Partida Rol por web

Así escribiré las descripciones

-Así los dialogos-

La primera noticia me la tomo a risa, la segunda ya me llama mas la atención, y la recompensa me intriga, pero tras unos días de duro trabajo, por fin me olvido del asunto. Pero ya la tercera vez que aparece me escama y me hace recordar aquellos sucesos extraños que vi en la gran guerra y que me contaban los heridos de muertos que se movían y otros sucesos más extraños. No los conseguí resolver en aquella época y mientras tanto ver si descubrir lo que pasa allí pueda hacer que mis pesadillas se solucionen y puede que allí encuentre gente que pueda explicar las cosas extrañas que he vi en la gran guerra. Preparo las cosas para unos días de campin y me preparo para pasar unos días a la intemperie, en el hospital cojo unos días que me debían y me cubro las espaldas para una semana, hablo con mi mujer y le cuento que me voy a ir a jennig a pasar unos días en el pueblo por si puedo ayudar.  

El viaje a sido largo y estás cansado, así que te dispones a descansar, pero antes deberías darte una ducha y comer algo, por desgracia la nevera está vacía así que tal vez sea mejor cenar en un bar. El pueblo es pequeño así que no hay perdida, solo hay un bar en él.

Al entrar te percatas de que hay poca gente, algún trabajador de alguno de los pocos comercios tomando una cerveza y poco más. Al poco de sentarte, antes de ser atendido ves entrar a un hombre que, por su apariencia, es fácil adivinar que no es de por aquí.

El viaje a sido largo y estás bastante cansado. Cuando llegas al pueblo buscas un sitio donde acampar, preguntas a la gente del lugar y te dicen donde puedes hacerlo, aunque te recomiendan, que con lo que ha sucedido en los últimos meses en aquel lugar mejor busques un apartamento o algún alojamiento en el pueblo. Aunque es cosa suya si quiere jugarse la vida señor. Es lo que te dicen cuando preguntas.

Una vez puesta la tienda un poco a las afueras del pueblo, a campo abierto, decides antes de que anochezca del todo ir al bar del pueblo a comer algo, cuando entras, por lo que has podido apreciar de sus gentes, hay un hombre sentado que no parece del lugar.

Theo ojea el menú rápidamente desde la barra del bar. Está hambriento pero no necesita ningún plato con florituras - Dudo que aquí se estilen de todas maneras...

- Un club sandwich por favor, y un refresco - le pide al camarero levantando el brazo. 

Se fija en el hombre que acaba de entrar en el bar. Su aspecto podría pasar por el de cualquier persona, pero su forma de moverse buscando situarse le delatan como alguien tan foráneo como él. - ¿Otro periodista? Espero que no... - 

Aburrido, Theo quiere entablar conversación con él, también para poder descartar que sea competencia, pero no quiere ser demasiado directo. 
Por suerte, no hay muchos sitios dónde poder sentarse así que no será difícil que lo haga a dos taburetes de él. Se le ocurre sacar el ejemplar del Charlatán del 8 de Febrero y dejarlo sobre la barra para llamar su atención si es que está ahí por eso. Un gran círculo de tinta rojo resalta la foto del incendio. - Quizás así él saque la conversación. 

Tras los consejos que me dan en el pueblo busco alquilar una casa, un piso o una habitación en el hotel por una semana. Si me indican la casa o el piso hablo con el propietario para alquilarlo por un precio razonable, si no encuentro nada rápido, cojo una habitación en el hotel y ya buscare al día siguiente la casita o piso a alquilar, algo no muy grande. Luego tras desempacar me dirijo a cenar. Al ver al desconocido, me acerco hacia él.

-Buenas noches, soy Duncan Ferguson, disculpe mi intromisión pero por su apariencia, si no me confundo no es de por aquí, si es así, nos encontramos en la misma situación, y siendo sincero no me gusta cenar solo, soy un hombre de costumbres y no suelo cenar nunca solo si puedo evitarlo y eso esta haciendo que divague mas de lo que acostumbro, le importaría que le acompañe con la cena y quizás una pequeña charla para pasar las últimas horas del día.-

Tras el discurso, espero a ver si soy invitado a sentarme, sino escojo una mesa cercana al desconocido y me siento para cenar.

