Partida Rol por web

-Sí, por favor.

Dije, haciéndome a un lado para que el chico revisara a mi abuela. Todo el tiempo la miraba, intentando ver si reaccionaba, aunque sea de forma mínima.

"¿Por qué me metí en su cabeza...?"

Entonces busqué a Alfredo.

-¿Señor??

Pregunté. No podía hacer nada por babu y había muchas personas aquí que precisaban asistencia. En este momento hubiera dado muchísimo para tener el poder de sanar, pero ello no era parte de mis habilidades. No.

Y tenía que aceptarlo.

Ángeles se hizo a un lado y yo me dispuse a revisar a la anciana. comencé a pasar las palmas de mi mano por su cuerpo, a una distancia de 1 cm, para encontrar algún daño interno.
-oh veo!! parece que se fracturo dos costillas- digo con tono lamentable mientras dirijo la mirada a Ángeles -no te preocupes Ángeles yo la sanare-
inicie una meditación profunda, reconstruir huesos, músculos y carne que fuese ajena a mi cuerpo era algo complicado, gotas de sudor se asomaron en mi frente, las palmas de mis manos generaban una pequeña luz gris. Al cabo de unos minutos la costillas de Amalia estaban como nuevas y yo me sentí un poco débil

Muriel... la voz de la razón, Andrés sonrió al escucharla e interrumpíó la materialización de las armas, sin embargo no guardó las alas. Era cierto que combatir no era buena idea en ese momento, pero tampoco podía dejar que eso se fuera sin saber a donde.

Despegó y comenzó a seguir al ser a la distancia, extendiendo sus sentidos para identificar y conocer a la criatura a la que se enfrentaría si las cosas llegaban a eso.

Mientras el chico cura a mi abuela me acerco a la chica que está inconsciente también. La tomo en brazos:

-¿Josefina??

La zarandeo muy delicadamente, pero ella no responde.

"Dios mío.."

Esto cada vez se pone peor. Cierro mis ojos y, pese al gran temor y cansancio que me aqueja, concentro mi cabeza en hallar a su hermano. Temo que esté muy herida. Después de todo ésto ha sido mi culpa, tengo que tratar de solventarlo. Aunque sea intentarlo de corazón. Eso me ha enseñado mi babu, debo ser responsable de mis actos.

Me concentro y con mi cabeza, intento transmitir el siguiente mensaje.

"Josefina está mal, Andrés... te necesita... por favor, por favor...oye mi llamado"

Respiro hondamente y trato de calmarme para poder transmitir la idea lo mejor posible.

La polaridad del ser era tremendamente negativa, sin una pizca de luz en ella, algo imposible en un humano, al menos según lo que Muriel les había enseñado. Andrés se estaba preparando para caer sobre él cuando sintió el llamado, primero fue una presión sobre su oido y cuando se enfocó escuchó la voz de Ángeles.

El mensaje era claro, y la prioridad absoluta, Andrés dio media vuelta y volvió a la casa a toda velocidad, aterrizando en el patio con un estruendo, haciendo volar hierba y tierra y dejando un pequeño crater en el cesped. Cuando entró a la cocina sus alas aún desaparecían y se arrodilló junto a su hermana con la preocupación pintada en el rostro.

- ¿Que pasó? - preguntó mientras extendía sus sentidos para sentir la energía vital de Josefina e identificar el punto donde el camino se bloqueaba. - ¿Como y donde se golpeó? - su voz sonaba tranquila pero había urgencia en su tono. Las preguntas parecían ridículas, los golpes eran evidentes tanto en su rostro como en su cabeza. Consciente de que era importante que el cerebro se mantuviera oxigenado y la sangre no lo inundara se centró primero en evaluar y reparar el daño alrededor del cerebro.

Observe cuando Andres llego con un rostro algo preocupado, se arrodillo a lado de su hermana y empezó a revisarla y hacer preguntas.
-cálmate Andres ya la revise y no tiene ningún daño severo, solo esta inconsciente- digo las palabras con algo de esfuerzo ya que la reconstrucción de las costillas de la abuela de Ángeles me había agotado.

