Te quedas en el marco de la puerta sin entrar a la habitación, el enfermero nota que no deseas entrar y se devuelve, tu inmediatamente le pides lo de la luz y lo del espejo, el te mira extrañado, y te dice que lo de la luz se puede regular quitando unos bombillos, pero el espejo tendrían que taparlo. Diligentemente el hombre va y vuelve con papel, y cinta. Toma el mismo, y tapa el espejo de tal forma que queda sin ningún reflejo.
La habitación queda un poco más oscura, lo que es ideal para ti. Ahora puedes entrar y organizar lo que desde ahora en adelante será tu habitación.
¿un nuevo comienzo?
fin del preludio, ahora pasamos a tu habitación.