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"El Mago Oscuro de Rhudaur"

Capítulo I: Antes de caer la nieve

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11/02/2010, 20:12
Amlaith

Habiendo escuchado a mis compañeros, me pongo en movimiento. Puesto que Harandir me ofrece sus hierbas, no tardo en cogerlas. Me aproximo entonces hasta el fuego que ilumina la sala de la choza que ocupamos y no tardo en llenar un recipiente con agua. Hecho esto, voy desmenuzando las hierbas sobre el agua y pongo el cacharro a hervir.

Con cuidado de no quemarme, retiro el recipiente del fuego y vierto su contenido en un cuenco que se hallaba por el suelo de la choza. Aunque algo desportillado, servirá para mi propósito. Finalmente, vierto también una generosa cantidad de vino sobre la infusión y ya con esta lista, me aproximo a los heridos.

Me ocupo primero del recién llegado. Pues digamos que el gesto en su cara no es precisamente tranquilizador. Y cuando he logrado que trague un abundante sorbo, es el turno de Ivorwet. Dejo el recipiente ya vacío a un lado, sobre el suelo de la choza y examino atento los rostros de ambos heridos tratando de comprobar como reaccionan.

Al instante ambos parecen mostrar cierto grado de relajación y yo, asiento con la cabeza pues lo considero un buen augurio.

Una vez que me he ocupado de ambos heridos, me giro hacia el resto de mis compañeros para añadir.

Pues esta decidido. Al amanecer, nos marcharemos de aquí. Y recomiendo que apretemos el paso. Pues a mi al menos, si que me parece que esto es algo mas que una mera operación de rapiña. Os seré sincero. Casi parece un ataque que solo buscaba el exterminio de todos los habitantes del lugar. No, no es algo que me tranquilice. Tengo la sensacion, de que mas nos vale darnos prisa en llegar a nuestro destino. Pues es muy posible que seamos algo mas que necesarios.

 

- Tiradas (2)

Tirada: 1d100(+50)
Motivo: Sanando a Baga
Resultado: 79(+50)=129

Tirada: 1d100(+50)
Motivo: Sanando a Ivorwen
Resultado: 73(+50)=123

Notas de juego

Bueno. Por lo menos esta vez, he sacado tiradas similares para ambos.

Baga, 129.

Ivorwen, 123

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15/02/2010, 13:43
el viejo Pad

Después de ponerse todos al corriente de la situación en la improvisada reunión de la cabaña, el grupo decidió que ya era hora de descansar después de la dura jornada que habían tenido que soportar, así que dividieron el poco tiempo que quedaba para el alba e hicieron un par de turnos pues había varias tareas que requerían su atención, tales cómo cuidar de los heridos y vigilar el perimetro del poblado. Así, la noche transcurrió sin más incidentes y dió paso a una mañana soleada, aunque muy, muy fría.

El grupo de aventureros amanece en la pequeña cabaña y la primera noticia no es demasiado alentadora, el viejo Pad y Dagar han decidido que el primero abandone la expedición debido a su estado, además debe alertar de lo ocurrido, la capital de la región Thuin Boid podra extremar así las precauciones. El viejo puede andar pero los aventureros no disponen de otro medio para transportar al joven Baga, así que entre todos deciden llevarlo hasta el Tirthon para ver si allí pueden hacer algo por él. Pad os desea suerte y os estrecha la mano uno a uno.

-Suerte amigos, ha sido un placer conocerles, espero que no se encuentren con los que han hecho esto por el camino, a partir de aquí, un simple campesino herido cómo yo sólo sería una carga-

 

 

Notas de juego

Si alguién quiere abandonar la partida por cualquier causa este puede ser un buen momento, aunque espero que no dejeís a Dagar sólo.

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15/02/2010, 14:10
Amlaith

Tras corresponder A la despedida de Pad, digo.

Suerte en tu viaje de regreso. Pues solo necesitaras una poca para lograr pasar desapercibido.

