Partida Rol por web

Galopais sin demora por el camino del bosque internandoos cada vez más. A unos veinte metros de un pequeño arroyo encontrais una gran flecha que señala en dirección este, sacándoos del camino e internándose en la maleza, junto a un trozo de tela verde.

Maldita sea.

Mientras las dudas inundan mi mente, comienzo a cavilar:

Si me voy a buscar a mis compañeros, puede que escapen y no volvamos a encontrarlos jamás, o pueden hacer una conjura también contra el rey y la reina.

Soy un caballero preparado, nada me ha de dar miedo, y estoy perfectamente capacitado para hacerme cargo de este asunto yo mismo. Sólo es un caballero y una traidora.

Azuzo al caballo, y voy hacia ellos dos mientras grito:

-¡ALTO EN NOMBRE DEL REY  Y LA REINA, OS ACUSO DE TRAIDORES Y DEL ASESINATO DE SIR DUAIN, ENTREGAOS PACÍFICAMENTE Y NO OS PASARÁ NADA!

La dama suelta un grito ahogado mientras el caballero desenfunda su espada.-¿Quién sois y con qué autoridad pretendeis prenderme?.-

-Debemos darnos prisa, compañeros. No le perdamos la pista o todo habrá sido en vano. - Digo mientras arranco el trozo de tela y me lo guardo en el cinturón.

Estad atentos- dice Edga. No sabía lo que podían encontrarse cuando se adentrasen por la maleza, no estaba de mas ser precavidos.

Mientras avanzais por entre la maleza ois una conocida voz, la voz de Gallowein que  grita.-¡ALTO EN NOMBRE DEL REY  Y LA REINA, OS ACUSO DE TRAIDORES Y DEL ASESINATO DE SIR DUAIN, ENTREGAOS PACÍFICAMENTE Y NO OS PASARÁ NADA!.-
Parece cerca pero la maleza impide poder ir más rápido con el caballo, a riesgo de tropezarse y acabar debajo del animal.

Edgar detiene su caballo y descabalga. Tras esto, saca su arma y camina hacia lo que considera el lugar por donde ha oído el grito de Gallowain. 

Ya llegamos, compañero.

Salto del caballo y sigo a Edgar en silencio, tratando de no perder el paso mientras sujeto mi espadón.

Mantengo a distancia con el caballero mientras le digo a grito pelado:

-¡GUARDAD LAS ARMAS CABALLERO, SOY UNA PERSONA DE JUSTICIA, Y VENGO DE PARTE DEL REY Y LA REINA, SI OS ENTREGÁIS AHORA, TENDRÉIS UN JUICIO JUSTO TANTO TU COMO MAGDALENA!

Con el escudo cubro mi mano derecha que ya está acariciando la empuñadura de mi espada.

-Justo?.-Pregunta el caballero.-¿Fué Arturo justo cuando su lacayo Sir Duain asesinó a la familia de mi amada después de apoderarse del castillo?.-El silencio se hizo patente en el bosque.-¿Fué justo que durante diecisiete años el angelical rostro de mi dama fuera testigo de como su casa y sus legítimas tierras fueran saqueadas y ocupadas por Sir Duain?. Yo creo que no es justo que el alma de una dama que alberga esperanza sea despojado de ella, ni por Arturo ni por ningún ser de este mundo y si tanto insistís, mañana a medio día, decidiremos la culpabilidad o la inocencia que atañe a esta discusión.- 

Llegais al linde de un pequeño claro donde, enfrente vuestro y a pocos metros se encuentra Gallowein, todavía a caballo conversando con un caballero que viste una cota de malla, espada y escudo.  
Al parecer la dama le respalda pues está situada detrás del caballero que la protege y es la supuesta asesina o por lo menos, cómplice del asesinato.  
El caballero que viste una túnica roja y negra con un sol responde a Gallowein: -Justo?.-Pregunta el caballero.-¿Fué Arturo justo cuando su lacayo Sir Duain asesinó a la familia de mi amada después de apoderarse del castillo?.-El silencio se hizo patente en el bosque.-¿Fué justo que durante diecisiete años el angelical rostro de mi dama fuera testigo de como su casa y sus legítimas tierras fueran saqueadas y ocupadas por Sir Duain?. Yo creo que no es justo que el alma de una dama que alberga esperanza sea despojado de ella, ni por Arturo ni por ningún ser de este mundo y si tanto insistís, mañana a medio día, decidiremos la culpabilidad o la inocencia que atañe a esta discusión.-

-Me ofenden sus palabras, Sir Galahaut, ya que como todo el mundo sabe, Arturo y Ginebra son dioses por la gracia de Dios, y si Dios ha decidido que toda la vida de Magadalena y tuya sigan ese rumbo, ha sido por algo.

Callo por un momento, y prosigo:

-Os vuelvo a dar la oportunidad de rendiros y que redimáis las cuentas con el señor. Un juicio justo os aguarda, y si seguís emperrado en retarme, recordad que mi espada no la guía mi mano, sino que la misma que ha guiado siempre a Arturo y le ha llevado a ser el Rey.

