Partida Rol por web

Pues la de Off-rol está abierta...

¿Estás ya listo?

Ahora la he puesto en Privada en lugar de pública... a ver si ahora la veis.

Sí, por supuesto.

Ahora comenzamos ya con la partida en sí, es decir, roleamos en la zona de Texto y lo demás a Notas.

Bechard bajó las escaleras lentamente y se encontró con un pasadizo oscuro y, aunque todo parecía seco, el ambiente estaba demasiado húmedo para su gusto. Con la luz que llegaba desde lo alto de las escaleras vio que todo era de piedra perfectamente tallada, las piedras parecían encajar como si fueran gemelas. Y de repente... todo oscureció, habían cerrado la puerta por la que había entrado...

Tanteando las paredes Bechard comienza a avanzar por el pasillo hasta encontrar una esquina o una puerta.

Caminando despacio, Bechard llega a un cruce, un pasadizo parecía atravesar el que llevaba. Y ahora debía decidir si seguir adelante, o tomar uno de los dos caminos que se abrían a ambos lados.

Bechard decidió seguir adelante por el pasillo que tenía enfrente.

El humano siguió caminando con cuidado y llegó a otra intersección... Ahora su pasillo terminaba y debía decidir entre seguir por la izquierda o la derecha...

El monje tanteó bien las paredes, como no sabía decidir un lado u otro decidió parar un momento y poner mucha atención a su oído, para intentar oír cualquier tipo de ruido y dirigirse hacia él por el camino que le pareciera más corto.

Aunque lo intentó durante largo rato, no llego a percibir nada extraño salvo un leve goteo de agua que no conseguía averiguar de donde provenía.

El humano continuó caminando y llegó hasta una gran puerta de madera que parecía abrirse con sólo empujarla... no tenía cerrojo ni cerradura ni nada...

El monje tras empujar levemente la puerta notó una ligera brisa durante un par de segundos, seguramente imaginaciones suyas, el calor allí dentro era casi insoportable, solo comparable al calor de las selvas de Chult donde se escondía el templo de su orden. Espero poder encontrar a algún otro aventurero, nunca viene mal un poco de compañía, aunque sea temporal.

El monje estaba preparado, en el templo lo habían educado así, siempre listo para cualquier imprevisto, a manejar cualquier situación en la mayor de las calmas, en cuanto atravesara la puerta cerraría los ojos y se quedaría totalmente quieto durante un par de minutos antes de proseguir.

Al abrir la puerta, escuchas un leve chirrido y además la respiración de algo o alguien unos pasos más allá.

De repente escuchas un rugido aterrador y tras un pequeño instante... un enano entra corriendo en la sala...