Partida Rol por web

El hombre del traje gris

Patrullando la ciudad

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05/08/2008, 21:39
Director

Los chavales permanecían tan absortos en su pintada que ni siquiera se fijaron en como paraba el coche patrulla a la entrada del callejón. Con una sonrisa en la cara Javier bajó del coche apoyando su mano derecha en la porra. Domingo sabía que su compañero disfrutaba de estos pequeños momentos de autoridad como un niño con zapatos nuevos.

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06/08/2008, 13:41
Domingo Torres

Domingo paró el coche. Miró a su compañero:
- Mírale, parece que le pagaran un extra cada vez que se muestra autoritario -, pensó

Lentamente salió del coche para poco más que contemplar la acción de su compañero. Su cabeza estaba en otro lugar, lejos de aquí y, además, Javier sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Se sentó en el capó del coche patrulla y espero a que Javier terminara su reprimenda a los grafiteros.

- Cuando aprenderéis - musitó en un tono casi inaudible.

A Domingo no le gustaban esta clase de alteradores del orden. Siempre lo había dicho, prefería darle un trozo de pan a un mendigo que acaba de hurtar para poder comer que hacer la vista gorda con estos.

Una vez Javier acabó la operación, Domingo levanto la cabeza y miró la "obra de arte" de los grafiteros.

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06/08/2008, 14:20
Director

Uno de los chicos se giró en el momento que Javier se acercaba. Lanzó un gruñido de alarma y comenzó a correr en dirección contraria a donde se encontraba el policía. El otro se dio cuenta del peligro pero, curiosamente, no dejó de pintarrajear la pared ni siquiera cuando Javier lo agarró por el brazo y lo zarandeó. En lugar de eso todavía lanzó un par de trazos. Cuando el policía le intentó sacar el spray de las manos incluso hizo un ademán de morderle. Mal hecho. Domingo vio como la porra de Javier salía a toda velocidad de su funda para estrellarse en los morros del chaval. Caray. No esperaba que esto requiriese violencia. El muchacho, todavía aferrado por el brazo, se cubrió el rostro ensangrentado temoroso de un nuevo golpe.

Mientras se aproximaba Domingo miró el graffiti. Sintió una especie de recosquilleo en su estómago. Era una rueda enorme de carro sobre la que se dibujaba una figura humana colgada boca abajo de un pie, con los codos doblados a la altura de la cintura y manos extendidas. Su rostro era una mezcla de sorpresa y burla puesta del revés. En la zona inferior con letras llamativas el graffitero había intentdo finalizar una frase o título para su obra: The Ha..

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06/08/2008, 19:49
Domingo Torres

La mirada de Domingo se perdió durante unos segundos en la pintura que había en la pared. No podía ser que todo en este mundo estuviera relacionado con el gallego. Estaba empezando a pensar que se estaba obsesionando con el tema.

- Javier, sujétale - inquirió mientras se dirigía al muchacho que había golpeado su compañero.

Dio unos pasos adelante y cogió al delincuente por el pelo, y suavemente le levantó la cabeza.

- Dime hijo, ¿dónde aprendiste a hacer esos dibujos? ¿Cómo ibas a titularlo? The Ha... -, comenzó la frase y se quedó a la espera de la respuesta.

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07/08/2008, 18:06
Pandillero

Al levantar la cabeza Domingo se da cuenta de que es casi un crío. Debe tener unos quince años y parece de buena familia por su aspecto. Eso sí: las pupilas las tiene dilatadas como agujeros negros. Su voz acelerada y temblorosa confirma lo que ya sabe el viejo policía: está puesto de coca o anfetas hasta las orejas:

- Lo vi en un sueño y lo pinté. Lo soñé. Es la carta del Colgado. The Hanged man. Solo que tiene un carro detrás porque es una rueda de la Fortuna. Lo vi en el sueño y lo pinté. Hijo de puta. Me ha roto la nariz. Te voy a demandar. Mi padre es abogado. Os voy a joder a los dos. No me habéis dejado acabar mi pintura. La soñé. ¿Qué pasa? Como si el callejón sucio estuviera mejor antes de mi pintura. Esto es arte jodidos maderos. Os voy a joder vivos. Mi padre es abogado y os va a demandar. Te van a meter la porra por el culo, hijo puta...- le dice a Javier, quien aprieta más fuerte su presa hasta hacer callar al pequeño mamón.

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08/08/2008, 08:55
Domingo Torres

Chasqueó la lengua varias veces negando al muchacho:

- Eso, dile a tu padre que venga a vernos, alguien tendrá que pagar la limpieza de esto, ¿no crees?