-Jamás me arrodillaré ante aquellos a los que tú llamas dioses. Pues no son mas que hombres, como tu y como yo, que nos desprecian y dejan que caballeros supuestamente justos asesinen y roben, violen y maten a placer, pues esa sangre derramada es tan suya como de los que empuñan la espada y dan muerte con ella.-  

Oyes un crujir de ramas detrás de tí, te das la vuelta y contemplas a tus compañeros dispuestos y escuchando.

Creo que hemos llegado justo a tiempo- responde Egdar- aunque veo, Gallowain, que tienes esto mas o menos controlado- mantenía su espada desarmada, pero bajada. No había necesidad de amenazar: superábamos al hombre en 5 a 1. No tenía ninguna posibilidad.

Aunque una explicación sobre esta situación sería de agradecer- dice, mientras camina hacia el grupo, parándose solo a una distancia prudencial de los mismos. Solo por si había complicaciones y tendría que luchar. 

-La explicación es muy fácil compañeros.

Comienzo a andar hacia el traidor.

-Este caballero, ha asesinado a Sir Duain para vengarse de la muerte de los familiares de la chica con la que mantiene un romance secreto, que ella misma es la que tiene engañado al hijo de Sir Duain, y querian salir impunes de este hecho echandole las culpas al pobre heredero.

Me saco un guantelete y me sigo acercando a el.

-Ahora, como no atiende a razones, y está traicionando también abiertamente al rey y a la reina, me está retando a un duelo.

Le doy con todo el guantelete en la cara , y le digo:

-Acepto el duelo, dios guiará mi mano y mi espada mañana al mediodia, si salgo victorioso, significará que estais libre de pecado, pero si venzo, tendreis que acatar la traición que habeis perpetrado.

Comienzo a retroceder, y le digo:

-Mañana en el castillo del duque Sir Frederic, allí se sabrá quien tiene razón.

-No sereis decepcionado escudero.-La dama subió al caballo y tras ella el caballero que hace girar la montura.-Ni vos ni nadie sereis defraudado mañana. Pues así como el zorro da caza al conejo, el presente de la reina será mi presa. ¡HIAAA!-A la orden de marcha, el animal relincha y galopa por entre la espesura alejando consigo a los amantes.

Observo la marcha del caballo algo desconcertado y después me dirijo a Gallowain.

-Espero que estés seguro d elo que has hecho, asi como que dios esté de tu lado mañana.

Sin duda, deseo que sea mi compañero el vencedor, pero el relato de Sir Galahaut me hace pensar que quizás no todo e sblanco o negro en lo que a honor y verdad se refiere.

Observo a mis compañeros, y les digo:

-Caballeros, este va a ser un duelo que marcará historia, para bien o para mal. Me gustaría que fueseis mis padrinos, tengo la sensación de que no solo voy a pelear yo. No me fio nada de Sir Galahaut, se queja de que la persona que ha asesinado no tenía escrúpulos, pero el no ha sido mucho mejor, ya que ha asesinado a Sir Duain, y querían cargarle el muerto a su propio hijo -pauso un momento, y les digo- además, su última frase no me ha gustado nada, igual el conejo se torna lobo, y eso de que el presente de la reina será su presa, sobre mi cadáver.

Doy varios pasos hacia delante, y me giro para terminar el discurso:

-Si el rey Arturo ha permitido todo esto, es por algo. Al igual que Sir Perceval fue nombrado caballero por la gracia del rey Arturo para defender a la reina, y la su mano fue guiada por el espíritu de la justicia, aún siendo realmente un paje mas que un caballero, mañana tendremos que triunfar, y triunfaremos, ya que nuestra causa es justa, y defendemos la verdad y la justicia.

Levanto  el puño con la espada en mano por encima de mi cabeza, y grito a pleno pulmón:

-¡VIVA EL REY, VIVA GINEBRA!

Volveis al camino para dirigiros al castillo del Duque. Sin duda debe ser informado de vuestros descubrimientos al igual que la reina, quien ansía una respuesta a este deshonor en su torneo. 
Llegais a la posada donde os alojabais instruyendo al paje designado a vosotros que organice una audiencia privada con el duque y la reina. Una hora mas tarde se os cita en el castillo, en la misma sala donde hablasteis con Sir Frederic la última vez.

Subís las escaleras de caracol dejando atrás a los guardias. El salón privado del duque está lleno de gente, caballeros conocidos como Sir Fadoban, Sir Key el Senescal o Sir Ambrut y otros no tan conocidos acompañados de damas y doncellas que se hacen a un lado formando un pasillo hasta el sillón de roble tallado que ocupa la reina. A su derecha se encuentra de pie el Duque Sir Frederic.

-Acercaos nobles escuderos.- Dice la reina con voz autoritaria.-E informad de vuestros descubrimientos.

Edgar mira hacia Gallowain. Él había descubierto buena parte del caso que habían tenido que investigar, por lo cual que mejor que él para explicarlo.