Partida Rol por web

Poco a poco su visión iba mejorando y aquellas nubes que nublaban su vista se hicieron menos fuertes, el zumbido se atenuó a su vez. El dolor de cabeza seguía haciendo gala de su permanencia.

Anthony incorporó su torso hacia delante, aún incapaz de realmente levantarse del suelo. Miró alrededor, aturdido. La chica de antes... ¿Eolande? Está con Eizhan, deben de haber vuelto. Y aquello es... ¿Alguien herido?. ¿Qué ha pasado? Si Mary estuviera aquí para ayudarle...

Se incorporó un poco y su vista se tropezó con Didac en el suelo, junto con Mary, James y por supuesto Selina. Un toque de adrenalina empezó a fluir por su cuerpo ante la inesperada situación. ¿Porqué está Didac en el suelo? Cogió su bastón que tenía cerca de la mano y palpó suavemente entre sus ropas para localizar a Pascual. Se tropezó antes con la ficha de ajedrez, la sacó y la miró. Aquello le motivó, recordó que estaba allí por una misión. Aunque un tanto egoísta. Pero también estoy para ayudar. Se guardó la ficha en el bolsillo correspondiente y siguió palpando, el diario, la navaja... Todo estaba en su lugar. Incluída su pistola, a la cual no acostumbraba a dar mucho uso.

Finalmente se levantó y la sangre le empezó a bajar de la cabeza, enfriándosela junto con el efecto de la adrenalina y permitiéndole ver mejor. Un poco de sangre corría por su cara, no se molestó en limpiarla y meditó sobre dónde ir en ese momento. Didac se encuentra entre las mejores manos que hay, será mejor que vea qué pasa con los otros.

Hizo un gesto hacia los tres que rodeaban a Didac, transmitiendo sus intenciones. No quería ser un estorbo y cuatro personas llegarían a ser un estorbo. Con una, ahora, leve jaqueca gracias a la adrenalina. Se dirigió hacia Eizhan y Eolande.

Allí vio la hombre tirado en el suelo, con una flecha en la espalda. Madre... Irremediablemente volvió a ceder una mirada a Mary, ocupada como estaba con Didac. Se agachó con las dos que estaban allí de rodillas. Quiso saber qué hacer.

- Eizhan, ¿comprobaste si su corazón aún late? - preguntó tras observar un poco la situación, aquel hombre no parecía moverse en absoluto. Vio que estaba sujetando el colgante. - Mejor intentemos reservar el colgante, debe haber una solución más adecuada. Si el colgante se rompe... Será una gran desventaja. Intentemos comprobar que su corazón late y cuán profundo se clavó la flecha. Con suerte no habrá dañado nada importante. - Una gota de sangre corrió desde una mejilla de Anthony y cayó en el suelo, cerca de ellos. Se llevó la mano a la cara y comprobó que sangraba, hasta ese momento no se había dado cuenta. Vaya, parece que se me da bien herirme en la cabeza. De algún modo el pensamiento le hizo gracia, pero lo alejó y se enfocó en lo que tenía delante, arrodillándose. Luego apoyó su oreja en la espalda del hombre.

Poco a poco voy recobrando el sentido. Me duele todo el cuerpo pero lo siento, lo importante es que lo siento todo el.

Entre abro mis ojos y logro ver la figura de Pua lamiendo mi cara, la de mi hermana estresada buscando una forma de curarme y ahora... "¿es Mary? no puede ser... vi como soltaba mi mano y era engullida por aquel torbellino" mi corazón empieza a latir más fuerte... "Si, si parece ella, sino quien iba a curarme..." empiezo a notar como mi sangre recorre mi cuerpo mucho más rápida, "necesito, quiero abrazarle, darle las gracias por salvarme aquel día", mis impulsos nerviosos me piden que me mueva ¡YA!

Es entonces cuando abro del todo mis ojos, y entre lágrimas y una dulce sonrisa abrazo a la muchacha olvidándome de todo dolor que tuviera, así soy yo, siempre tan efusivo aunque luego me vaya a doler todo el cuerpo.

-¡Mary! ¡¡Mary!!! ¡¡¡Estás viva!!! ¡¡¡¡Es un milagro!!!!- digo excitado por el momento. -Cof cof- toso de dolor -me duele todo... ¿qué ha pasado? ¿Están todos bien? ¿He conseguido dormir al padre de Eolande?

