Partida Rol por web

El hombre del traje gris

Juegos de manos

Cargando editor
15/05/2009, 12:45
Enrique 'Dedoslentos' Pausanias

Enrique se levantó para devolver los saludos. Aceptó sin dudarlo la copa que le ofrecía Elías y mientras se sentaban informó:

- Pues el espectáculo empezará en unos diez minutos. Dicen que el tipo es muy espectacular, se hace raro que actúe en un local tan pequeño como la Dama de Picas, más bien parece que es de grandes pabellones. Se ve que la fama del local le hizo tilín,- dijo mirando a Elías - y a ti ¿qué te ha pasado? ¿te ha atropellado un camión?

Domingo empezó a sentirse más relajado. Finalmente la música no estaba tan alta y la gente parecía tranquila, más bien de charla y mesita. De hecho todo el mundo buscaba asiento para situarse más o menos cerca del escenario. Curiosamente era la Maca quien quizás se sentía más desplazada, siendo sin duda la persona más joven del local con bastante diferencia.

Notas de juego

Es un local de actuaciones, así que el ambiente es más bien tranquilo. ;)

Cargando editor
15/05/2009, 12:53
Macarena

Cuando se bajaron del taxi la Maca había dedicado una larga mirada al local.

-¿Seguro que esto no es un puticlub?- murmuro por lo bajo mientras entraban.

El portero la miro de arriba a abajo, seguramente poco acostumbrado a ver chicas como aquella en el local. La Maca suspiró y encendió un cigarrillo.

El argentino los guió por la sala de variedades hasta donde se encontraba aquel hombre, se presentaron, la Maca le dio dos besos, como manda el protocolo.

Mientras Elías y su amigo hablaban la chica observaba con atención la curiosa fauna que poblaba el local mientras alternaba en sus labios el Ducados y la copa.

Cargando editor
15/05/2009, 22:42
Elías Bonabre

Elías se frotó las manos contra los mulos, inquieto, su miraba discurría voluble de aquí para allá, ora hacia el escenario, ora a sus espaldas; extrajo su pañuelo encarnado y se lo pasó por la frente, sintiéndose como si fuese él mismo quien estuviese a punto de actuar. ¡Qué nervios, la envidia, la nostalgia inapelable lo sacudían! Dio un sorbo al gin tonic que había pedido y procuró serenarse.

-¿Esto? –contestó señalándose el vendaje. – No es nada, ché, un accidente que tuve en el subte, un golpe con una de esas pelotudas puertas corredizas. Así que quedan diez minutos… ¡Bien, buenisimo! Estoy como loco de comprobar que esa fama no sea más que humo. –Y, haciendo las veces de inconstante anfitrión, comentó a Domingo y Macarena: -Se trata del holandés ese errante que les dije, la joven promesa. A ver de qué se va a disfrazar ahora, a ver… -Bebió de nuevo. Quiso aprovechar la espera y preguntó directamente: -Ché… Pausanias, ¿averiguaste algo de lo que te pedí?

Cargando editor
15/05/2009, 23:24
Enrique 'Dedoslentos' Pausanias

Pausanias guardó silencio un momento mientras saboreaba su copa y miraba a la Maca y Domingo. Finalmente preguntó:

- De algo me he enterado.- miró nuevamente a los acompañantes de Elías - ¿Te lo cuento o lo dejamos para luego?

Cargando editor
15/05/2009, 23:49
Elías Bonabre

-Oh, hablá sin problemas, Pausanias –repuso Elías. -Ellos son de confianza, y el tiempo es oro.