Contemplo como, tras un ultimo gesto de despedida, abandona la cabaña en la que hemos montado el campamento al mismo tiempo que va despuntando el amanecer. Solo entonces, cuando Pad se pierde de vista entre las ruinas del poblado, me giro y añado.

Veamos que tal están nuestro par de heridos. Pues es hora de que nosotros también empecemos a movernos.

Y tras colgarme la mochila a la espalda, me dirijo hacia donde estan Ivorwen y nuestro nuevo compañero.

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15/02/2010, 16:55
Harandir

Nada más levantarme, cuando apenas despuntaban siquiera los primeros rayos de sol,  veo que había llegado por fin el momento de la primera partida, pues habían acordado que el malherido Pad abandonara el grupo.  Al fin y al cabo, vistos los problemas con los que podríamos encontrarnos en el camino, puede que la decisión no estuviera desacertada y lo mejor para que no se convirtiera en un estorbo fuera esa solución. Despido a Pad en silencio, siguiéndolo unos instantes con la mirada y listo para pasar página, preparado para ponernos en marcha de nuevo cuanto antes.

Taciturno, enseguida me dispongo a empacar mi equipaje, bien atado, y sujeto igual de firmemente el resto de mis pertenencias. Me daba la sensación de que el viento sopla más frio que ninguna otra mañana, cortándome la cara. Y, a decir verdad, tengo la sangre helada, no quiero siquiera acercarme para ver cómo se encuentra el chico, pues siento extrañamente una especie de responsabilidad para con él, y me inquieta pensar en si la curacion con la hierba había llegado a tiempo o no, en si es culpa mía o no que sobreviva...

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16/02/2010, 20:04
Lolyan Felagund

Con la imaginación truculenta de los cuerpos escarnecidos de los dunledinos de Maig Tuira, tal como lo había narrado Edha, presintiendo en adelante el cadáver de un desdichado en cada bulto que me quedaba al paso, he terminado la noche de custodio del descanso de los compañeros, tras haber confiado los menesteres de campaña en manos de los expertos.

La insinuación de Amlaith la tengo a fuego grabada en mis mientes: “Casi parece un ataque que sólo buscaba el exterminio de todos los habitantes del lugar”. Desconozco qué niveles de barbarie haya alcanzado la disputa entre los Cultirith y los Vulseggi, pero una hueste que lleva un séquito de lobos tiene trazas de ser inhumana.

Como me notaba con mal cuerpo, sin duda a causa de la misma consternación, aprovechando mi itinerario y conducido por las fragancias, he ido recogiendo de aquí y de allá unos ramitos de salvia y tomillo, la primera buena para evitar los resfriados, el segundo para aliviar la pesadez en el pecho –y aquí se agotan mis conocimientos en herboristería-.

Con el alba, he vuelto a la choza, a tiempo de escuchar la decisión de nuestro patrón: nosotros seguiremos hasta el Tirthom, la torre faro que se erige al norte del Camino del Este, y el viejo Pad regresará a Tuin Boid. En silencio, he preparado una infusión matutina, de textura aceitosa y sabor amargo, y tomado una taza, hasta que ha llegado la hora de despedirlo.

Entonces, he salido tras él, y he vuelto a escalar la muralla para vigilar la partida del conductor de carros.

Ahora, la colina lo oculta. Mis facciones se aprietan, observando en torno. Una nube de vaho corona mi cabeza. Me giro para observar las ruinas y me permito por unos instantes el ser testigo de la masacre de Maig Tuira, porque no es de bien nacido detenerse en la contemplación del infortunio, la cual es simiente de las morbosas inclinaciones.

Saltando del remate con agilidad, ya corro al servicio de los compañeros con que la fortuna ha querido que me acompañe.

