Partida Rol por web

Carster duda por un momento mirando alternativamente a Amrod y al monstruo

Carster se queda quieto un instante, mirando fijamente a los ojos a la criatura. Todos sabéis lo que está pensando. Lo lleva escrito en la mirada.

Sólo queda Anäril entre el troll y Carster y no parece que el humano vaya a evitar la lucha con la criatura.

El humano da un paso más, poco a poco os dáis cuenta que la duda que deseais turbe su mente, no es tal. Un paso más. Esta decidido.

Pendiente como estoy de los movimientos de la criatura apenas me doy cuenta de nada más. De repente, Carster aparece en escena. Da un paso, se detiene. Luego otro. Su mirada fija en las cabezas que continúan discutiendo no da lugar a la duda sobre sus intenciones.

Por todos los Valar, va a hacerlo - durante un momento no sé cómo reaccionar, embargado por mis sentimientos, entre la tristeza y la cólera - tanto riesgo, tantas molestias, y cuando casi lo habíamos conseguido...no ha servido de nada. Maldita sea la imprudencia de los humanos...

Consciente de que la lucha es inevitable, comienzo a rodear a la criatura, tratando al menos de obtener una ventaja táctica atacándole desde atrás cuando, finalmente, se desencadene el combate.

Carster se acerca decidido, saboreando la batalla de antemano, soñando despierto con la gloria y el placer del combate. Pero nota una mano sujetar su brazo derecho, rompiendo su ensimismamiento. Ranëdhel se ha acercado corriendo a él en cuanto a visto como ignoraba a Amrod.

- Habrá tiempo de sobra para eso. No va a morirse sin ayuda.- Vuelvo a sonreir al combativo humano, esta vez con complicidad- Entre ronda de cerveza y ronda de cerveza alguien va a tener que enseñarme a desenvainar la espada; la mía aún se atasca en la vaina cuando vamos a comenzar un combate.- Miro a la bestia discutiendo consigo misma sin miedo, y luego vuelvo a encararme con Carster.- Vamos.

Er erantaso, Ranëdhel, hiswe alcarin firele verca ósanwe!! - Apártate de él, Ranëdhel, morirás por la niebla de gloria que ha empañado su juicio. - ordeno imperiosamente cuando veo al sinda acercarse a Carster - Vuelve con los otros, aquí no puedes hacer nada!! - insisto, desesperado, en lengua común.

No podrá detenerle, y aunque lo consiguiera nos pone en peligro a todos, si la criatura se fija en él no podré protegerle...¿es que la locura de Carster es contagiosa?

No te preocupes, la primera ronda es mia, esto no llevara mas de un par de minutos responde al elfo, agradeciendo su palmada de animo antes de lanzarse al combate, directamente hacia el bicho, desenvainando en el ultimo momento

Su decisión es admirable, tal vez sea incluso capaz de derrotarle.- Son los pensamientos de Ranëdhel según Carster se suelta con la misma soltura con que desenvaina para lanzarse sobre la criatura.

- Runahé ni, tran' lor ômin Anäril! Sua anfa gothdol i tale!- Me desplazo a un lado y arrojo un cabo de la cuerda que llevaba ya preparada a un lado del noldo. Espero que esté de acuerdo.

Su decisión es admirable, tal vez sea incluso capaz de derrotarle.- Son los pensamientos de Ranëdhel según Carster se suelta con la misma soltura con que desenvaina para lanzarse sobre la criatura.

- Runahé ni, tran' lor ômin Anäril! Sua anfa gothdol i tale! (¡Ayúdame, coge el cabo Anäril!¡Esperemos que este engendro sea tan torpe como lerdo!)- Me desplazo a un lado y arrojo un cabo de la cuerda que llevaba ya preparada a un lado del noldo. Espero que esté de acuerdo.

No consigo comprender lo que mis ojos están viendo. Lo que en principio parecía una táctica de Anäril para distraer al monstruo y pasar desapercibidos, se ha convertido en una afrenta personal de Carster que parece que le importa poco el futuro de la misión.

No pensé nunca que Carster fuera tan egoista, sólo pensaba que era orgullo y no estupidez lo que rondaba por su cabeza. Tenía que priorizar la seguridad del grupo antes que su propia gloria.

Miro a un lado y a otro. Anäril parece preparado para plantar cara junto al guerrero. Asi que preparo el arco por si necesitan un pequeño apoyo desde la distancia.

No hay tiempo para hacer nudos - pienso, tomando el cabo de la cuerda que me arroja Ranëdhel - y con Carster ya encima no me atrevo a intentar capturar su brazo armado o rodearle. Lo único que se me ocurre es tratar de cruzarla por encima de una de las cabezas, la que aún está discutiendo sin desenfundar. Pero no podrá tirar el sólo, la criatura es demasiado fuerte y yo debo quedarme para ayudar...