Cargando editor
16/05/2009, 20:25
Enrique 'Dedoslentos' Pausanias

Enrique asintió:

- Bueno... Como ya te dije no sé en que andas metido y la verdad es que prefiero no saberlo, pero me imagino que no es casual que justo cuando tú me preguntas sobre gente que puede conseguir libros de magia verdadera y yo intento enterarme resulta que descubro que hace un mes alguien ha asaltado la mansión de Mario Casares para llevarse algunas valijas sin importancia y, oh sorpresa, una de las únicas copias que hay del Veritas Celare todavía circulando. No creo en las casualidades Elías pero espero que no estés tan loco como para haber orquestado un robo en casa de Casares. Quizás no lo conozcas porque has estado fuera del mercado durante bastantes años pero dicen que es el único tipo capaz de hacerle sombra a Maurico Soares, el Portugués, quien a su vez ha resultado un digno sucesor de un viejo conocido tuyo: Aldecoa... ¿Vas hilando? Hay quien dice que fue un sicario del Portugués quien se amarró esa mano llevándose el libro. Si es así la piscina está llena de pirañas, que entre ellas se coman.

Se notaba que a Enrique no le traían precisamente simpatías ni el tal Mario Casares ni el Portugués.

- Había más gente en la ciudad que tenía algunos de esos libros pero, curiosamente, todos han emigrado en los últimos meses. En los círculos ocultistas se rumorea que algo gordo va a pasar... Pero en esas movidas hay mucha gente que habla sin saber y los que saben no son precisamente indiscretos.- apuró un trago de su copa y encendió un cigarro - Te dije que yo estaba algo metido en ese tema pero no me malinterpretes: al igual que con la magia chica soy un maldito aprendiz. Es muy difícil conseguir a un padrino que te permita pasar de los círculos más externos. Y esta gente no se anda con coñas marineras: los que no son llamados pero meten sus narices suelen desaparecer... No es un juego para novatos.

Pausanias se recostó contra el sillón y su rostro quedó entre las sombras. Solo el brillo de la brasa del cigarro denotaba donde estaba su rostro. Quizás ese era el dramático efecto que buscaba, el viejo truco de la estética para despistar una buena mentira. Elías sabía mucho de eso pero ahora ya no estaba seguro de nada. Enrique Pausanias había sido siempre un minimundi y ahora resultaba que se había codeado con iniciados en artes arcanas. El Gallego estaba claro que se encontraba metido hasta el cuello antes de que lo mataran. ¿Es que acaso el mundo había dado un vuelco completo mientras estaba en la cárcel y ahora Madrid era una suerte de Salem restituído? Por su parte tanto Domingo como la Maca intentaban asimilar esa información sin saber muy bien como clasificarla. Todo el mundo conocía a Mario Casares: era un importante financiero poseedor de una de las inmobiliarias más potentes del país y con acciones en los principales bancos nacionales. ¿Y ahora resultaba que en su tiempo libre se dedicaba a cábalas y grimorios?Hasta donde sabía la opinión pública era un hombre respetable, de familia de rancio abolengo. ¿Qué podría tener que ver alguien así con un mafioso como el Portugués?

Cargando editor
17/05/2009, 21:24
Elías Bonabre

Elías se arrellanó y emitió un pequeño silbido, considerando ese otro par de nombres que corrían a enredarse en el ovillo de aquel misterio: Mario Casares y el Veritas Celare. Recordó que Tolito había filosofado en torno al misterio… y el secreto. ¿Era posible que, más acá de la pose, Pausanias les estuviese ocultando algo? Resultaba imposible decidirlo.

Examinó unos segundos su perfil a media luz, y a continuación echó una mirada significativa al policía y a la chica. Estaba convencido de que ese libro, el Veritas Celare, contenía grabados de Kobalah y que de él se habían extraído, por fin, las incisiones rituales del Gallego. Pero entonces, ¿eso quería decir que, definitivamente, su asesino había sido Mauricio Soares?

En vista de que sus compañeros parecían haber sido privados del habla, tomó la palabra de nuevo:

-Todo eso está muy lindo, Pausanias. Quiero decir que creas en la “magia verdadera”. Los crédulos son el público óptimo –ironizó, agitando los dedos de su mano izquierda para recalcar las palabras del remate y haciendo aparecer una carta entre ellos. La observó y prosiguió con una sonrisa: - Pero quien mucho abarca, poco aprieta, ¿no dicen eso? Mejor que dejés la "magia chica" para los profesionales, camarada. Y ahora decime, ¿te suena el nombre de Ahasverus? ¿Y el de Kobalah? ¿El Precursor, de casualidad digamos?