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17/02/2010, 15:18
Baga Monturi

Las primeras luces del alba alejan de mis sueños los augurios de muerte. La noche da paso al día y con el una pequeña esperanza de salir de esta con vida. Me siento débil todavía pero mucho mejor que ayer. La herida de mi costado está bien vendada, he tenido suerte de caer en buenas manos. Noto que mis dedos no sostienen mi espada, y eso me pone intranquilo.

Entreabro los ojos un poco para poder ver que sucede a mi alrededor, veo a dos personas heridas y a un hombre de barba que observa mi descansar. No es un miembro de mi tribu, sus facciones se asemejan a la de los dunedain que suelen poblar estas tierras. Puede que sea uno de los nobles que hayan recibido nuestra llamada de auxilio; al fin y al cabo creo recordar que mi padre mandó a un mensajero en busca de ayuda...aunque no sirvió de mucho. 

Intento incorporarme un poco y noto una punzada aguda en el costado. La herida aún me duele y creo que me seguirá doliendo durante un tiempo. Espero que no se me haya infectado.

Noto mi garganta seca y aún tengo rastros de sudor por la frente y las mejillas. He debido pasar mala noche, muy mala noche. En mis labios noto un sabor extraño; un sabor de tierra...cómo si bebiera una infusión de raíces. Puede que eso fuera lo que me han dado esta gente que me rodea. 

Con esfuerzo logro abrir la boca y pronunciar unas cuantas palabras:

- Agua por favor...

Mi voz suena rota y sin el vigor que se que posee. Noto que las escasas fuerzas que tengo menguan por momentos; aún estoy débil como cuando enfermaba de crío. Pero se que me repondré ya que debo averiguar que le ha pasado a mi familia.

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17/02/2010, 22:44
Ivorwen

Lentamente abro los ojos y contemplo entre las brumas del sueño el lugar donde me encuentro. En un primer momento no reconozco la choza ni recuerdo porqué estoy aquí. Pero el suave ronroneo del gato que he adoptado, o él me ha adoptado a mi, quién sabe, hace que vuelva a la memoria el camino que hice al abandonar Tuin Boid. Camino que no hice sola. Alzo los ojos y mis pupilas reflejan la imagen del dúnadan que parece nos ha cuidado a los heridos. Entonces recuerdo el ataque del lobo y cómo otro estuvo a punto de abalanzarse sobre mí y convertirme en su comida cuando se fueron tan repentinamente como habían llegado. Instintivamente miro el brazo y lo veo bien vendado y sin que se aprecien las heridas abiertas. Huelo los restos del aroma de arkasu y supongo que nuestro explorador habrá hecho otra infusión con más hierbas.

Sonriendóle un poco y aún soñolienta le saludo aunque con un hilo de voz.

Hola Amlaith....

Miro alrededor y veo a todos mis compañeros ya equipados o poniéndose las mochilas: Edha, Harandir, Loylan, Dagar pero no a Pad.  ¿Dónde está Pad?

Y mientras digo esto me fijo en el chico que tenía cerca: un dunledino, parece. Y con una herida en el costado. Un superviviente de la aldea.

¿Y éste quién és? pregunto intentado incorporarme.

 

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17/02/2010, 23:07
Amlaith

Al fin el par de heridos, parecen reaccionar. Me aproximo al recién llegado y, en silencio, agarro mi cantimplora de agua. Tras destaparla la ofrezco. Y mientras bebe, escucho la frase de Ivorwen. Asiento satisfecho pues es indudable que esto es un signo de recuperación y contesto a Ivorwen

Pad ha decidido dar media vuelta. No es algo que pueda censurar pues no son estas circunstancias adecuadas para que alguien de su edad este de viaje por estos caminos.

Ahora, miro al otro herido antes de añadir.

Y este joven, por lo que se, es Baga, pero de su historia, sabe mas Harandir que yo. Cuando haya recuperado fuerzas, creo que nos vendrá bien escuchar su historia.

Mientras hablo, el joven Dunledino llamado Baga, bebe con avidez. Me aproximo entonces un par de pasos y recojo la cantimplora diciendo.