-El... chico que antes era Carlos y... ahora no sé quién o qué es la golpeó.

Dije, llevándome las manos a la cabeza.

-Yo... no sé. De pronto Carlos no era él mismo y, bueno... lastimó a mi abuela y a Alfredo y... a ella- dije, señalando a su hermana. 

-Si no fuera por Mariana...

Pero me quedé sin terminar la frase, el horror de recordar era demasiado fuerte. El comprobar que había pasado luego que me metí a la cabeza del chico, y sin consultarle a babu era aún peor.

-Lo siento... Dios... creo que fue mi culpa.

Me llevé una mano a la boca y se me llenaron de lágrimas los ojos.

-Yo me había metido en la cabeza de Carlos y algo me sacó y luego, todo se fue al demonio... perdón, lo siento tanto...

Andrés escuchó lo suficiente y despues se enfocó en su hermana, incluso la aseveración de Marius fue dejada a un lado por más razón que tuviera. - La necesitamos despierta -  El joven apoyó una mano en el estómago de Jose y la otra en su cabeza, haciendo fluir su energía por el cuerpo de su hermana.

Allí donde encontraba alguna interrupción, donde la energía se comprimía, buscaba la forma natural del tejido y lo reparaba. Continuó concentrado hasta que el circuito se cerró y no hubo interrupciones. Cuando separó las manos todas las heridas externas de Jose entre su abdomen y la cabeza habían desaparecido, y Andrés sabía que cualquier daño interno también estaba reparado.

Bastó una leve palmadita en la mejilla para que Jose se sacudiera y abriera los ojos. - Jose, bienvenida, te necesitamos. - le dijo a su hermana con una sonrisa. - Y vos Ángeles calmáte, no es tiempo de culpas. Fijate si podes despertar a tu abuela.

Jueves 5 de Agosto de 2010

Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina

13:00 Hs.

Victoria se hallaba dormitando, se había acostado poco después de que todos hubieran regresado de las compras porque se sentía extraña, no mal, para nada, pero extraña.  Su cuerpo le pedía a gritos dormir, reposar.  Escuchó el alboroto en la cocina y escuchó a Andrés clamar su nombre, pero todos los sonidos llegaron lejanos y amortiguados a sus oidos.  No estaba completamente allí.

Hizo un gran esfuerzo por regresar, por despertarse y poder acudir al llamado de Andrés pero no lo logró, la necesidad de dormir era increíblemente poderosa y ahogaba todos y cada uno de sus intentos.

Mientras tanto en la cocina todo se había vuelto patas para arriba.  Amalia volvía en sí completamente sana gracias al prodigio de Mariuz y Jose parecía renovada cuando volvió a abrir los ojos, Layka pudo tranquilizarse al ver como su abuela se recomponía.  Mariana se había sentado en una silla al extremo de la mesa y yacía con los codos apoyados sobre ella mientras su cabeza hundida entre sus manos, se había perdido en sus propios pensamientos y parecía estar ausente.  Todos voltearon y vieron el cuerpo de Alfredo yacer laxo e inconsciente, lo revisaron pero no hallaron nada anormal en sus funciones vitales, fue Amalia quien aclaró que era inútil pues no sufría de ningún mal sino que simplemente su mente no estaba allí.

-Sin embargo debemos llevar su cuerpo a un hospital- dijo con la mirada perdida -sus funciones vitales estarán estables pero si no se lo alimenta a la larga su cuerpo empezará a devorarse a si mismo hasta y al final...- dejó la frase inconclusa pues no se animaba a mencionar la muerte de su amigo.