Cargando editor
17/05/2009, 22:24
Enrique 'Dedoslentos' Pausanias

El rostro de Pausanias salió de entre las sombras luciendo una sonrisa. Sus ojos brillaban reflejando la luz un foco que acababa de encenderse en el escenario:

- ¿Y no será más bien al revés Elías? Quizás seas quien deba dejar la magia grande... Parece que el espectáculo va a comenzar. Ya sabes lo que dicen: los que están fuera no deberían intentar ver más allá de la ilusión para no perderse la diversión. Si me disculpáis,- dijo levántandose sin contestar las preguntas de Elías - voy a ir al baño antes de que comience el show.

Se levantó todavía con la sonrisa en el rostro dirigiéndose hacia la zona de atrás del local, más allá de la barra, donde se encontraban los baños.

Cargando editor
18/05/2009, 12:30
Macarena

-Joder con tu amigo.- dijo la Maca, aplastando la colilla del cigarro contra el cenicero- ¿Has sacado algo en claro? Por que yo sigo tan perdida como antes... Ahora resulta que el Mario Casares este también está metido en el ajo y está metido en asuntos de magia negra o no se que...

La mirada de la chica alternaba entre Elías, del que buscaba una respuesta y Domingo, del que buscaba algo de reafirmación. ¿Era ella la única que no entendía nada?

Cargando editor
19/05/2009, 20:40
Domingo Torres

Respondió a la mirada de la Maca encogiendose de hombros. No entendía nada y mucho menos creía todas esas historias de magos y magia "verdadera"

- Pamplinas - pensó en decir, pero recapacitó.

El local estaba lleno de seguidores de esos sectarios que sentian creer todas esas historias de magos y cartas poderosas. Domingo había confirmado lo que quería, el Portugués estaba metido en el ajo. Ahora el problema era entrar en ese terreno.

Se recostó sobre la silla y miró al argentino. La Maca le había hecho una pregunta y Domingo ansiaba saber con que nueva fábula le sorprendería ahora el tullido prestidigitador.

Cargando editor
21/05/2009, 20:03
Elías Bonabre

Elías había observado, entre contrariado y divertido cómo Pausanias hacía mutis, y cuando se volvió a mirar a los otros, ambos parecían aguardar expectantes a que él emitiera un veredicto. De inmediato, les presentó las palmas manifestando su idéntico desconcierto. Habló con prisas, puesto que las luces sobre el escenario comenzaban a amortiguarse:

-De Mario Casares algo escuché, y... puede ser que en los noticieros, sólo eso. Y de ese libro, no sé ni medio, aunque es probable que de él copiasen los ejecutores del Gallego los diseños para su carne. Ahora bien, no es la primera vez que escucho que algo terrible va a pasar en Madrid en estos días y que muchos ya se desafanaron de aquí en previsión de esto. Es más, estoy seguro de que esa alucinación espantosa que tuvimos usted y yo, Domingo, justo cuando íbamos para el hospital no fue ni más ni menos que una auténtica premonición. ¿Desatará Soares el desastre esta misma noche mediante sus prácticas y supercherías? Ah, la posta es que no lo sé, lo ignoro por completo. Y si realmente pudiese ocurrir, ¿nos quedaremos de brazos cruzados o haremos algo para tratar de impedirlo? –Hizo una pausa dramática, clavándoles los ojos alternativamente. Lanzó un suspiro al cabo y concluyó: -Ricardo propuso un lugar y una hora para nuestra cita: las cinco de la mañana, si mal no recuerdo. Pero ahora, mientras dejamos que lo turbulento de nuestros pensamientos sedimente y salga a flote lo decisivo, ¿qué les parece si le damos bola a ese mercachifle y disfrutamos del espectáculo?