- Claro, claro. Siéntese. - tiende su mano - Soy Theo Matheo y sí, efectivamente no soy de por aquí. Buen ojo - sonríe. 

Pega un trago de la cocacola que acaban de servirle - Dios, qué brebaje infernal. Espero poder tomar cerveza pronto. 

- Llegué hace unas horas al pueblo, vengo de Bellow Falls, Boston. ¿Qué le trae a usted por aquí caballero?

Tras ojear la carta, espero a que venga la camarera, - por favor me podría servir un zumo de naranja y para cenar unos huevos con bacon y patatas fritas. – Por fin satisfecho de haber pedido algo para comer, me centro en mi compañero de mesa.

– Yo también vengo de Boston, mas concretamente de Cambridge y vengo a ayudar en lo posible y a investigar, siempre me han atraído los sucesos extraños, y estos incendios que suceden en la zona son muy extraños, tras estar siguiendo las noticas durante este tiempo, finalmente decidí venir a pasar unos días a la zona y a investigar. Sé que parecerá una locura, y quizás lo sea, bueno, técnicamente hablando podría serlo, pero tienen que existir un montón de cosas que aun no hayamos descubierto o puede que no entendiésemos del todo cuando la descubrimos, con lo cual de vez en cuando salgo de la rutina diaria y vagabundeo por ahí en busca de misterios por resolver, y aquí estoy. Como diría mi mujer ya vuelvo a divagar y a centrar la conversación otra vez hacia mi y mis intereses, hay que haría yo sin ella y su paciencia y consejos, dejare de divagar y le daré la oportunidad de hacerlo a usted. Así que, ¿que le trae por aquí a usted?-

El sandwich llega tan rápido que parece que lo hubieran hecho esta mañana. Aún así, no tarda ni un segundo en hincarle el diente mientras escucha la interminable cháchara de su acompañante. Habla y habla pero no da pistas sobre su ocupación. 

- Así que está usted curioseando - Otro periodista.... - y aprovechando para vivir la soltería unos días claro jajajaja. Yo no estoy casado, demasiada responsabilidad. No es lo mío. 

Pega un trago a su cocacola y lanza la pregunta. 

- ¿A qué se dedica?

-¡Ah!, disculpe, no se lo he dicho todavía, yo soy cirujano. –Digo tras comer el primer bocado, - eso significa que aun no habéis conocido a la indicada. Pero a que te dedicas, si me permite que lo tutee y ¿esta de paso o tiene asuntos que tratar aquí?

Theo acepta con la cabeza el tuteo sonriendo, pero no es capaz de cambiar su manera de dirijirse a Duncan. 

- ¿Cirujano? - Parece sincero... - Qué interesante profesión. Admiro sus conocimientos del interior del cuerpo humano, siempre me ha llamado mucho la atención cómo no somos sino una bolsa llena de vísceras y humores mezclados que ustedes saben manejar. 

Se dió cuenta de que el tema no era muy apropiado para la cena al llevarse un pedazo de sandwhich a la boca - Eh... disculpe. 

- Yo soy periodista. Trabajo para uno de los diarios vespertinos más importantes de Boston. - no dió el nombre intencionadamente - Llevamos recibiendo teletipos de los incendios de la zona desde hace unos meses y cuando nos llegó la información de los ruidos misterioros el tema llamó definitivamente mi atención.  

Bebió un trago y continuó. 

- Solicité los ejemplares de los últimos meses del Charlatán y me di cuenta de que de Jenning no había demasiada información exceptuando los incendios y la extraña desaparición de mi colega el señor Hodges. Y bueno, eso básicamente me hizo pensar si no habría una relación entre ambos casos. ¿Quizás el señor Hodges se encontraba investigando lo mismo? No sé mucho más, pero espero aprovechar estas vacaciones para sacar algo en claro y quizás un buen reportaje. 

La jornada laboral fue agotadora en la universidad: primero una conferencia sobre teología filosófica a cargo de mi departamento de filosofía primera hora, luego tres horas de clase...un almuerzo ligero pues tenía otra conferencia sobre el mismo tema a primera hora de la tarde pero esta vez organizado por el departamento de Teología y ocultismo; mismo rollo pero para un público más extravagante; y para finalizar tres horas en la hemeroteca ojeando noticias para mi nuevo libro.
Y fue aquí donde una noticia del Charlatán de llamo mi atención.