Pasaron largos minutos en los que todos permanecieron inmóviles, intentando digerir lo que había sucedido allí, no se hicieron preguntas, no se intercambiaron ideas, simplemente las miradas se perdieron y cada uno se refugió en si mismo.  Andrés verificó el bienestar de Victoria y decidió dejarla dormir, luego todos convinieron en ocultar lo sucedido a las autoridades y llamar a una ambulancia para el traslado de Alfredo.  Amalia decidió que pasaría la noche en el hospital junto a su amigo por si este regresaba, Layka protestó pero su abuela insistió y finalmente las cosas se hicieron a su modo.  Una vez trasladaron al hombre la casa se sintió vacía, ninguno de ellos pertenecía a aquel lugar, ninguno de ellos tenía verdaderos motivos para permanecer allí, sin embargo todos sentían que sus destinos estaban de alguna manera enlazados.  Marius parecía haber encontrado a los discípulos maestros de los que le hablase en su carta su mentor y toda sospecha se había disipado en cuando viera emerger las luminosas alas de la espalda de Andrés.

Así había dicho su maestro y así había sido, al menos en parte.  Layka le debía la vida a la enigmática Mariana y una vez su abuela se hubo marchado le ofreció a la muchacha compartir habitación y esta había aceptado.

Cinco camas, una matrimonial y cuatro cuchetas, dos más en el pequeño departamento del fondo al que nadie, al menos por aquella noche tenía deseos de utilizar.  Seis eran las personas que dormirían allí, Andrés se había retirado a la misma habitación que Victoria, Layka y Mariana compartirían la cama matrimonial y Jose y Mariuz dormirían en las cuchetas que había en el living.

Algunos durmieron más y mejor que otros, sin embargo el sueño los renovó a todos.  Jose fue la primera en levantarse, se dirigió a la cocina y calentó agua y luego se dirigió al comedor, la mañana estaba fresca y al haberse roto el vidrio la galería - garage estaría helada.  Mariana fue la siguiente en levantarse, harta de dar vueltas en la cama soñando con gente muerta que intentaba asesinarla se incorporó y luego de ir al baño se asomó al comedor y se sentó junto a Jose, hablaron bajito de trivialidades sin despertar a nadie y por lo dicho al parecer la memoria de la joven no había vuelto a restaurarse.  Andrés bajó de su cama una hora después que su hermana, Victoria todavía dormida acurrucada en sus sábanas, quizás era la primer noche que pasaba en una cama decente en mucho tiempo supuso, se alejó silencioso y se dirigió a la cocina, al pasar vio a Mariana y a su hermana en el comedor y decidió unirseles.  El ruido de la silla corriéndose despertó a Mariuz quien ya llevaba quince minutos en una especie de ensoñación que no le permitía despertarse por completo.  Decidió concurrir al comedor y no pudo evitar esbozar una sonrisa cuando vio a Razhor durmiendo acurrucado junto a Paco, definitivamente la frase "Como perros y gatos" había cobrado un nuevo significado para él.  Layka se despertó dos horas después cerca de las once de la mañana, se hallaba completamente exhausta y descolocada la noche anterior y el sueño le había permitido digerir aquello un poco más, colocó agua en un jarro para prepararse un té y luego se dirigió junto con los demás.  Instantes más tarde todos escucharon una exclamación que los puso alerta.  Victoria había gritado, al parecer desde el baño y en pocos segundos se hallaba radiante parada frente al arco que unía el comedor con la cocina completamente emocionada.  Todos a excepción de Jose abrieron los ojos expresando la sorpresa, la joven parecía haber rejuvenecido diez años en una sola noche, su piel había vuelto a recobrar la textura y el brillo perdido, las lineas de expresión en su rostro se habían suavizado, desaparecido y su sonrisa los cautivó a todo.  Andrés miró a su hermana y esta le dedicó una sonrisa cómplice, de inmediato el muchacho supo lo que había pasado.

Amalia todavía no había vuelto y ahora que todos estaban despiertos decidieron encender la televisión, serviría para distraerlos y para atontar un poco sus mentes. 

Mariana

Obscuridad.

La negrura la rodeaba pero la luz que ingresaba desde las ventanas le permitía comprender las formas del mobiliario que componían el lugar.  Se hallaba en Europa central, en alguna parte de Polonia cercana a la frontera con Bielorrusia investigando una antigua construcción ubicada en medio del Bosque de Białowieża por órdenes de la Compañía.

