Partida Rol por web

El hombre del traje gris

Patrullando la ciudad

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21/08/2008, 11:00
Victor Gallardo

- No vi nada,- contestó el doctor Gallardo meneando la cabeza - se apagaron las luces y cuando iba a mirar que pasaba alguien me golpeó. Al siguiente que vi fue a ti... Lo de las manos no me dio tiempo pero te juro que era rarísimo. No eran guantes, eso desde luego, eran parte de él. ¡No tenía falanges! Habían sido sustituídas por cuchillas con cierres mecánicos y te juro que había cables que salían de sus muñecas. Aún considerando la posibilidad de que existieran medios mecánicos para crear semejante aberración ortopédica no creo que el cuerpo la soportse. Seguramente sería rechazada. La única explicación posible que se me ocurre es que todo sea un burdo y extraño montaje: ese tipo no podía mover las manos, eran simples prótesis pegadas a un muñón... Pero al no poder realizar la autopsia me temo que no hay nada que pueda añadir.

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21/08/2008, 11:05
Radio policial

La voz de Javier sonaba preocupada por el walkie:

- De acuerdo Domingo. ¿Todo bien? ¿Quieres que baje?

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25/08/2008, 10:20
Domingo Torres

El viejo policía meneó la cabeza negando la historia que le había contado Gallardo. La idea de que existiera alguien así era absurda y probablemente algo tenía que habersele escapado al bueno de Gallardo en ese primer vistazo rápido.

- Gallardo, sabes que no dudaría de tu palabra pero, ¿estas segudo de lo que me estas diciendo? Sabes de sobra que eso no es posible salvo en la ficción televisiva.

Domingo agarró a su compañero y le incorporó pasandole su brazo por encima de su cuello para que se sostuviese en pie:

- ¿Queda alguien aquí? Deberías venir conmigo, no estás para seguir en tu turno.

Después de la respuesta de Gallardo volvió al aparato de radio y contestó a su compañero:

- Todo bien, Javier, vamos para afuera.

 

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25/08/2008, 11:06
Victor Gallardo

- El guardia de seguridad tiene que estar arriba... Deberíamos preguntarle a él.

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25/08/2008, 11:06
Director

Domingo y Victor entraron en el ascensor. Al llegar a la planta baja encontraron nuevamente vacía la entrada. Ni rastro del guardia. No parecía una buena señal, desde luego.

La puerta a la segunda planta estaba cerrada con llave, ya que a esas horas las instalaciones superiores con oficinas y aulas estaban cerradas, así que solo quedaba por descarte los cuartos de baño. Hacia allí se dirigió Domingo con el arma en la mano. El asunto tenía un aspecto cada vez más siniestro.

Sin embargo una nueva decepción le esperaba en los cuartos de baños: nadie. ¿Acaso se había ido sin avisar el guardia de seguridad? Parecía poco probable: normalmente se espera al relevo antes de abandonar las instalaciones a su suerte. ¿Donde estaba entonces ese hombre? Era evidente que en aquel sitio estaban solo Victor y Domingo...

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27/08/2008, 09:55
Domingo Torres

Domingo miró fijamente a Gallardo. Todo esto le pareció muy extraño, no parecía muy normal que un guardia de seguridad abandonara su puesto siendo el único presente en el lugar.

- Vamos fuera, tengo el coche patrulla ahí. Mi compañero a llamado a compañeros que se encargarán de registrar este lugar en busca de quienquiera que esté dentro.

Domingo estaba preocupado. Estaba seguro que algo se le estaba escapando pero no lograba averiguar qué era exactamente.

Acompaño andando al médico hasta el coche patrulla y lo sentó en el asiento de atrás. Dejó la puerta abierta y se puso en cunclillas frente a él.

- Eh! Trata de olvidarlo, seguro que todo tiene una explicación racional. No debes atormentarte con esto.

Tras las palabras de calma hacia el médico se incorporó y miró al Javier.

- ¿Has llamado a otra patrulla, verdad? Gallardo está un poco aturdido, parece que alguien vino a por el cuerpo del hombre que tiroteamos. No hay nadie en el edificio.. o eso parece. Es extraño que los guardías de seguridad no estén en su puesto... En fin, esperaremos a que llegue el resto para entrar a registrar el edifcio -, le dijo en voz tenue a su compañero, no quería que Gallardo se enterara demasiado de los trámites policiales... ya tenía bastante con lo suyo.

