sus explicaciones - solo ocupa lo que una caja, y te ahorras la biblioteca. 

No pareció encajar bien el concepto. Simplemente no era capaz de imaginar algo así. No lo terminaba de comprender. "Sí que me gustaría ver algo así." Pareció inseguro durante un instante. "Debo parecerte un niño estúpido que no sabe de nada. Gracias por tu ayuda igualmente" Miró de nuevo al frente buscando los portones que ayer mismo atravesó. "Veamos si puedo ver al Príncipe. Quiero saber qué espera exactamente de mi. Por cierto ¿Ha llegado alguno de mis compañeros?"

- Aceptaron la hospitalidad del príncipe y descansaron en el elíseo, creo que siguen aquí - algo te decia que ese "creo" era una formalidad y que sabía de buena tinta que estaba allí si lo estaban.

Cuando entraste a la sala estaba vacía

- Si buscas al principe mejor en su despacho, ese pasillo al fondo - te indicó, con claras intenciones de no acompañarte

"Gracias..." Se despidió de Aurelio asintiendo. Comenzó a caminar hasta la puerta del despacho. Golpeó la puerta con firmeza, como siempre hacía. Parecía que los años no habían pasado en ese aspecto. Estaba claro que el mundo había cambiado. Él no.

- Pasa, pasa... 

Abriste la puerta y te adentraste, por como te miró no te esperaba a ti.

- Demetrio - saludó, fuera de lugar todavía 

"¿Soy inoportuno, Alteza? ¿Prefiere que venga en otro momento?" Preguntó en tono sereno, quizás algo marcial. Su mirada era profunda. Quizás le hayan lavado el cerebro, o le hayan engañado. Me lo ha arrebatado todo... pero qué gran Príncipe era. Sigue siendo impresionante estar ante él. Pensó para sí mismo. Y es que a pesar de todo, Demetrio seguía sintiendo admiración por él. Quizás por ello, y aunque no lo hubiese mostrado como los demás, se sentía tan herido.
 

- No, ahora esta bien... 

Dejó sobre la mesa el plano de la ciudad que estaba contemplando y se puso en pie, encaminándose a un sofá al fondo de su despacho. 

- ... cuéntame, ¿que ocurre? 

"Qué espera de mi Alteza" Preguntó mientras sus ojos le seguían. "Anoche volví a ver mundo y a cada paso que daba todo me resultaba nuevo y desconocido. Ya no tengo aliados, ni contactos. Tampoco dinero" El nosferatu permaneció en pié mirando al príncipe. "Ya no soy el Demetrio de hace setenta años, Alteza. Ya no puedo servirle como lo hacía. Así que, qué quiere que haga."

Tomó asiento en un extremo del sofá y te invitó con un gesto a ocupar el otro extremo.

- La ciudad está a punto de caer, si hubiera podido confiar en otros, lo habría hecho. Sois mi última opción y espero, por el bien de esta ciudad, que seáis suficiente para repeler este intento de ocupación. 

Demetrio miró el sofá y luego sus ropas. Había estado en las alcantarillas y por mucho cuidado que hubiera podido tener, si es que lo tuvo, una cloaca, es una cloaca. "Ensuciaría el sofá Alteza" dijo con serenidad. Acto seguido sacó una de las dagas de su bolsillo mientras que con la otra mostró la palma de la mano en señal de detención, tratando de dar a entender que solo quería mostrarla. "Esto es lo único que tengo Alteza...y su gemela." La observó unos segundos y volvió a mirar al Príncipe. "Todo con lo que antes podía ayudarle ya no está. Esto es con lo único que puedo." Guardó la daga de nuevo. Su mirada se clavó en la del Príncipe. Sus ojos decoloridos se intensificaron por la fuerza de la certeza. "Ya sé cómo recuperar la alcaldía..."

- Te he visto y te he olido antes de invitarte a tomar asiento - autoritario - y aún así lo he hecho - esperando claramente que obedecieras

Con un gesto de mano te invitó a explicarte.

