Pascal salto de mi bolsillo para presentarse a la muchacha… Míralo el ligón jajaja… anda que ha perdido oportunidad para presentarse y ponerse en su hombro… esta se la guardo para después…

Sharon dijo que iríamos a casa de su amigo por una ventana… Si… por una ventana… fantástico… ahora a correr por los tejados… lo que me faltaba... primero un tiro y ahora caerme de una casa… ains… me llevo la mano al brazo herido… sujetándolo para intentar calmar el dolor…

Vale Tony… concéntrate que hay que ir por los tejados… comencé a observar como pasaba Sharon y James, viendo dónde pisaban, como distribuían el peso, donde descansaban y se agarraban… ahora tengo que imitarlos… Respiré hondo para intentar calmarme, calmar el dolor… comencé a saltar y mantener el equilibrio… poquito a poco, pasito a pasito… no quería abrirme la cabeza con el suelo… después de cada salto debía pararme unos instantes por culpa del brazo herido…

Sharon, ¿no había un camino mejor? esbocé una sonrisa intentando disimular el dolor del brazo… ¡Que me han pegado un tiro!... uff cuando se lo diga a mi madre... me va a matar...

La preciosa chica de los ojos azules era ágil, y delante de ustedes se fue saltando los tejados y deslizándose por las cornisas como un gato,  les dijo : "por qué no podrían ustedes?" y se lanzaron a la aventura, corriendo por los tejados, sólo Anthony tuvo más problemas para poder saltar y afirmarse, pero sus improvisados compañeros los ayudaron  a moverse, y poder  llegar a la escalera. Bajaron y llegaron al callejón, este tenía más gente y salida, pero entre tanta gente no fueron ni notados, Sharon se colocó la capucha y siguió su camino, les dijo que no se perdieran, así que debieron moverse con cuidado, hasta cuando llegaron a una taberna. 

El trío entró, Sharon saludó a unas personas y siguió su camino hacia las habitaciones interiores, debían caminar muy rápido, la chica a pesar de ser más baja que ustedes, camina muy rápido, Suben por las escaleras cuando un hombre viene descendiendo, Sharon lo detiene en su bajada y lo sujeta del brazo, la chica era voluntariosa, y el hombre, ya mayor y canoso, no pudo decirle que no a la jovencita.

Subieron hasta el cuarto piso, y fueron hacia una de las únicas puertas que habían, que parecía ser una bodega, ahí, en la puerta verían a un hombre que se sorprendió al verlos llegar, Sharon le explicó a grandes rasgos lo que estaba pasando y todos entraron en la habitación, en la cual habían dos ventanas ,y una cama en donde había una mujer de pie, con largos cabellos rizados, y que parecía buscar algo.

-Doctor Gigg puede atenderlo?- a Sharon no le pareció para nada bien que el joven que encontraran afuera estuviera ahí con una chica, y Fred, como se llamaba el joven carraspea, mirando a otro lado, pero no había que ser muy listo para ver el fuego en los ojos de Sharon, mientras el médico tomaba a Anthony del brazo y lo lleva a una de las sillas para curar su herida, dejando a un lado su maletín. Cortó la manga y limpió la herida, tendría que coser a Anthony.

- ¿ellos son James y Antony? - levantó una ceja la chica, y luego se fijó mejor en la chica, la capa era evidente, - tú eres el supuesto comerciante?, Fred que hace este.. este...¿es chica? - no estaba feliz, para nada.

Eizhan intentaba buscar algo para defenderse, cuando la puerta se abrió de golpe trayendo a Freud al médico y a tres personas más, reconociendo a la chica, que en seguida fijó sus ojos en Eizhan, que estaba cerca de la cama. Freud cambió el gesto, más bien se le desencajó pero luego se largó a reir, se reía de Sharon.

- pues, una buena amiga, y no te pongas así - se ríe más, haciendo más cómico el momento y acrecentando la molestia de Sharon.- Rocheford  le dio la bienvenida, y es amiga de la familia - lanzó una mirada a la chica que seguramente no le gustaría el encuentro.