DESAPARECIDO CORRESPONSAL DE EL CHARLATÁN

"....la desaparición de Bartley Hodges, periodista retirado y corresponsal en Jenning de este diario,....."

El señor Hodges era un amigo del Dr. Armitage, delgado, activo y rápido de palabra y pensamiento....así lo describía él.

-"Bartley Hodges es gran periodista y mejor persona, algun día te lo presentaré Charles." Me dijo en cierta ocasión en su despacho mientras tomábamos un café.

-"¿lo sabrá él?. Ahora no se encuentra aquí para preguntárselo." ... Pensé.

-"Me tomaré unas semanas libres. Iré a visitar ese pueblo. Quizás las otras noticias esten relacionadas."

Sin perder un instante, al terminar mi jornada laboral solicité un permiso de varias semanas por asuntos propios.
Llegué a mi casa, hice la maleta y al entrar en el garage....##moto....coche## Pensé.
-"será mejor que vaya en coche, las inclemencias del tiempo son desagradables"..

Tras varias horas de viaje, sin alojamiento en el pueblo, llegas a altas horas de la noche a Jenning, por lo que te toca pasar la noche en el coche. A la mañana siguiente, cuando te levantas con la espalda destrozada, pues no has dormido demasiado cómodo amaneces en un pequeño pueblo donde al salir del coche la gente te mira algo raro.

Tras charlar un rato mientras cenáis, y un poco más después con el café os encontráis algo cansados por el viaje y decidís ir cada uno a su apartamento y a su habitación del motel alquilados.

A la mañana siguiente os despierta temprano el cantar de un gallo, podéis ver por la ventana que entran los primeros rayos de luz y si os asomáis la poca gente que habita el pueblo empieza a ponerse en marcha. Habíais quedado en desayunar en el mismo bar, puesto que es el único lugar donde podéis hacerlo, y por que no mencionarlo, la comida estaba deliciosa y para ser forasteros os trataron muy bien.

Theo se levanta totalmente descansado. El apartamento que ha alquilado ha resultado ser de lo más confortable. Una cama de metro y medio para una persona, una bañera y un buen suministro de agua caliente. Un sillón comodisimo junto a un ventanal. 

Si tuviese mis libros, podría vivir aquí perfectamente.

Se viste con un traje marrón y una corbata de seda a juego. Prepara su cuaderno de notas y una pluma, carga una cámara de fotos y cuatro cosas más. Se coloca el reloj en la mano derecha y guarda su navaja en el bolsillo interior de la americana. Al cogerla piensa y busca su pistola - ¿Qué hago...?

No se siente demasiado cómodo con ella pero decide llevarla por si acaso con el cargador lleno. El pueblo parecía tranquilo pero no sé a quién podemos cabrear con nuestras preguntas...

Se calza el abrigo largo y el sombrero y sale puntual a su cita para desayunar con Duncan. 

El pueblo ha despertado. No hay demasiado alboroto pero se nota que los locales madrugan. Cuando llega al bar, Duncan aún no había llegado. 

- Buenos días caballero. ¿Me podría servir unos huevos y un café? ¡Gracias! - dice mientras cuelga el abrigo en el perchero. 

Se sienta en el mismo taburete en el que cenó horas antes y busca el periódico del día. 

A pesar del dolor y malestar sólo pienso en lo acertado de venir en coche. Al salir de él con la camisa y el pantalón algo arrugados, me doy cuenta del aislamiento del pueblo; pues las caras de asombro por ver a un recién llegado llaman más la atención.
Manteniendo la compostura como una persona de mi clase, me dirijo directamente a las sede del periódico local.

Tras pensarlo detenidamente crees que lo mejor sería ir directamente a Jenning a investigar, puesto que las autoridades, habiendo quedado en ridículo en los periódicos no querrán decir nada, así que empiezas a hacer el equipaje para salir a la mañana siguiente muy temprano, tal vez con suerte llegues para media tarde.