Partida Rol por web

Jaali mira sorprendido a Morbo.

Tu espada habla? Es una espada magica? - Hace un gesto para tocarla pero el guerrero dice no con la mirada. - Desgraciadamente no conozco el conjuro para comprobar si es magica o no. O para encantarla - dice con indiferencia ante la velada amenaza del guerrero y obviando sus insultos - Se necesitan muchos mas recursos de los que dispongo. Y mucho mas tiempo

Jaali se queda pensativo unos segundos.

El hecho cierto es que nos dirigimos a un Templo olvidado de Nethys. El Dios de la Magia. Es posible que haya utilizado la espada para mandarte un mensaje. Segun tengo entendido, es un metodo tipico de Nethys para comunicarse con sus sirvientes. Aunque claro, lo raro es que te lo diga a ti y no a mi, que soy el mago. Supongo que si me lo dijese a mi, ninguno me creeriais

Se encoge de hombros con una sonrisa y le da una palmada en el hombro al guerrero.

Alegra esa cara! Ahora sabes que mientras yo este protegido la mision es un exito. Asi que soy la clave y tu tienes que protegerme... - le mira sopesandole - Bueno, no creo que puedas con el enano, pero espero le hagas entrar en razon si intenta algo, eh? Hay que tenerme protegido

Contento con su nuevo status, Jaali espolea al camello y se mueve hacia delante

Mientras se aleja Jaali, Morbo estupefacto por lo creible que resulta la historia para el mago, recapacita

"Resumiendo, o me hablaba un Dios a través de mi espada y dependemos de este gusano (estamos perdidos), o bien la alternativa es que oigo voces y estoy loco. Más nos vale que sea la segunda." "Ay que ver lo que da para pensar un viaje en el desierto..." mirando a la montura del enano sigue pensando "Pobre camello, aunque he oido que bien amaestrados son grandes matemáticos... Quién sabe con tanta arena como les de por contarla..." 

Tras el incidente con los gnolls el grupo continua su duro viaje por el desierto durante una semana más. No se producen más incidentes reseñables, excepto cruzarse con alguna caravana o grupos de nómadas que mantienen la distancia.

Al final de la segunda semana el paisaje empieza a cambiar, los trozos arenosos empiezan a desparecer hasta que el desierto de piedra es lo único que cruzan, y el terreno poco a poco comienza a empinarse, con pequeñas colinas pedregosas que a veces crear agradables trozos de sombra. Finalmente, el rio, un oasis y la ciudad de Solku aparecen en el horizonte.

Tres grandes edificios resaltan en la ciudad, las dos torres del Archivo de Tomos Eminentes, la mole de la Ciudadela Radiante(*) templo de los paladines de Serenae y la Rompepasos, la posada más grande a este lado de Katapesh (**).

Tras el agotados viaje el grupo agradece algo de descanso, mientras piensas en su oscuro destino a menos de dos días de viaje.

Ateela aprovechará el tiempo para pasar por la Ciudadela Radiante (Luminosa / Fluorescente) :-D a hacer / restablecer contactos y a coger algo de información sobre la daga, el templo de Nethys del que habló Jaali, o cualquier otra pieza de interés sobre la zona a la que nos dirigimos (y ya para nota, sobre Omar o su tío). 

Shrine of Magic: Hundreds of years ago reclusive priests
of Nethys, the god of magic, built a monastery in the
nearby hills where they could study forgotten and
dangerous magics. The shrine has been abandoned and
ruined for centuries.

- Buff, por fin llegamos, me estoy haciendo blando, pero la verdad es que agradecería una cervecita fresca. Tengo la garganta seca de tanto tragar arena del desierto.

Mira con cara algo menos hosca y con nuevos animos por poder dormir en un agradable colchón a la sombra se dirige al resto - Animad esa cara. Creo que a todos nos vendrá bien recuperar fuerzas ¿no?

Jaali lanza un suspiro de alivio al ver aparecer la ciudad. Tanto andar por el desierto y dormir en la arena le habia destrozado la espalda, y su reserva de pesh se habia agotado hacia dos dias. Eso hacia todavia mas irritable al mago. Asiente ante las palabras del elfo.

Si, vayamos a la Rompepasos, tiene buena reputacion y el primer desayuno suele ser gratis, si encontramos algun chaval de la posada cerca de las puertas de la ciudad. No se si alguno habeis estado en Solku antes, pero deberiamos dejar una contribucion en la Fortaleza Radiante. - Jaali nunca ha estado en Solku antes, pero ha leido bastante sobre la ciudad. Una vez mas aprovecha para iluminar a sus compañeros, gesto que sabe le agradeceran - Sugiero que nuestra radiante servidora de Sarenae lleve las monedas de plata que quitamos a los gnolls, agradeceran poner ese dinero en buen uso. Y el enano tambien, que comparten codigo de conducta.

