Partida Rol por web

Hace dos semanas que terminasteis las clases en Hogwarts y finalizaste el quinto año sin problemas en los exámenes pero con bastante tensión con respecto a Vodemort y los mortífagos.

Suerte que las cosas salieron mucho mejor de lo esperado. Sirius es libre, Dumbledore y Harry dejan de ser presentados como mentirosos ante la comunidad mágica, se admite que el-que-no-debe-ser-nombrado ha vuelto, el ministro dimite y la orden gana algo de tererno a los mortífagos.

Parece que será un verano más tranquilo que el año pasado, aunque eso también depende de ti.

Ya estoy harta. Me da igual lo que diga nadie, aunque sea el director Dumbledore, voy a ir a por Harry. Le dije que solo pasaría un día con sus tíos y ya lleva dos semanas.

Y no sé él pero yo estoy que me subo por las paredes. He reorganizado mi habitación tres veces, aunque no es tan problematico pudiendo usar ya la varita, me he cambiado el pelo, he hecho ejercicio hasta quedarme dormida de cansancio....

Pero estoy harta. No se lo he dicho a ninguno de mis padres pro cuando esté ahí ya será demasiado tarde para que me frenen. Incluso me he metido en un sitio de esos muggles "ciber café" y un chico muy atento, y baboso, me explicó como usar google map. Vi la casa de los Dursley, la cale entera. Y un parquecillo cerca.

Es temprano, al menos no llega a las 12 de la mañana, cuando me levanto y bajo a la puerta de entrada, en modo pantera super sigilosa. Allí, antes de abrirla conjuro un muffliato para que no escuchen como se abre.

Una vez fuera, me aparezco en el parque cerca de casa de Harry. En cuanto me oriento comienzo a andar hacia el número cuatro de Privet Drive. Vestida para la ocasión.

Botas con tacón alto hasta justo por debajo de las rodillas y acabadas en punta, una minifalda escocesa bastante corta, pero no hasta el punto de ser un cinturón ancho. El cinturón ancho lo lleva puesto encima, de tachuelas plateadas sobre cuero negro.

Un top negro, de tirantes, no hace más que resaltar las buenas dotes de Karen. Será muy dificil mirarla a los ojos. Completan el "uniforme de putilla" unos guantes sin dedos casi hasta el codo. Si los llevo es para poder ocultar la varita, ya que no tengo otro sitio.

Labios pintados de negro, pero poco maquillaje más, no lo necesito. Y mi pelo de color rojo fuego. Casi como el de Ginny, pero no me ha quedado tan bonito.

Como me esperaba, para algo me he vestido así, por el camino me encuentro a Dudley Dursley y sus amigos. Si lo reconozco es porque le llaman "Big D". Ando hacia ellos, en algún momento alguno me verá.

Una mujer impresionante que anda por Privet Drive con cierto contoneo de caderas.

Todo el grupo se para según pasas a su lado, observándote enterita.

Amigo:- Menuda tía buena que estás hecha...

Amigo2 :- No sabes lo que te haría...

Amigo 3:- ¡Eh! ¡Big D! ¡Tíratela!

Dudley sigue el contoneo de tus caderas. Están todos más duros que otra cosa.

Amigo:- ¡Eh! ¡No te alejes tanto, preciosa!

Pongo mis manos en mis caderas parándome y girándome a mirarlos. Sonrío.

-Tengo algo de sed...¿Alguno vivís cegca?- miro directamente a Dudley, mordiendome levemente el labio inferior -Tal vez me apetezca algo más después...- le guiño pasándome el pelo hacia atrás.

Me abanico el cuello con la otra mano. Por él cae una gotita e sudor.

-Hace demasiado calog en Londgues...

Embobados completamente y puestísimos, le pegan a Dursley en la espalda pero es tanta mole que ni lo mueven.

Lo piensa detenidamente.

Sería el héroe de todos si me la llevase. Pero si mis padres vienen antes de que se vaya y vean las pintas que tiene...

Amigo:- ¡Big D! ¡A qué esperas!

Parpadea un par de veces más y empieza a caminar hacia ti. Una vez llega te indica que le sigas, eso sí, dándote un cachete en el culo delante de todos.

- Yo te ayudo.

Enarco una ceja ante el cachete.

-Ggacias. Es que he quedado pog aquí con mi novio Hagui. Pego no encuentgo la casa...y con este calog...cgueo que ega el númego cuatgo de Pgivet Dguive. ¿Me podgás llevag luego?

Todos pueden escuchar lo que he dicho. Pero las siguientes palabras solo Dudley mientras le dejo ver el final de mi varita un instante.

-Yo ya soy mayog de edad, Big D.

Se para en seco y empieza a sudar tras ver lo que eres. Los demás, que se han quedado flipados con el nombre de Harry y la dirección de la casa de Big D no saben cómo reaccionar.

Algunos murmuran que es imposible. Que será una broma.

Dudley por otro lado está algo bloqueado. ¿Qué hacer ahora? Bueno, ya se le ocurrirá algo para echar las culpas a Harry.