Suficiente. No es adecuado que abarrotes el estomago estando vacío.

Le ofrezco la cantimplora medio llena a Ivorwen por si necesitara algo de liquido mientras añado.

Ante todo, aprovechad y reponed fuerzas. Si tenéis algo de hambre, solo tenéis que decirlo. Pero ahora, vuestra prioridad es descansar y recuperaros. Hemos de partir lo antes posible.

 

Notas de juego

Modificado, ya es por la mañana.

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18/02/2010, 08:51
Director

 

Después de explicarle a Ivorwen lo ocurrido, con un claro mejor humor tras ver la mejora del estado de los heridos, la pequeña caravana vuelve a ponerse en marcha en dirección al Thirnton. Los aventureros van dispuestos cómo en los días anteriores de camino, Lolyan y Harandir van delante, Amlaith va en el centro y Edah en la retaguardia, mientras que Dagar, Ivorwen y el joven Baga van subidos en uno de los carromatos.

El sol brilla en el cielo despejado pero el frío es muy intenso, Dagar informa de que este tipo de días es muy frecuente en estas tierras, un frío seco con cielos sin una nube, pero con temperaturas bajísimas. Poco a poco el camino se va haciendo más estrecho, sin duda es una zona menos frecuentada que la de los días anteriores ya sea porque es mas complicada orográficamente, con continuas subidas o bajadas, o porque la vegetación se va cerrando poco a poco. Por esta razón, algunos de los aventureros se alegran de haber abandonado la llanura sin protección de jornadas anteriores, y otros se asustan al saber que podrían ser asltados en cualquier recodo del camino. La mañana transcurre tranquila y a pesar del estado de algunos, los viajeros se muestran bastante satisfechos por la distancia recorrida, y sobre todo, por no haberse encontrado ninguna dificultad por el momento, alrededor del medio día, la caravana decide parar de nuevo a almorzar.

 

 

- Tiradas (6)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Salud Baga
Resultado: 19

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: encuentros
Resultado: 50

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: encuentros tarde
Resultado: 13

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: encuentros
Resultado: 19

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: % aparición
Resultado: 59

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: encuentros
Resultado: 75

Notas de juego

Por cierto, Px:

-Amlaith: 250
-Baga: 250
-Edha:
-Harandir: 250
-Ivorwen: 250
-Lolyan: 400

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25/02/2010, 13:57
Amlaith

El amanecer nos sorprende ya en camino. Y durante toda la mañana, avanzamos hacia nuestro punto de destino por un paisaje que va cambiando paulatinamente. Atrás quedaron los prados ondulados. Y ahora, el camino serpentea por unas lomas de no demasiada altura pero que dejan ver, numerosos afloramientos de roca.

Con cierto grado de intranquilidad, avanzo en el centro del grupo echando de vez en cuando alguna mirada a las cimas de estas lomas. Pues son, sin duda, un magnifico punto de observacion desde el que vigilar a cualquiera que transite por este sendero.

Al fin llega el medio día. Y con el, una breve pausa para almolzar. Me desabrocho la capa mientras me dirijo hacia los carros y esta, ondea a causa del constante viento. Mientras mis compañeros se van reuniendo, yo me limito a tragar con cierta rapidez, pan y algunos tasajos de carne. Y es únicamente con agua, con lo que riego la comida. Y puesto que yo ya he terminado, me limito a decir.

Apresuremos en volver a movernos. Intentemos estar parados el menor tiempo posible.

Dicho esto, me aproximo al carro que transporta a los heridos. De mi mochila saco mi pellejo de vino y lo ofrezco mientras añado.

Desearía que pudierais tomar algo caliente. Pero de nuevo, no me apetece que una humareda delate nuestra posición. Para compensar la falta de una comida caliente, bebed lo que necesitéis. Pero cuidado con la dosis.

Y sonrio al decir esto.