- ¿usted es el capitan James Hook? ¿no?- ahora observaba mejor al hombre - un placer conocerlo, pensé que ustedes ya eran parte de los cuentos de hadas - se rie un poco más, Eizhan y Pinocho, ahora con su nombre completo, posiblemente recordarían los carteles puestos en la ciudad en donde se buscaba a tan peligroso bandolero - pues... esto es curioso... curioso... ¿y usted quién es? - pregunto ahora mirando a Anthony.

- pues discrepo en eso,señor, su señorita hermana estaba muy dispuesta a herirme si hacía algo - el príncipe levantó una ceja  - pero es comprensible, no soy una persona querida, aunque yo mismo no he hecho nada-  sale con un gesto de tristeza y se sentó en la cama, recostándose de nuevo, ya estaba demasiado débil, Sommar se acerca al chico, y pone su mano en su frente, moviendo la cabeza de lado a lado, pero el sonrie, incluso celebra los gestos del hurón que se le montó en el vientre.

- no se preocupe... es agradable- dice acariciando la cabeza del hurón, acariciando sus cabellos - y está bien, pero creo que de momento no podré hacer mucho - se quedó sentado y apoyado en el respaldo de la cama - muchas gracias señor, muchas gracias, prometo no hacer mucho ruido para no meterlos en problemas...

¿ Que pasa culito respingón, alguna pega de que sea "chica" ? - dice bastante cabreada.

Me imagino que habrás tenido una infancia fácil, llena de cosas bonitas etc.. Mientras que yo hacia cosas de "mas provecho"-  dice con una mirada que era de todo menos de niña buena.

La verdad que le irritaba mucho, que le dijeran ese termino de chica tan de esa manera y encima que lo dijera otra mujer. Le cabreaba mucho.

Así que James y Anthony, no se de que, pero me sonáis de algo. Pero ahora no tengo tiempo para pensar o recordar de que me sonáis, espero seáis de confianza, Fred, cuando mas pronto estemos con quien te dije, mucho mejor... - dice casi con una voz autoritaria que sin querer le había salido.

Al andar intenta pasar por al lado de Sharon, para decirle una cosa en voz baja, justo al cruzar a su lado.

Espero por tu bien, que no le pase nada a Fred ni a nadie de cerca de nosotros, por meter la pata. No tienes ni idea de lo que soy capaz de hacer..... -dice casi es un susurro a Sharon, al pasar por su lado.

- jejejeej hay muchas cosas de mí que no conoces y que me han servido para sobrevivir - le dice rodando los ojos y tocando la frente del príncipe que  celebraba las gracias del huron - y jamás dije que estuviera a favor de la reina, solo que intentamos no meternos, nosotros... nosotros éramos inventores de la reina blanca, mi hermano  Winter  inventó una máquina para hacer nieve, eso le significó desaparecer y que este invierno jamás se fuera... no podíamos hacer nada y nos refugiamos acá, pero en esos años, como inventor de  la reina conocía al joven principe y a su prima.. -dice con mucha pesadumbre.

- tiene fiebre...- dice al final.

Mientras subes y llegas a la puerta de aquella habitación escuchas la voz de Sommar.

- jejejeej hay muchas cosas de mí que no conoces y que me han servido para sobrevivir -- y jamás dije que estuviera a favor de la reina, solo que intentamos no meternos, nosotros... nosotros éramos inventores de la reina blanca, mi hermano  Winter  inventó una máquina para hacer nieve, eso le significó desaparecer y que este invierno jamás se fuera... no podíamos hacer nada y nos refugiamos acá, pero en esos años, como inventor de  la reina conocía al joven príncipe y a su prima.. -se le escucha con mucha pesadumbre.

- tiene fiebre...- 

Es cuando entras en la habitación encontrándote con los tres hombres ahí hablando, pero el príncipe te ve y sonríe.