Cargando editor
11/06/2009, 18:16
Director

Las luces se apagaron y una fina capa de humo apareció en el escenario. Una voz por micrófono anunció el comienzo del espectáculo: ¡el Holandés Errante acababa de llegar a Madrid!

Cuando la cortina se descorrió un joven alto y moreno, de pelo negro, vestido con una camisa blanca impecablemente planchada y un pantalón de traje negro se asomó a escena. Pisaba con la seguridad de quien sabe donde se encuentra y que toda la atención se encuentra fija en él. El público aplaudió tímidamente cuando pronunció unas palabras en un español forzado por el acento extranjero. Luego comenzó el espectáculo...

No estaba claro donde se rompía la realidad y la ficción. Los trucos eran, simplemente, deslumbrantes. Incluso Elías, que se preciaba de saber bien el oficio, no pudo ocultar la admiración de quien se ve sorprendido. Pudo, tras tantos años, saborear la ficción como un verdadero novato, recuperando el placer de la magia como un mero espectador. Durante la primera media hora su cerebro intentaba ver donde estaba el truco, el espejo, la pantomima o la distracción. Luego no pudo más que rendirse y disfrutar del espectáculo. Al igual que los demás. Aunque la Maca y Domingo no eran muy dados a aquellos números quedaron embelasados al igual que el resto del público, entregados a una fuerza superior. No era que los trucos fueran deslumbrantes, aunque algunos eran realmente espectaculares, ni siquiera que fueran sorprendentes... Aquello era magia en un estado tan puro que devolvía a la vida a la inocencia perdida. Durante lo que duró el espectáculo todo cobraba nuevamente sentido: los reyes magos, el ratoncito pérez, la magia pura... todo podía ser real.

Incluso cuando una hora después todo acabó el público tardó unos segundos en reaccionar. Luego los aplausos fueron atronadores. En los rostros de los asistentes no faltó quien llorara de emoción. O quizás de tristeza. La tristeza de saber que todo había sido un truco, que nada era real, que en el exterior seguía esperando una vida gris y carente ya no de magia sino tal vez de sentido.

Cargando editor
11/06/2009, 18:31
Holandés

El mago, que por un momento había sido un dios, se acercó al micro saboreando los aplausos. Pidió un momento de silencio antes de pronunciar unas palabras con su fuerte acento:

- Les agradezco estos aplausos y quisiera aprovechar mi estancia en esta bellísima ciudad para dedicarle este espectáculo a un viejo conocido mío del cual me he enterado, por desgracia, que ha fallecido. Este número está dedicado al viejo Exiquio, quien me enseñó que la realidad no es más que un espejo de las mentiras.

El público volvió a aplaudir con fuerza renovada mientras el mago desaparecía tras bambalinas en dirección a los camerinos. Solo tres personas no aplaudían. La Maca, Domingo y Elías meditaban sobre las últimas palabras del mago mientras se daban cuenta de otra cosa: Pausanias no había vuelto del baño.

Cargando editor
11/06/2009, 18:34
Director

Entre todas las emociones que acababa vivir Elías sentía otra más: la decepción. El apuesto librero no había acudido a su cita. Por una parte se alegraba de no encontrarse nuevamente con él con aquella pinta pero por otro lado no podía evitar el sabor de la amargura de sentirse despechado. Sólo la esperanza de que quizás la ausencia fuera debida a causas ajenas mantenía vivo el humor del viejo mago.

Cargando editor
18/06/2009, 11:42
Domingo Torres

El policía tardó unos instantes en recuperar la realidad, el agarrar ese cabo de realidad que le hacía estar en tierra firme a menudo más de lo que quisiera.

- ¿Realidad o ficción? - llegó a decir irónico.

Domingo sabía muy bien que la magia era sólo un producto del forzado de la mente humana, una torsión de la realidad para hacer visibles o invisibles cosas que de por sí no debieran o deberian serlo.

Miró el reloj.

- Maca, ¿este hombre era amigo de tu abuelo? Me ha dejado intrigado con esa dedicatoria. Me gustaría hablarle del gallego. ¿Donde se habrá metido? Quizá consiga hablar con él.