Comienza a caminar de nuevo hacia la casa. No quiere otro rabo de cerdo en el culo.

No habla de nada durante el camino y evita mirarte. Parece bastante cabreado y asustado.

Cuando entrais pasa al salón sin avisar a Harry ni decirte donde puede estar.

-Y ahoga, te matagué pog tocagme el culo.

Saco la varito y lo miro de forma aterradora.

-¡¡¡¡Hocus pocus babidi buu!!!!- la agito hacia él.

Casi me caigo de la risa al verlo tan acojonado.

-¿Hagui estás aguiba?- digo cuando me recupero.

Se ha caído del susto del sillón y ahora está como las cucarachas, moviendo las piernas sin poder levantarse.

No te responde. Solo grita asustado, lo que provoca que alguien baje las escaleras a toda velocidad y aparezca en el salón con la varita preparada.

Harry ha vuelto a crecer y parece más un hombre que un adolescente.

Jadea y se extraña al encontrarse contigo ahí.

Harry:- ¿Karen?

Sigo riéndome al ver a Dudley así.

-Pego que tonto es...

Me acerco a Harry y le rodeo el cuello con los brazos. Lo beso con ganas.

-Sí, soy yo. Y vengo a llevagte a mi casa. Estoy hagta de espegag.- frunzo los labios. -Así que vamos a haceg tu baúl.

Le cojo la cara con las manos y lo miro a los ojos. Por un momento puede ver algo de miedo y preocupación en ellos. PEro pasa rápido.

-Además quiego hablag contigo de una cosa muy seguia.

Me lo he pensado muy bien esas dos semanas...y es algo que tengo que hacer.

Se pone aún más serio al ver tu expresión. Es extraño. ¿Y si ha pasado algo?

- No puedo irme. Dumbledore vendrá a buscarme en dos días. Pero ven, hablemos arriba.

Te sujeta de la mano y empieza a subir por las escaleras hasta llegar a su habitación ignorando los gritos de Dudley.

- ¿Y qué haces vestida así?

La habitación es pequeña y tiene cosas desparramadas por todos lados. Te indica que te sientes en la cama y lo mismo hace él.

- Tú dirás.

-¿Que Dumbledogue vendgá a buscagte? ¿Paga qué?

Quería ver su habitación y por eso subí, pero cuando ya lo he hecho lo saco de la habitación.

-Te tgaegué de vuelta entonces, pego nos vamos de aquí.

Sin soltarle la mano lo guío fuera.

-Y mi gopa es solo paga que me viegan los amigos de tu pguimo y tu pguimo...no se cgueían lo que veían cuando dije que ega tu novia.- sonreí. -Aunque no me queda mal ¿No?

Fuera y ocultos de la vista le sonrío de nuevo.

-Sujetate fuegte, nos vamos a apagueceg. ¿Nunca lo has hecho no?

Rumbo a las afueras de La Madriguera.

- ¡Espera, Karen! ¡No pued...!

Pero apareceis en el destino en un abrir y cerrar de ojos. Harry está algo mareado por el viaje, pero aguanta en pie.

Ains... siempre indomable.

- Vale, ¿me dirás ahora qué ocurre?

-Clago. Pego espega un poco.

Mando un patronus a Ginny para que vaya a la pista de quidditch que tienen cerca. Sola.

Y hacia allí vamos los dos. A cada momento, no puedo evitarlo, estoy más nerviosa.

-¿Qué tal han sido estas dos semanas?- le comento mientras esperamos.

Ya empezamos con Ginny...

Te sigue con las manos en los bolsillos.

- Podían haber estado peor. Aunque me alegro de que Dumbledore me saque de ahí. No sé qué querrá, pero bueno, no creo que sea nada peligroso.

Ya en el campo de quidditch improvisado una chica de melena pelirroja está está esperando. Ginny también ha crecido y parece más madura. Os sonríe y os saluda con la mano.

Ginny:- ¿Qué haceis aquí?

- Eso mismo me pregunto yo.

Ambos te miran.

-Yo...sentáos pog favog. Y no me integumpáis.

Me muerdo el labio inferior, no seductoramente como con Dudley, sino nerviosa. No sé como decirlo ni que pasará.

-Es...no sé como exponeg esto. Es muy difícil. Y...- suspiro. Mejor soltarlo todo de golpe

-Hace casi tgues semanas estuvimos en muchísimo peliggo. Pudimos habeg muegto, cualquiega. Excepto Ginny, pego eso fue pugo azag que no viniega y sí Hegmione. Yo...estaba casi todo el tiempo pensando en que Hagui podía estag muegto cuando lo encontgaga.

Se me nota alterada...cosa extraña en mí.

-Y dugante estas semanas sé que habguía pasado lo mismo si hubiega sido Ginny. Ni Gon, ni Hegmy, ni Luna...Hagui y Ginny. Sois las dos pegsonas más impogtantes en mi vida. Pego viene de mucho antes. ¿Guecogdáis la noche del ataque al señog Weasley? Esa noche íbamos a acostagnos los tgues. No pudo seg. Yo...paga mí ega como una pgueba. Una fogma de...de compgobag si "esto" podguía funcionag.