Es entonces, abrazado a Mary fuertemente, cuando miro a mi alrededor. Todo parecía estar bien, salvo una cosa... a lo lejos veo a una Eolande llorosa junto a un cuerpo que yace en el suelo. "Oh... no puede ser... pobrecilla... espero que solo esté dormido." Ahora no era momento de intervenir para consolar a mi nueva amiga, solo podía tener la esperanza de que Eizhan pudiera curarle.

Agarro fuertemente también la mano de mi hermana en señal de que estoy bien, para que no se preocupe.

Pua contenta empieza a dar brincos de alegría. asados unos minutos y cansada de brincar, se da cuenta de que mi mirada está fija en Eolande y siente mis intenciones. Rápidamente va hasta la muchacha, se pone al lado de Shea y empieza a lamerle la mano para consolarla.

Se alegra al ver que Didac reacciona sin haber hecho nada, pero sabe que puede ser que tenga algunos huesos rotos y que no puede moverse todavía, al menos sin saber si hay algo dentro de él que esté mal. Le abraza con cuidado cuando él lo hace, con más efusividad de la que debería. Tras ese pequeño gesto, le invita a quedarse tumbado en el suelo, aunque sea duro, porque no debe moverse demasiado.

-Sí, estoy viva... por poco - le muestra una sonrisa triste, no porque no esté contenta de estar con ellos, si no por todo lo que ha pasado en ese lugar -. Debes descansar, no sabemos si tienes algo roto así que no te muevas - dice tratando de no desmoronarse por lo que le ha pasado al hombre... vuelve a ver la flecha clavada en su espalda y se estremece y vuelve a estar a punto de llorar, pero trata de resistir.

Mira hacia donde están los demás, rodeando al hombre caído. Debe ir con ellos ahora que sabe que Didac al menos está consciente y que no parece que su vida corra peligro. Aprieta las manos sobre sus rodillas, tratando de calmarse, y se pone en pie.

-Lo... lo siento... tengo que ir. Ha... ha sido culpa mía...

Sabe que Selina se quedará junto a su hermano así que no teme por él, pero el hombre herido... quizá no haya nada que puedan hacer por él. Se acerca a Eizhan y Anthony, que parece que tiene la capacidad de herirse en la cabeza, y retiene las lágrimas al hombre tendido en el suelo del bosque.

Se arrodilla junto a él y mira a Eolande.

-Lo siento... yo solo quería herirle en el brazo... un brazo puedo curarlo... - repite de nuevo.

Pero sabe que una disculpa no bastará para devolverle el padre a la chica, sabe que lo mejor que podría haber hecho habría sido tirar el arco al río y olvidarse de él de una vez. Se vuelve a retirar las lágrimas con las manos para observar las heridas del hombre. Las más peligrosas parecen las del pecho, causadas por la pistola de Selina, si han dado han en el corazón... no podrán hacer nada.

Para todos había sido demasiado, no sólo para Eolande que había visto caer  a su padre y creerlo muerto, sino para Mary que no podía creer lo que había hecho, sin embargo en otra situación hubiera salvado a sus compañeros, incluso ahora pudo salvar a Didac que estaba feliz de haberla visto, más feliz que cualquiera de los que hasta ese momento la habían visto.

Mary y Selina se encargaron por unos momentos de los heridos, pero tanto James como Didac no estaban lastimados de gravedad, pero si magullados y aturdidos, pero podían ponerse de pie y hablar, recuperar el aliento, y ver que pueden hacer con lo sucedido.

-si muchacho, sí, pude ponerme a salvo - sale del bolsillo de Anthony,  y salta a su hombro viendo hacia arriba al chico - ¿puff otra vez herido? que cosas no, lastiman tan solo, que ágil guerrero - se burla un poco el grillo mientras arregla su gorro de copa, y sacude sus hombros.

Anthony, ahora cerca del cuerpo del hombre derribado, y el grillo salta sobre la espalda del hombre,  todos lo pueden ver, no  están pequeño y da saltitos con sus grandes patadas traseras, se pone sobre el pecho del hombre y ve la flecha que Eizhan le había sacado al hombre, primero cortándola y luego arracándola, salía sangre, pero no demasiada.