Inteligencia había determinado que una de las tantas antiguas sectas que pululaban ocultas en las sombras del mundo moderno tenía allí su centro de operaciones, habían hablado de actividad sacrílega y Mariana sabía que casi siempre eso tenía que ver con dos cosas… Demonios o animación de cuerpos muertos.  Zombies dirían algunos, muertos resucitados por gracia de la necromancia, sin embargo había un largo trecho entre la fantasía popular de las películas de Hollywood o las grotescas de clase b y la realidad.  La mayoría de la gente lo ignoraba, podría haber quien creyera en ellos, podría haber quien en algún momento hubiese cruzado sus pasos con una de estas criaturas, pero la mayoría ignoraba por completo qué era un Animado.

Ella no era una experta, pero al menos conocía las bases del tema.  Había centrado sus estudios en otras ramas de los dones divinos y consideraba impropio de cualquier integrante de la Compañía el estudio de aquellas ramas obscuras del misticismo.  Por supuesto había dentro de la Compañía quienes dedicaban sus vidas a dichos estudios, era, como solían decir, un mal necesario.  Muchos se volvían solitarios y su alma se poblaba de tristeza, otros perdían la cordura o terminaban controlados por potentes voluntades infernales.  Aquellos pobres hombres y mujeres se transformaban entonces en presas, objetivos de la Compañía.

Localizar el lugar exacto había demandado un gran esfuerzo.  El bioma del bosque dificultaba enormemente el rastreo satelital y mucho del trabajo debió realizarse a ciegas, basándose en leyendas urbanas.  La investigación comenzó en Cracovia, alguien había hablado sobre las extrañas cosas que ocurrían en las profundidades del Bosque de Białowieża, quizás no había sido más que una historia contada en algún campus universitario con el fin de atemorizar alguna joven estudiante para que esta se abrazara al narrador, pero lo dicho había alertado a uno de los Buscadores y había disparado las alarmas dentro de la Compañía.  A partir de entonces y en un plazo de dos años y medio la Compañía logró dar con aquel lugar.

Fue entonces cuando Mariana, Aleksander, Dorota y Michael entraron en acción.  El equipo había ingresado al bosque por tierra, montando a caballo más precisamente, la densidad del follaje hacía imposible un ingreso aéreo y la carencia de caminos descartaba el uso de vehículos terrestres.

Se movió con cautela, examinó el área en silencio con todos sus sentidos y recién entonces decidió confiar en la tecnología.  Encendió su equipo de visión infrarroja y extrajo una linterna que proyectaba este tipo de su mochila, el visor funcionaba bien para corta y casi media distancia, pero el haz infrarrojo se hallaba demasiado focalizado.  La linterna, en cambio, ampliaba el radio de iluminación permitiendo una mejor visión periférica.  Se hallaban en medio de un bosque entre Europa central y Europa del este, Mariana creía poco probable que la tecnología fuese la mayor preocupación a tener en cuenta.  En otra situación, dentro de un complejo edificio en medio de Manhattan por ejemplo, encender aquella linterna podría haber sido un suicidio, la luz infrarroja podría haber activado algún sensor y para cuando abriesen la primera puerta ya estarían muertos.  Pero allí, en pleno bosque de Białowieża, aquello resultaba imposible.

Los sueños son extraños pensaría Mariana al despertar mientras, con cuidado y en silencio, se dirigía hacia el baño procurando no despertar a los durmientes.  Jose ya se había levantado, se hallaba en la cocina tomando mate en soledad.  Al principio no sabría si aquello había sido solo un sueño o quizás tuviese un componente real, una parte de su perdida memoria bien podría estar alimentado su soñar.  Hizo un esfuerzo por recordar, se miró al espejo, observó con detenimiento sus ojos, su rostro, se quitó la remera con la que había dormido pues deseaba darse una ducha y entonces la vio.