Pues este vino proviene de los viñedos de las riberas del mar de Rhun. Mas allá de Rovhanion. Y por todos es conocido no solo su sabor, sino sus otros efectos.

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25/02/2010, 20:56
Ivorwen

Y sonriendo respondo al dúnadan: jeje, tranquilo, ya tuve suficiente con la que enganché en Bree, un trago para mí será suficiente.

Bebo un sorbo del vino del que tan bien Amlaith ha elogiado sus virtudes. También doy algunos bocados a la carne que ha sido repartida y comparto algún trozo con el gato, cuando éste ya se ha cansado de entrar y salir del carro buscando ratones y se ha acurrucado a mi lado cuando hemos parado.

El vino me reconforta y apacigua la sensación de frío: todo el día he estado adormecida acurrucada dentro del carro con la manta de la mochila y no me siento muy útil en mi estado.

Qué ganas tengo de que me sane la herida y poder volver a caminar como una más!

Después, dirigiéndome al otro herido-

Baga, ¿estás mejor? ¿Podrías, si te encuentras con ánimos, de contarnos tu historia?

 

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25/02/2010, 21:29
Harandir

Una vez más, la mañana había transcurrido sin contratiempos, avanzando en vanguardia del waenosh junto con el elfo. Hacía frío y el viento venía congelado, pero a pesar de la falta de mi capa no lo acuso en demasia como podría esperarse. Sin embargo, a pesar de lo apacible que estaba siendo la jornada de viaje, después de lo que había visto en Maig Tuira no la afrontaba de ninguna manera de forma relajada. Una oscura sensación me revueve por dentro, pues tengo el mal presentimiento de que detrás de esa calma aparente algo nos esperaba, acechándonos; el terreno era ahora mucho más sinuoso, y podrían asaltarnos en cualquier momento. En mi cabeza no puedo dejar de pensar en el extraño comportamiento de la manada de lobos y huargos, retirándose ya dos veces, como si esperaran su momento, como si algo les mantuviera expectantes con nosotros ¿Estarían todavía sobre nuestros pasos las bestias? ¿Había sido de verdad buena idea dejar a Pad volver sólo?

 
Entre esas cávilas y tensión transcurre mi mañana. El paisaje se había vuelto mucho más frondoso comparado con la yerma planificie que nos acompañaba últimamente, cuando llega por fin la hora de almorzar. Sentado en una roca, escucho a Amlaith comentar unos metros detrás mío sobre su vino, junto al carro de los heridos. Masticando todavía, con la comida medio llenándome los dos carrillos, me giro y le pregunto:
 
-¿Tienes vino de Dorwinion en el odre, Amlaith? Lo he probado sólo un par de veces, hace años ya. Es fuerte, pero muy bueno... realmente bueno -recalco, mientras observo a Ivorwen beber- No he catado nunca mejor...
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25/02/2010, 21:41
Amlaith

Me giro hacia Harandir mientras asiento sonriente.

Muy bien amigo mio. Imaginaba que al menos tu serias capaz de situarlo con exactitud. Así es. Es de Dorwinnion. En la desembocadura del rio Rápido.

Y puesto que yo ya he terminado de comer, le hago una seña a Harandir y añado.

Deja que beba algo Bago, pues lo necesitara y después, si quieres, echale un trago a mi viejo odre de vino. Pero no tardeis demasiado. Quiero reemprender la marcha lo antes posible.

Dicho esto, permanezco cerca de los carros pero mirando alternativamente a uno y otro lado del camino. De momento, el único sonido que logro percibir, ademas de a mis compañeros comiendo, es el ulular del viento. Y es algo que me resulta molesto. Pues su silbido constante, podría enmascarar otra clase de sonido. El ruido que podría hacer algún grupo aproximandose a nuestra posición.