La cabeza, y luego tira hacia los demás, rápido - grito por fin a Ranëdhel.

En cuanto Anäril coge su cabo me uno a Ranëdel y tiro de la parte de la cuerda que está en nuestro poder con todas mis fuerzas, que tampoco son muchas.

-Ay, espero vivamente que podamos acabar rápidamente con la bestia y que el combate no nos debilite demasiado; Temo que el verdadero desafio a nuestras fuerzas se haye en el interior de la cueva y que combatir contra el Ettin cuando podríamos haberlo evitado sea el mayor error que hayamos cometido nunca.

Rodeáis a la criatura con la cuerda ante la atónita mirada de Carster que se detiene frente al troll con la espada al descubierto.

Parece que el "nudo" es efectivo y la criatura gruñe tratando de liberarse, increpandose a si misma por dejarse hacer el nudo. Un paso en falso y la criatura cae al suelo estúpidamente lo que la hace enfurecer.

Casi de inmediato se pone en pie y estira los brazos rompiendo la cuerda con la que la atáis acompañando la acción con un gruñido. Todavía pende un cabo del cuello del troll pero dudáis que podáis retenerle con vuestra fuerza.

Tenéis poco tiempo antes de que el troll, ahora sí enfurecido, comienze a repartir golpes con el martillo que ahora esgrime en su mano izquierda o la maza que culega del lado derecho del cinturón. Ante él, Carster contempla la escena impasible. Reconocéis ese brillo en sus ojos. Sabéis que es la última posibilidad y que Carster no va a tomar esa opción. Mucho os teméis que este encuentro os lleve a la muerte pero siquiera las nobles palabras de los elfos han hecho una mínima herida en el duro corazón de guerrero de Carster.

Es la última opción para escapar ... o de quedarse a luchar.

- Esperaba que al caer quedase inconsciente, mi plan ha fracasado amigos. - No tenía grandes esperanzas, pero la desilusión de Ranëdhel queda plasmada en su rostro.

- Carster avo garo tûr, han ni luá. Du erib dan ind, a rûth hwinia narthan. (Carster podría salir victorioso, más aún con ayuda. Si nos lo llevamos contra su voluntad, su ira cambiará su blanco.)-Dirijo una mirada bastante elocuente a Anäril, dispuesto a seguirle. Uso mi espada para cortar el cabo de cuerda unida al cuello y poder emplear lo que queda de ésta.

- Esperaba que al caer quedase inconsciente, mi plan ha fracasado amigos. - No tenía grandes esperanzas, pero la desilusión de Ranëdhel queda plasmada en su rostro.

- Carster avo garo tûr, han ni luá. Du erib dan ind, a rûth hwinia narthan.- Dirijo una mirada bastante elocuente a Anäril, dispuesto a seguirle. Uso mi espada para cortar el cabo de cuerda unida al cuello y poder emplear lo que queda de ésta.

Cuán equivocado está Ranëdhel ... nadie podría detener ahora a Carster.

Valiente Ranëdhel, nada de lo que hagas podrá cambiar el destino de Carster. Él mismo lo ha escrito al decidir atacar tan inconscientemente. Su irreflexión le llevará a la ruina de manera inevitable, pero no permitiré que por ello muera nadie más -diciendo esto, le empujo con todas mis fuerzas hacia el pasillo donde se encuentran los demás, apartándole de la criatura y tratando de que se ponga a salvo - vuelve al grupo, no hay sitio aquí para ti. Usad las flechas.

Después me giro en dirección a la criatura, protegiendo la retirada de Ranëdhel, interponiéndome entre los combatientes y el pasillo pero tratando de dejar una linea clara de visión por si alguien decide atacar a la criatura desde la distancia.

No podemos ganar, Carster - grito sin esperanza de que mis palabras sirvan de nada - moriremos aquí por nada.

No puedo abandonarle a su suerte...todo está perdido.

Con la tristeza por lo ineludible de nuestro destino embargando mi corazón, me dispongo a pelear con la criatura.

Alzando una ceja ante la complicada artimaña que parecian estar preparando sus compañeros, Carster se lanza contra la criatura, tratando de acabar rapidamente con el combate

Por que tanto problema?, cuanto mas grandes son mas fuerte caen, y aqui no hay marcos de puerta que estorben para pelear, asi que esto es cosa de tres golpes, ¿podra? moverse con una sola cabeza?

Tu, apestoso, ven para aca a ver si ese martillo sirve para algo mas que para abrir nueces

La locura se ha abatido sobre este hombre si piensa que es él sólo de vencer a esta criatura en combate singular, sólo espero que no nos arrastre con él.

Con el rostro sombrío saco el arco y me muevo un poco para obtener un mejor ángulo de tiro que no hiera Carster ni Anäril, sin alejarme demasiado de la abertura y manteniendome a una distancia prudencial del alcance de la criatura.