La parte superior de la construcción era sencilla y similar a una iglesia, podían distinguirse las naves que componían cada una de las secciones que tan bien conocía.  Detrás del altar hallaron una puerta trampa que conducía a una empinada escalera.  Algo no estaba bien allí abajo, Dorota lo percibió al instante y pidió al grupo precaución, Michael comenzó el descenso seguido por Mariana, Dorota y finalmente Aleksander cubriendo la retaguardia.  Cuando la puerta trampa se cerró tras ellos la claustrofobia aumentó.  El techo era bajo, la escalera era despareja y angosta, sería difícil maniobrar en aquellas condiciones… muy difícil, debían llegar abajo cuanto antes.

Celdas vacías, sólo eso y nada más.

O al menos fue lo que creyeron al comienzo.

Descuidadamente, casi de forma incompetente, Mariana se acercó demasiado a una de aquellas cárceles, creía haberla inspeccionado, pero lo cierto es que no lo había hecho, ninguno lo había hecho.  Dos manos la sujetaron de las costillas y tiraron de ella, su espalda chocó con fuerza contra los barrotes metálicos al tiempo que su olfato percibía el pútrido aliento.  Sólo la escasa distancia entre los barrotes había impedido que el Animado cerrase sus fauces sobre el frágil cuello de la mujer.  Mariana forcejeó y logro zafarse, sin embargo en un nuevo intento por recuperar su presa, la criatura extendió nuevamente sus brazos y con sus filosas uñas logró rasguñar el costado derecho de Mariana.  Ella se negaría a tratar la herida con el poder que Dios le otorgaba, esta se infectaría y terminaría dejando una cicatriz perceptible que le recordaría cuan imprudente había sido.

Había despertado justo después de que aquel personaje de sus sueños, Michael, descargara una ráfaga de balas sobre el cuerpo de la criatura que la había rasguñado.  Se había sobresaltado y aquello había sido suficiente para despertar, a su lado Layka dormía profundamente.  Se la notaba extenuada.

Había concurrido al baño en busca de una reconfortante ducha, se había quitado la remera y entonces la vio.  La cicatriz se extendía por su costado derecho, comenzaba justo debajo de las costillas y ascendía unos diez centímetros en diagonal, la marca superior era la más notoria de las tres, seguramente allí la herida había sido más profunda, las otras se perdían lentamente a medida que el corte ascendía.

Intentó descartar la idea, intentó suponer que aquello era sólo una ridícula mezcla que su cerebro recreaba mientras intentaba lidiar con lo que fuera que le había pasado.  Recordó entonces aquella visión que había tenido de su hermana y su sobrina, ambas convertidas en Animados y ambas muertas por un disparo que ella misma había provocado.  Recordó también al hombre, Carlos creía, que había golpeado a Jose, Amalia y había intentado abusar de Layka, recordó como cambió su rostro cuando aquella extraña energía la embargó y le ordenó retirarse, recordó las alas negras, la ventana que se rompía y todo lo sucedido después y entonces su mente volvió a colapsar.  ¿Qué estaba pasando? ¿Cuánto de aquella fantasía que parecía estar viviendo o había vivido era real? ¿Cuánto era lo que podía confiar en aquella gente? ¿Cómo podía hacer para recuperar su pasado? ¿Quería recuperar aquellas memorias? Esas y más preguntas colmaron su mente, decidió apartarlas por un tiempo, tenía mucho en que pensar y no sabía cuan prudente sería hacerlo en aquel momento.  Olvidó la ducha, volvió a vestirse y se dirigió al comedor, allí la esperaba Jose, hablaron de trivialidades y poco a poco todos fueron despertando y poblando la habitación.  Se sentía mejor rodeada de aquellas gentes.  Creyó ver a Victoria mucho más joven que la noche anterior, parecía haber perdió al menos ochos años, pero no podía estar muy segura de aquella situación.  Suspiró relajada y entonces encendieron la televisión.