Tomó asiento sin objeción. "El teniente alcalde, Alteza". Hizo una pausa mientras asentía. "Han utilizado a la familia del Alcalde para que éste obedezca al Sabbat. Encontrarlos es un esfuerzo innecesario. Puede ser peligroso, y llevar tiempo. Si el Sabbat los tiene retenidos es complicado. Más para mi, que no conozco el terreno y me siento como un Neandertal." Colocó la mano sobre su barbilla. Un gesto claro de que estaba pensando en voz alta. "Calleja nos puede dar información del Teniente alcalde sin llamar mucho la atención. Probablemente tenga hasta escolta del municipio. No llamaría la atención si supervisa ciertas cosas. Itinerarios, agenda, dónde vive... Necesitamos hacer que beba su sangre Alteza, hasta asegurarnos su devoción hacia su Alteza. No puede ser otro. No puede haber riesgos. Tiene que ser la suya. Ha de estar bajo su control." Asintió con convencimiento. "Estoy seguro que su Alteza puede manipular la mente de este humano para que recuerde o no recuerde lo que crea necesario." Se revolvió en el sofá ligeramente para poder mirar más de frente al Príncipe. Su cabeza ya estaba funcionando a pleno rendimiento. Parecía describir una visión. "Ese sería el primer paso Alteza. Una vez conseguido esto, hay que eliminar al Alcalde. Ejecutarle. No es un presidente. Es un alcalde. La dificultad no debería ser grande. Puede que por la noche esté vigilado o incluso acompañado por secuaces de la secta, pero por el día... Hay mil maneras. Venenos, un disparo... habría que estudiarlo con detenimiento. " Parecía por su rostro convencido, que llegaba al final. "Una vez eliminado el alcalde, el Teniente Alcalde pasaría a ocupar su puesto, completamente subyugado a su voluntad, Alteza. Su primera medida sería destituir a López de Haro. No extrañaría a nadie. La seguridad es su responsabilidad y al perder al Alcalde destituirle es hasta una medida lógica. Lo siguiente es colocar a su sustituto, en este caso sustituta. La lógica sería que su puesto lo ocupase la persona inmediatamente por debajo. Calleja, por supuesto, no sin que ésta antes designe como nuevo jefe de policía a alguien de su confianza, es decir, de la confianza de su Alteza. Y el Sabbat, que se quede con la familia del difunto Alcalde como premio de consolación." Demetrio miró espectante al Príncipe, para ver su reacción. Saber qué le parecía. Tenía la esperanza de que pudiera pulir su plan. Una vez dirigió la nación. El sabría detectar las imperfecciones.

Su presencia inspira el respeto propio de la antigua nobleza,  pese a que estas seguro de que no esta haciendo uso de sus dones sobrenaturales sobre ti esta vez. Lo sentiste en el pasado y no se asemeja.

- El alcalde de Valladolid tiene la suficiente repercusión mediática para que cualquier atentado violento contra él sea demasiado ruidoso. Si debe ser apartado del cargo, deberá dimitir. Quizá un escandalo público, no sería difícil - sin poner trabas a la parte del teniente de alcalde

"Qué contratiempo..." respondió algo desilusionado. "...fabricar un escándalo lleva más tiempo, y al final, siempre deja la variable libre. " Pareció pensativo durante un instante. "Ayer por la noche, Alteza, vi un artículo sobre el Alcande en un periódico. Hacía unas declaraciones...algo así, como que ahora temía que se le metiese una mujer en el ascensor y le buscase las vueltas. Algo sobre no sé que mujer y sus morritos, y también otra declaración que decía que solo faltaba que le acusasen de violar a...puff... no recuerdo el nombre...Es todo como muy sexual en este Alcalde. Me da ese aire de que en realidad sí que le gustaría que una mujer le buscase las vueltas en un ascensor. Que hacía mención a esos morritos en relación a su uso oral, y que seguro que sí que se le pasó por la cabeza violar a esa mujer. Creo Alteza, aunque lo tendría que estudiar mejor, que tenemos a un travieso por alcalde y que con la motivación adecuada, podríamos obtener ese escándalo. Podría enfocarlo por ese lado..."

- Mientras no implique una muerte violenta, tiene libertad para actuar como considere - te indica

"Así se hará Alteza. Sin muerte violenta." Pareció dejarse algo en el tintero. "Tengo una cuestión más Alteza. Creo que en la ciudad, exceptuando a su antiguo consejo y a Elena Gallego, junto a Aurelio, los demás vástagos son de su progenie. Quizás caiga en una cliché, pero podría afirmar que ningún vástago controla las alcantarillas o lo ha hecho su dominio. ¿Estoy en lo cierto?"