- vaya tiro este - exclama acercando su alargada cara a la herida, - pasó entre el pulmón y los intestinos, suficiente para hacerle sufrir un poco pero sin matarla ¿quién la lanzó? - pregunta y sigue subiendo,- ey ey, aún respira, dénle la vuelta.- Anthony intentaba escuchar su corazón, y puede escucharlo, y lo escucha, pero es Pascal el que lo anuncia antes que él.

Y lo giraron, Eolande y Eizhan con cuidado, y quedó con su cabeza apoyada en las faldas de Eolande, tenía la cara sucia como el resto de su cuerpo, y pudieron ver la magnitud del daño,  los impactos de  bala en su pecho, su rodilla también aún tenía el virote de Didac, pero eso no sería tan grave si no fuera por los dos orificios de bala. Uno en su pecho, en su hombro hacia arriba y el otro, bajo la costilla, no había dado en su pecho, aunque seguramente Selina no había disparado para sólo herir.

El hombre se quejó, soltando un gemido ahogado, estaba tan débil que la maldición lo había abandonado, por esos segundos que estuvo muerto, pero por las palabras de su hija, el alma del rey había vuelto, ahora estaba dormido y mal herido...

Con la información que da Pascal sabes que está vivo, pero podrían usar el colgante, sin embargo piensas en como ayudar, podrían tratar sus heridas, mantenerlo vivo, y piensas, la flor que deben recuperar, ¿acaso no cura todas las enfermedades y males? quizás si vive pueden usarlo en ´él.

Anthony levantó la cabeza para encontrarse con Mary hablando delante suya, inmediatamente sus mejillas se tornaron de color rojizo.

- Yo no [...] Estabas atendiendo a Didac y creí mejor ayudar aquí. - comentó.

Dieron la vuelta al hombre y dejaron apoyar su cabeza sobre la bella Eolande, sería mejor así. Ojalá sólo hubiera sido una herida en la espalda, ojalá lo que estaba viendo no fuese verdad.

- Necesitamos extraer esas balas y curarle las heridas. - levantó la mirada para dirigirse a Eolande - ¿E-o-lan-de? - no recordaba el nombre muy bien - ¿Tienes por ahí algún tipo de ungüento? Seguramente uses algo para las heridas, ya sabes.

Sacó de su bolsillo la navaja multiusos y escogió una herramienta con forma de pinzas curvadas. 

- Es tu turno - dijo sonriente a Mary con las pinzas en la mano. - Pero primero tendremos que cauterizar las pinzas. - sacó un poco de pólvora y separó el pedernal de la navaja dejando las pinzas apoyadas contra una piedra a escasa altura de la pólvora. Rascó el pedernal y del mismo salieron numerosas chispas que predieron la pólvora quemando completamente las pinzas en la parte que se iba a usar para tal menester. Obviamente lo hizo a prudente distancia para no provocar desagradables accidentes.

Le tendió la navaja con las pinzas a Mary.

- Ahora sí, cógelas y dales buen uso, yo miraré cómo lo haces. No quisiera, pero es posible que te lo deba hacer en algún momento. - Ahora que lo pienso... ¿Ha recuperado sus piernas? Me gustaría saber su historia, debe ser fascinante.

- Eizhan, lo mejor será sacar ese virote. - comentó incitándola a colaborar.

Eizhan mira extrañada al Grillo, aunque lo entiende, había escuchado historias de Pinocho, por su madre y tio, cuando se formo la orden, asi que era normal que un desdendiente e Pinocho, también tuviera su conciencia.

Eizhan mira al insecto, aunque le resultara extraño, le habla con educación..

Siento no conocerlo Sr.., mi nombre es Eizhan, soy de las ultimas de Los Guardianes de Landover, si usted conoce alguna forma de que podamos curarlo, sin necesidad de usar el colgante de mi madre, estaría muy agradecida. La cosa se desbaraton mucho, la idea era dejarlo fuera de combate, herido, pero no dejarlo en tan lamentable estado.. - mira con respeto y apenada a Eolande -  ...si puede ayudarnos a curarle, para que se recupere, podremos continuar nuestra misión.

La flecha fue lanzada por Mary, aunque no era su intención darle en ese punto, sino en el brazo, los disparos son de Selina, si recuerdo bien. - mira a Mary, no para hacerla sentir culpable , sino todo lo contrario.