- mira cabrona, no me das miedo - se gira hacia ella sin meditar sus palabras ni sus actos - uy sí, que miedo... uy , ella, la de la máscara, uy... ella... por favor, ve con otro con ese hueso, loca - bufó, y rodó los ojos, hablaba fuerte - espero que no la lleves con Didac, Freud - se cruza de brazos, mirando feo a la chica. Freud suelta un bufido  y se pone entre ambas chicas para que no empezaran a pelear, y le dijo que si la llevaría a lo que Sharon respondió con un gran bufido, estaba realmente furiosa.

cuando termina de hablar Sommar, la puerta se abre, y entra Selina.

- vaya chiquilla, que susto le has dado al príncipe - se rie  el enano - ya cambia esa cara y ve a ver que se le prepare una sopa, el pobre está enfermo, el haber escapado de la reina lo ha dejado exhausto ¿o querrás aún matarlo? - levanta una ceja - y sí, es él,el hijo de la reina - se larga a reir, y príncipe se sonroja aunque puede ser que sea por la misma fiebre.

no deberías subir, pero te quedaste sola en la sala de estar- taller, porque tu abuela fue a ayudar a tu abuelo a entrar las cosas y te causó mucha curiosidad lo que pasaba en esa casa. despacito subes las escaleras, y  puedes escuchar a medida que te vas acercando lo siguiente.:

 ya cambia esa cara y ve a ver que se le prepare una sopa, el pobre está enfermo, el haber escapado de la reina lo ha dejado exhausto ¿o querrás aún matarlo? y sí, es él,el hijo de la reina.

Por el tono, sabes que es el enano que los recibió en la plaza.

Notas la ligera molestia que se gráfica en  la tensión de su labio inferior, mirando hacia la puerta en donde el licano y el perro estaban, pero no dice nada más, la joven parece más tranquila, y le encuentra a razón, era un poco odiosa, pero eso no significaba que la hicieran llorar, además, eso solo demostraba que la joven  tenía un buen corazón, que sólo había sufrido mucho.

- ven, tengo algo de té si quieres, descansemos un poco - pasa su mano por su mejilla nuevamente, sientes su tacto más áspero, más duro, pero sin que deje de ser agradable, y te coge de los hombros para llevarte al fogón en donde puedan descansar. Puedes ver a la princesa Alba dormida, arrobada por una piel, estaba muy pálida, más de lo que ya era, la pobre se había realmente sobre exigido.

Bueno, Freud, tu amiga tiene agallas. Me alegra que tengas una compañera así. - se acerca a Sharon y le da dos palmaditas en la espalda.

Así genial, ese carácter e ira, lo necesitara el Reino para lo que se viene. - dice cambiando radicalmente su cara de no niña buena, a una cara con una sonrisa casi angelical.

Bueno, la verdad que es una sorpresa. El Capitan James Hook, ya decía de haberte visto. Fijo que habrá sido en un pasquín de Búsqueda de la Reina Roja, a ti, de momento, no lo recuerdo. Pero , Freud, lo digo en serio, mejor que nos demos prisa, si yo he llegado aquí, no tardaran mucho algunas personas que quieran lo mismo que te comente, pero que estos, usen todos los medios posibles, y ninguno agradable. - dice mirando seria a Freud.

FIN DE LA ESCENA

Cuando entra Selina ya todo está mucho más tranquilo y se ha aclarado todo.

-Selina tranquila, al parecer este chico si es el hijo de la Reina Roja, pero huye de ella y está en contra de todo lo que ocurre en Landover a causa de su reinado.- toco el hombro de mi hermana en señal de serenidad.

-Creo que ahora debería descansar y permanecer en la habitación. Nosotros debemos atender a la familia del alcalde y ver que se cuece. Por cierto Edward, ¿venías solo? cuando volvía a casa me topé con unos guardias persiguiendo a unos hombres, uno de ellos acabó con los guardias en un abrir y cerrar de ojos... ¿los conoces?

No dejo de pensar en que la curiosidad de Mary o alguna petición por parte de sus abuelos pueda hacer que vengan a la habitación, así que una vez responda a mi pregunta me dirigiré en la búsqueda de los invitados y les atenderé en lo que haga falta.

