Partida Rol por web

Haces uso de la memoria para intentar recordar algo sobre Tortuga o Blackrock. Ya sea a través de algún libro o de boca de algún dracónido de tu tierra, sabes que el lugar está al sur del Reino de Minrothad, tal vez una de las islas mñas cercanas al Mar del Miedo. En estas zonas marítimas has escuchado historias de piratas y tesoros, pero ninguna en particular que destaque lo suficiente como para recordarla.

Volvéis sobre vuestros pasos a través de la pesada arena semivirgen de la playa y buscáis entre los restos del naufragio. No hay mucho aue encontrar, pues ya habéis recogido todo lo que encontrásteis con algún valor. Restos de madera astillada, cajas rotas y empapadas... nada de provecho, si hubiera sobrevivido algún mapa seguramente se haya perdido en el fondo del mar.

Haced una tirada Naturaleza, tal vez el lugar os suene de algo...

Creo que debo tirar 1d20, eso he hecho, y entiendo debo sacar en este caso menos que mi sabiduría, por lo que al ser 8 y haber sacado 11 no tengo ninguna información sobre el lugar. ¿es correcto?

Muchas gracias

¿Blackrock? Sí, me suena. Creo que es una de las islas más cercanas al Mar del Miedo, en algún punto al Sur del Reino de Minrothad. Cuentan historias de piratas y tesoros, pero no se hasta qué punto son realidades o leyendas contadas por marineros borrachos.

Id, quizá esos mapas nos sean útiles. Pero no os demoréis demasiado. Os estaremos esperando.

El enorme dracónido bajó la cabeza instintivamente al pasar por el marco de la puerta, y se acercó al posadero.

Somos los únicos supervivientes del barco que ha naufragado hace unas horas. Seguro que lo habrán visto desde aquí. Necesitamos ropas nuevas, comida caliente, y un techo bajo el que dormir. 

Al llegar a la humilde aldea, Ireth mira todos los pequeños edificios y a los lugareños con curiosidad. Parece evidente que no hay nada destacable en ese sitio, tan tranquilo que resultaría aburrido para la mayoría... Pero al menos se muestran bastante hospitalarios dándoles ciertas indicaciones que en un primer momento a ella no le dicen gran cosa pero cuando Nekrach hace gala de sus habilidades geográficas la cosa queda algo más clara.

-De acuerdo, entonces no estamos tan alejados de nuestro destino- comenta algo más tranquila en ése aspecto, cruzándose de brazos mientras se adentran en la pequeña posada, momento en el que Mushu decide volver a los restos del navío, lo cuál no le hace demasiada gracia... pero cuando el enano se ofrece a acompañarle acaba por sonreír -Tened cuidado...- observa como ambos se marchan por unos instantes, después se acerca a la barra hasta quedar cerca de la mole compuesta por el dracónico.

-Vigila con lo que pides...- musita a éste con cierto tono de regañina, no demasiado convencida de que tengan suficientes monedas para cubrir todos esos gastos -Recuerda que encontrar otro transporte es prioritario a ropa limpia- dice muy a su pesar para después centrarse en el posadero -¿Ha llegado algún superviviente más...?- pregunta a pesar de dudarlo profundamente.
 

Ok, gracias Master.

-Bueno, amigo enano, pues a sido un viaje en balde...- digo con cara apenada.

Volvamos cuanto antes Mushu, me preocupa bastante que nuestros compañeros estén en peligro, y mucho mas que terminen con toda la comida de la posada , comienzo a reir conteniendo las carcajadas, por si hubiera alguien cerca.

-No te preocupes Voiran, con el poco oro que nos queda, no creo que terminen con la comida.- Le comento guiñandole un ojo.
Mientras hacemos el camino de vuelta a la aldea...
sigo en alerta.