Mary, aun vive el padre de la chica, siento no conocer su nombre. Puedes hacer ahora uso de tus conocimientos, para curarlo.En cuando lo del flechazo, no pienses mal en eso, a partir de ahora, en cuando tengamos tiempo, te enseñare a disparar, para que tu decidas donde quiere ir la flecha. - dice poniendo su mano en la cara de Mary, para tranquilizarla.

Os dejo en buenas manos, tanto Anthony como Mary, podrán encargarse de curar a tu padre, extraña. He de ver como esta el resto, siento que la cosa haya llegado hasta estos extremos. - sin decir mas y todo explicado, se acerca a los demás compañeros heridos, para ver que tal están Didac y James, además de para comentarles que aun vive el padre de la chica aunque esta mal herido, pero esta segura que lo podrán curar.

Primero va a por James, para acercarlo a Didac y Selina, para que se apoye en ella y acercarlo al otro grupo.

¿ Cómo estás James ?, ahora te examino, no se curar, pero si se lo seria que pueda ser una herida, o si tienes algo roto - le dice a James , mientras le acompaña a donde esta Selina y Didac.

Eizhan, miraría a Selina con una cara inexpresiva, no para culparle de lo que ha pasado con los disparos, ni su reacción de como le hablo, sino que le haya dejado tirada.

Didac, ¿ cómo te encuentras ? -le pregunta, una vez llega con James, empieza a mirar al chico para ver si tiene alguna herida visible, o reconocer si tiene algún hueso roto,

Anthony mira a Eizhan antes de que se vaya.

- Creo tener una idea para no usar el colgante. Pero primero vamos a arreglar esto, de nada serviría si lo dejamos así. - sonríe a Eizhan justo cuando una punzada de la jaqueca le corrió la cabeza, el efecto de la adrenalina se estaba diluyendo y con él la jaqueca volvía. Sin embargo no le impedía continuar con su labor.

- Dime si requieres de algo más Mary. - se acercó al virote para echar un ligero vistazo. Una herida no muy grave y sin problemas mayores en principio. Hizo un esfuerzo por sacar el virote, con cuidado de no dañar su rodilla. No quería que quedara lisiado.

Con dificultades finalmente pude incorporarme y hasta mantenerme en pie

-No te preocupes por mí. Parece que estoy bien. Pero el golpe me dejo aturdido y sin respiración. Al que hay que mirar es a Didac-

Apoye una mano en un árbol para sujetarme bien

-Por el tono de tu voz supongo que el padre de Eolande no esta muerto. Me alegro- juntando rabia e impotencia pegue un puñetazon el árbol

-Pero esto no tenía que haber pasado. Seguimos actuando como unos aficionados y la gente lo paga.

No se que opinas tu, Eizhan, pero yo ya estoy cansado de que las cosas acaben mal.

Se supone que tu y yo les tenemos que proteger con arrojo y experiencia, que Didac y Anthony pensarían las cosas y usarían el cerebro y que Mary y Selina nos servirían de brujula para que no olvidasemos nuestro rumbo. Pero damos tumbos como un barco sin timonel.

Y es porque no confiamos en los otros y en sus capacidades.- Otro golpe al árbol

-Estoy harto. No es la primera vez que casí perdemos a un compañero. Y cuando intentamos arreglarlo lo hacemos peor.

Si tus famosos guardianes pasarón por lo mísmo seguro que hay alguna forma de arreglarlo. Tiene que haberla porque si no mi madre volverá a ganar.

Y estoy harto de que gane siempre. Si hubiera perdido una sola vez en su vida estoy seguro de que podríamos haber sido una familia feliz y no estaría condenado a tener que acabar con su vida-

Su cara muestra verdadera alegría y alivio al ver que el padre de la chica está vivo y que pueden tratar de curarle para que se recupere, pero necesitará cosas para tratar las heridas tras extraer las balas del cuerpo del hombre. Mira a la chica ya que quiere saber el nombre de ese hombre que debe de haber sentido un inmenso dolor y una inmensa ira al ver que era una cosa monstruosa que en realidad no debería ser, algo incapaz de comunicarse, algo creado por la magia negra quizá.

-¿Puedo... puedo saber su nombre? Para dirigirme a él - pregunta con amabilidad, ahora más tranquila al saber que está viva y que su flecha no ha hecho un daño mortal.

