Partida Rol por web

Envaino la espada y saco de mi zurron la semilla de crecimiento instantáneo. La sujeto con la mano derecha, mientras sumerjo la izquierda en la nieve, buscando un puñado de tierra humeda. Corro hacia el dragon, hacia su cola, buscando la salida de lo que por su boca entra, con la intencion de introducir ambas manos por el orificio y alli unir tierra humeda con semilla. Si todo sale como debiera...

Saco de mi zurron la semilla de arbol de crecimiento instantáneo. La sujeto con la mano derecha, mientras sumerjo la izquierda en la nieve, buscando un puñado de tierra humeda. Corro hacia el dragon, no me importa que vea que voy por el, pues lo que pretendo es lanzar la semilla entre sus patas, bajo su vientre, con la intencion de derribarlo, despistarlo, aturdirlo por asi decirlo.

Incanthus es derribado por el subido arbol, pero ens egudia con un giro y una voltereta en el aire se pone en pie y se lanza sobre Keiran. Golpeandolo con brutalidad, el androide ve como recibe de refilon un fuerte golpe en principio dirigido a Keiran. Por suerte ha interpuesto su arma, bloqueando el ataque.

Sus nanomaquinas siguen en efecto, potenciandas por el efecto del arbol, pero no se sabe cuanto podrá durar.

Caronte ha escuchado a Weylin, pero también observa que aunque el dragon sea resistente a la magia, su capacidad de evitar los ataques enemigos es mayor, por lo que decide continuar lanzando rayos eléctricos, por ahora parece ser la única cosa que le ha llegado a afectar. 

se coloca buscando la cobertura de uno de los árboles, 

Incanthus recibe un impacto moderado por la electricidad, aunque la polatización de sus escamas lo deja vulnerable a un proximo ataque, por otro lado, Caronte siente el aura entropica de Incanthus envolviendolo, como si lo quisiera devorar por dentro.

Weylin sabe que de cara no conseguirá nada, y que la unica manera es sorprenderlo por la retaguardia.

Antes de emprender la carrera le dice a Caronte - Si puedes debilitarlo con ácido nos será de ayuda al menos durante un rato -

Dicho esto, cogió carrerilla y se intentó escabullir entre sus patas para aparecer justo al lado contrario.

Con el arco en mano y la flecha cargada, apuntó intentando buscar un hueco en su defensa y disparó.

El elfo pasa bajo las patas del dragon el cual al verlo sonrie de medio lado y lo aplasta brutalmente con una de sus patas antes de que este le roce con una de sus piernas. El elfo logra dispara una flecha entre las escamas de Incanthus, pero este parece recuperarse cada vez que golpea a alguien.

- Idiotas... -dice el dragón- ¿Acaso creeis que podreis derrotarme con vulgares trucos?

La máquina no desprecia la oportunidad de engañar a la sierpe, -alguna sugerencia para hacerlo mejor? -pero no espera a la respuesta para lanzar un nuevo rayo debilitador, con intención de que se encadenen unos con otros

Las heridas son cada vez más graves para todos. Todo parece estar perdido, pero sólo la muerte les impedirá cumplir con su misión. Un ataque primero, una finta para sanarse, y otro ataque tras un ligero movimiento de pies es la acción de Kieran. No hay mucho más que hacer que no sea atacar, atacar y atacar, con la esperanza de dañar a la sierpe y mandarla al infierno al que pertenece.

Keiran siente arder su mente cuando usa su magia, como si algo estuviera dañandolo desde dentro, por suerte, su curación sobre pasa el daño infligido por lo que sea que es eso.

Me arrojo sobre la articulacion de la rodilla de la pierna trasera de la sierpe, a ver si logro atravesar por la cara posterior de la misma.

Con un floreo de la flamigera espada sustraida del maltrecho cadaver del otrora orgulloso y temible lider de los caballeros del culto del dragon, lanzo la punta del acero envuelto en llamas contra la bestia, esperando sajar su piel y cercenar tendones con tremebundo dolor para su propietario. La muerte es ineludible si esta nos ha de sobrevenir, dicho lo cual... ¿Porque temerla? Luchemos hasta que no podamos mas y si morirmos, que no se diga que fue porque nos rendimos.