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26/02/2010, 08:20
Baga Monturi

Escucho en silencio lo que hablan los extraños que me han curado. Quieren saber lo que le pasó a mi aldea; intento recordar nítidamente todo los sucesos de aquel día. La voz de alarma de uno de los vigías acallada con el disparo de una flecha con penacho negro; las carreras para esconder a las mujeres y niños; la lucha sin cuartel que ofrecimos para que algunos lograran escapar de las garras de esos hijos del más oscuro de los seres.

Aprieto los dientes en señal de rabia al recordar todo claramente. Una lágrima resbala por mi mejilla; una lágrima de rabia...de ganas de devolverles el daño hecho a mi pueblo...Una lágrima de venganza.

Con una voz algo ronca empiezo a contar los terribles sucesos en los que me vi envuelto. Agaché la cabeza ya que no quería llorar cuando empezase a contar y sobre todo no quería que nadie me viese llorar.

- Todo empezó de madrugada...algunos de nosotros salimos con el rebaño de ovejas hacia el oeste...donde están los mejores prados en esta época del año...no nos alejamos mucho...dos o tres millas...al poco de llegar mi primo Ebran encontró unas pisadas...eran muchas...de por lo menos diez o doce hombres....puede que más...iban en dirección al Norte así que decidimos marchar varios al pueblo para avisar ya que podían ser ladrones de ganado...

Tomo aire y suspiro para contener la rabia que siento; le pego un trago al odre para templar mis nervios y prosigo:

- Fuimos corriendo para avisar a los nuestros; el pueblo estaba tranquilo...parecía que no se habían acercado...suspiramos de alivio...mi padre ordenó poner vigías en los alrededores para evitar ser sorprendidos y todos los hombres fuimos armados por si acaso intentaban robarnos en ganado durante la noche...

Le pego otro pequelo trago al odre del dunadán. La calidez del vino me reconforta, es una extraña sensación ya que realmente ahora mismo lo único que me interesa es encontrar a los malnacidos que hicieron esto y darles caza como a bestias.

- Durante mi guardia empezó todo...aprovecharon la noche con luna para atacarnos...se acercaron en silencio...ni nos dimos cuenta hasta que una flecha atravesó a uno de nuestros vigías...cayó a mi lado sin emitir ningún ruido...di la voz de alarma y nos preparamos para el combate...se lanzaron hacia nosotros sin cuartel...atacaron desde el norte y el sur...los del norte eran hombres como nosotros...los que vinieron desde el sur eran bestias...eran gente pequeña y extraña...mordían los cadáveres y golpeaban a los muertos...eran bestias salvajes...

En ese momento no aguanto más, rompo a llorar sin poder evitarlo. Las lágrimas de rabia salen de mis ojos y empiezan a bañar mi cara. No puedo evitarlo ni tampoco quiero. Agacho la cabeza y sollozo mientras articulo palabras rápidamente:

- Eran muchos...luchamos pero no aguantamos mucho...intentamos darle ventaja a las mujeres y niños pero esos hombres los cazaban como a animales...creo que ataron a algunos de ellos y se los llevaron...a los demás los mataron...junto a mi padre y a mis hermanos los aguantamos en la posada...matamos a varios pero seguían viniendo...mi padre y mis hermanos fueron cayendo uno a uno...yo seguí luchando hasta que un mal nacido me tajó el costado... - sonrío maliciosamente - ...a ese mal nacido me lo llevé conmigo...le clavé mi espada en el vientre y le abrí en canal como se abre a un cerdo... - hago una pausa para respirar y secarme las lágrimas y prosigo - ...luego caí contra una de las paredes y parte del techo se me vino encima...quedé oculto y no se percataron de mi presencia...y luego aparecísteis vosotros...aunque no se cuanto tiempo pasó desde aquella...

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26/02/2010, 12:31
Harandir

 Me encuentro a punto de preguntarle a Amlaith su opinión sobre el comportamiento de los lobos, cuando Baga comienza a hablar, con la cabeza gacha. Seguro que mil sombras estaban pasando por su cabeza, pero me alegro de que se haya podido recuperar lo suficiente como para hablar sin divagaciones. Le escucho atentamente contar su relato, y también yo agacho la cabeza, pues todo eso me sonaba demasiado familiar...