El viejo policía se levantó del asiento impaciente y se dirigió hacia la zona donde debieran estar los camerinos. Tenía que hablar con ese hombre, hablarle del gallego y de su muerte. Quizá esa torsión de la realidad que venía sufriendo en los últimos días, quizá ese juego de magia era más real de lo que pudiera imaginar. Tenía que saber el truco.

Cargando editor
18/06/2009, 18:58
Director

Domingo se encaminó hacia la zona trasera del local. Aquel garito estaba empezando a gustarle: era tan acogedor, tan casero. No había ningún impedimento para llegar a la zona de atrás del escenario. Las estrellas que actuaban en la Dama de Picas no eran magos de renombre, no compartían cartel en la televisión con humoristas famosos. Era un lugar, como tantos otros en Madrid, que intentaba llevar el arte y la variedad a las calles.

Sin mirar si los otros le seguían Domingo desapareció por un pasillo.

Notas de juego

¿Los otros lo seguís u os quedáis tomando algo?

Cargando editor
18/06/2009, 19:00
Holandés

Domingo vio un par de puertas. Una de ellas estaba entreabierta. Se asomó y vio al mago que estaba recogiendo varios de sus bártulos en un enorme cofre-maleta. El hombre levantó la cabeza un tanto sorprendido:

- ¿Sí? ¿Puedo ayudarle en algo? - preguntó en tono afable con su tono extranjero.

Notas de juego

Mientras los otros no se deciden marca los mensajes como solo para el director.

Cargando editor
18/06/2009, 22:30
Elías Bonabre

Uno por uno, Elías se tragaba con tremendo esfuerzo sus recelos iniciales.

Porque acababa de asistir a un prodigio a universos de distancia de lo que sus capacidades le habían dictado a lo largo de su vida, de las añagazas para embelesar a profanos y a compañeros deslustrados del gremio.

Había sido testigo de un milagro.

Sólo acertó a mirar con ojos acuosos al policía cuando anunció su intención de dirigirse a los camerinos. Aún fue incapaz de actuar o decir nada cuando el hombre se levantó de la silla y se adelantó. Tuvo un pensamiento fugaz, cargado de insidia: “¿Y ese infeliz de Pausanias? Se ha perdido el espectáculo de su vida…”

-Tiene razón, Macarena –prorrumpió. –Vayamos a verlo.

La voz le tembló. La envidia y la admiración competían en su corazón y sentía la cabeza en otro sitio, proyectada en otra dimensión. Se levantó de la silla tembloroso como una hoja y fue en pos de Domingo.

Cargando editor
19/06/2009, 12:44
Domingo Torres

Le costó un poco organizar sus ideas y componer la respuesta.

- Pues sí... verá... le he visto en el escenario y... bueno... me ha parecido muy bueno - dijo trastabillandose y incluso tartamudeando en alguna ocasión

- Pero no es de eso de lo que quiero hablarle. Espero no estar importunandole. Verá, ha hablado en el escenario de un buen amigo mío, Exiquio. ¿Le conocía bien?

Tenía las manos agarradas tras la espalda, una mano agarrando la muñeca de la otra. Mostraba su expectación a la respuesta del "Holandés" tamborileando los dedos sobre la muñeca.

- Soy amigo de la familia y me parece que hay cosas que no conozco de mi buen amigo y que quizá pudieran arrojar algo de luz a la misteriosa forma en la que apareció muerto.

Notas de juego

Marco a Elías que parece que viene conmigo

Cargando editor
29/07/2009, 17:48
Holandés

El Holandés sonrió afablemente. Sus ojos examinaban con curiosidad al extraño trío que se asomaba ahora en su puerta: un par de hombres mayores y una muchacha con pinta de macarra.

- Sí, lo conocí en mi última estancia en Madrid hace cinc...- calló un instante, como dudando - hace cinco o seis años.- corrigió finalmente - Pero lo conocí antes por un amigo común. Él me enseñó algunas cartas de Exiquio que... ensancharon mis horizontes.