Jaali se estira encima de la montura, incomodo con el bamboleo del camello.

Yo mañana por la mañana ire al archivo a hablar con el bueno de Talp. Quizas encontremos algun escrito o informacion sobre a donde nos dirijimos - dice Jaali con suficiencia a pesar de que ni conoce ni nunca ha visto al "bueno" de Talp. Pero bueno, eso el grupo no lo sabe. - Morbo, se que los libros te atraen menos que mirarte en un espejo pero quizas deberias acompañarme, no crees? - termina inocentemente

 Jonova hizo una pausa cuando la ciudad asoma en el horizonte. Aparece grande, maciza, densa... llena de vidas humanas. La joven, escondida tras el velo que la protege del desierto, contempla su destino. Sin comentario alguno azuza de nuevo el camello, por poco que le gusten las grandes comunidades de poco sirve retrasar su llegada.

 Jarael avanza a la par que el camello, el gran felino lo ha pasado mal, sus zarpas no están hechas para cruzar océanos de arena candente. Le irá bien descansar uno días mientras se recupera de la travesía.

Sugiero que nuestra radiante servidora de Sarenae lleve las monedas de plata que quitamos a los gnolls, agradeceran poner ese dinero en buen uso.

Aunque se mantiene en silencio, a Ateela le parece bien la sugerencia de Jaali. Ya tenía pensado pasar por el templo a saludar a algunos conocidos y hacer algunas preguntas. 

Os esperaré en la taberna, si necesitáis algo. informó Dorwas dirigiéndose a la mesa más cómoda y mejor situada que pudo encontrar, donde siempre tenía un plato de comida y una jarra de cerveza listo para ser degustados.

Tras descansar dos días en Solku, el grupo abandona la ciudad para continuar hacia su destino. Aunque han abandonado el desierto, las colinas rocosas y áridas alrededor de la ciudad no hacen el viaje mucho más agradable a nadie excepto a Jarael. El gran felino, a pesar del calor se siente mucho más en casa en este terreno. Si la temperatura se ha reducido un poco, la sensación de peligro aumenta también, a diferencia de la primera parte del viaje, que transcurrió por la relativamente transitada ruta comercial entre Katapesh (*) y Solku, en esta segunda parte no os cruzáis con nadie.

El primer día y la primera noche transcurren sin problemas a pesar de que el grupo atraviesa una zona totalmente desierta.

El siguiente día se plantea complicado, una cosa es situar un pequeño templo en un mapa, otra muy diferente encontrarlo en este terreno lleno de valles y colinas. Camináis despacio, mirando todos los valles y dudando de cual es vuestra posición exacta.

Finalmente divisáis a una figura humanoide, vestida con harapos al estilo de los nómadas del desierto, y con el rostro cubierto, sentado en una roca en la cima de una colina cercana. El hombre parece haberos visto desde hace rato y os hace señales para que os acerquéis a el.

Dorwas, creo que te acompañaré, me vendría bien una cerveza... o siete. Al irse con Dorwas le echa una mirada a Jaali y dice "No os metáis en lios"

A Ateela le ha sentado bien la visita a Solku. Aunque no ha descubierto nada en particular en relación con el derruido templo de Nethys, ha vuelto a encontrarse con antiguos compañeros de aventuras y han compartido bebidas, sentimientos, y recuerdos. Está muy animada.

Finalmente divisáis a una figura humanoide, vestida con harapos al estilo de los nómadas del desierto, y con el rostro cubierto, sentado en una roca en la cima de una colina cercana. El hombre parece haberos visto desde hace rato y os hace señales para que os acerquéis a el.

Tapándose los ojos con la mano, la sacerdotisa se dirige a sus compañeros: 

- Puede que me engañen mis ojos, pero creo que este hombre lleva ricos ropajes debajo de los harapos. No es esta una región para ir vestido así, así que podría ser Omar. Acerquémonos, pero mantened los ojos muy abiertos. Si Omar cayó bajo la maldición de los licántropos, como parece seguro, podría ser peligroso. Especialmente tú, Jonova, pues es posible que Jarael detecte algo antes que cualquiera de nosotros. Una sorpresa en el momento equivocado puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, como con el pobre Safy... o Safly... con el amigo de Omar. En fin, vamos allá y que Sarenrae nos acompañe. 

Ateela encamina su camello hacia la colilna donde está el desconocido.