Todos 

No había señal en ninguno de los canales de aire, sólo una pequeña estación local transmitía.  La noticia fue contundente y los sacudió a todos por igual.  Casi ciento cincuenta reactores nucleares habían detonado alrededor de las diez de la mañana hora Argentina.  La mayoría de Europa y Norteamérica eran inhabitables, las muertes se contaban por decenas de millones, Argentina no había salido indemne, el reactor de la comisión de energía atómica también había fallado y estallado, casi la mitad de la población total del país se había perdido esa mañana o se perdería en el transcurso del próximo mes producto del envenenamiento por radiación.  Curiosamente Argentina parecía ser una réplica en miniatura de lo que ocurría a nivel mundial.  Las fuerzas armadas, los gobiernos, las agencias de seguridad e inteligencia se encontraban sobrepasadas, unos acusaban a otros, se habló de terrorismo y de guerra pero ninguna facción se adjudicó el atentado global.  Había pasado muy poco tiempo y lo que primaba era la desorientación, se temían revueltas provocadas por el pánico y las autoridades de todos los países meditaban que hacer y como proceder.  La situación era en extremo delicada, nunca se había siquiera pensado en algo como esto ni se sabía que pasaría con el planeta. Algunos sostenían que la raza humana había sido condenada, que la radiación llegaría a cubrir el globo y que los que no muriesen mutarían en criaturas deformes.  En unos de los informes pudo verse un mapa donde se mostraba el alcance inmediato de la explosión del reactor en Buenos Aires con un círculo rojo, pensar en cuantas personas habían muerto en tan sólo un instante sin siquiera entender que les había pasado era demasiado turbador.

Jueves 5 de Agosto de 2010

Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina

13:00 Hs

nos encontrábamos reunidos al rededor de la mesa, mi cabeza aun pensaba en lo que había ocurrido el día anterior, un grito proveniente del baño y la aparición de una chica joven parada en el marco de la puerta me desconcertó, era Victoria pero lucia mas joven, fue algo que no me sorprendio pues ultimamente habia visto demasiadas cosas fuera de serie. Luego todos nos dirigimos a ver la televisión, pero todos los canales estaban fuera de sintonia, solo uno se veía bien y una noticia inesperada nos dejo atónitos a todos, todo lo ocurrido en las ultimas horas había sido olvidado para entrar en una nueva preocupación.
-Oh mon Dieu saint!! esto en verdad esta pasando... mis padres, necesito llamar a mis padres!!!- dije con desesperación. saque mi teléfono celular y marque el numero de mi padre quizás podía comunicarme con el.

Jueves 5 de Agosto de 2010

Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina

13:00 Hs

Mis ojos quedaron prendados de la televisión, mi cabeza le decía al resto de mi cuerpo que reaccionase, pero era como pedir demasiado. Todo lo que había acontecido hacía unos momentos, mi abuela en el hospital con Alfredo; la conección entre personas que parecían totales extraños pero habían sido traídos aquí por un fin, incluso el ver a Paco durmiendo junto a un perro como si fuese lo más natural del mundo... todo era bizarro.

-Díganme que estoy soñando, que alguien me pellizque.

Comenté, como si mi voz saliera por sí misma pero el resto de mi cuerpo se quedase en la silla, en posición de reposo.

-Esto no es verdad.

Poco a poco la mente le informó al cuerpo que era verdad, y el sistema nervioso periférico se puso en movimiento. Me paré de golpe, llevé mis manos a la cara.

-Dios Mío!!!

Fuí hasta el teléfono y marqué el número del hospital, mientras mis ojos seguían clavados en aquella pantalla de teve con todo lo que significaba. Estaba segura de que las líneas estarían al máximo, que nadie atendería. Miraba la imagen de Buenos Aires y sendas lágrimas surcaban mis mejillas sin poder detenerlas. Es más, no quería detenerlas. No podía tampoco.

-Dios mío... si no atienden voy hasta el hospital... tengo que ver a babu y a Alfredo...