Aguardo a oir por completo la historia del chico, hasta que empiezo finalmente a pensar en voz alta:

-Si unos eran hombres del norte, quizás se traten de Vulseggi. Las otras criaturas... -me dirijo directamente a Baga, serio- ¿eran deformes y su sangre negra como la turba y viscosa?... seguramente fueran... orcos... El corazón de esos hombres debe de estar igual de negro si se han unido a esos engendros...

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26/02/2010, 12:40
Baga Monturi

 Ante las palabras del hombre de barba le respondo con presteza. Recuerdo bien haber herido a alguno de esos hombres-bestia.

- Nunca he visto a un orco en mi vida...pero esos seres eran humanos...su sangre era tan roja como la mía... traspasé con mi espada a un par de ellos pero aún así se levantaban y seguían luchando...no les importaba ser heridos...no temían a la muerte...es más parece que la ansiaban...

Recuerdo su vestimenta y sus armas eran toscas pero efectivas así que le comento eso aún con las lágrimas recorriéndome las mejillas. Mis ojos están rojos y me escuecen al recibir la claridad del día pero miro directamente al hombre de barba larga y se lo comento:

- Vestían con pieles de animales colocadas toscamente sobre su cuerpo...su pelo estaba sucio y enmarañado con rastros de paja y hierbas...sus caras sin afeitar y sus dientes eran oscuros...recuerdo sus lanzas, hechas de piedra y hueso...muy toscas pero muy afiladas...vi morir ensartados a muchos de los míos en ellas...esas lanzas perforarían la más gorda de las corazas a pesar de ser rudimentarias...esa gente era extraña...y solamente espero a poder verlos de nuevo por las ansias de venganza que mi corazón suplica...si no preferiría recorrer las tierras salvajes solo antes que volver a cruzarme con ellos...

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26/02/2010, 13:26
Harandir
Permanezco callado, asintiendo levemente mientras frunzo el entrecejo al escuchar las explicaciones del joven guerrero. Manteniendo mi vista fíjamente en él, veo ahora cómo tiene el rostro empapado en lágrimas. 

Me encontraba confuso, en toda mi vida no había oído hablar de seres como los que comentaba el chico. Esa gente parecían hombres, pero mordían a los cadáveres y manejaban un armamento muy rudimentario... Se comportaban como verdaderas bestias... 

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26/02/2010, 14:45
Amlaith

Cruzado de brazos escucho el relato del joven Baga. Y no puedo evitar cierto gesto de preocupación. Y cuando el joven termina su historia, suspiro levemente antes de decir.

Lamento la perdida todos tus seres queridos. Esto que nos has contando hace que desee llegar aun antes al Thirthon. Pues cada vez queda mas claro para mi, que esto es algo mas que una mera incursión de hombres de alguna tribu desconocida.

Miro ahora a mis compañeros antes de continuar.

Aunque mis viajes me llevaron hasta las costas del mar de Rhun, nada se de los vastos territorios que se hallan mas allá. Pero mas preocupante que la clase de gentes a las que podamos enfrentarnos, me resulta la posibilidad de se hallen guiados por una voluntad que los impulse. Si, creo que en cuanto podamos, hemos de reemprender la marcha. Pues empiezo a pensar que de nuestra llegada pueden depender las vidas de los que esperan estos suministros.

Dicho esto, recojo el odre de vino y tras taparlo, lo guardo en mi mochila. Es evidente que el relato de Baga, nos ha afectado a todos de una u otra forma. Y por mi parte, una vez que me he vuelto a colocar la mochila a la espalda, aguardo a que mis compañeros se preparen para partir.

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26/02/2010, 16:07
Baga Monturi

Uno de ellos tiene prisa en llegar a ese pueblo, lo veo normal ya que por la noche los lobos merodean estas colinas y más ahora con la sangre y carne descompuesta de mi pueblo que cubre sus verdes tierras. Empiezo a recordar más cosas sobre esos seres; no los escuché hablar en ningún momento. 