A Domingo no parecían preocuparles las amenazas del niño. Se incorporó y miró de nuevo la pintura. Poco a poco retrocedió al coche y se sentó en el asiento del conductor. No sabía que pensar. Quizá Javier tuviera razón, estaba obsesionado. Desde el coche siguió contemplando la figura. "El colgado" había dicho el chaval, una carta. A Domingo eso le sonaba al Tarot, sabía que existía una carta con ese nombre pero no sabía su significado. Rápidamente recordó la figura del argentino, a ese parecían dársele bien esos temas esotéricos, quizá el supiera algo del significado de esta carta y pudiera relacionarlo con el gallego.

Javier terminó la operativa y una vez estuvo en el coche Domingo arrancó el vehículo.

- Javier, ¿qué opinas del Tarot? El chaval ha pintado una carta de la baraja esotérica y, no se, todas estas cosas me apuntan al mismo sitio.

Tras unos segundos de silencio Domingo volvió a hablar:

- ¿Qué hora es Javier? -, tras la respuesta de este concluyó, - bien, no da tiempo, vamos al instituto forense.

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10/08/2008, 22:31
Javier Hernández

- El tarot es una tontería en la que solo creen las viejas y los gilipollas con dinero que no saben con que divertirse. ¿Lo dices en serio? Creo que te está afectando más de lo que pensabas el tema del Gallego. No he tomado los datos del chaval,- la voz de Javier titubeaba ahora - creo que me pasé con el porrazo. ¿Crees que se lo dirá a su padre? ¿Te han denunciado alguna vez?

Mientras hablaban habían alcanzado el anatómico forense. Eran casi las siete. Quedaba una hora escasa para que cerrase.

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11/08/2008, 08:24
Domingo Torres

- Tienes razón, es una tontería -, dijo pensativo.

Ni siquiera él podía creer las palabras que estaba diciendo. Domingo Torres escudándose en temas esotéricos para explicar un caso; estaba perdiendo la cabeza. El viejo policía hizo una pausa mientras pensaba en lo que acababa de decir.

- No te preocupes, Javier, incluso si se lo dijera a su padre no tienes de que preocuparte. Tú estabas haciendo tu trabajo y él intentó resistirse.

Una vez más el camino en el coche patrulla fue marcado por el silencio. La cabeza de Domingo era como un debate entre creyentes del esoterismo y gente racional y, sinceramente, el policía no sabía quien ganaba en ese debate.

Sobre las 19:00 llegaron al instituto anatómico forense. Domingo aparcó el coche cerca y bajó del vehículo.

- Bien, justo a tiempo. Vamos Javier.

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11/08/2008, 23:37
Javier Hernández

- ¿A donde? - preguntó Javier un tanto inseguro - ¿Con quien vamos a hablar ahora? Me imagino que será más de lo mismo, sobre el Gallego... ¿No se mosquearán los que lleven el caso?

Javier, sin embargo, seguía a Domingo sin perde un momento.

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12/08/2008, 17:53
Domingo Torres

Una vez Domingo bajó del coche y escuchó las palabras de su compañero le miró con una mirada profunda. Evidentemente tenía razón pero no le gustaba la insistencia con la que se lo decía su compañero.

- Haces demasiadas preguntas, Javier. Ya sabes la respuesta. Además, nadie tiene porqué enterarse de nada. Preguntaremos que tal va su investigación pero por mi relación personal con el Gallego, no por inmiscuirnos en el caso. Además, Velez me ha autorizado a realizar esta "visita"

Sin mediar más palabra, Domingo se encaminó dentro del instituto. Una vez más la entrada fue fácil. Buscó al encargado del tema para preguntarle sobre el "hombre" que hacía unas horas había disparado.

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13/08/2008, 10:23
Director

Mientras Javier quedaba a la espera en el coche Domingo realizó nuevamente su descenso a los infiernos en aquel ascensor que conducía a la sala de autopsias. El sitio estaba helado, seguramente para mantener bien a los cadáveres, pero al viejo policía le daba la sensación de que hacía frío de más. Desde luego mucho más que en su anterior visita del mediodía.

Al llegar abajo descubrió que todo estaba a oscuras. Al fondo de todo se encontraban las puertas que conducían a la sala de autopsias, similares a las de un quirófano. A través del cristal esmerilado solo se filtraba una tenue luz como la que podría dar un flexo encendido sobre una mesa. ¿A qué tanta oscuridad? El instinto del viejo policía hizo una llamada desde lo profundo de su estómago. Algo raro pasaba allí. Ahora se percataba de que arriba tampoco estaba el guardia de seguridad que vigilaba normalmente la puerta. Aunque puede que hubiera salido a por un café ya que, después de todo, el anatómico no era un sitio de alta seguridad. ¿Eran sus nervios o allí pasaba algo realmente?

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14/08/2008, 13:26
Domingo Torres

Durante unos instantes la duda invadió la cabeza de Domingo. Sacó el revolver de su funda y retiró el martillo con cuidado hacia atrás.