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:10 Hs

Laika y Mariuz partieron hacia el hospital tan pronto como pudieron, la muchacha se sentía muy preocupada por su abuela. La noticia había impactado fuertemente en su estado de ánimo y la urgencia por reunirse con ella se tornaba desquiciante.
El lugar se hallaba más tranquilo de lo que esperaban y la noticia, si bien había impactado sobre la población, no había desatado, todavía, un desastre. La mayoría de las personas no había terminado de comprender lo que sucedía, todavía negaban lo sucedido o se encontraban intentando ubicar a sus familiares sin comprender que estos nunca iban a responder sus llamados.
En la recepción les indicaron a la pareja el número de habitación donde estaba internado Alfredo y para cuando llegaron se encontraron al hombre de pie y vestido preparándose para irse. Ángela les informó que Alfredo había recuperado la conciencia durante algún momento de la noche y que tenía una historia interesante y a la vez preocupante para contarles. Un rato más tarde el grupo se hallaba camino a casa. Por supuesto que los médicos habían indicado que Alfredo debía quedarse en observación, pero ello no conocían la verdadera causa del “desvanecimiento” y el aparente coma en el que había caído. Él, en cambio, si bien no estaba completamente seguro de lo que había pasado tenía una mejor idea.
Amalia y Alfredo no manifestaron tener idea de lo ocurrido y tanto Laika como Mariuz decidieron guardar silencio hasta llegar a la casa. Una vez en el hogar el grupo se reunió en el comedor. Debían hablar, debían tratar de entender lo que estaba pasando y por sobre todas las cosas debían pensar cuidadosamente cómo proceder. Lo supieran o no, sus vidas y quizás la de muchos otros dependían de estas decisiones.

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:10 Hs

Habíamos vuelto del hospital, con Alfredo quien parecía sumido en sus preocupaciones. Lo importante era que babu estaba conmigo, durante todo el viaje me negué a soltar su mano.

-Babu... no puedo creer que estemos juntas de nuevo. No te atrevas a dejarme, ¿eh?

Mis ojos se inundaron de lágrimas y pronto estuvimos en casa. Sin embargo la realidad seguía allí: el mundo era un caos, nos guste o nos pese y con nuestras habilidades eramos responsables.

-Tenemos que...

Suspiré, ¿tenemos que qué? me pregunté, ¿cómo salvar tantas vidas?

-Abu tiene que haber algo que podamos hacer. Chicos, todos... tenemos que usar nuestros poderes en favor de los que queden vivos.

Me senté, de pronto me faltaba el aire.

-Porque... porque hay vivos, ¿verdad? ¿Alguien en Buenos Aires?

Me llevé las manos a la cara.

-¡Dios mío! ¡Alguien que me diga que esto es una espantosa pesadilla!!

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:10 Hs

-¿salvar a la gente que queda viva?...- paso mi mano por mi cabello para retirarlo de mi rostro.
-merde!! ni siquiera se si mis padres están vivos!!el mundo entero esta sumido en un caos y me dices que nosotros nos tenemos que encargar de los sobrevivientes... ¿por que?¿son nuestra responsabilidad?.... creo que es algo estúpido... pero... por otro lado estamos aquí reunidos, todos nosotros, y yo no creo en las casualidades... si estamos aquí es por algo, aparte de todo esto tenemos que recordar lo que le sucedió a Carlos, quizás esa cosa que lo poseía tiene algo que ver con lo ocurrido-
guardo silencio unos momentos y agacho la mirada para observar a mi can quien jugaba con el gato de Ángeles

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:10 Hs

Escuchaba a todo el mundo con atención, después de todo, aclimatarse a esa gente era para ella tan extraño como todo lo que estaba sucediendo y no podía evitarlo aunque lo intentara y de pronto, estaban hablando de poderes y de cosas que no creía que un grupo de chicos fuera capaz de hacer. Los observó compasiva y al mismo tiempo ansiosa, si habían de hacer algo lo mejor era hacerlo ya y luego, se preguntó si es que acaso había más de esos poderes que ella quizás no conocía que cada uno tenían.