Dejo pasar unos instantes.

-El peliggo es cada vez mayog. Voldemogt, Bellatgix...somos las dos pegsonas a las que más quieguen muegtas. A excepción de Dumbledogue clago. Lo más sensato seguía no estag atado a nadie. No dagles agmas paga hacegnos daño. Pego...la vegdad eso cgueo que seguía como dejagles ganag desde el pguincipio. Quiego estag con vosotgos. Con los dos. Es...

Agito mi varita y aparecen en el aire una K, una H y una G rodeadas cada una por un círculo dorado. La K está arriba, la H a la izquierda y la G a la derecha. Forman un triángulo.

-Yo quiego a Hagui.- una linea va de la K a la H. -Y Hagui me quiegue a mi.- otra linea, al revés.- Yo quiego a Ginny. Y ella a mí. O al menos eso creo.-dos lineas unen nuestras letras -La cuestión es...entgue vosotgos.- una linea de interrogaciones une sus letras.

-Sé que puede seg muy egoista. Sé que lo es. Pego...me gustaguía que este tguiangulo...- agito la varita y las interrogaciones cambian a dos lineas. -Fuega así. Yo...lo siento es...lo que deseo. Duele que sea de otga manega. Sé que os pido demasiado. Y no penséis...le he dado tantas vueltas a esto...no es un capricho. Tampoco es que quiega más a uno que a otgo. Ni que os quiega menos que vosotgos a mí. Yo no...no he guepagtido mi cogazón...solo se ha hecho más ggande. Es...maldito cgepúsculo, se me ha metido esa fgase...

No me atrevo a mirarles. Estoy agitada...asustada de perderlos a los dos. O a uno de ellos. Me mantengo sentada, con las piernas cruzadas, mirando mi mano que arranca hierba.

En un principio se miran como sonriendo pensando que se trata de una broma o algo, pero conforme ven tu nerviosismo y escuchan toda tu explicación sus expresiones son de desconcierto y luego de seriedad.

No parecen muy cómodos con lo que les acabas de explicar y pasan unos buenos minutos -en los que cada uno mira al suelo- sin hablar. Hasta que Harry termina por adelantarse a Ginny, pues ésta acaba de abrir la boca.

Harry:- Se puede querer a muchas personas, pero no amar a más de una. Lamento que no te sea suficiente conmigo, pero no voy a entrar en este juego porque no es lo que siento realmente.

Ginny permanece callada, escuchando.

Harry:- Si la necesitas a ella también es que no me amas lo suficiente.

Parece no creer eso de que el corazón se ha hecho más grande.

Harry:- Si el sentimiento no es completamente recíproco, entonces es mejor que lo dejemos aquí.

-No es ningún juego, Hagui. No lo es.

No quiero ponerme a llorar, me prometí que no lo haría auqnue sabía que pasaría algo así. Pero es difícil, muy dificil.

-Siento hacegte daño. Siento que pienses así...sé que es egoista, no soy ninguna niña tonta. Te quiego muchísimo, siempgue ha sido así. Pego...pego no puedo elegig. Yo...lo siento pego...segá mejog que...que lo dejemos entonces.

Se me quiebra la voz al final, aún no los miro a los ojos, no podría hacerlo y no llorar.

-Lo siento Ginny. Yo...yo no sé que piensas de esto. Pego si una pagte no quiegue...no tiene sentido. Os quiego a los dos, ahoga lo sabéis. Y no seguía justo estag con uno sin el otgo.

Trago con dificultad.

-¿Pue...puedes decigle a tu padgue que lleve a Hagui a su casa cuando llegue? Pegdonad las molestias.

En ese momento pueden ver mis lágrimas caer, incontenibles ya, aunque mi pelo tape mis ojos.

Desaparezco, apareciendo en la puerta del ba "Cabeza de Puerco" en Hogsmeade. Solo quiero un sitio tranquilo donde llorar sin que me molesten hasta que me tranquilice un poco. Pido una cerveza de mantequilla, que no tocaré, y me siento en la mesa más apartada.

Llamas la atención de las pocas personas que hay ahí levemente. En Cabeza de Puerco lo que más gusta es la soledad y los negocios sucios.

Te traen la cerveza de mantequilla en una botella que parece haber criado polvo por siglos y vuelven a dejarte sola.

Una bruja totalmente vestida de negro te mira de reojo junto a un chico al que le pega un empujón y éste termina por sentarse a tu lado.

¡Es Cedric!

Cedric:- ¿Cómo tú por aquí? Es raro.

Lo miro de reojo un momento, odio que me vean llorar. Me froto los ojos ya enrrojecidos. Duele incluso contener las lágrimas.

-Yo...queguía un lugag solitaguio paga estag sola. Y se me vino esto a la cabeza.

Trago la bola que tengo en la garganta, pero no se va.

-¿Qué haces aquí Ced?

Ha tenido la amabilidad de acercarse al verme mal. Por eso no quiero ser borde...pero no me apetece la compañía de nadie. He perdido demasiado.