Gritaban de júbilo o gruñían; aunque su rostro era humano sus almas eran de bestias. Bestias de la oscuridad; con un corazón seguramente más negro que una noche sin luna. Recuerdo las viejas historias que me solía contar mi abuelo; en una época lejana en la que no había sol y luna y las estrellas no iluminaban el cielo. En esa época unos seres mitad hombre mitad bestia atacaron el poblado de mis antepasados en el Este; los masacraron y dieron caza por el simple hecho de que les divertía hacerlo. Ellos fueron la causa de que mi pueblo comenzase el eterno viaje hacia el Oeste; hacia las "Tierras Verdes"...el hogar que morarán los hijos de nuestros hijos algún día. El paraíso. Puede que estos seres no quieren que lleguemos a esas tierras y nos hayan seguido.

Sacudo mi cabeza para alejar los malos pensamientos, no debo tenerlos ahora. Mi cabeza tiene que estar fría y en su sitio; tengo que vengar a mi familia y devolver el honor a mi clan. Ahora mismo es lo más importante, todo miedo que posea tiene que desaparecer. Mi corazón solo ha de contener valor para enfrentarme a los causantes de todo ello. Sólo valor y coraje.

Intento incorporarme para poder caminar un rato junto al carro si emprendemos la marcha pero la herida en mi costado me lo impide. Ahogo un grito de dolor; vuelvo a sentarme y relajo los músculos. Agarro con la mano derecha mi espada; la observo con cuidado durante unos segundos y compruebo que está sucia y tiene el filo algo mellado. No puedo permitir eso en ella; sería una deshonra hacia mis ancestros. Alzo un poco la voz y pregunto a mis benefactores; ya que sino llega ser por ellos ahora mi carne sería alimento de los lobos. 

- ¿Alguno de ustedes tiene aceite y una piedra de afilar que pueda dejarme? La espada de mis ancestros está sucia y mellada a causa de los golpes que ha recibido...para mí es muy importante mantenerla en perfecto estado; mi abuelo me la confió antes de morir y el la recibió de su padre y este del suyo...sería una deshonra no darle el trato que ella se merece... - digo mirándola mientras con la manga de mi camisa limpio la sangre y la tierra que cubren la empuñadura.

Notas de juego

 

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26/02/2010, 18:01
Ivorwen

Escucho silenciosamente el relato del joven Baga, sintiéndome apesadumbrada por él y por lo que había tenido que pasar, y cabizbaja y con los hombros caídos sus palabras penetran en mis oidos.

Al escuchar la parte en que describía los seres que se habían encarnizado con los aldeanos levanto la vista sorprendida, en busca de las miradas de mis compañeros. Había escuchado historias sobre los orcos a mi padre y los demás montaraces dúnadan, sobre su repulsiva apariencia y su maldad.

Harandir le pregunta directamente pero Baga responde que no lo eran, sino que eran humanos.

Me resulta tan difícil de creer que algçun hombre haya podido caer tan bajo como para comportarse como bestias sedientas de sangre que incluso un orco me parece mejor. Al menos éstos son bestias que no pueden comportarse civilizadamente...

Poniéndole amistosamente la mano en su hombro, algo aparatosamente pues está sentado a mi derecha y tengo que hacer un movimiento raro para acercarle el brazo izquierdo, con mi voz que muestra la solidaridad y acompañamiento en su congoja

Lamento tu pérdida, Baga. Nos dirigimos al Thirton y daremos la voz de alarma. Esas bestias obtendrán su merecido.

En eso intenta ponerse de pie y pero la herida es demasiado reciente: Mejor que te quedes en el carro. No, lo siento, no tengo aceite. Pero quizá los demás sí, digo señalando al resto: la silenciosa Edha, Harandir, Amlaith y Loylan.