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27/08/2008, 12:50
Director

El coche patrulla tardó poco en llegar. Domingo conocía a los dos agentes: Pedro Lampón y Marcos Aramendía, al que llaban el Vasco. Ambos rondaban los treinta y eran buenos chicos, de los que no se solían meter en líos. Yo era como ellos a su edad, pensó melancólicamente Domingo.

- ¿Qué ha pasado?- preguntó el Vasco, que siempre era el que llevaba la voz cantante.
- Tenemos un guardia desaparecido.- dijo Javier saliendo del coche - Vamos a revisar el edificio. Domingo ¿te quedas aquí con el doctor mientras echamos un vistazo?

Domingo asintió. Algo en su fuero interno le decía que no iban a encontrar nada. Y así fue: media hora después salían del edificio encogiéndose de hombros. El Vasco dió el informe:

- Ni rastro del segureta. Hemos llamado a la central y nos dicen que tenía turno hasta las 22:00.- en el reloj marcaban las 19:30 - Van a mandar a otro ahora. ¿Damos un parte de desaparición o esperamos a mañana a ver si el paisano ha ido a por tabaco y decidió no volver?

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28/08/2008, 14:41
Domingo Torres

Estuvo ausente durante unos segundos tras los cuales contesto:

- No, dad el parte ahora. Quizá para mañana sea tarde.

Domingo miró al doctor que seguía en el coche y de nuevo se quedó pensativo. Poco después levantó la mirada a sus compañeros:

- ¿Os encargáis vosotros de esto? -, les preguntó casi a la vez que se metía en el coche patrulla.

- Vamos Javier -, continuó, - tenemos que irnos.

Pronto el coche patrulla estaba otra vez en la ciudad dando tumbos hacia quien sabe donde. En su interior Javier, Gallardo y Domingo callaban mas el silencio era cómodo esta vez. Ninguno sabía que podía haber pasado allí dentro pero todos dudaban si querían saberlo.

- Javier, ¿has informado a central sobre el incidente? -. dijo el policía más para romper el silencio que para confirmar algo que ya sabía.

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28/08/2008, 16:15
Javier Hernández

- Sí, claro... Vaya movida. ¿Para que se llevarían el cuerpo? ¿Para que no lo identificasen? Joder, sí que es raro el asunto...

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28/08/2008, 16:19
Radio policial

La radio policial resonó interrumpiendo la conversación. La centralita daba una llamada directa a Domingo:

- ¿Agente Domingo Torres? El comisario Velez ha pedido que le llame a la oficina, es por un asunto privado.

Domingo suspiró recordando que Velez le dijo que tenía que hablar con él de un asuntillo... Eso nunca era nada bueno sino más bien lo contrario. Algo turbio, que enfangaba al viejo policía todavía más - si cabía - de lo que estaba ya pillado. Menuda mafia.

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28/08/2008, 16:22
Javier Hernández

- ¿Pasa algo malo? ¿Será por lo del tiroteo?- preguntó el cándido Javier - ¿Te paro junto a una cabina para que puedas llamar? Que mal rollo ¿no?

El chico era nuevo y no estaba al tanto de las movidas que algunos de sus compañeros más veteranos arrastraban en un segundo plano. Era un chico inocente que todavía creía en la ley y la justica, al igual que Domingo había creído en su tiempo, antes de perder la inocencia a manos de tantos hijos de puta.

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30/08/2008, 21:16
Domingo Torres

Domingo miró a Javier mientra asentía con la cabeza.

- Si, anda, para. Y... tranquilo, como se suele decir, "cuando seas padre, comerás huevo" -, dijo casi sonriendo al joven compañero.

Domingo se bajó del coche junto a la cabina:

- Será sólo un momento -, dijo mientras bajaba del coche.

Se acercó a la cabina y buscó en su cartera. Fue un rato largo buscando y es que Domingo no era precisamente un avatar del orden:

- Aquí está - dijo al fin cuando encontró la tarjeta, miró el número y lo marcó después de echar las monedas.
- ¿Velez? - confirmó - soy Torres

Notas de juego

Estooo, jefe, creo que se le olvidó la norma de las negritas en sus últimos turnos!!

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01/09/2008, 15:01
Conversación telefónica

La voz de Velez resonó al otro lado del aparato. Sonaba seria, como siempre que se iba a referir a un asunto que no tenía nada de oficial:

- Hola Domingo. Mira a ver si esta noche puedes hablar con el Toro. Hay un asuntillo que tiene que comunicarnos y prefiero que hables tú con él, yo no puedo ir. Te esperará en el bar de siempre a partir de las diez. De lo que haya ya me comentarás algo.