Toma las pinzas y la navaja de las manos de Anthony y le da las gracias. Luego vuelve a observar las heridas de bala y estudia cual sacar antes, pero es mejor que Eolande deje a su padre completamente tumbado en el suelo para poder trabajar mejor.

-Deja que repose completamente en el suelo, pero puedes tomarle de la mano, para que sepa que aun estás ahí, que no te apartas de su lado - dice con una voz suave, luego se gira hacia Anthony -. Si puedes y no te duele mucho la cabeza, necesitaría trapos limpios, para vendar.... hervidos en agua para que estén completamente limpios.

Toma un par de bocanadas de aire, para concentrarse y se repite una y otra vez que debe hacerlo bien, que debe salvar su vida para compensar el error de haber empuñado un arma, de haber disparado cuando ella no es una guerrera, cuando ella nunca haría daño a nadie. Primero debe hacer el orificio un poco más grande para poder introducir las pinzas abiertas y buscar la bala.

-Necesitaría un poco más de luz y algo para desinfectar las heridas cuando extraiga las balas... James... James tendrá ron.

Amplía con cuidado el primer orificio con la navaja, pero solo lo suficiente para introducir las pinzas y tratando de no hacerle daño. Eso es más complicado que cuando curó a sus compañeros en la Pelegrina, cuando salieron de la cueva.

Si alguien podía sorprenderme, esa fue Mary. Mis ojos se clavaron en ella casi al instante de aparecer, por mi cuerpo viajó una sensación de pena ¿Cómo podía afectarle algo de aquella manera? Mis respuestas no tardaron en llegar y es que aquella joven parecía un ser inocente y realmente noble. Mi temblorosa mano se posó en el brazo de ella, mientras que con suavidad respondía a sus palabras.- Sé que no había maldad en tus acciones... Y que tu único deseo era el de no ver morir a Didac...-Había conseguido serenarme, y pese a que las lágrimas permanecían presentes en mis ojos, mi voz no se vio rota cómo en las otras ocasiones.- No sufras....-Pedí mientras frotaba su brazo con la mano, en un intento de consolarla y tranquilizarla. Y es que por muy mal que estuviese yo, quería que ellos no se vieran contagiados por mi pesar.

La compañía de Púa y Shea me sacaron una pequeña sonrisa, sin dudarlo acaricié a las dos en un gesto lleno de cariño. Pero después permanecí atenta a las palabras de cada uno de los presentes ”Eizhan... Así se llama” pensé al escucharla. Pero esa atención desapareció cuando un pequeño grillo hizo acto de presencia, paseándose por el cuerpo de mi padre de aquella manera. Con gran esmero empezó a decir cada herida, señalando las partes más dañadas, incluso haciendo comentarios que para mi gusto habían sido incorrectos, pero... ¿Qué podía esperar? Yo era la más afectada y seguramente ahora todo me golpearía cómo un jarra de agua fría.-¿Respira...?-Susurré sorprendida, con cuidado y ayudando a la mujer giré el cuerpo malherido de Oberón para dejar su cabeza sobre mis piernas.- Aguantad... Por favor... .-Una lágrima cayó sobre la mejilla de él, deslizándose silenciosa, llevando consigo la suciedad. No fue la única, tras esa cayeron muchas más y es que por más que lo había intentando no lo había podido evitar. Lloraba en silencio superada por todo lo que se estaba dando.

- ¿Podemos moverlo....? A él y los demás... -Mientras hablaba deslicé mis dedos por la mejilla de él, limpiándolo con extrema dulzura. Nuevamente los miré y dediqué una pequeña sonrisa a Anthony.- Dentro tendremos más cosas... Y estarán más cómodos... Todos necesitan descansar...-Mis claros ojos estaban irritados por las lágrimas y los notaba doloridos por ello. Sin moverme de mi posición, observé cada movimiento de ellos, queriendo aprender y asegurándome de que no le hacían daño alguno.- Id despacio... No le hagáis daño...-Pedí. Pero Mary rápido se puso a la labor. Suavemente tomé la cabeza de mi padre y dejándola sobre el suelo me situé a un lado de él, agarrándole la mano. Mis dedos le acariciaban lentamente.- Dentro... Dentro hay cuanto necesitéis...-Miré a Anthony, cómo invitándole a que fuese allá, para buscar en el interior. 