POSADA "El Ancla"

Está empezando a oscurecer y los habitantes de Tortuga comienzan a retirarse a sus hogares o a la taberna "El Ancla", donde os encontráis degustando una cerveza acompañada de una variada bandeja de marisco. La clientela de la taberna está formada por los parroquianos (viejos, pescadores y marineros) y todo tiene un ambiente alegre y "muy marino".
Lo más destacable de la multitud sería una joven y guapa camarera que os ha servido en la mesa, un enorme posadero con toda la pinta de ser el padre y protector de la joven camarera, y un alegre semielfo que se codea cordialmente con todos los pescadores y marinos.
Por la puerta aparecen el enano Voiran y el elfo Mushu, con caras de no haber tenido mucho éxito en su vuelta al lugar del naufragio.

Entre la alegría y gritos de fiesta del gentío, te percatas que el cordial semielfo os echa a todo el grupo sendas miradas de reojo. Tienes la sensación de que os está... evaluando?

Entro junto con Voiran y mis ojos de elfo buscan a nuestros compañeros, recorro el local, parandome unos segundos en observar a la camarera, hasta que los veo. Les hago un gesto con la mano y me acerco a la barra a pedir dos cervezas para Voiran y para mi, pues deduzco que mis compañeros ya han pedido.
-Estimado posadero. Son ciertas las leyendas de piratas elfos en esta isla?- comento, casi susurrando, mientras espero en la barra a que nos sirvan.
Mientras, jugeteo con una moneda de oro, haciendola pasar de un dedo a otro, en mi mano.

El rudo posadero os comunica que os ha preparado una habitación por cabeza hasta el día siguiente en el piso superior, y sonríe burscamente al oir mencionar al elfo acerca de leyendas de piratas.

- JA jA jA Hay de todo elfo, algunas ciertas y otras no, quién sabe ? ja ja ja - el posadero vuelve a sus quehaceres tras la barra mientras le grita algo a su hija, la guapa camarera.

-Bueno, eso me deja más tranquilo.- digo sarcastico con una sonrisa dibujada en mi rostro.

Una vez sentado toma la cerveza y apoya los codos en la mesa, sin prestar mucha atención a nada en general, ni siquiera a la apuesta camarera. En realidad se preguntaba quien iba a pagar todo aquello, por mucho que le habían dicho al posadero que acababan de naufragar este parecía haber hecho caso omiso y servirles lo más caro de la aldea - Quien avisa no es traidor -sonrió y dio un sorbo más a su cerveza, algo más animado que en la playa.

Cervezas, marisco y cama para cinco.. espero que tengas dinero Nekrach - bromeó, dejando de nuevo la cerveza fría sobre la mesa y mirando a sus compañeros de viaje, todos en cierta manera estaban desanimados.

Seguir vivos merece una celebración... ¡¡Brindemos!!!

¡Camarera! Otra ronda.. esta vez invita Voiran !!

Ireth tomó asiento en la mesa, mirando el ambiente alrededor con cierto grado de curiosidad. Parecía realmente un lugar agradable, había que admitirlo.
Sustituyó la jarra de cerveza que tan diligentemente se disponía a servirle la bonita camarera por un zumo de bayas que le supo mucho más delicioso, ya demás tenía la certeza de que no acabaría cantando canciones infantiles mientras daba tumbos cómo ya había visto hacer a algunos de los varones presentes en la mesa.

Al recordar esto una sonrisa burlona asomó a su rostro, pero duró poco y la disimuló bebiendo del vaso con tranquilidad mientras el resto del equipo se unía a la cena.
-¿Nada de interés? Es una lástima...- se limitó a responder, más aliviada por el hecho de que no les suciera nada por el camino.

Repentinamente su pequeño cuerpo se tenso un poco, mirando de reojo a un lado para seguidamente encorbarse algo más sobre la mesa con rostro sombrío.
-Dardo, ya has bebido suficiente... Te necesitamos lúcido para que seas útil y no nos ataques a nosotros mismos, ¿recuerdas? -le dijo a modo de reprimenda antes de proseguir -Hay un tipo que no deja de mirarnos- musitó por lo bajo, en realidad tan flojo que sólo los sentados junto a ella pudieron distinguir bien sus rápidas palabras.
 

Ante el comentario de Ireth, giro la cabeza. Con mi experiencia en los oscuros circulos y los barrios bajos de casi media tierra conocida, miro al tipo en cuestión.