Domingo no contestó nada, solo un lacónico de acuerdo. El Toro era como le llamaban a uno de los lugartenientes del Mauricio Soares, el Portugués, un mafioso de Carabanchel que tenía el monopolio actual del tráfico de cocaína, parte del de heroína y del cannabis. También tenía varios clubs de alterne de los más concurridos de la ciudad. Una buena pieza de las clásicas, de las que dan mucho dinero a los policías que saben pedir. El caso es que el Toro regentaba un bar de tapas y vinos en el casco antiguo. Y si querían hablar con Velez o con Domingos el caso a tratar no sería baladí.

El policía miró su reloj: las 20:00. Maldita sea su estampa, poca gracia le hacía ir de uniforme a una entrevista con el Toro, pero no iba a quedarle otra ya que hasta la medianoche no acababa el turno.

Notas de juego

Pues sí, me despisté porque tengo otra partida en juego desde hace años (Bajo la Máscara) y allí usamos este sistema (que después no me convenció para nada). Al salir de una partida para postear en la otra se ve que me crucé ;P

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02/09/2008, 10:49
Domingo Torres

Domingo volvió al coche patrulla con el semblante serio. No le había hecho gracia la inorportuna llamada de Velez

- Ahora no, con la de cosas que tengo ahora en la cabeza como para ocuparme de esto - pensó mientras volvía al vehículo.

Subió al coche y desveló una forzada sonrisa a su compañero y al pasajero que habían dispuesto.

- Podemos irnos - dijo acomodandose en el asiento - ¿Cómo te encuentras Gallardo? ¿Quieres que te dejemos en algún sitio?

 

Notas de juego

Una pregunta: ¿no había una escena "Sala de autopsias" con la generación de personajes? Me gustaría repasarla para tomar conciencia de las motivaciones de ciertas desventajas de mi personaje. Si no fuera posible le mandaré un privado a Adjany para que me comente.

Por cierto, ayer fue mi incorporación al trabajo después de las vacaciones y, cuando pude salir de la lapidación de correos electrónicos ya tenía los ojos demasiado embotados para ponerme a escribir el turno. Lo siento.

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03/09/2008, 13:32
Director

Un poco más tarde dejaban a Victor en la entrada del Metro a petición del forense, que tenía pensado llegar pronto a casa para invitar a cenar fuera a su mujer.

Domingo miró con cierta aprensión su reloj: las nueve menos cuarto. Dentro de un rato tendría que verse con el Toro, y puta la gracia que le hacía...

Notas de juego

Sí, hay una escena llamada Sala de Autopsias que está cerrada pero que deberías poder ver ¿no es así? Avísame si no la ves y lo reviso.

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03/09/2008, 15:51
Domingo Torres

Una vez Gallardo hubo bajado del coche y Javier reinició la marcha Domingo se dirigió a su compañero:

- Javier, Velez me ha encargado que hable con alguien esta noche... a las diez. No tienes que venir si no quieres.

La fachada de Domingo transmitía la poca gracia que le hacía dicha entrevista pero esta vez había alguien por encima que mandaba y no había más que obedecer. Después de otro rato sin hablar volvió a dirigirse a Javier:

- Se que esto no te atañe y que crees que me meto demasiado donde no me llaman, pero ya que trabajas conmigo me gustaría saber tu opinión sobre este asunto del Gallego. No hago más que tratar de relacionar el incidente del tiroteo con el caso del Gallego y quizá es que me esté obsesionando demasiado con el tema.

Hizó una pausa durante la cual varias imagenes pasaron por su cabeza: su amigo el Gallego torturado hasta la muerte, el individuo al que disparó en aquel lugar...

- Hay algo que me dice que tengo que seguir este caso. Es más una obligación que una obsesión, Javier. Era mi amigo, Javier.

La oscuridad de la noche ya casi había consumado sobre las calles de Madrid. El viejo policía apoyó la cabeza sobre el cristal de coche viendo pasar a la gente de soslayo. La cabeza le daba vueltas y encima ahora esto, lo del Toro. Como si no tuviera cosas ya en la que pensar.

Notas de juego

Lamento decirtelo pero no, no puedo ver la citada escena.

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03/09/2008, 22:16
Javier Hernández

- Debía ser un buen amigo cuando te preocupas tanto por él,- contestó Javi mirando mientras conducía un rato - estoy seguro de que tienes tus motivos. Supongo que si alguien le hiciera una putada así a un amigo mío haría lo mismo... Lo que no me acaba de encajar es la movida de cultos secretos y rollo vudú que hay alrededor de ese viejo. Según me tienes contado era un vulgar carterista... No me acaba de encajar. Parece como si fuerais detrás de dos tipos distintos: el viejete carterista y el misterioso mago... Joder, es de película, pero sigo sin creer nada de esas patochadas.