Podrían mover el cuerpo, pero cree que eso solo empeorará las heridas y que antes de hacerlo tienen que retirarlos cuerpos extraños de interior del pecho del hombre si no quieren que se muevan y cambien de posición. ¿Y si al moverle consiguen tocar puntos más vitales? No, primero deben hacerlo ahí, pero si tienen un lugar en el que poder trabajar mejor y en el que tienen más materiales, será bueno desplazarse hasta allí.

-Si es así, solo necesitaré unos paños para cubrir y presionar las heridas y después una tabla con el que poder transportar al hombre al interior. Si lo hacemos antes, podrían moverse las balas.

Toma con una mano tanto la navaja como las pinzas y desata el nudo de la capa para poder quitarse la chaquetita de ese vestido que le ha dado Locasta. Al ser nuevo, es lo más limpio que tienen hasta que Anthony consiga algo más adecuado. Una vez lista la chaquetilla blanca y dorada para cubrir las heridas, continúa usando las pinzas con una mano. Parece que por suerte la distancia entre Selina y la criatura y la doblez de su piel ha hecho que la bala no traspase de parte a parte y que no se entierre mucho en la carne.

Con dificultad, consigue extraer una de las balas, la de las costillas pues la considera más peligrosa por estar junto a los pulmones, y la deja caer al suelo mientras le da la chaquetilla a Eolande.

-Rómpela por la mitad y haz presión en esta herida. Con la bala extraída y con el roce de las pinzas es probable que salga más sangre. Aprieta sin miedo.

Toma un poco de aire y endereza la espalda para descansar un momento antes de volver a la otra bala que queda, la del hombro, que quizá no entraña tanto peligro como la del costillas. Se dice que ya queda poco, que pronto podrán acabar con sus heridas. A pesar de ser algo así como la médico del grupo, en realidad no está acostumbrada a curar heridas tan graves como esas y a veces le cuesta no sentir un poco de malestar con toda esa sangre.

Sonríe a la chica dulcemente, para darle ánimos también. 

Cansado de mi propia sensación de desamparo decidi centrarme en hacer algo más útil así que me acerque hasta donde estaba el hombre herido.

Allí me encontre con Mary que ya le habia sacado una bala y descansaba antes de continuar con otra herida.

Le puse una mano sobre el hombro intentando animarla

-Buen trabajo, Mary. Todos sabemos que puedes hacerlo así que ocupate de este pobre hombre. Y en cuanto tu nos digas lo llevaremos a resguardo.

Después de todo no tendría sentido que le cosieras de arriba a abajo y luego se le volviera a salir toda la sangre porque se pusiera a toser.

Creo que no me acorde de traer ron- era cierto. Y era algo de lo que me arrepentia -Pero rebuscaré entre mis ropas a ver si por casualidad tenemos algo con lo que regar y desinfectar esas heridas-

Y tal cual lo dije revise mis ropajes para ver si llevaba alguna botella de ron u odre de vino del que me hubiera olvidado.

Anthony tomó unas notas en su diario recién sacado de su bolsillo. Por suerte, el cuero que lo envolvía había evitado que se mojara antes. Hacer incisión para ayudar a extraer la bala. Presionar con un paño para evitar la pérdida de sangre. Obvió el tema de los vendajes, era algo bien sabido por cualquiera que hubiera tenido una herida.

- Me voy un momento dentro para buscar lo que me dijiste, Eolande. Si me puedes decir dónde están, sería de mucha ayuda y tardaré menos. - poco después unas lágrimas se desprenden de sus ojos justo cuando llega James. - Descuida, creo que somos tres procurando su vida. Dicho esto se aleja a paso rápido mientras se aprieta el hueso parietal para evitar el dolor incipiente gracias a las zancadas.

Entra dentro de donde encontraron a Eolande y se dispuso a buscar. También buscó algo para transportar al herido. Apenas encontró sábanas y palos, los cogió todos. Esto servirá. Se podría improvisar una camilla, Didac debería saber cómo hacer los nudos correctamente para evitar que se soltaran en el momento inadecuado. Dejó todo listo dentro para prepararlo todo. Se llevó sólo el ungüento.

- Didac, ¿te podemos llevar dentro? Dejé allí algo para improvisar una camilla. - su gesto mostraba cierta preocupación que no era vana. - Creo que estás mal, - No sabía qué había pasado - pero necesito que exprimas tu pensamiento un poco. Allí dentro podrás tumbarte mejor que donde estás. También necesitaremos algo que creo que tienes, creo haberte visto un soplete. Puede ser útil para ayudarnos a llevar antes el agua a hervir.