¿Por qué tenían que ayudar? No lo sabía, quizás por sus seres queridos, los que estuvieren vivos o quizás porque ellos no estaban sufriendo como se veía a muchos sufrir en la televisión y ¿por qué ellos no estaban sufriendo? O bien eran un grupo muy afortunado o bien, simplemente tenían una misión entre todos. Aguardó pacientemente a que el hombre hablara pero encendió un cigarrillo tras otro mientras esto sucedía. 

Paciencia era lo que menos tenía y empezaba a comprobarlo.

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:12 Hs

Victoria había tenido tiempo de reflexionar sobre lo ocurrido, de hecho era lo único que había hecho en las casi dos horas que Laika y Mariuz se habían ido.

-¿Salvarlos? ¿Cómo se supone que podríamos salvarlos? Aunque pudiéramos llegar allí no tenemos el equipo necesario, nuestros cuerpos se envenenarán con la radiación como el de aquellos que hallan podido sobrevivir. Además necesitaríamos los medicamentos para tratarlos y ni hablar de las instalaciones. No, para mi lo mejor es quedarnos acá. Supongo que las autoridades sanitarias o de otro tipo nos dirán que tenemos que hacer-

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:12 Hs

Jose se había abstraído de la conversación y miraba continuamente la televisión, de repente la imagen se cortó y un presentador de noticias comenzó a hablar, decía algo así como que habían perdido la conexión con el helicóptero de noticias que habían envidado, mientras tanto en un recuadro a su derecha aparecían las últimas imágenes grabadas.

-¿No esta todo muy entero para ser una explosión nuclear? Digo, los edificios, las construcciones no se cayeron. Yo creía que una explosión nuclear así iba a destruir toda la ciudad-

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:12 Hs

Escuché las opiniones de mis compañeros y al tipo hablando por televisión.

-¡¡Vamos gente!! -dije un poco desanimada -tenemos que unirnos y ayudar. No sé cómo pero podemos hacer algo por estas personas. Nos guste o nos pese somos elegidos. Tenemos poderes, los poderes conllevan responsabilidades. Es como esa película de Spiderman. Sé que suena estúpido pero piensen esto: si no lo hacemos nosotros, ¿entonces quiénes? Sea como sea, creo que para hacerlo bien cada uno de nosotros debe poner en la mesa sus habilidades.

Los miré a todos, y empecé siendo yo la que me abriera:

-Yo puedo meterme en las mentes, mover cosas, generar electricidad, puedo ver los sueños. Eso es lo que he aprendido hasta ahora, ¿qué saben hacer ustedes??

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:12 Hs

un gesto de sonrisa muy leve se reflejo en mi rostro cuando Ángeles menciono una frase de una película llamada espiderman - esa es una buena película- comente...
la charla se volvió un poco mas tensa una ves que ella pidió revelar los dones de cada uno, quede pensativo unos segundos mmmm bueno, no hay nada que esconder aquí, no creo que sea ningún riesgo revelar mis poderes
-.... bueno, tengo el don de controlar la materia, se me hace mucho mas fácil la carne y los huesos, pero solo he podido hacerlo con migo mismo... en otros cuerpos se me hace muy complicado, solo puedo modificar pequeñas partes. Mi maestro es quien me ha enseñado a controlar mis poderes, e incluso intento enseñarme uno que el mismo había desarrollado, el fuego negro, Andres pudo verlo por si mismo-

Jueves 5 de Agosto de 2010
Mar de ajó, Partido de la costa, Argentina
15:16 Hs

Poderes, todos ahí parecían tener algunas capacidades sobrehumanas, algo de lo que ella carecía. Ella era médica, neuróloga para ser precisos, sabía de cerebros, de cómo se procesaban las cosas allí dentro, pero no tenía ninguna capacidad especial, ningún poder.

-Bueno, a mi no me cuenten en eso de los poderes, yo no tengo ninguno, soy una persona normal, común...- luego hizo silencio y perdió su mirada en al televisión