Paso a paso avanzó hacia la puerta desde la cual venía la única luz que reinaba en la sala.

- Cálmate Domingo, joder -, se dijo entre dientes a sí mismo.

Una vez se halló detrás de la puerta la abrió de una vez y apuntó a lo que quiera que se moviera tras de ella.

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14/08/2008, 14:07
Director

La puerta descubrió la sala de autopsias. Encima de una de las camillas estaba el flexo encendido que intentaba, en vano, defenderse de las sombras que abrazaban toda la habitación. El frío aquí era mucho más intenso. Había dos camillas con cuerpos cubiertos por sábanas. Por su posición Domingo se dio cuenta de que eran los dos mismos que había visto aquella mañana. ¿Y el tercero? Apuntó cuidadosamente a la oscuridad, temiendo en cualquier momento ver a un desagradable atacante. Una tercera camilla reposaba cerca del flexo, girada como si alguien la hubiese empujado para apartarla. Un líquido viscoso se había derramado sobre ella y la sábana estaba tirada en el suelo. Domingo se aproximó con cautela. De pronto un gemido lo sobresaltó. Venía de la zona más oscura y lejana de la sala de autopsias, del lugar donde se almacenaban los cadáveres en las cámaras frigoríficas dispuestas en forma de nichos en la pared. Era imposible ver nada.

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18/08/2008, 08:27
Domingo Torres

Rápidamente sacó la linterna de su funda y la puso bajo su revolver encendida apuntando en la dirección de la que vino el sonido. De soslayo siguió buscando con la mirada un interruptor para encender la maldita luz.

Poco a poco siguió caminando hacia la zona de luz, hacía el centro de la habitación donde al menos sería más difícil sorprenderle que en la oscuridad.

Notas de juego

Una pregunta, ¿dispongo de un walkie para comunicarme con Javier o todavía es demasiado pronto para eso?

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18/08/2008, 11:12
Director

Domingo alumbró hacia el fondo. Junto a la entrada estaban los interruptores de la luz. Tendría que volver atrás. En el momento que iba a hacerlo el haz de su linterna iluminó un cuerpo sentado contra las neveras del fondo. ¡Era el doctor Gallardo! Con la mano derecha frotaba su nuca mientras se intentaba incorporar con dificultad. Al ser iluminado por la luz de Domingo alzó la mano de la nuca intentando parar la luz que le incidía directamente en los ojos.

Notas de juego

Vas de uniforme, así que sí que llevas el walkie.

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18/08/2008, 11:16
Victor Gallardo

- No... no me hagan nada...- murmuró el médico medio atontado, sin duda recuperándose de una conmoción.

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19/08/2008, 23:03
Domingo Torres

Domingo apartó la linterna de los ojos de Gallardo y le tendió la mano para incorporarle:

- ¿Qué ha pasado aquí Víctor? Soy Domingo. Domingo Torres, de la policía, ¿me reconoces?

Mientras esperaba una respuesta alumbró rápidamente todos los rincones de la sala en busca de algo o alguien.

Después de revisar exhaustivamente la habitación llamó por walkie a su compañero Javier:

- Javier, ¿me recibes? -, pidió confirmación, - ¡atención! -, siguió tras la respuesta de Javier, - necesito ayuda aquí dentro, Gallardo está aturdido en el suelo y creo que aquí no es todo tranquilidad, avisa y vente para aquí dentro, cambio y cierro.

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20/08/2008, 09:41
Radio policial

El Walkie resonó con la voz de Javier:

- Pido que manden otra patrulla y entro. ¿Hay heridos? ¿Llamo una ambulancia?

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20/08/2008, 09:42
Victor Gallardo

El doctor Gallardo se levantó con dificultad. Domingo retrocedió hasta la puerta y encendió las luces. Estaban solos.

- Trajeron el cuerpo del tiroteo de esta mañana...- Victor se frotaba la nuca contusionada - Nunca había visto algo semejante. Iba a hacerle la autopsia cuando alguien me golpeó...

Se dirige hacia la camilla:

- Se lo han llevado...- dice sin demasiada sorpresa - Maldita sea... No llegué a hacerle la autopsia pero esas manos... Esas cuchillas... ¡Estaban implantadas en su carne! ¿Quién pudo hacer algo semejante con una persona?

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20/08/2008, 10:00
Domingo Torres

Domingo volvió a hablar por el walkie:

- Javier, aborta la operación, falsa alarma. No hay heridos.

Colgó el walkie de su funda y volvió la mirada a Gallardo:

- ¿Estás seguro de lo que dices? Seguro que no te fijaste bien; no puede ser posible que a alguien le implanten unas cuchillas en las manos.

Domingo sacudió la cabeza rechazando la teoría de Gallardo:

- ¿Llegaste a ver quienes se llevaron el cuerpo? ¿No irás a decirme que había media docena más de esos hombres?