Se sobresalta un poco al notar una mano sobre su hombro porque no ha oído a nadie acercarse y al mirar hacia arriba sus mejillas se sonrojan un poco al encontrarse con James. Desvía la mirada un poco más nerviosa por su presencia, por llevar una ropa que deja ver más de lo que quiere y por no llevar nada que al menos cubra su piel descubierta de su mirada.

-No importa si no tienes ron, trataremos las heridas dentro.

Se inclina hacia delante y, antes de comenzar a buscar la bala, le mira de reojo.

-Pero no te vayas, necesitaré otras manos para presionar la herida del hombro - podría hacerlo ella al acabar, pero han hablado tan poco desde que ella apareció como una sirena y hasta ese momento, que prefiere tenerle a su lado, aunque solo sea para presionar una herida al acabar ella lo que tiene que hacer.

Aún dolorido por mis magulladuras se acercan primero a nosotros Eizhan arrastrando a James. En seguida se preocupan por mi estado.

-Ahora ya estoy mejor, es raro pero creo que no me ha hecho nada. Por un momento pensé que mi cuerpo se partía en dos pero no ha sido así- miro extrañado a Anthony. -Lo que me parece más raro es lo de Anthony, ¿os habéis fijado? Está como nuevo cuando parecía que había muerto- "¿será cierta la leyenda que recae sobre su familia?" pienso para mis adentros.

Mientras mis compañeros curan las heridas del padre de Eolande, los demás nos ayudan a James y a mí a incorporárnos e ir intentando movilizarnos. -Creo que ya estoy mejor, solo necesito descansar un poco más.

Es entonces cuando llega Anthony. -Será mejor estar todos juntos... la última vez que nos separamos ocurrió todo esto- el joven me pide una de  mis herramientas y aunque siempre he sido reticente a dejar mis maravillosos utensilios me veo un poco obligado a dejárselo.

-Si claro, toma el soplete... ¡Pero cuídalo bien eeehhh!- no puedo evitar prevenir a mi compañero. Saco mi zurrón de herramientas y busco mi pequeño soplete portátil -¿Sabrás utilizarlo? Si, hace falta intento ir donde ustedes... Con que mandéis a Púa en mi búsqueda me daré por enterado.

¡Hablando de Púa! Allí está la pequeña curioseando la escena, atenta a cada cosa que hacen para curar al hombre. Siempre sin molestar claro, está acostumbrada a observar como trabajo en mi taller y le encanta pero sabe que no puede acercarse más de la cuenta y mucho menos molestar.

-Selina, ¿estás bien? Gracias por salvarme, no sabías quien era ese ser y has luchado como una verdadera guerrera. De nuevo mil gracias. Cuéntame, ¿qué habéis hecho este rato?- pregunto a mi hermana para intentar tranquilizarla y que este más cómoda en esta situación- por favor, dame un poco de conversación, me vendrá bien.

- Ahora no, Didac, ahora tenemos que ayudar.

Una vez ya más relajada al ver que mi hermano se encuentra bien, me doy cuenta del drama que está ocurriendo a mis espaldas.
Al parecer, el padre de esa muchacha era la criatura que atacó a mi hermano. Otra víctima de la reina roja, seguramente no sabía ni lo que estaba haciendo. Su hija parece desconsolada, así que me acerco a ella.

- Lo... lo siento mucho, yo no sabía nada, nadie me avisó, solo quería salvar a mi hermano.

Me arrodillo ante el herido.

- Si puedo hacer cualquier cosa... - le digo a Mary ignorando a Eizhan.- Sé que es complicado porque tiene heridas de bala, pero ya hemos visto milagros en este grupo anteriormente.

Tengo en mi bolsillo unas judías mágicas que me regalaron hace tiempo. Cuenta la leyenda que si las plantas crece un árbol enorme que sube hasta el cielo, a un castillo lleno de tesoros que hacen cosas imposibles.
No sé si alguien ha escuchado hablar de ellas. Es lo único que puedo ofrecer... y ni siquiera sé si podría servir de algo.
 

Escuche hablar a Selina atentamente mientras me colocaba presto para apretar la herida

-Estoy listo cuando tu digas Mary.