Después pareció meditar un rato. Estaban a punto de dar las diez:

- Oye, la movida esa de Velez no es oficial ¿no? Mira, no me cuentes nada, pero a mi también me llegan rumores aunque sea nuevo. Creo que eres un buen tipo y no quiero saber nada más. No me quiero meter en líos pero tampoco te voy a dejar a la buena de dios. ¿Necesitas que te acompañe? Si puedes ir solo yo no quiero saber nada pero estaré fuera o donde tú me digas si crees que vas a tener algún problema...

Notas de juego

Mira a ver si ahora la puedes ver, la tenía marcada Solo para el Director :-?

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04/09/2008, 13:23
Domingo Torres

Asintió con la cabeza a las palabras de Javier. Era un buen chico y no era tan inocente como parecía.

- Eso es lo extraño, muchacho. Yo tampoco me creo esas pamplinas pero no logro encontrarle una explicación racional todavía- hizo una pausa durante unos segundos - pero seguro que la habrá... ya lo creo que la habrá.

De nuevo la vista volvió al reloj. Se estaba acercando la hora y seguía sin encontrar una cosa peor que hacer que ir a esa cita. Pero tenía que ir, cuando se está donde estaba Domingo no puedes permitirte una negativa a quienes te permiten estar ahí.

Estaban ya cerca del lugar de la cita con el Toro. El negro aliento de la noche les engullía completamente a esas horas y la tenue luz de la luna iluminaba tímidamente su camino.

- Aparca ahí el coche - dijo el viejo policía a su compañero a un par de manzanas del lugar a donde se dirigía - puedes esperar  en el coche; te avisaré solamente si es estrictamente necesario, ¿de acuerdo?

Salió del coche y antes de cerrar la puerta miró a su compañero.

- Y... gracias - dijo mientras giñaba el ojo a su compañero.

Notas de juego

Pues sí, ahora ya puedo verla. Gracias

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04/09/2008, 23:04
Director

Domingo entró en el bar del Toro. Era un restaurante mejicano que no daría ni para vivir malamente, pero que mantenían como tapadera para todo tipo de trapicheos. Miguel el Toro era un tipo enorme, de esos que se alimentaron en su infancia a base de toneladas de guacamole y acababan por ser tipos peligrosos por su propio peso. Había cumplido varias condenas en Méjico y al llegar a España se había refugiado bajo el ala protectora del Portugués. En realidad el Portugués no era un tipo importante cuando empezó a trabajar con el Toro, pero luego con la desaparición de Aldecoa - el anterior gran hombre del submundo madriñeño - el Portugués ascendió de forma rápida hasta ocupar su lugar. Y Tomás el Toro se convirtió en uno de sus hombres de confianza.

Ahora Domingo entraba en el restaurante vacío a excepción de un par de matones jóvenes que estaban al servicio de su anfitrión. Uno de ellos jugueteaba tras la barra con la caña de cerveza mientras el otro saludaba sonriente al recién llegado policía. Al fondo, comiendo unos tacos mejicanos en una mesa, se encontraba el Toro.

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04/09/2008, 23:09
Tomás el Toro

- Domingo, que bueno que viniste... Y tan rápido chico. Eres un tipo serio, si señor.

El Toro señaló la silla que tenía delante.

- ¿Qué tal la cosa mi amigo? ¿Va todo bien? Bueno... pero ¿quieres tomar algo? Chicos, ponedle una cerveza aquí al señor Domingo. No se debe hablar con la boca sedienta. Pero vamos al grano: mañana llega un pedido de mis primos de Sinaloa. Una cosa importante... El señor Velez ha de estar enterado pero quería asegurarme de que no pasa ninguna mamarrachada como la del mes pasado...

Domingo sabía lo que había sucedido el mes pasado: una patrulla que casualmente pasaba por allí había interceptado un camión cargado con muebles que llegaba por la Nacional 6. Los muebles tenían un relleno de cocaina de lo más apetecible. Pura suerte para unos polis limpios, que no quisieron el soborno. Tampoco es que se perdiera demasiado - un cargamento para el Portugués era una minucia - pero la costumbre haría daño al negocio. Ahora querían asegurarse de que los policías adecuados serían los que vigilasen la entrada, sin duda. Y a Domingo le empezaba a dar en la nariz que a él le tocaría el marrón.