Me molesta que me traten como una niña que no sabe hacer nada. ¿Cómo iba a saber que el hijo de la reina roja podía ser nuestro aliado?
Enfurruñada le hago un gesto a mi halcón para que se marche de nuevo por la ventana.
- La sopa estaba preparándola Var... antes de que le mandaras a recoger el equipaje de los abuelos - digo mientras salgo de la habitación y miro fijamente al príncipe frunciendo el ceño.
Mi intención era sacarle la lengua, pero eso no hubiera sido demasiado maduro de mi parte. 
El enfado se me pasará enseguida, están todos acostumbrados por eso no me suelen hacer mucho caso. Además, me siento muy aliviada al saber que el príncipe no es una amenaza. Hubiera sido un enorme follón con la familia del alcalde por medio.
Bajo a la sala y me siento de nuevo al lado de Mary y su abuela.

Bajo de nuevo y me siento al lado de Mary y su abuela.

- Enseguida lo tendremos todo preparado. Me encanta tener presencia femenina en casa, estoy muy emocionada. Aquí solo hay inventos, engranajes, ruedas y cosas de hombres jajaja - digo intentando mostrarme más delicada de lo que en realidad soy - además, Mary y yo seguro que nos hacemos muy buenas amigas, ¿verdad que sí?

Creo que mi sonrisa y mis modales son algo torpes. No estoy acostumbrada a tratar con mujeres y a ser refinada y educada, así que me muestro algo nerviosa.

- Y bueno... contadme. ¿Qué os trae por aquí? 

Con solo escuchar eso tiene suficiente pues parece que están a punto de salir de la habitación y no quiere que la encuentren curioseando por la planta de arriba sin haber sido invitada así que baja rápidamente y se queda curioseando los artilugios que tienen en el salón-taller, justo a tiempo para que Selina no la pille haciendo cosas que no debe.

Pero si es muy raro que hayan hablado sobre la reina y su hijo. No tenía ni idea de que tuviese un hijo, pero parece que así es y también parece que lo tenía encerrado pues ha escapado de algún sitio.

Está mirando las cosas del taller cuando Selina llega de nuevo al salón. Su abuela ha ido a ayudar con el equipaje así que están las dos solas allí.

-La abuela ha ido un momento con mi abuelo y con... ¿Var? - sonríe mientras se acerca a ella y se sienta al lado de Selina.

Parece que la chica se esfuerza para que estén cómodas y se sientan a gusto en aquella casa que tan amablemente han abierto para ellos.

-Parecen cosas muy interesantes... los inventos y todo eso. Seguro que para crear algo os pasáis horas y horas entretenidos. Verás - dice al escuchar la pregunta de Selina -, vivimos de la pesa, pero el mar ya no da sus frutos... así que la abuela se puso en contacto con su hermano, el alcalde, y han decidido dejar la casita en el pueblo pesquero para venir aquí y tratar de sobrevivir.

Me mantuve en silencio hasta que los ánimos se calmaron. - Si, soy James y por desgracia cargo también con el infame apellido de mi padre. Un placer Freud, Eizhan. - Podía intuir que aquella gente compartía la misma inquietud que yo. Mencionaron que Rochefor había dado la bienvenida a Eizhan, y conociendo a aquel villano no debió ser agradable. Dado que el enemigo de enemigo es mi amigo, haría buenas migas con aquella chica.

De cuaquier manera permanecer demasiado tiempo en la taberna sería peligroso. Después de dejarle como recuerdo dos balas de plomo en el pecho al alguacil de la Reina Roja, la mitad de su guardia me estaría buscando. - Hmmm, no querría importunar, y mucho menos meter prisa al doctor, pero debéis saber que probablemente Rocheford y sus villanos estarán poniendo patas arriba Ciudad de Plata buscándome. - Realmente aquella situación me estaba impacientando, no veía la hora de salir de allí, aunque no sabía hacia donde ir. - ¿Alguna idea?. -

- Vaya, pero que hermosa es la tal Eizhan, aunque me gustó más cuando estaba enfadada. Centrate James, siempre estás igual...-