La ídea es buena Selina pero parece que con un poco de suerte no hara falta al menos para esto.

Y no hace falta que te preocupes tanto. Al parecer tanto Mary como tu soís pesimas tiradoras y las heridas se podrán curar- dije intentando relajar el ambiente con una broma quizás no demasiado bien llevada

-Aparte de que no  creo que te lo tengan en cuenta. Era tu hermano el que estaba en peligro y cuesta mucho mantener la calma en momentos como ese hasta para los más duros e insensibles.

Dicho esto debisteís fijaros en Eizhan y en mí. Si hubieramos estado haciendo algo podriaís haber interferido y causado más daño.-

Deje las palabras de reproche ahí pues había poco más que añadir. Además yo no era mucho mejor. Pero pensaba mejorar.

-Por cierto, Selina, necesito hablar contigo luego si Mary no me necesita. Es algo muy importante-

Baja la mirada hacia la herida, ocultando sus pensamientos a los demás, pero realmente se siente muy confusa... ¿ya no es importante para él? Ni siquiera le notó muy contento al verla de nuevo... inspira profundamente, no es momento de pensar en eso piensa mientras comienza a trabajar en la herida del hombro.

Abre un poco la herida con la navaja y comienza a hurgar con las pinzas en su interior.

-Esta chica - mira a Eolande -, Eolande, ¿verdad? - le muestra una sonrisa y luego vuelve a la herida - dice que dentro de ese lugar hay cosas útiles para curar heridas. Creo que podríamos transportar al hombre al interior... será más seguro, pero necesitaríamos una camilla... ¿no se encargaba Anthony?

Esta bala parece un poco más complicada de extraer.

Miré a Anthony cuando me habló, por unos instantes me quedé callada, pero después con calma e intentándome acordar de cada lugar le expliqué hacia donde debía ir para encontrar lo necesario. Desde los ungüentos, hasta algún caldero que sirviese para hervir. Sabía que guiarse en un lugar que no conocías era complicado, pero confiaba en que me hubiese entendido y se acordase de cada indicación. Cuando salió en busca de todo cuanto se le pedía, me volví para ver cómo intentaban ayudar a mi padre, mi mano se aferró con fuerza a la de él, cómo queriendo transmitirle toda mi vitalidad y que eso ayudase a que aguantase todo cuanto se le venía encima.

-¿Hm..?-Sorprendida me giré apenas un poco, mostrando la misma sonrisa triste que le había dedicado a Mary cuando sin dudarlo se había acercado a mí para pedir perdón. Suavemente negué con la cabeza, pues por más que ellos se empeñase, yo no debía perdonar a ninguno de ellos. Creo que por primera vez mi voz salió natural, sin lágrimas por medio.- Sé lo que es... Tú intentabas salvar a tu hermano, yo solo proteger a mi padre y a vosotros de él. No me pidas perdón por algo que no llevaba maldad alguna.. Sé la razón de los actos y los entiendo.-Bajé apenas un poco mi cabeza, haciendo que mi larga trenza se deslizase hasta mi hombro, cayendo en el pecho y rozándole el hocico a mi pequeña compañera Shea. Tras eso volví a mirarla, mi mirada mostró la preocupación al recordarlo.- ¿Có...Cómo está... Didac..? Quise actuar antes, pero... En parte fue culpa mía, solo quiso protegerme de él... Os pido disculpas.-Mi cabeza se volvió a mover con un sutil movimiento digno de una princesa, pero eso apenas duró unos instantes, pues nuevamente miré a mi padre preocupada.

-Así es.. Mi nombre es Eolande.-Susurré. Pero más que una afirmación fue una presentación para los allí presentes, aunque James ya me conocía.. ¡Vaya si me conocía! Le miré unos instantes, pero después desvíe la mirada en silencio. Este no era el momento ni el lugar, pero estaba claro que más adelante le pediría hablar ¿A qué venía tanto odio? Ni siquiera le había hecho nada ¡Hombres! Solo dolores de cabeza. Miré a los tres y fruncí el ceño.-Me pregunto si Anthony... Encontró todo cuanto le indiqué... Me gustaría poder ir en su busca, pero temo dejar a mi padre...-El miedo de que él pereciese sin ella estar cerca le aterraba, razón por la que no se movió.